Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 124
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El hallazgo, crucial para la
investigación de las sociedades prehistóricas, cambia todo el panorama
arqueológico conocido hasta el momento actual.
Arqueólogos del Cabildo, adscritos a la Unidad de
Patrimonio Histórico de la Corporación insular, han descubierto en La Gomera el
mayor texto líbico bereber de Canarias, un hallazgo que, según anunció el
presidente Casimiro Curbelo, cambia todo el panorama arqueológico conocido
hasta el momento actual.
Curbelo explicó que durante una salida rutinaria
a terreno realizada por la Unidad de Patrimonio Histórico se localizó una cueva
en cuyas paredes se identificó una amplia serie grabados alfabéticos
pertenecientes a la escritura líbico-bereber, que transforma la visión que
hasta ahora existía de los antiguos gomeros.
Destaca que se trata del mayor texto
líbico-bereber conocido en Canarias sobre un soporte continuo pues, aunque los
grabados se localizan en una cueva de pequeñas dimensiones, tanto el tamaño del
panel -un lienzo de 5 metros de largo por 2 metros de alto-, como la cantidad
de signos plasmados -105-, asombra a los investigadores.
La cifra de 105 signos tiene gran importancia si la comparamos con el número de signo que tienen los paneles hasta ahora considerados los más grandes de Canarias, como son el panel principal de La Candía, en El Hierro, con menos de 50 signos, o el de Femés, en Lanzarote, con 30.
La cifra de 105 signos tiene gran importancia si la comparamos con el número de signo que tienen los paneles hasta ahora considerados los más grandes de Canarias, como son el panel principal de La Candía, en El Hierro, con menos de 50 signos, o el de Femés, en Lanzarote, con 30.
Curbelo dijo que desde el momento del
descubrimiento el Cabildo Insular de La Gomera ha realizado gestiones para
asegurar la conservación del lugar, que se ha designado como Las Toscas del
Guirre. Precisó que la primera de estas acciones ha sido la de no revelar la
localización, dado que la gran fragilidad de este pequeño enclave hace que las
visitas incontroladas sean nocivas para su conservación.
Los técnicos de la Unidad insular de Patrimonio
recuerdan que fue en torno al siglo V antes de Cristo cuando los pueblos que
habitaban en el norte de África, en la zona de la actual Libia, empezaron a
utilizar un sistema de escritura conocido como escritura líbico-bereber, que
comienzan a ser estudiados en el año 1843 por investigadores franceses. En esa
época se identifica buena parte de los signos que conforman esta escritura,
aunque en Canarias hubo que esperar hasta 1870, para que se descubrieran los
primeros grabados aborígenes en El Julan, isla del Hierro.
Desde ese momento y a lo largo del siglo XX se
realizaron nuevos hallazgos de este tipo en el resto de las Islas Canarias, y
no se encontraría ninguno en La Gomera hasta 1996, año en el se halla una pieza
de madera en el interior de la Cueva de Herrera González (en Tazo), con 5
signos líbicos. Por tanto, no existía en la Isla colombina una inscripción alfabética
sobre soporte fijo, que dotara de un valor arqueológico definitivo al hecho de
que los antiguos gomeros conocían la escritura.
"Además, la humedad en su interior y los cambios de temperatura podrían romper el equilibrio en el ambiente de la cueva y todos debemos hacernos cargo de la necesidad de no correr riesgos en su protección", comentó antes de añadir que la segunda acción tiene que ver con la adquisición de los terrenos, que ya negocia la Corporación insular.
Por último, el presidente del Cabildo anunció que la Unidad de Patrimonio ya está trabajando en la propuesta de delimitación del yacimiento para su declaración como Bien de Interés Cultural.
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