Los derechos fundamentales de los miembros de la Iglesia del Pueblo Guanche
que se desprenden de sus derechos básicos humanos o
bautismales. Estos derechos y deberes se aplican a todos los
fieles de la Iglesia
del Pueblo Guanche en todo tiempo y lugar, sea cual sea su raza, edad,
nacionalidad, sexo, orientación sexual, estado de vida, y posición social
o económica.
B. Derechos y
responsabilidades bautismales básicos
1. Como consecuencia de su
bautismo, todos los fieles de la
Iglesia del Pueblo Guanche tienen el derecho de recibir en la Iglesia los ritos y
consuelos espirituales que necesiten para vivir una vida totalmente acorde con
nuestros fundamentos, incluyendo:
a)
Culto litúrgico que refleje las alegrías y
preocupaciones de la comunidad reunida y que les instruya e inspire;
b)
Instrucción en la tradición de la iglesia del Pueblo Guanche y presentación de una espiritualidad y
enseñanza moral que promuevan el valor y la importancia de las virtudes ancestrales
en la vida contemporánea.
2. Como consecuencia de su bautismo
por el rito de la Iglesia
del Pueblo Guanche, todos los
fieles tienen el derecho,
a) De recibir todos los ritos para los que estén adecuadamente
preparados,
b) De ejercer todos los empleos en la Iglesia para los que estén
adecuadamente preparados, según las necesidades y con la aprobación o comisión
de la comunidad.
3. Como consecuencia de su bautismo por
el rito de la Iglesia
del Pueblo Guanche, todos los fieles tienen el derecho de esperar
que los recursos de la
Iglesia que se gastan dentro de la misma se distribuyan
en su beneficio. Entre otros cosas, esto implica que,
a) Todas las
mujeres tienen el mismo derecho que los hombres a los recursos y al
ejercicio de todos los poderes de la
Iglesia ;
b) Todos los
padres tienen el derecho de esperar de los responsables de la Iglesia una
equitativa ayuda material y de otro tipo en la educación religiosa de sus
hijos; y
c) Todos los
fieles solteros tienen el derecho de esperar que parte de los
recursos de la
Iglesia se gasten en su beneficio.
4. Como
consecuencia de su bautismo, así como de la naturaleza social de la humanidad,
todos los fieles tienen la correspondiente responsabilidad de
apoyar a la Iglesia
con parte de su tiempo, talentos y dinero.
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