El próximo 15 de agosto los canarios y canarias
de ahora, como los de antes, tenemos un compromiso con la ciencia de la
astronomía y su aplicación en la elaboración de calendarios, útiles en las
predicciones meteorológicas y por lo tanto imprescindibles para planificar las
cosechas, tanto la siembra como la recolección, compromiso que se extiende
también a nuestra historia y al reconocimiento del avanzado desarrollo
científico-tecnológico de nuestros antepasados.
Esta utilísima aplicación agrícola de los
conocimientos astro-meteorológicos dio lugar a la festiva denominación de
Beñesmén, o fiesta de las cosechas, del 15 de agosto, por más que muchos,
interesadamente, intenten, sin conseguirlo, tergiversar nuestras celebraciones
ancestrales, como es el caso de la
Iglesia católica, apostólica y romana, la misma que mediante
la bula "Tue devotionis sinceritas", del papa Clemente VI, concedió a
Luís de la Cerda
el derecho a conquistar las islas Canarias (todavía sin rectificar), con su
empecinamiento en que el 15 de agosto es la festividad de la Virgen de Candelaria,
transgrediendo uno de sus preceptos fundamentales, denominados Mandamientos,
como es el de "no levantarás falsos testimonios ni mentirás". Esta
celebración tiene lugar en los municipios canarios de Candelaria y Chipude.
Este desprecio brutal a las costumbres y las
tradiciones científicas y culturales no es la excepción sino la regla. Por
ejemplo, el primer plenilunio de la primavera o primera luna llena de la
primavera, que desestabiliza mucho la atmósfera, ocasionando importantes
precipitaciones, información que utilizan nuestros agricultores en sus faenas,
es otra fiesta astronómica ancestral, anterior a Jesucristo, que la iglesia
católica, etc. utiliza para conmemorar su "muerte y resurrección",
que se traduce en que un año este hecho ocurre en marzo, otro en abril, etc.,
dependiendo de cuando coincida el plenilunio. Ese es el motivo por el cual en
Semana Santa siempre hay luna llena.
Otro lamentable ejemplo lo tenemos en Navidad o
fiesta científica también ancestral en la que se celebra, con estrella o cometa
incluido, el solsticio de invierno o día más corto del calendario solar.
Esta lamentable y caótica situación nos lleva,
una vez más, a reivindicar la elaboración de un calendario festivo científico
que contemple estos importantes avances del conocimiento dada la utilidad
práctica de los mismos, acabando con la interesada manipulación que hacen
instituciones que condenaron a morir en la hoguera al insigne Galileo por haber
publicado que la Tierra
giraba alrededor del sol, y no a la inversa.
El calendario propuesto debe incluir la fiesta
guanche del Beñesmén, cuya rigurosidad científica viene corroborada por las
interesantísimas investigaciones del profesor doctor José Barrios, del
Departamento de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna. Según sus
investigaciones, las celebraciones del 15 de agosto tienen por objeto marcar el
inicio del año lunar guanche a partir de la aparición en el horizonte de la
estrella Canopo, la segunda más brillante del firmamento.
El orto heliaco de Canopo, o sea, su primera
aparición en el horizonte después de su periodo de invisibilidad, tiene lugar a
mediados del mes de agosto, lo que utilizaron nuestros antepasados para indicar
la primera luna del calendario de doce lunaciones, sincronizando el calendario
lunar con el ciclo de las estaciones.
Desde hace algunos años se conmemora el día de
"La Candelaria"
el 2 de febrero, festivo por ejemplo en la isla de Chinet (Tenerife). Justo un
día después, el 3 de febrero, se conmemora San Blas en la Gomera, festividades que,
según el doctor Barrios, también estarían relacionadas con la aparición de la
estrella Canopo tras la puesta del sol, acontecimiento que tiene lugar a
finales de enero y principios de febrero, celebraciones documentadas igualmente
en Chinet por el cronista Espinosa, que narra cómo en 1497 los colonizadores
asentados en La Laguna
se dirigieron a Candelaria para retener a los esclavos guanches ausentados de
la ciudad lagunera. El calendario científico debe incluir la ancestral
festividad del 2 de febrero, además del primer plenilunio de la primavera y los
solsticios de verano (año nuevo solar guanche) y de invierno.
El 15 de agosto, los guanches de hoy y todas las
personas respetuosas con nuestra cultura y tradiciones celebraremos una de las
manifestaciones más multitudinarias y arraigadas en nuestro pueblo, tanto en
Chinet (una vez más abarrotando los numerosos senderos que atraviesan nuestros
montes) como en La Gomera
y en el resto del archipiélago, mirando al sur en el horizonte del atardecer,
reviviendo la mágica aparición de Canopo y con ella el mágico calendario lunar
guanche.
Movimiento UPC.
Enero de 2014.