IGLESIA DEL PUEBLO GUANCHE
TAGORO N AGUERE
SOLSTICIO DE VERANO 12 ACHANO
Entre los fieles de la Iglesia del Pueblo Guanche la celebración del Solsticio de verano tiene un sentido de integración, de unidad y reforzamiento de vínculos con los pueblos, ya que toda peregrinación es hermandad, ayuda mutua en el camino y compartir servicios; símbolo y representación de ese viaje que es la vida y que los canarios queremos inculcarlo de entendimiento y fraternidad, aspectos fundamentales de nuestra cultura guanche.
En la ancestral cultura canaria y hasta ahora honrar a la Sol –Magek-, que además de ser
un astro simboliza el aspecto visible de la Diosa-Madre Chaxiraxi-,
tiene el sentido de glorificar la vida que bajo su poder germina, crece y
madura.
Nosotros, seres humanos, hemos vivido cientos de miles de años en
estrecho contacto con la naturaleza, siendo parte de ella misma. Solamente
estos últimos siglos hemos construido ciudades y nos hemos alejado de ella.
Pero todo nuestro ser sigue respondiendo a esos ciclos, llevamos ese programa
en nuestros genes.
Porque la Sol es fuego. Y el fuego es
energía que purifica seres y cosas.
En el plano físico la víspera del Solsticio de verano es la
noche más corta del año, luego de ese momento clave y durante los seis meses
siguientes, las noches se acortan y los días se alargan. En el ambiente hay más
luz disponible y con ello mayor abundancia.
Por ello esperamos con júbilo la salida de la Sol en las plazas, en las
cumbres de los cerros y en las llanuras, toda la familia estrechamente reunida:
varones y mujeres, ancianos y niños.
Cuando la Sol aparece en el horizonte atronan en el aire los bucios, se oye el agudo silbido de los ajijide, los sones de las flautas y el retumbar de los tambores estremecen las plazas, los barrancos y los montes.
Y nuestra felicidad a partir de ahora es tan grande como ha
sido nuestra desdicha, porque sabemos
quienes somos, hemos probado que somos fuertes, recios y puros. Y por la
victoria futura que el destino nos debe.
En la Iglesia del Pueblo Guanche el Solsticio de verano es considerado como un renacer.
En esta época del año toda la naturaleza se renueva. La
época de cosecha y el descanso necesario de la tierra ha finalizado y ya la
tierra se encuentra preparada nuevamente para la siembra, para su tiempo de
fertilidad. Este es el momento donde la vida regresa a la tierra en todo su
esplendor, ya que Magek se está acercando nuevamente con su luz y calor.
Pero no sólo la naturaleza se renueva, también los seres
humanos. Al sabernos parte de la naturaleza, los fieles de Diosa-Madre
Chaxiraxi establecemos con ella relaciones de reciprocidad.
La importancia de esta relación primordial la expresamos en
la identidad social, cultural y religiosa del pueblo guanche, siempre vinculada
al culto de la naturaleza, a los elementos que la constituyen: la Sol (Diosa Magek), la Tierra (madre tierra), los
árboles como el Pino, el Drago o el Aceviño y los animales, todos sagrados en
este mundo donde la vida es el mayor tesoro.
La mayoría de las religiones antiguas celebramos el
Solsticio de verano entre el 21 y el 24 de junio del calendario occidental
actual, confesiones más modernas como la católica apostólica romana, y otras de
raíces judeo-cristianas sincretizaron esta milenaria celebración
atribuyéndosela a nacimiento de su Mesías Jesucristo. A pesar de la tradición
piadosa, todos los estudiosos saben en la actualidad que, en realidad, la
elección de esta fecha para señalar el nacimiento de Jesús no es más que una
adaptación de un rito anterior de otras
religiones.
En
las religiones más antiguas y significadas del Norte de África, el culto a la Sol está íntimamente asociada a la veneración por
los antepasados. Aunque es un hecho universal, obedece a la relevancia que
los canarios asignamos al disco solar
aspecto visible de Magek, como símbolo del renacimiento cotidiano, de la
regeneración estacional, representando la encarnación plena de la inmortalidad,
lugar de acogida de los Espíritus Libres de nuestros ancestros, con su retorno diario, en el que se ve
acompañado por los Espíritus Vitales de los difuntos, que vuelven cada día para
favorecer a sus familiares vivos.
Esta
realidad espiritual está latente en los sentimientos más profundos de los
canarios a pesar de la enorme carga cultural y espiritual europea impuesta
desde hace siglos.
Reflexión:
Creemos que la humanidad
tiene derecho a la felicidad de tener sus necesidades básicas cubiertas durante
toda la vida, no sólo unos días al año
durante los cuales ciertas confesiones religiosas y el sistema capitalista
deshumanizado predican el consumismo desaforado de unos cuantos pudientes a
costa de las miserias del resto de los seres humanos, amparados además en
hipócritas y vanas palabras tales como: Amor, Paz y Felicidad.
No podemos hablar de amor cuando millones de
seres humanos mueren victimas de enfermedades elementales mientras que un
sector del denominado primer mundo gasta miles de millones de euros en fármacos
innecesarios, para enriquecer a las multinacionales farmacéuticas, y los miles
de toneladas de medicamentos que son arrojado diariamente a los vertederos, o
cuando los medios de comunicación de esta misma sociedad nos da hipócritamente
las aterradoras cifras de los niños del “tercer” mundo que mueren a diario de
hambre, al lado de las que gastan en peluquerías para perros, gatos y demás
“mascotas”, la existencia de clínicas para animales alguna de ellas de lujo,
las cuales son desvergonzadamente escandalosas, muestra del deprecio que esta
sociedad consumista siente por el genero humano.
Una sociedad gravemente
enferma corroída por su profundo egoísmo que trata de adormecer su mala
conciencia mediante la creación de una Pléyada de asociaciones supuestamente
benéficas y, cuyos fines últimos en un buen número de ellas no son los que
propugnan públicamente, pero todas estas ONG compiten por obtener buenos
pellizcos económicos de los gobiernos correspondientes además de aquellos que
puedan sacar a la ciudadanía mediante mensajes sensibleros, mostrando
manipuladas imágenes de niños
desnutridos y cubiertos de moscas y mocos, los mismos que por otra parte el
sistema capitalista deja morir de hambre y enfermedades curables.
No podemos hablar de amor
cuando millones de toneladas de alimentos son destruidos para mantener los
precios del mercado. No podemos hablar de amor cuando unos pueblos son
invadidos y saqueadas sus materias primas por otros, manteniéndolos en la más
absoluta miseria económica y cultural.
No podemos hablar de amor
cuando determinados países del primer mundo gastan más en armamento que el
producto interior bruto de los países que directa o indirectamente someten y
saquean. En fin... algunos sostienen que el amor bien entendido empieza por uno
mismo...
No podemos hablar de amor
mientras no desterremos de nuestras mentes y manera de actuar el concepto
caridad y asumamos el de justicia social.
¿Qué hemos hecho con la
madre tierra y los medios que esta produce para el sustento de todas las
criaturas? ¿Hasta cuando vamos a continuar permitiendo que un sector descerebrado
de la humanidad nos conduzca inevitablemente hacía nuestra autodestrucción?
Por ello, no podemos decir:
Paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad, porque estos hombre nunca
hemos existido ni existirán mientras seamos nosotros quienes controlemos los
medios que mueven al mundo. Jamás podrá reinar un mínimo de felicidad mientras
desarrollemos nuestras actividades basadas en una continua y despiadada
agresión a la madre tierra. Jamás sabremos comprender la palabra AMOR hasta que
renunciemos a nuestra soberbia y nos acojamos bajo el Manto Protector de
Nuestra Diosa-Madre Chaxiraxi.
Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen
Guadameñe de la
Iglesia del Pueblo Guanche.
Want’ijamaynut
Magek 12 achano n tallit taynay tagwancet.