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jueves, 26 de septiembre de 2013

LA DIOSA MADRE EN LAS ISLAS CANARIAS-XIX-II





VOLUMEN III

CAPITULO XIX-II

Viene de la entrega anterior.

Eduardo Pedro García Rodríguez
 
 
 
               LA DIOSA CHAXIRAXI EN EL EXTERIOR EN SU ASPECTO COMO VIRGEN DE LA CANDELARIA

En 1989, en vísperas de la invasión norteamericana, el general Manuel Noriega aseguró que Panamá era un país respetuoso de los derechos humanos:
-No somos una tribu -aseguró el general.
Las técnicas arcaicas, en manos de las comunidades, habían hecho fértiles los desiertos en la cordillera de los Andes. Las tecnologías modernas, en manos del latifundio privado de exportación, están convirtiendo en desiertos las tierras fértiles en los Andes y en todas partes.
Resultaría absurdo retroceder cinco siglos en las técnicas de producción; pero no menos absurdo es ignorar las catástrofes de un sistema que exprime al hombre y arrasa los bosques y viola la tierra y envenena los ríos para arrancar la mayor ganancia en el plazo menor. ¿No es absurdo sacrificar a la naturaleza y a la gente en los altares del mercado internacional? En ese absurdo vivimos; y lo aceptamos como si fuera nuestro único destino posible.
Las llamadas culturas primitivas resultan todavía peligrosas porque no han perdido el sentido común. Sentido común es también, por extensión natural, sentido comunitarios. Si pertenece a todos el aire, ¿por qué ha de tener dueño la tierra? Si desde la tierra venimos, y hacia la tierra vamos, ¿acaso no nos mata cualquier crimen que contra la tierra se comete? La tierra es cuna y sepultura, madre y compañera. Se le ofrece el primer trago y el primer bocado; se le da descanso, se la protege de la erosión. El sistema desprecia lo que ignora, porque ignora lo que teme conocer. El racismo es también una máscara del miedo.
¿Qué sabemos de las culturas indígenas? Lo que nos han contado las películas del Far West. Y de las culturas africanas, ¿qué sabemos? Lo que nos ha contado el profesor Tarzán, que nunca estuvo.
Dice un poeta del interior de Bahía: Primero me robaron del África. Después robaron el África de mí. La memoria de América ha sido mutilada por el racismo. Seguimos actuando como si fuéramos hijos de Europa, y de nadie más.
A fines del siglo pasado, un médico inglés, John Down, identificó el síndrome que hoy lleva su nombre. Él creyó que la alteración de los cromosomas implicaba un regreso a las razas inferiores, que generaba mongolian idiots, negroid idiots y aztec idiots.
Simultáneamente, un médico italiano, Cesare Lombrosos, atribuyó al criminal nato los rasgos físicos de los negros y de los indios.
Por entonces, cobró base científica la sospecha de que los indios y los negros son proclives, por naturaleza, al crimen y a la debilidad mental. Los indios y los negros, tradicionales instrumentos de trabajo, vienen siendo también desde entonces, objetos de ciencia.
En la misma época de Lombroso y Down, un médico brasileño, Raimundo Nina Rodrigues, se puso a estudiar el problema negro. Nina Rodrigues, que era mulato, llegó a la conclusión de que la mezcla de sangres perpetúa los caracteres de las razas inferiores, y que por tanto la raza negra en el Brasil ha de constituir siempre uno de los factores de nuestra inferioridad como pueblo. Este médico psiquiatra fue el primer investigador de la cultura brasileña de origen africano. La estudió como caso clínico: las religiones negras, como patología; los trances, como manifestaciones de histeria. Poco después, un médico argentino, el socialista José Ingenieros, escribió que los negros, oprobiosa escoria de la raza humana, están más próximos de los monos antropoides que de los blancos civilizados. Y para demostrar su irremediable inferioridad, Ingenieros comprobaba: Los negros no tienen ideas religiosas.
En realidad, las ideas religiosas habían atravesado la mar, junto a los esclavos, en los navíos negreros. Una prueba de obstinación de la dignidad humana: a las costas americanas solamente llegaron los dioses del amor y de la guerra. En cambio, los dioses de la fecundidad, que hubieran multiplicado las cosechas y los esclavos del amo, se cayeron al agua.
Los dioses peleones y enamorados que completaron la travesía, tuvieron que disfrazarse de santos blancos, para sobrevivir y ayudar a sobrevivir a los millones de hombres y mujeres violentamente arrancados del África y vendidos como cosas. Ogum, dios del hierro, se hizo pasar por san Jorge o san Antonio o san Miguel, Shangó, con todos sus truenos y sus fuegos, se convirtió en santa Bárbara. Obatalá fue Jesucristo y Oshún, la divinidad de las aguas dulces, fue la Virgen de la Candelaria...
Dioses prohibidos. En las colonias españolas y portuguesas y en todas las demás: en las islas inglesas del Caribe, después de la abolición de la esclavitud se siguió prohibiendo tocar tambores o sonar vientos al modo africano, y se siguió penando con cárcel la simple tenencia de una imagen de cualquier dios africano. Dioses prohibidos, porque peligrosamente exaltan las pasiones humanas, y en ellas encarnan. Friedrich Nietzsche dijo una vez:
-Yo sólo podría creer en un dios que sepa danzar.
Como José Ingenieros, Nietzsche no conocía a los dioses africanos. Si los hubiera conocido, quizá hubiera creído en ellos. Y quizá hubiera cambiado algunas de sus ideas. José Ingenieros, quién sabe.
La piel oscura delata incorregibles defectos de fábrica. Así, la tremenda desigualdad social, que es también racial, encuentra su coartada en las taras hereditarias. Lo había observado Humboldt hace doscientos años, y en toda América sigue siendo así: la pirámide de las clases sociales es oscura en la base y clara en la cúspide. En el Brasil, por ejemplo, la democracia racial consiste en que los más blancos están arriba y los más negros abajo.
James Baldwin, sobre los negros en Estados Unidos:
-Cuando dejamos Mississipi y vinimos al Norte, no encontramos la libertad.
Encontramos los peores lugares en el mercado de trabajo; y en ellos estamos todavía.
Un indio del Norte argentino, Asunción Ontíveros Yulquila, evoca hoy el trauma que marcó su infancia:
-Las personas buenas y lindas eran las que se parecían a Jesús y a la Virgen.
Pero mi padre y mi madre no se parecían para nada a las imágenes de Jesús y la Virgen María que yo veía en la iglesia de Abra Pampa.
La cara propia es un error de la naturaleza. La cultura propia, una prueba de ignorancia o una culpa que expiar. Civilizar es corregir.
El fatalismo biológico, estigma de las razas inferiores congénitamente condenadas a la indolencia y a la violencia y a la miseria, no sólo nos impide ver las causas reales de nuestra desventura histórica. Además, el racismo nos impide conocer, o reconocer, ciertos valores fundamentales que las culturas despreciadas han podido milagrosamente perpetuar y que en ellas encarnan todavía, mal que bien, a pesar de los siglos de persecución, humillación y degradación. Esos valores fundamentales no son objetos de museo. Son factores de historia, imprescindibles para nuestra imprescindible invención de una América sin mandones ni mandados. Esos valores acusan al sistema que los niega.
Hace algún tiempo, el sacerdote español Ignacio Ellacuría me dijo que le resultaba absurdo eso del Descubrimiento de América. El opresor es incapaz de descubrir, me dijo:
-Es el oprimido el que descubre al opresor.
Él creía que el opresor ni siquiera puede descubrirse a sí mismo. La verdadera realidad del opresor sólo se puede ver desde el oprimido. Ignacio Ellacuría fue acribillado a balazos, por creer en esa imperdonable capacidad de revelación y por compartir los riesgos de la fe en su poder de profecía.

¿Lo asesinaron los militares de El Salvador, o lo asesinó un sistema que no puede tolerar la mirada que lo delata?”  (Eduardo Galeano.)

LA CANDELARIA (ARGENTINA): Nuestra Señora de la Candelaria, también llamada de la Purificación fue fundada originalmente por el Jesuita Pedro Romero un 2 de Febrero del año 1627 a orillas del Río Ibucuy, hoy territorio brasileño. El ataque continuo de tribus enemigas y la maloca bandeirante pusieron -en aquellos años- en peligro la existencia de la incipiente reducción, desalentando a sus habitantes que ante las continuas guerras resolvieron emigrar en busca de lugares más seguros, asentándose en la región que entonces se denominaba Caazapáminí. El Padre Roque González tuvo activa participación en el traslado y nueva ubicación de la Reducción en otras tierras donde llegó a tener una población de 5.000 almas. Años más tarde, esta segunda fundación también se vio enfrentada a un nuevo éxodo por la violencia de los ataques bandeirantes y las frecuentes epidemias y entonces el pueblo indígena con el Padre Jesuita a la cabeza, cruzó el Río Uruguay primero y luego el Paraná para asentarse temporalmente en lo que hoy es Campichuelo (Paraguay). Poco tiempo después cruzaron nuevamente el Paraná asentándose una legua (5 Km.) al norte de la desembocadura del Arroyo Garupá, sobre la ribera Argentina del Paraná en 1637. En 1665 se construyó el núcleo definitivo que a partir de 1722 sería asiento del Superior de los Treinta Pueblos Jesuíticos y Capital de las Reducciones. Años más tarde Candelaria es designada por el Gobierno Central, Capital y Residencia del entonces Gobernador Santiago de Liniers. 

Desde aquí en Junio de 1810, quien en ese tiempo ejercía la gobernación, Tomás de Rocamora adhiere con una histórica nota a la Revolución de Mayo. En la década siguiente estuvo radicado en esta localidad el Caudillo Guaraní Andrés Guacurarí, hijo adoptivo de Artigas, quien fue designado Comandante General de las Misiones. El 1º de Octubre de 1892 se reúne la primera Comisión Municipal, nombrada por el Gobernador del Territorio, Coronel Benjamín Moritán y el 10 de Octubre de 1895 se constituye en forma definitiva el Municipio de Candelaria, cabecera del Departamento del mismo nombre y hoy con una superficie de 11.936 Has. Localizada sobre la ruta Nacional Nº 12. Entre sus ofertas culturales se destacan las Ruinas Jesuíticas de Candelaria, Loreto, Santa Ana y Bompland, también el Sarandí, árbol declarado Monumento histórico Nacional y lugar en el que el 15 de diciembre de 1810 el General Manuel Belgrano hace un alto durante su expedición al Paraguay. El Santo Patrono de esta localidad es la Virgen de la Candelaria, cuya festividad se celebra todos los 2 de febrero.
Según censo de 1991 su población ascendía a 15.191 personas, posee un clima subtropical, esta a 115 m. Sobre el nivel del mar y limita: Límites: N.: Santa Ana E.: Fachinal S.: Agrupa O.: Río Paraná. 

               ESTANCIA LA CANDELARIA (ARGENTINA)


               La Estancia de La Candelaria está enclavada en plena sierra, se asienta sobre un paisaje de pampa de altura en el macizo serrano. Caracterizada fuertemente por la conservación de muchos de los rasgos originarios del paisaje.
.       Sus gruesos muros de piedra, con sólo dos puertas de acceso y pequeñas aberturas, nos hablan de una actitud defensiva ante eventuales ataques aborígenes. Organizada y consolidada a partir de 1683, la Estancia de La Candelaria constituyó el mejor ejemplo de un establecimiento rural serrano productor de ganadería extensiva, fundamentalmente mular, destinado al trafico de bienes desde y hacia el Alto Perú. Por otra parte, las condiciones geográficas del medio de localización hacían bastante difícil el desarrollo de actividades agrarias en gran escala. Luego de la expulsión de los jesuitas, la Junta de Temporalidades procedió al desmembramiento de la gran propiedad en sucesivas ventas. El edificio de la estancia, declarado Monumento Histórico Nacional en 1941, fue adquirido por el Gobierno de la Provincia de Córdoba en 1982, siendo destinado a centro de interpretación de la vida rural.
La Estancia La Candelaria comprende la capilla, la residencia y locales anexos, las ruinas de la ranchería (habitaciones construidas por simple apilamiento de piedras con techos de paja destinadas a los esclavos), corrales, restos de tajamar, molino y acequias. Se trata de una tipología única de la provincia de Córdoba (Argentina), constituyendo una situación intermedia entre fortín y residencia con santuario.
Un grabado en la puerta de la habitación del Padre encargado de la estancia reza: “1683”. Es el año en el que finalmente se consolidó la Estancia de la Candelaria en manos jesuitas. Llegó a ser el mejor ejemplo de un establecimiento serrano productor de ganadería extensiva, fundamentalmente mular, destinado al tráfico de bienes desde y hacia el Alto Perú.
Este entorno marcó la diferencia arquitectónica con las otras estancias jesuíticas, ya que su situación intermedia entre fortín y residencia con santuario es única en la provincia.
En un páramo donde predomina la piedra solamente, sus murallas perimetrales y una única puerta de acceso, evidencian la resistencia de los aborígenes que se enfrentaban a la colonización.
Es notable la fachada de la iglesia, compuesta por una sola nave coronada por una espadaña barroca que es la única silueta que se destaca por sobre la horizontalidad del conjunto. El interior de la capilla, simplemente ritmado por pilastras y cubierto con tirantería de madera, conserva el retablo original de mampostería, trabajado a la manera de una fachada con pilastras y columnillas, pudiendo admirarse una antigua talla en madera de la Virgen de La Candelaria.
               Una vez expulsados los jesuitas, la Junta de Temporalidades dispuso su fraccionamiento para sucesivas ventas. Al igual que las restantes, el casco de la Estancia de La Candelaria fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941 y fue adquirido por el gobierno provincial recién en 1982.
Las tareas de restauración permiten visitar algunas habitaciones donde se reconstruyeron los techos, como las del Padre encargado principal y su ayudante.
El patio principal en ruinas y la ranchería de los esclavos, construida por simple apilamiento de piedras con techo de paja, aún resisten el avance de la maleza.
Completan el complejo los corrales, el resto del tajamar, molinos y acequias. Todo sumido en una profunda y cautivante soledad.

CONJUNTO JESUÍTICO DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA, (ARGENTINA)

               Está ubicado a 19 Km. de la ciudad de Posadas, por la ruta nacional 12. Provincia De Misiones.

                    MISIONES. Provincia del extremo noreste del país que al este y norte limita con Brasill, separada por los ríos Iguazú, San Antonio, Pepirí Guazú y Uruguay, y al oeste con Paraguay mediante el río Paraná.

               Su relieve presenta sierras que forman una dorsal central amesetada con la mayor altura a 800 m. El clima es subtropical con precipitaciones abundantes y temperatura media anual de 21 ºC. La selva y los suelos rojizos son el rasgo característico del paisaje. Las copiosas lluvias originan la formación de innumerables ríos. El río Iguazú presenta un fuerte desnivel que origina las internacionalmente conocidas Cataratas de Iguazú.

               La yerba mate, cítricos, té, tung y tabaco, la explotación forestal y las plantaciones de pinos para fabricación de papel, además de las industrias asociadas a estos productos son parte de la base económica.

               La actividad conservacionista cuenta con importantes atractivos naturales. El Parque Nacional Iguazú constituye una reserva de la pluvisilva subtropical. Las ruinas de las misiones jesuíticas son otro foco de atracción.

               El área más poblada y dinámica es la ribera    del Paraná, con ciudades como Posadas, la capital,  Eldorado y Puerto Iguazú. Al ser provincia fronteriza son muy intensos los flujos comerciales con los países vecinos

                    ITACARUARÉ. Fundada en el año 1.628 a orillas del río Iyuí, y luego de sucesivos traslados a causa de los ataques de los bandeirantes, Candelaria se trasladó a su emplazamiento definitivo en 1.665.

               La reducción fue sede del Provincial de las Misiones de Guaraníes y su centro administrativo. En el Cabildo de Candelaria, los religiosos, a cuyo cargo quedaron las Misiones luego de la expulsión de los jesuítas en 1.767, reconocieron a la Junta de Gobierno nombrada en Buenos Aires y por el tratado de comercio y límites firmado con Asunción en 1.811, Candelaria, junto con otros cuatro pueblos paranaenses, quedó bajo la custodia del Paraguay. Recuperados en 1.815 por Andrés Guacurarí ("Andresito"). En 1.821 fueron tomados nuevamente por los paraguayos, quedando en su poder hasta 1.865.

Los vestigios más notorios de la antigua reducción se encuentran en terrenos de la actual Unidad Penitenciaria de Candelaria. Los restos en elevación que persisten, corresponden a la sede del Superior y a los talleres, una edificación que presentaba una planta alta y un subsuelo.

               Estos testimonios monumentales, llegan a una altura que oscila entre los seis y siete metros. Pueden apreciarse muros en toda su altura, columnas y pisos. Además de estos vestigios persisten otros menos importantes, como son las  viviendas.

               CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA-CHICLIGASTA, TUCUMAN, ARGENTINA:


               San Francisco Solano estuvo en este lugar, donde probablemente existía ya una capilla, entre 1595 y 1596. Es probable que la capilla actual, de 1797, haya sido edificada sobre las ruinas de la construcción anterior.         

Está emplazada frente a un espacio abierto a manera de plaza. La nave se prolonga al frente en un atrio cobijo, y a un costado en una galería, formada por la extensión de la techumbre. En el extremo opuesto de la fachada, la torre campanario, de sección cuadrada y poco esbelta, tiene un singular remate cónico.
 
          En el interior las superficies son lisas, revocadas y encaladas, y están enriquecidas por pinturas religiosas anónimas. El altar principal es muy simple, pero merecen mencionarse las imágenes de los siglos XVII y XVIII que allí se ubican. En esta capilla es venerada la Virgen de la Candelaria, y se conserva una campana del siglo XVII.

Leyenda de la Virgen Candelaria en Chicligasta
Villa Chicligasta es un pueblo fundamental en la historia de la provincia de Tucuman.
La consabida fabula del aumento de peso de la imagen para indicar que desea quedarse en determinado lugar es recurrente allí por donde postraron frailes dominicos y franciscanos, el supuesto hecho se repite una vez más, en esta ocasión en Chicligasta.
Por allí entraban las caravanas de carretas que iban y venían del norte al sur. En una oportunidad una carreta que llevaba una carga desconocida quedó inmovilizada, lo que hizo que las personas que manejaban bajaran la carga para empujar la carreta, acto seguido volvieron a cargarla con la intención de seguir viaje, pero volvió a ocurrir lo mismo. Esta operación la repitieron varias veces sin resultados positivos, hasta que decidieron abrir el cargamento y descubrieron que uno de los bultos era la imagen de la Virgen de la Candelaria y decidieron dejarla en la Zona.

               CIUDAD DE HUMAHUACA, JUJUY, (ARGENTINA):



                    Catedral Nuestra Señora de la Candelaria y San Antonio

El templo católico data de 1641. Posee un altar dorado y una vieja campana. En su interior cuenta con obras de valor artístico como la propia talla de su virgen patrona y los doce profetas del autor Marcos Sapaca perteneciente a la escuela cuzqueña.
               Se venera a la Virgen de la Candelaria, donde se exhiben doce cuadros de los profetas, pintados en 1764 por Marcos Zapaca. Fue declarada Monumento Histórico Nacional.
El templo se ubica en la calle Buenos Aires 383, frente a la plaza.
Provincia, Estado de Jujuy. Población estimada de 512.329. Superficie 53.219 km2
Provincia del extremo noroeste del país que limita por el norte conBolovia y por el oeste con Chile.
Presenta un relieve totalmente montañoso. La mayor parte de su territorio está ocupado por la Puna, altiplano de 3.800 m de altura media con grandes contrastes térmicos diarios, escasa  vegetacion y ausencia de aguas. Por el este la Cordillera Oriental la bordea, con altura máxima en el Nevado de Chañi (6.200 m). Entre sus montañas se encuentra el valle de Jujuy a 1.100 m de altura, donde se asienta la capital, San Salvador de Jujuy. Al norte se extiende la Quebrada de Huamahuaca recorrida por el río Grande, y al este las sierras subandinas alcanzan alturas entre 1.000 y 1.500 m. El clima es cálido y húmedo en oriente y árido  en occidente.
Agricultura y minería son las principales fuentes de riqueza. Caña de azúcar, tabaco y hortalizas se cultivan en el valle de Jujuy. En la puna y en la Quebrada de Humachuaca se da la agricultura de subsistencia y la cría de llamas para transporte y cuero. En el valle de San Francisco existen pozos de petróleo y gas, y en Mina Aguilar, en la puna, se halla el yacimiento más importante del país de plata, plomo y cinc.

TEMPLO DE NUESTRA. SEÑORA DE LA CANDELARIA DE LA VIÑA – SALTA, (ARGENTINA):


 
Hacia 1630 los propietarios de la hacienda de La Viña hicieron construir una capilla para albergar la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, traída de la ciudad portuguesa de Coimbra. Muy pronto se generalizó su devoción entre el vecindario. Alrededor de 1735 la imagen fue llevada a la ermita dedicada al Nazareno, en la ciudad de Salta. A fines de ese siglo, el santuario estaba casi en ruinas. En 1873 comenzaron los trabajos para levantar una nueva iglesia, encargada a la firma Macchi Hnos. Se costeó con donaciones llegadas de Perú y Bolivia, y para estimular las limosnas entre los fieles, se sacaba a caballo la réplica de la imagen de la Virgen de la Candelaria, conocida como "La sentadita". El templo fue bendecido el 25 de marzo de 1886. Es un imponente edificio italianizante, una de las últimas obras religiosas de esta envergadura realizadas en el período liberal. La torre, separada del cuerpo del templo, fue proyectada magistralmente por el italiano Francisco Righetti, que la terminó en 1908 conjuntamente con la refacción de la fachada. La planta, en cruz latina, tiene tres naves con crucero, acentuado por ábsides en semicírculo. El presbiterio, que precede al ábside central, incluye al altar mayor. Las naves laterales, más bajas que la bóveda de cañón corrido de la nave central, permiten su iluminación natural. El acceso se realiza por tres arcadas, enmarcadas por seis pares de columnas corintias que sostienen un vibrante entablamento.

                    BARRIO DE LA FLORESTA:



                    La parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, constituye un verdadero hito de Floresta y está ubicada en la calle Bahía Blanca, muy cerca de la avenida Avellaneda. Es de estilo neogótico germano, y en ella se venera la imagen de nuestra Señora de Los Buenos Aires o Bonaria, y a los Santos Cosme y Damián, patronos de la salud.

               La avenida Rivadavia tiene algunos edificios de departamentos y comercios especializados en la venta de muebles y antigüedades. Tiene varias confiterías bailables, muy frecuentadas por los jóvenes del lugar los fines de semana.

COPACABANA, (BOLIVIA):


 
Es un pequeño pueblito en Bolivia. Lo encontramos en las orillas del lago Titicaca, en una península que se une a tierra firme en Perú. Porque este majestuoso lago es frontera entre Bolivia y Perú. Mas sin embargo la península se encuentra en el lado del Perú pero pertenece a Bolivia. Para llegar a Copacabana en automóvil desde La Paz, sin pisar territorio del Perú, es necesario cruzar el lago. Lo cual no es ningún problema porque en el Estrecho de Tiquina tienen unas barcazas donde cruzan las guaguas llenas de personas.
               Tal vez ir a Copacabana no indique tener significado alguno, excepto por las vistas que son increíbles y las truchas del lago que son una exquisitez. Sin embargo es en Copacabana donde está el santuario de la Virgen de la Candelaria, o como también le llaman, la Virgen de Copacabana. No vamos a entrar aquí en diferencias de religiones pero si quiere ver fe en los creyentes, visite esta iglesia.

               También es habitual que los sábados aquello se llena porque toda persona, incluyendo los  residentes de La Paz, que ha adquirido un automóvil esa semana lo trae para bendecirlo frente a la catedral. El pueblito aunque pequeño es muy alegre y está bien equipado para el turismo.

Si se llega hasta Bolivia trate de visitarlo, sólo las obras de arte en el templo son suficiente razón para realizar el viaje.

En el pequeño pueblo de Copacabana, sus habitantes vivían divididos en dos grupos, los Anansayas y los Urinsayas. A pesar de haber recibido la fe, vivían apegados a sus antiguas tradiciones. Las malas cosechas y otras desventuras los obligaron a pensar en atraerse los favores del cielo y resolvieron los Anansayas erigir una cofradía y ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Se opusieron los Urinsayas alegando que ellos tenían pensado dedicarla a San Sebastián, pero al final no se hizo nada.
               Un buen hombre llamado Francisco Tito Yupanqui, descendiente del Inca Huayna Capac, no abandonó la idea y concibió el proyecto de labrar una imagen de la Virgen pensando que una vez hecha y trasladada al pueblo sería más fácil establecer la cofradía propuesta. Este escultor aficionado, ayudado por su hermano Felipe, trabajó una imagen de la Virgen en arcilla, de una vara de alto. Por los resultados, esta imagen debió representar la buena voluntad alejada de las gracias naturales de Chaxiraxi. Fue colocada a un lado del altar por el Padre Antonio de Almeida, que hacía de párroco o predicador. Al dejar Copacabana Antonio de Almeida, se hizo cargo de Copacabana el predicador bachiller Antonio Montoro, quien al ver esa imagen desgarbada, tosca y sin proporciones, mandó sacarla del altar y llevarla con desaire a un rincón de la sacristía.
               Humillado Francisco Tito por este contratiempo y aconsejado por los suyos, marchó a Potosí, que contaba con destacados maestros en escultura de imágenes sagradas. Llegó a adquirir en el taller del maestro Diego Ortiz, cierto dominio en la escultura y en la preparación de la madera. Con esos conocimientos se resolvió trabajar la imagen definitiva de la Candelaria.
               Buscó por todas las iglesias de Potosí una imagen de la Virgen que pudiera servirle de modelo. Le indicaron una en Santo Domingo. Se fijó en ella con suma atención para grabarla en su mente y antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una Misa en honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su obra la bendición divina.
               Los Urinsayas admitieron fundar la cofradía, pero no aceptaron la efigie labrada por Yupanqui, por lo que él empezó a buscar compradores. En La Paz, la imagen llegó a manos del Cura de Copacabana quien decidió llevar la imagen al pueblo. El 2 de febrero de 1583.

LEYENDA DE LA VIRGEN DEL SOCAVÓN, LA CANDELARIA, ORURO (BOLIVIA): 


En 1925 el poeta Orureño José Victor Zaconeta, publicó en su libro ``Odas y Poemas'', bajo el titulo de ``La Virgen del Socavón y la Corte Infernal'', el relato de la leyenda del chiru-chiru. Un ratero cuya identidad es desconocida que había hecho su guarida al pie de la argentada montaña del ``Pie de Gallo''.

               Los que conocían al chiru-chiru, dice Zaconeta, e ignoraban las malas artes a que se dedicaba, lo consideraban como a un mendigo o como a un pobre vagabundo inofensivo... el por su parte, tenia la suficiente habilidad para vender en un barrio apartado de la nueva ciudad de Oruro, lo que hurtaba en otro.

         "Chiru-chiru'', que había sido impenitente devoto de la virgen de la Candelaria, en el marco de sus habituales correrías, fue herido mortalmente por un peón caminero, cuando en desafortunada noche trató de hurtarle sus pertenencias. Sin embargo y usando de su fortaleza física, huyó malherido del campamento de su víctima, cayendo luego agonizante en las afueras de la pequeña ciudad.

       La Virgen protectora acudió en su auxilio y le condujo lentamente hasta su ya descrita guarida, asistiéndole bondadosamente y recogiendo de labios del ladrón, junto con sus arrepentimientos, la sincera gratitud de sus bendiciones.

       El vecindario de la villa, notando la desaparición del chiru-chiru, acudió tímidamente a la guarida, encontrándolo muerto sobre su miserable y vil camastro, y en su cabecera una sorprendente y maravillosa imagen, casi de tamaño natural, de la Virgen de la Candelaria, con su hermoso niño.

        A partir de este episodio, ese lugar se convirtió en un centro de romería permanente, hasta nuestros días.

        Zaconeta concluye, atribuyendo a los mineros de la zona, la adopción de los siguientes acuerdos: Esa mina se llamaría en adelante ``Socavón de la Virgen'', debiendo honrársela anualmente durante tres días a partir del sábado de Carnaval. Difundir este acuerdo unánime en toda la jurisdicción y componer canciones y villancicos en loor de la imagen, y esto que es importante, ``que para honrar debidamente a su excelsa Patrona, todos los mineros se disfrazarían precisamente de diablos''.

        Esto ultimo, devino de que los mineros siempre tuvieron sentimientos arraigados y ancestrales, de que el ``tío'' - que es el equivalente del diablo - interviene en el éxito o en el fracaso se sus labores en el subsuelo; por lo que modelan con barro o la greda mas fina, una representación de Satanás en Bulot, colocándola en las grietas preferidas de los parajes mineros, para rendirle pleitesía con velas de sebo encendidas, masticaciones de coca y sendas libaciones de licor; amen de invocaciones cánticos y challas periódicas con sacrificios de llamas jóvenes, conocidos con los nombres de ``Convidos a la Pachamama'',``Mesas'' y ``Wilanchas''.

          Así se define en Oruro, el amor místico por la Virgen, con una identificación claramente religiosa, y por medio el diablo, idolátrico, con una identificación pagana.

           La otra versión relativa a la aparición de la Virgen del Socavón - matizada de romanticismo y drama - encontramos en la Novena compuesta en honor de la Protectora, por el cura Emeterio Villarroel y publicada a fines del siglo pasado XIX. El personaje central es Anselmo Berlamino, apodado el ``Nina-nina'' y pretendiente de Lorenza Choquiamo, una beldad india, hija de un comerciante de mediana fortuna llamado Sebastián Choquiamo.

           De Anselmo Berlamino, dice aquella pieza eclesiástica, 
“en los anales de aquellos tiempos se puede compulsar el terror pánico que llego a inspirar en estas comarcas el famoso bandido Nina-Nina, especie de monstruo que perpetraba robos con la mayor audacia y la mas astuta sangre fría. Este asesino no pudo ser tomado por la policía y ni los premios que la autoridad ofrecía por su cabeza, ni las diversas partidas que se organizaron contra el, ni las celadas que se le tendían; tuvieron un resultado favorable”'

            El sábado de Carnaval de 1789, ``Nina-nina'' planificó huir con su prometida Lorenza (que atendía el almacén de su padre en las inmediaciones del Conchupata) ante las negativas de su padre podara acceder al noviazgo, enterado como estaba de su mal de vivir.

         ``Nina-Nina'', devoto como era de la Virgen de la Candelaria, previamente acudió a un solar de la parte mas alta de la ciudad, para encender dos cirios a la imagen, entonces ignorada por el común de las gentes.

                 Alrededor de las 7 y media de la noche, encamino sus pasos hacia el almacén de los Choquiamo. Cuando ejecutaban el plan de la huida, fueron sorprendidos por el padre que retornaba al hogar. Se entabló desesperada lucha, saliendo perdiendo el bandido, víctima de mortal puñalada.

           Desfalleciente el ``Nina-nina'' fue conducido por una joven hermosa al hospital de la Villa, encargando se le prodigaran las mejores atenciones y que llamaran al señor cura. Luego ``desapareció súbitamente y como por encanto después de dar su bendición al agonizante y hablándole al oído cortas palabras''.

             En esta narración entra lo histórico, cuando el autor de la Novena, sostiene que el párroco de Oruro Carlos Borromeo Mantilla en ese año de 1789:
``recibió confesión del paciente, quien en esos supremos momentos de agonía y teniendo aún clavada en la garganta su propia daga, expuso que el era devoto de una Virgen de la Candelaria que existía en un solar abandonado de la ciudad, y a cuya imagen dedicaba todos los sábados una vela; que el era Anselmio Berlamino alias el Nina-nina y estando próximo a expirar sin confesión en manos de Sebastian Choquiamo, había sido auxiliado por la misma Virgen a quien veneraba.''

               Esta versión que contiene mayor verosimilitud, sobre el origen de la Virgen del Socavon, marca entonces el inicio de un culto frenético que conocemos en nuestros días y que como en ninguna parte del orbe, encuentra su identidad en las magnas celebraciones del carnaval de la actual capital del Folklore Boliviano, por su raigambre legítimamente andina y por una simbiosis místico-pagana.

               En la actualidad la Virgen del Socavón, es parte de la vida misma de la vieja tradición histórica de Oruro, exaltada como Reina Coronada de la religiosidad y nacionalidad voliviana.


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