VOLUMEN
III
CAPITULO
XVIII-VI
Eduardo Pedro García Rodríguez
PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA LA
VERA-PUERTO DE LA CRUZ,
ISLA DE CHINECH (TENERIFE):
La Virgen de Candelaria cumple 50
años en La Vera,
El barrio de La Vera,
a caballo entre los municipios del Puerto de la Cruz y La Orotava, celebra una 'Semana Grande' con
motivo del 50 aniversario de la llegada de la imagen de la Virgen de Candelaria a este
barrio.
La Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, en La Vera (Puerto de la Cruz), fue creada por el
Obispo de la Diócesis,
Dr. Fray Albino González y Menéndez-Reigada O.P., mediante Decreto de fecha 15
de noviembre de 1943.
Con ocasión de la bendición de la Imagen de la Virgen de la Candelaria y colocación
de la primera piedra del Templo Parroquial, el 14 de noviembre de 1954, se
promovió el establecimiento de una Cofradía con el título de Nuestra Señora de la Candelaria, para cuidar
y promover el culto y devoción a la Santísima Virgen, que ha mantenido su actividad
hasta nuestros días.
Un reducido grupo de feligreses
de la Parroquia,
cuya titular es Nuestra Señora la
Virgen de la
Candelaria, partió desde la iglesia parroquial, después de
recibir la bendición, un sábado 30 de agosto, en peregrinación hacia la Basílica de Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria en el Pueblo
de su nombre.
Fue todo un reto. El
camino se dividió en tres etapas, ( a cuál de ellas la más difícil). La
primera, corta en tiempo, fue muy empinada. Se atravesaron varios atajos, pero
muy cuesta arriba y por terreno empichado hasta llegar a Aguamansa, al comienzo
del Camino a Candelaria por la ladera de Pedro Gil. Allí se hizo una parada
para reponer fuerzas.
La segunda etapa, aunque es
conocida por muchos, tampoco fue fácil, pues se hizo de noche en el
camino y el cansancio ya hacía mella, y ..." el filo no se veía".
Poco a poco y engatusados por los más fuertes fueron llegando al filo. Sí, al
filo de las once de la noche a la crucita.
Después de una noche de
"descanso", toca bajar y bajar por zahorra en el volcán de Arafo.
Tampoco es fácil... y Arafo.... tampoco se llega tan rápido. En este
Pueblo celebraban la fiesta de su patrón San Agustín. Y no se encontraron muy a
gusto los coches que acompañaban a los peregrinos pues las calles estaban
totalmente bloqueadas. Sólo estaban libres algunas "calzadillas" de
subida y bajada. Pero la recompensa estaba cerca, los ánimos se elevaban y
Candelaria casi al alcance de la mano. Recibimos la visita de algunos otros
feligreses que se unieron al grupo con gran regocijo.
La llegada fue única. Había
culminado el sueño unir las dos Candelarias, La Virgen de la Candelaria del
Norte, del centro del Valle de la
Orotava, con la Virgen Nuestra
Señora de la Candelaria
en el Sur, patrona de todos los Canarios.
MOYA
ERMITA
NUESTRA SEÑORA. DE LA
CANDELARIA: MOYA, ISLA DE TAMARANT (GRAN CANARIA)
El edificio antiguo del templo de Nuestra Señora de la Candelaria desapareció
y el actual es un inmueble contemporáneo, inaugurado construido entre 1940 y
1957, que recrea estilos medievalistas con elementos regionalistas. Su interior
conserva varias imágenes de interés, destacando la talla (que se expone
sobrevestida) de la Virgen
de la Candelaria,
del siglo XVI.
El alzado principal se compone de tres cuerpos: el central –entre
pilastras laterales con un hueco abocinado de arco de medio punto y enmarcado
en cantería, un rosetón en la misma piedra y remate en hastial; los cuerpos
laterales con unos huecos trifloros bajo cubierta inclinada; y las dos torres
de planta cuadrangular de tres cuerpos rematadas por templete. Todos los
elementos compositivos, así como los estructurales, son en cantería. La iglesia
sigue modelos establecidos por un eclecticismo medievalista del siglo XIX pero
que, en este ejemplo, son ya anacrónicos.
Tras la
invasión y conquista de Gran Canaria, a finales del siglo XV, y, como fruto de
los repartimientos de tierras y aguas a los participantes en la misma, comenzó
un desarrollo importante de las actividades económicas relacionadas con la
agricultura y, en especial, con los cultivos de exportación, como la caña de
azúcar. Las consecuencias de este impulso económico fueron, entre otras, la
creación de núcleos urbanos de nueva planta, como la villa de Moya. A
partir de la primitiva ermita en honor a Nuestra Señora de la Candelaria, localizada
en el solar donde se construyó en 1515 la parroquia bajo la misma advocación, y
que hoy ocupa la actual iglesia, comenzó el poblamiento europeo de la villa.
Dicho
poblamiento se realizó fundamentalmente por esclavos y trabajadores asalariados
encargados de las labores agrícolas.
INGENIO:
MUNICIPIO
DE INEGENIO, TAMARANT, (GRAN CANARIA) IGLESIA NUESTRA. SEÑORA. DE LA CANDELARIA:
El origen de la antigua iglesia del Ingenio se halla en una
ermita comenzada a construir en la década de 1560, dedicada a Nuestra Señora de
Candelaria. Fue edificada sobre el solar que la familia Fullana-Grimón donó
para tal fin. Pero también otros criollos vecinos del lugar colaboraron para
hacer posible tal obra, como el portugués Francisco Yánez, Catalina Báez, Jorge
Pérez o Ana Larios (esposa de Pedro de Escobar). Funcionó como ermita
dependiente de la parroquia de San Sebastián de Aguimes hasta el 30 de
noviembre de 1815, en que adquiere la categoría de iglesia parroquial, al
crearse la nueva jurisdicción del Ingenio. El aumento de población y otras
necesidades hicieron necesario ampliarla en alguna ocasión. Así, en el último
tercio del siglo XVIII, se alargó y añadió dos capillas laterales, con lo que
adquirió una planta de cruz latina.
Hacia 1821 se le construyó una torre en el lado sur de su
fachada, seguramente sustituyendo a alguna sencilla espadaña que estaría
ubicada en lo alto del frontis. Con la torre, la vieja iglesia adquiriró mayor
empaque. En la década de 1860 se intentará ensancharla, pues era imposible
acoger en su exiguo recinto a los asistentes en los actos religiosos. De todos
modos, fue siempre pequeña, pues sólo llegó a ocupar 250 metros cuadrados de
superficie de 4´33 metros. A la pequeñez e incapacidad para contener una
creciente población, se le llegó a añadir el inevitable deterioro causado por
los años. Por ello, a partir de 1877 se emprenden acciones conducentes a
sustituir la antigua iglesia de moderna factura. Las primeras iniciativas para
la construcción de una nueva iglesia parroquial se realizaron en 1881,
calculándose en 100.000 pesetas el presupuesto. Los feligreses se
comprometieron a contribuir con 20.000, que se pagarían parte en metálico y parte
en conducción de materiales y prestaciones personales. Para obtener las 80.000
que faltaban, el párroco, D. Santiago Sánchez, solicitó del Obispado la
formación del necesario expediente, a fin de elevarlo al Gobierno solicitando
la necesaria subvención. Esperarían cinco años por la respuesta. Por fin, en
Julio de 1886, se recibe una Real Orden mandando estudiar el proyecto de un
Templo en el Ingenio. El Ayudante de Obras Públicas, D. Julián Cirilo Moreno,
traza, entonces, un proyecto de iglesia y lo regala al pueblo del Ingenio. Ese
hombre actuaba como arquitecto diocesano, aunque sin título de tal carrera. Por
eso, sus planos debían llevar la firma de uno que diera su aprobación. Por lo
que se sabe, Cirilo Moreno proponía una iglesia de estilo neogótico, tan del
gusto de la época. Su proyecto fue muy criticado por el arquitecto municipal de
Santa Cruz de Tenerife, D. Manuel Oraá, el único titulado en ese momento de
toda Canarias. Sin embargo, en diciembre de 1888, la Junta Diocesana
para la construcción de templos lo remitió con el resto del expediente de
Madrid, esperando la subvención. En 1888, un vecino del Ingenio, D. Francisco
Dávila Ramírez, dispuso en su testamento que donaba la mitad de los bienes a
favor de la nueva iglesia que entonces se pensaba edificar en este pueblo. Para
ello nombró cuatro albaceas, que se encargarían de ejecutar su voluntad al
llegar su fallecimiento. Éste ocurrió en 1894. Después, esos bienes fueron
subastados, produciendo la cantidad de 47.178´75 pesetas. Tal capital contribuiría a aliviar las 100.000
pesetas de presupuesto de modo eficaz, pues de la subvención solicitada al
Estado en 1888 nunca más se supo. Y eso que en 1890 se recurrió de nuevo al
Ministro de Gracia y Justicia, suplicándole influyera en el ánimo de la Reina regente, a fin de que
se dignara concederla. Posiblemente, las graves dificultades que tuvo que
sufrir la Hacienda
Estatal durante todo el siglo XIX harían que la Reina se lo pensara mucho
antes de conceder dinero. Pero, parece que también tuvo que ver la falta de
acuerdo de los vecinos en asuntos relacionados con la proyectada nueva iglesia.
Lo cierto es que la parte que faltaba para completar el presupuesto sería
cubierta en gran medida gracias a aportaciones voluntarias. Y éstas no sólo en
metálico, sino también en prestaciones personales, como el acarreo de
materiales al que acudía casi todo el pueblo, según testimonios de personas que
vivieron esos momentos y que se han venido transmitiendo. El 27 de abril de
1900 la vieja iglesia no pudo resistir más y una gran parte de su cubierta se
vino abajo. Su estado era de tal gravedad que ya no admitía remedios. Días más
tarde, el arquitecto diocesano, Laureano Arroyo Velasco, dictaminó su estado
ruinoso tras la observación que llevó a cabo. Ello hizo que la necesidad de
levantar una nueva iglesia fuera más apremiante. Un asunto que revistió cierta
polémica era dónde ubicar la nueva iglesia. El lugar en el que se levantaba la
antigua estaba en un extremo del pueblo, quedando alejada de barrios como el
Ejido. Se pensaba entonces edificar la nueva en un lugar más céntrico. Como
alternativas se propuso el lugar denominado La Palmita, o el conocido
como El Cuarto, o también otro que llamaban Catalina Ruano (hoy desconocido).
Sin embargo, la adquisición del necesario solar en estos lugares resultaba
demasiado cara. Por ello se decidió ubicarla en la Plaza de Candelaria, junto a
la vieja iglesia, ya que el terreno se podía conseguir mucho más barato.
Finalmente, se optaría por levantarla sobre el solar de la antigua, por lo que
se hacía necesario el derribo de ésta. El Obispo advertía que ello no se
llevara a cabo sin contar antes con un solar adecuado en el que se pudiera
seguir celebrando los distintos actos culturales y que, además, diera cobijo al
Santísimo Sacramento del Altar y se le colocaran las imágenes y la pila
bautismal. El problema se resolvió construyendo en primer lugar la sacristía en
el solar que se hallaba inmediatamente detrás de la que tenía la vieja iglesia,
derribándose la antigua para edificar la actual ocupando el solar de aquélla.
El antiguo proyecto de Julián Cirilo Moreno debió quedar en el olvido, pues en
1900 se le encomendó uno al nuevo arquitecto diocesano, Laureano Arroyo
Velasco. Éste venía realizando sus funciones como tal desde 1888 en que se
instaló en Las Palmas, procedentes de Barcelona. Su proyecto para la iglesia
del Ingenio se halla dentro del eclecticismo, de moda en aquellos momentos. Por
ello, emplea elementos formales de diversos estilos, aunque recreándolos.
Algunos de ellos de raíz bizantina, como puede observarse en la actualidad en
el ventanal tripartito sobre la puerta principal. En la torre, bajo el cuerpo
de campanas, se aprecian esos arquillos ciegos tan del gusto del románico. Al
mismo estilo también recurre en el interior, como se aprecia en sus gruesos
pilares de planta cruciforme que sostendrían las arcadas. La mayor parte de los
vanos para iluminación del interior son óculos, es decir, ventanas de traza
circular. Se pensaba cubrirla con bóvedas vaídas, lo que nos remite al
Renacimiento. Muchos de estos elementos eran de novedad en Canarias, así como
la concepción de la planta, estructurada en tres naves, cada una con su
correspondiente presbiterio y coro. Sin embargo, lo propuesto por el arquitecto
en sus planos sufriría posteriormente grandes modificaciones. Éstas se debieron
a las exigencias del solar y del entorno en que se levantó la iglesia y a
cambios que se han de relacionar con los gustos estéticos. El solar que
finalmente se eligió para la construcción de la iglesia nueva no era llano,
sino que presentaba cierta pendiente, sobre todo hacia la parte que habrían de
ocupar el presbiterio y la sacristía. Eso planteaba un problema que se podía
resolver de varias maneras. Una de ellas consistiría en realizar un desmonte a
fin de allanar el terreno. Pero, si eso se hubiera llevado a cabo y se situaba
la sacristía y el presbiterio al nivel que en el plano se proponía, entonces
quedarían muy por debajo del terreno trasero a la iglesia, especialmente la
sacristía, que quedaría convertida en sótano. Además, un testimonio que se
transmitió oralmente se refería que se trataba de un risco muy duro, lo que con
los medios del entonces se hacía excesivamente trabajoso rebajarlo. Otro
remedio sería levantar todo el edificio sobre un elevado "podium", al
estilo de los templos de la Roma
antigua. Pero, entonces, la fachada quedaba excesivamente levantada sobre el
nivel de la calle, lo que obligaría a construir una elevada escalinata de
acceso. En todo caso, cualquiera de las dos soluciones sólo contribuiría a
encarecer más el presupuesto. Finalmente se adoptó la solución más práctica:
adaptarse a la cuesta que el terreno ofrecía. Así, el crucero quedó levantado
dos escalones por encima del suelo del cuerpo de la iglesia, lo que no estaba
previsto. Y el presbiterio ocho con respecto al crucero, que en principio se
pensaba elevarlo sólo tres. Claro que, entonces el presbiterio perdería
esbeltez. Debe ser por ello que, para evitarlo, se le dio más elevación a la
iglesia proyectada. Así, la nave central que se pensaba darle una altura de 11
metros, finalmente quedó en 13´20. Por ello, la
Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria presenta en la
actualidad una solemne esbeltez, como si de una catedral se tratase. Y ya
solamente quedaba una diferencia de unos 1´30 metros entre la base de la fachada principal y la calle.
También se salvaría mediante otra escalinata. Es probable que también a causa
del desnivel entre la nave del crucero y la sacristía se desechara el destinar
a capillas las dos estancias situadas a ambos lados del presbiterio, como se
proyectaba. Quedaron, finalmente, convertidas en habitaciones formando parte de
la sacristía. En el proyecto la fachada de la iglesia iría flanqueada por una
única torre, en el lado norte y, al sur, la habitación destinada a albergar la
pila bautismal. Pero, si ello se ejecutaba así plantearía problemas de acceso a
la calle situada al norte del edificio, llamada hoy Canónigo Ramírez Espino.
Por tal motivo se solicitó situar la torre dentro del recinto de la iglesia.
Como ello suponía restar superficie a su interior, se propuso a largarla hasta
los 33´50 metros a contar desde
el presbiterio. El permiso para tal modificación fue concedido, pero ello
obligó a replantearse toda la fachada. Seguramente, la torre sur, no propuesta
en el proyecto, se tuvo que añadir ahora por exigirlo así la simetría de la
nueva fachada que ahora se planteaba. En el interior hubo que añadir un nuevo
plano a los pies de las naves, además de variar la distancia entre pilares. La tribuna
del coro quedó reducida a sólo la nave central. Las torres se ejecutaron de
modo diferente a la diseñada en el proyecto. Al ocupar las calles laterales de
la fachada se mezclaron sus elementos: el cuerpo bajo siguió el diseño que le
correspondía en la fachada. El segundo, el que se proponía para la torre, pero
sin las bandas lombardas y menos esbeltas, ya que se concluyó a la altura de la
cubierta del coro. Encima se le añadió un cuerpo más, el del “ojo de buey”, no previsto en los
planos. Concluía en el cuerpo de campanas que, en general, sigue al diseñado.
Siete años se tardó en construir la nueva iglesia parroquial. Pero ha de
tenerse en cuenta que a los dos años y medio de comenzada, las obras ya estaban
casi terminadas. La causa que motivó este hecho es que el tres de mayo de 1903
se derrumbó la mayor parte de la bóveda central, pereciendo a causa de esto dos
operarios. Defectos graves en su construcción dieron lugar a ello. Por este
motivo, estuvieron las obras paradas durante unos veintidós meses. Y es que no
se podía continuar como si fuese un incidente sin importancia. Era necesario
que varios técnicos diesen su veredicto tras examinarlo todo. Al final, hubo
que tirar gran parte de lo construido por no ofrecer las garantías que se
requerían. En gran medida, fue como comenzar de nuevo. Finalmente, en enero de
1908 se dio por concluida la obra, aunque aún faltará cubrir la torre sur con
su cúpula, lo que se llevó a cabo hacia 1948. El 30 de enero de 1908, el Obispo
José de Cueto y Díaz de la Maza,
el mismo que siete años antes bendijo la primera piedra, procedió a la
bendición de la nueva construcción. (Texto extraído de la publicación “Construcción de la Iglesia Parroquial
de Ntra. Sra. de Candelaria del Ingenio (1901-1908)”, de Aurelio Torres Santana
(2008).
TIJARAFE:
Que
según algún autor en la lengua de los antiguos awaras significa "lugar de
sombra y frescura". La Comarca, acoge, la fiesta más
importante, y la que identifica al pueblo de Tijarafe; es la fiesta de
Nuestra Señora de Candelaria. El 7 de septiembre, víspera del día de La Virgen, el Diablo, ahora de
metal y antes de caña y madera, sale y baila entre los asistentes a la verbena
en la madrugada. Un hombre le da vida a la carcaza minada con fuegos de
artificio. De cada rincón de su cuerpo salen cohetes de colores que encienden
esta noche mágica y misteriosa. Los gigantes y cabezudos danzan junto al negro
demonio que fugazmente aparece encarnando al mal.
Discurriendo entre las estrechas
callejuelas del pueblo de Tijarafe encontraremos el templo parroquial católico
rodeada por la plaza. Erigida a partir de la ermita original del siglo XVI,
esta edificación encierra muestras notables de pintura y escultura. El hermoso
retablo barroco del siglo XVII es único en su género en Canarias; la virgen de
hechura flamenca de La
Candelaria. imágenes de autores anónimos del
barroco en Canarias, Cueva de la
Palmera (restos arqueológicos precoloniales), lugar donde se
encontró la única momia conservada de los antiguos awaras, hoy depositada en el
Convento de San Francisco (294 a.d.n.e.); Barranco de La Baranda, con restos
arqueológicos precoloniales.
De trazo sencillo es la arquitectura de blancos muros y rojos
tejados. Entre los huecos pétreos de la espadaña se alojan las campanas que
anunciaban con sus toques las horas del día, la llamada a la oración o
alertaban en caso de incendios y tragedias.
Por otro lado, en el pago de Tinizara se celebra en
junio la fiesta de La Cruz
del Topito con sus populares "Papas Asadas" y en el barrio de La Punta, el 13 de mayo, tiene
lugar una fiesta donde se invita a comida típica y a vino del lugar.
Directamente relacionado con el ambiente festivo se encuentra
la expresión musical del punto cubano, traída por los emigrantes que
retornaron. Al ritmo del laud y las claves los "verseadores de Tijarafe"
(personas que crean décimas con gran facilidad) improvisan los versos que
recitan sus vivencias, sus alegrías e incluso sus mayores males.
Se ha conservado el antiguo nombre de Tijarafe que
designaba el primitivo cantón awara gobernado por el poderoso Atogmatoma.
Situado en el occidente palmero se halla dispuesto en una rampa descendente
desde la cumbre hasta el mar. Entre las grandes hendiduras de Las Angustias y
Garome se circunscriben los pagos de Amagar, Arecida, La Punta, El Pinar, El Jesús, Tijarafe,
Aguatavar y Tinizara.
La humedad de los vientos alisios no afecta este territorio
marcado por numerosos barrancos. Los caminos reales y el Océano eran las vías
de comunicación que permitieron el lento desarrollo de este pueblo
eminentemente agrícola.
Según cuentan los relatos antiguos fueron muchas las
incursiones que los navíos piratas realizaron en el Archipiélago. Moriscos,
ingleses, franceses, españoles... durante los siglos XVI y XVII saqueaban,
capturaban esclavos y alteraban las tranquilas vidas de las gentes de esta
pequeña isla perdida en el Atlántico.
En la costa de Tijarafe se conserva el topónimo de
Punta del Moro que nos da fe de las numerosas visitas de sus naves clandestinas
que perseguían y abordaban las pequeñas embarcaciones de pescadores. Estos,
apresurados, se refugiaban en La Cueva Bonita, entrando por una de sus bocas y
huyendo por la otra; el desconocimiento de este hecho geológico
El mismo agravio cometió una madre que auxiliaba a su hijo
enfermo, pero cuando llegó a la ermita de Las Angustias se arrepintió de haber
roto la cruz y una voz la perdonó y sanó a su hijo moribundo. Su espíritu de
buena voluntad ilumina aún la zona acantilada.
También se tiene por cierto que desde Tijarafe se ha
divisado, en innumerables veces, la fantasmal isla perdida que va a la deriva,
la isla de San Borondón. Muchos han sido los testigos oculares que la han
descubierto en el horizonte pero nadie la ha encontrado.
Tan fuerte era la creencia que su silueta se plasmó en los mapas allá por el siglo XV, imaginándola como una gran ballena que aparecía y desaparecía, llegándose a hablar de la "octava isla" donde se hallaba el Paraíso Terrenal.
Tan fuerte era la creencia que su silueta se plasmó en los mapas allá por el siglo XV, imaginándola como una gran ballena que aparecía y desaparecía, llegándose a hablar de la "octava isla" donde se hallaba el Paraíso Terrenal.
Íntimamente
unidas a la economía de subsistencia están las viejas labores que ocupaban la
vida cotidiana de las gentes en tiempos pasados. Era usual rodear las casas
rurales con árboles de secano de los que el hombre se servía. Nispereros,
higueras, almendros, tuneras, viñas... brindaban sus frutos en diferentes
períodos del año.
El sabio campesino creó herramientas que le facilitaran las
tareas de recolección. Así, con una vara larga se zarandeaban los almendros en
septiembre para desprender las almendras del árbol; también, de longitud
considerable, es la tenaza de madera con la que se extraen delicadamente los
tunos (higos picos) para mantener a distancia los incómodos picos.
Los
productos se podían consumir frescos o secarlos para alimentarse el resto del
año. Uvas, higos y tunos se deshidratan bajo el sol y se guardan en las cajas
de tea junto a las almendras.
Estas labores, unidas a la pesca y a la agricultura del
cereal, hortalizas y viñas llenaban las vidas de estas personas que hacían un
poco de todo en un territorio donde la palabra campo significaba trabajo, pero
también alimento.
Por otro lado, en el pago de Tinizara se celebra en
junio (Solsticio de verano) la fiesta de La Cruz del Topito con sus populares "Papas
Asadas" y en el barrio de La
Punta, el 13 de mayo, tiene lugar una fiesta donde se invita
a comida típica y a vino del lugar.
Directamente relacionado con el ambiente festivo se encuentra
la expresión musical del punto cubano, traída por los emigrantes que
retornaron. Al ritmo del laud y las claves los "verseadores de Tijarafe"
(personas que crean décimas con gran facilidad) improvisan los versos que
recitan sus vivencias, sus alegrías e incluso sus mayores males.
MIRCA:
Ermita, ubicada en el
pago capitalino de Mirca, Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) que costeó de su
propio caudal el criollo Maestre de
Campo de las Milicias Insulares y Alguacil Mayor de La Palma, mercader y tratante
de esclavos Andrés Maldonado, la dedicó
a Nuestra Señora de Candelaria, San Andrés- patrono del fundador- y San
Bernabé.
“Otorgó en 1626
poder en razón del pleito que seguía contra los bienes y herederos de Gaspar
González de los Reyes, “que pereció en la mar viniendo de La Hauana para
España, por naufragio que le subçedió, por ayer cobrado el proçedido de las
pipas de vino, esclavos y otras cossas míos propios que los reçebió, vendió y
administró”.
Después de acabar
con la construcción de la ermita, en unos terrenos de viña que poseía en una
hacienda de Mirca, el provisor del Obispado, el licenciado Ruiz de Alarcón,
“hallándose decente”, autorizó y dio licencia para la celebración de la misa el
3 noviembre de 1626. Lorenzo Rodríguez, alcalde constitucional de la capital
palmera, escribe que fue el mismo día y mes pero distinto año: 1623.
Juan Bautista
Lorenzo, en su obra Noticias para la historia de La Palma, explica: “El Don
Luís Maldonado, primer patrono de esta ermita, agregó este patronato a la
vinculación que hizo del décimo de Argual. Testamento ante Juan Alarcón en 2 de
Mayo de 1659”.
Como en la
partición de sus bienes no se hallaron bastantes para la ejecución de este
legado, puesto que los tributos asignados habían tenido que darse en pagamento
de ciertas deudas, los partidores señalaron la cantidad de 4.000 reales para
que, con los 200 que rentasen, se pagaran 182 por las misas y los 18 restantes
para los reparos del templo. Con este cargo se adjudicó la hacienda de Mirca a
María Maldonado y Monteverde, esposa del genovés Juan Ángel Poggio, Maestre de
Campo de La Palma.
La ermita pasó por
momentos de ruina y abandono. Tal es así que en 1672 se encontró “muy
maltratada y caídas en parte las paredes, de suerte que no se podía celebrar en
ella”.
Tras una serie de
actuaciones y mejoras, en 1681 el célebre licenciado Juan Pinto de Guisla,
Visitador eclesiástico, la halló “de mejor calidad, pero el suelo sin
ladrillar, como a estado siempre desde que se fabricó, excepto la peana del
altar”.
Sobre las
celebraciones que se hacían en honor de la Virgen, concretamente en el día de
la Purificación, “por su deuoción, nombrando para cada año dos o tres que
cuiden de dicha fiesta con mayordomos y se haze con sermón y procesión con la
ymagen de Nuestra Señora de Candelaria, que es de talla, en andas…”
El sacerdote
recibía, según se cuenta en 1733, “dos ducados y la cera del altar, para lo
cual esta se labrada tan delgada que se faltaba a la decencia”.
La querida y venerada imagen de la Virgen de Candelaria es una
pequeña talla de madera dorada y policromada del primer tercio del siglo XVII,
a la que se adorna con ampulosos ropajes y gran manto, joyas, corona imperial,
una vela bellamente decorada, etc. Es coetánea de la consagración del recinto
y, junto con el Niño Jesús que porta en su brazo izquierdo es, sin duda alguna,
su pieza más valiosa.
Las fiestas en honor a la Patrona de Mirca se celebran todos los años en su onomástica, el 2 de febrero, siendo éstas de un marcado carácter religioso.” (José Guillermo Rodríguez Escudero, 2009)
CHIPUDE:
Nuestra Señora de Candelaria en Chipude es una imagen de la Diosa
Chaxiraxi sincretizada como Virgen de Candelaria que se adora en la localidad
así como en el resto de la isla.
Chipude contó desde el siglo XVI con una ermita dedicada a
Nuestra Señora de Candelaria, erigida en parroquia en 1665. La primitiva imagen
de la Virgen de Candelaria fue sustituida por la actual en el siglo XIX.
Una antigua tradición nos narra que un sacerdote católico,
miembro de una expedición de cristianización, introdujo la devoción a la imagen
de Nuestra Señora de Candelaria en la isla de La Gomera, existe también otra
tradición mas cierta que nos narra que “apareció” en la Hoya de la Candelaria,
Fortaleza de Chipude antiguo santuario guanche, donde los gomeros primigenio
celebraban sus rituales religiosos.
La imagen data del siglo XIX y recibe una gran veneración en
la isla de Ghumara (La Gomera.) Recibió el rito católico de la coronación
canónica el 11 de agosto de 2013 en la plaza de Chipude.
Los actos fueron presididos por el Presidente del Gobierno
supuestamente autónomo de Canarias, Paulino Rivero, y contaron con la
asistencia de Julio Cruz Hernández, presidente en funciones del Parlamento de
Canarias, el presidente del Cabildo Insular de la Gomera, Casimiro Curbelo; el
senador por la Isla, Gregorio Medina Tomé; varios alcaldes de La Gomera entre
los que se encuentran el de San Sebastián y Alajeró, Ángel Luis Castilla y Manuel
Ramón Plasencia Barroso, respectivamente; la directora insular de la
Administración del Estado en La Gomera, Luz Reverón; la alcaldesa del municipio
de Güimar, Carme Luisa Castro; concejales de otras corporaciones locales y
consejeros del Cabildo Insular de La Gomera, entre otros.
También la Corporación Municipal de Vallehermoso, encabezada
por su alcalde, Jaime Noda acudieron a ese acto que ha contó con la
organización y colaboración junto a las parroquias del municipio.
TIAS:
Isla Titoreygatra (Lanzarote).
Templo católico construido en el
año 1796.
La fiesta más antigua del municipio de Tías es la dedicada a
Diosa Chaxiraxi en su aspecto como Virgen de Candelaria. Celebración que en
Canarias se remonta a algunos años posteriores a la invasión y conquista,
cuando la gente, buscando las partes más altas del pueblo, como lo hacían los
habitantes precoloniales con los baifos, o derramando leche para pedir la
lluvia, construyen el templo dedicado a Nuestra Señora de la Candelaria, que
como candela alumbrara y guiara a los lugareños.
En la actualidad, cada año, la víspera de la fiesta principal
se hace un pasacalle con los chinitos (niños) que llegan hasta la plaza de la
iglesia donde se prepara la fritura de carne cochino, acompañada de roscas,
gofio, queso y vino de la tierra. Todo ello animado por la verbena de
amanecida.
Siguiendo la tradición más importante de este pueblo,
herencia de su pasado guanche, la Lucha
Canaria. Tradición que lleva a que el pueblo de Tías desafiara a toda la
isla en sus agarradas en aquellas famosas luchas corridas. Hoy se conserva el “Torneo de la Candelaria”, donde
tres de los equipos más relevantes de las islas se dan cita en el Terrero.
LA OLIVA:
Se comenzará
explicando brevemente el contexto de llegada de ésta imagen traída de Cuba Por
D. Matías López Hernández natural del Municipio de Tuineje y emigrado a aquella
isla caribeña. La devoción de este señor hacia esta virgen hizo que trajera
consigo al regresar esta obra, asimismo, que donara una cuantiosa cantidad para
la construcción de un templo parroquial, donde dono una réplica de la traída de
Cuba.
El templo catolico de
Nuestra Señora de la Candelaria está ubicada en el pago de Tindaya la
Montaña Sagrada de los antiguos maxos, municipio de La Oliva, isla de Erbania (Fuerteventura).
Presenta una planta rectangular con pequeña sacristía anexa
al lado derecho. La nave única es indiferenciada y sólo un escalón resalta la
zona del altar mayor.
El pavimento es de losas de cantería del país y la cubierta
es una sencilla armadura de par e hilera con cuatro tirantes de vigas simples.
La fachada se adapta a la cubierta de dos aguas del edificio
y está centrada por la puerta principal con arcada de medio punto. Todo el
exterior está enjalbegado, salvo la espadaña de un hueco que se levanta en el
lado izquierdo de la fachada y es de la denominada piedra “molinera”. En la
pared del lado de la Epístola se abre una segunda puerta, con arco de medio
punto.
La pequeña
sacristía, por su parte, tiene acceso desde el lado derecho del altar mayor y
comunica directamente con la plaza a través de una puerta; su cubierta es a
cuatro aguas e independiente de la del resto de la ermita.
En el año 2011 se
cumplieron 300 años desde la fundación el 17 de noviembre de 1711 de la
parroquia, una fecha que supone el inicio de la documentación eclesiástica que
conforma el primer archivo documental del asentamiento poblacional y, sobre
todo, es el antecedente del municipio actual creado en el primer tercio del
siglo XIX.
ARGANA BAJA
El Barrio de Argana Baja en Arrecife, (Titoreygatra) ha asumido como patrona a la Diosa Madre Chaxiraxi. Aunque aún no dispone de templo propio ya que la imagen esta depositada en un salón de un vecino, se celebran las fiestas populares en honor a la Diosa Chaxiraxi, la Diosa guanche que se celebra en octubre de cada año.
FRONTERA:
El templo
católico de Frontera en la Isla Esero
(El Hierro) es conocido como iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria; está
ubicada al pie de la Montaña
de Joapira y ha dado nombre también al entorno en el que se halla. Según las
investigaciones del historiador Dacio Darias, el primitivo templo se construyó
en el año 1615 por la iniciativa del capitán y regidor de la isla Blas de
Acosta Padrón.
Tras el
temporal que azotó El Hierro en el año 1722, el edificio hubo de ser restaurado
dos años más tarde con la colaboración económica de los vecinos del pago de El
Golfo.
En sus
principios, el edificio era una ermita de pequeñas dimensiones que se llenaba
con facilidad, sobre todo en época de muda, cuando las gentes de todos los
pueblos de la isla se trasladaban a El Golfo para recolectar los frutos de sus
tierras.
De esta
manera, el obispo valora positivamente la construcción de un nuevo edificio y
su proclamación como parroquia. Es el 1 de marzo de 1811 cuando se inicia la
construcción del nuevo santurario en el mismo lugar donde se encontraba la
primitiva ermita, siendo en 1818 cuando concluyen sus obras, fecha que se puede
observar en la fachada del templo.
Su aspecto
exterior es apaisado con muros planos, austero y de somero juego cromático
entre la cal y la cantería. La fachada tiene de ancho 17,60 metros, donde hay
una puerta de 2 metros con arco escarzano, al igual que una ventana alta por
donde se ilumina el coro. El remate es trilobulado y recorrido por cantería
vista, al igual que los huecos y las esquinas en bandas.
El templo
posee 3 naves, la central es de 5,86 metros y las laterales son algo más
estrechas, separadas entre sí por arcos de medio punto sobre pilares
cilíndricos de cantería vista que descansan sobre basas toscanas. La nave
central es más larga, donde un arco de medio punto la introduce en el
presbiterio y la capilla mayor. Por los laterales se pueden encontrar sendas
puertas de acceso, con arco de medio punto y parejas de ventanas escarzanas.
El campanario de la Iglesia de La Candelaria, parroquia
principal del municipio de La
Frontera, está separado unos 35m de la iglesia y se asienta
sobre una plataforma horizontal que hace de terraza mirador en la cima de la
montaña Joapira; se accede a la misma, por una rampa-escalera que salva unos
25m de desnivel desde la
Iglesia, situada en la falda de la montaña.
El campanario se eleva unos 12m sobre la
terraza y lo conforman tres cuerpos superpuestos: el inferior es de planta
cruciforme, el intermedio cúbico y el superior, que alberga cuatro campanas,
octogonal, con cubierta en forma piramidal rematada en cruz.
Su construcción es muy posterior a la
iglesia. Los dos cuerpos inferiores datan de 1880 y el superior de 1957.
Últimamente se ha convertido en el Reloj del Golfo, dando las horas y las
medias, audibles con una claridad meridiana en todo el valle.
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