VOLUMEN II
CAPITULO-XXV-II
Eduardo Pedro García
Rodríguez
Os doy mi testimonio: yo fui ordenado sacerdote cuando tenía 26
años. Desde entonces han pasado 56. Entonces, ¿cuántos años tiene el Papa? ¡Casi 83! ¡Un joven de 83 años! Al volver la mirada atrás y
recordar estos años de mi vida, os puedo asegurar que vale la pena dedicarse
a la causa de Cristo y, por amor a Él, consagrarse al servicio del hombre.
¡Merece la pena dar la vida por el Evangelio y por los hermanos!
¿Cuántas horas tenemos hasta la medianoche? Tres horas. Apenas tres
horas hasta la medianoche y después viene la mañana
6. Al concluir mis palabras quiero invocar a María, la
estrella luminosa que anuncia el despuntar del Sol que nace de lo Alto, Jesucristo:
¡Dios te salve, María, llena de gracia!
Esta noche te pido por los jóvenes de España, jóvenes llenos de
sueños y esperanzas.
Ellos son los centinelas del mañana, el pueblo de las
bienaventuranzas; son la esperanza viva de la Iglesia y del Papa.
Santa María, Madre de los jóvenes, intercede para que sean testigos
de Cristo Resucitado,apóstoles humildes y valientes del tercer milenio, heraldos
generosos del Evangelio.
Santa María, Virgen Inmaculada, reza con nosotros, reza por nosotros. Amén.”
Todavía
después en la antigua Babilonia, tanto la adoración a la Madre Virgen como a
su símbolo, la Paloma,
"la identificaban con el Espíritu de toda gracia... el Espíritu
Santo", (op.cit.: 79). Así, la Trinidad no cristiana es
Dios el Padre, el Hijo, y la
Virgen Madre. Sin duda, la Iglesia Católica
Romana ha hecho este mismo reclamo, como destacó Hislop, en el siglo diecinueve
(op.cit.: 83). Hislop concluye: "La Virgen de Roma... es simplemente la Virgen de Babilonia. La Reina del Cielo
en un sistema se convirtió en la
Reina del Cielo en el otro.”
Pero el resto de la historia descansa en
la adoración común a la
Virgen Negra. ¿Qué Virgen Negra, preguntaría usted? La María de Jesús es blanca, o
color olivo, pero ciertamente no es negra. ¿Cierto? ¡¡Falso!! El catolicismo
romano se ha tornado a la adoración de la Virgen Negra en la
mayoría de los países del mundo. Un artículo de la Revista Time
establece que uno de los santuarios más visitados en el mundo es el santuario
de la Virgen Negra,
en Czestochowa, Polonia. Por supuesto, este Papa, Juan
Pablo II, es de Polonia. Kathleen
O'Hayes, de National Christian Research, establece en su grabación sobre la Aparición Mariana
global, que el Papa Juan Pablo II se considera "el esclavo" de la Virgen Negra.
Kathleen establece más adelante que la Iglesia Católica
colocó a Polonia bajo la protección de esta Virgen Negra a principios de 1950.
Esta acción es de enorme significado en
nuestro estudio sobre cómo las grandes religiones del mundo pueden ser atraídas
hacia una religión mundial en un futuro muy cercano.
"Es significativo encontrar que en
países tan separados, y entre tantos millones de la raza humana en este día...
se adora un dios negro''
(Ibid). En la localidad de San Juan en Güímar Tenerife) desde tiempo inmemorial
se viene adorando una figura de un crucificado negro. "...La Virgen de la Catedral de Argel es
negra..."
Ahora que hemos establecido que la
adoración de deidades negras ha sido por mucho tiempo parte integral de las
religiones ancestrales, y que esta práctica se ha extendido a la Virgen María,
examinemos ahora cómo la adoración de la Diosa Negra en el catolicismo romano está
construyendo un puente común con todo el mundo no católico.
Acudiremos a los escritos de la Nueva Era para esta
porción de nuestro estudio.
En su libro The Armageddon Script (El
guión del Armagedón), Peter Lemesurier escribe de forma entusiasta sobre la
adoración a la Gran Madre
Tierra. Escribe como si él fuera un astronauta en una nave espacial en órbita
alrededor de nuestro planeta. "Mientras circundaban el estéril globo
lunar por última vez, y la resplandeciente mitad de la tierra una vez más
se levantó desde ese ahora familiar horizonte curvado y rocoso, lo que vieron
venir hacia ellos era extrañamente familiar. Una imagen tomada directamente de
la memoria racial. Un dios del mundo de los arquetipos. No era otra que la
forma redonda de la Gran
Madre, la propia Tierra, vestida con las mismas túnicas
floridas de azul resplandeciente y blanco que habían sido aquellas de las Diosas-Madres
de la tierra y el cielo a través de la historia del hombre- y no menos su más
reciente Diosas-Madre, la propia Virgen María... (op. cit.: 245-6).
Otra escritora de la Nueva Era, China
Galland, budista practicante estadounidense, ha escrito un libro muy revelador
titulado Longing For Darkness. (Anhelando la oscuridad). Galland
establece en forma entusiasta los puntos en común entre la Virgen María y otras
Diosas.
"Durga, la reina guerrera... era la
única que podía restaurar la armonía y traer paz al mundo... los dioses
cantaban sus alabanzas, la llamaron la
Reina del Universo..." ¿Recuerdan la
revista Time, citada anteriormente, que reporta que uno de los nombres por los
que se conoce a la Virgen
María es Reina del Universo? Galland continúa:
"Yo había venido en busca del Buda Tara, pero en su lugar encontré a las
Diosas Durgan y
Kali... Kali, la dadora de la muerte y de
la vida, el fin y el principio del tiempo. Era una deidad de unas proporciones
con las que sólo había oído describir a Dios el Padre en la cristiandad. El
hecho de que Kali es oscura y del sexo femenino hizo salir a relucir mi crianza
católica... Algunos dicen que ella es negra porque el negro es el color en el
que se disuelven todas las distinciones, otros afirman que ella es negra porque
es la luz eterna'' (p. 27). Estas dos Diosas son hindúes y son dos de los 21
aspectos con que es venerada en India.
La
Diosa
budista Tara, fue objeto de la búsqueda de Galland durante su viaje por el
Lejano Oriente. Sin embargo, se sobresaltó cuando descubrió que hay textos
hindúes que describen a Kali como Tara'' (p. 30). Este descubrimiento liga al
hinduismo con el budismo.
Posteriormente, de vuelta en Estados
Unidos, Galland descubrió otro libro de la Nueva Era titulado Mother Worship (Culto
a la madre), por la autora Tara Doyle. Este libro reportaba el fenómeno de la Virgen Negra en
Suiza. Galland registra: "Yo no recordaba que hubiera ninguna divinidad
femenina de piel oscura en el cristianismo''. Pensé que eran exclusivas de
religiones tales como el hinduismo y el budismo. No podía recordar virtualmente
nada sobre una Virgen oscura o negra a pesar de mis años de crianza católica.
Un breve título en la revista Newsweek captó mi atención. Se relataba que la Virgen María estaba
apareciendo en las cortezas de los árboles en Polonia. Quedé intrigada...
parecía ser un fenómeno muy similar a lo que había sido escrito sobre Tara...
Me pregunté qué estaba pasando en el spritus mundi, (el espíritu
del mundo), que los casos sobre deidades femeninas que literalmente emergen de
las rocas y los árboles salían a relucir tanto en Oriente como en Occidente. La
simultaneidad era simbólicamente importante...) (op.cit. p. 49-50).
Posteriormente, Galland le pregunta a un
experimentado Maestro Budista sobre la conexión entre estas dos apariciones.
"Le mostré el recorte de revista sobre la noticia de la aparición de la Virgen en la corteza de los
árboles en Polonia... [El replicó] que es muy similar a lo que estamos hablando
aquí. Tenemos muchos casos como este en el budismo tibetano. Le llamamos rangjung,
significa despertamiento... Estas cosas aparecen debido al poder
y las bendiciones de los seres iluminados. Tales seres obran mediante el poder
de la sustancia mental y el poder de concentración..." (p. 65-66). Galland
recuerda su última reunión con el Dalai Lama. Cuando le pregunta sobre la
aparición de la Madre
Bendita en la corteza de árboles en Polonia, él está de
acuerdo en que este fenómeno es el rangjung budista (p. 95).
Galland continúa su estudio sobre la
adoración a la Diosa Negra
asistiendo a un seminario sobre la Virgen Negra impartido por otro autor, Gilles Quispel, quien es historiador de la
religión de la Universidad
de Utrecht. Galland comenta: "Para Quispel, la Virgen Negra tiene un
papel crucial que describió en términos jungianos, como si simbolizara la
tierra, la materia, lo femenino en el hombre, y el yo de la mujer... A menos
que los hombres y las mujeres igualmente se hagan conscientes de esta imagen
primigenia de la Virgen
Negra, y la integren dentro de sí mismos, la humanidad será
incapaz de resolver los problemas del materialismo, el racismo [y] la
liberación femenina..." (ibiden, p. 51).
Lo que Quispel está diciendo es que la Virgen Negra
es un elemento tan básico, fundamental en los más profundos resquicios de todos
los hombres, que ella es la única respuesta a las necesidades más críticas del
hombre. Sólo cuando las personas del mundo entero reconozcan y adoren a la Virgen Negra, podrá
haber verdadera paz y unidad en este mundo. La Virgen Negra es el
denominador común de las religiones del mundo.
Pero hay más. Hemos estudiado que el
movimiento hacia el Nuevo Orden Mundial fue iniciado oficialmente el 1 de mayo
de 1776, cuando el sacerdote jesuita Adam Weishaupt fundó los Maestros de los
Illuminati. Veamos lo que dice Galland: "...San Ignacio le dio su
espada a la Virgen Negra
de Monserrate en España, se convirtió en sacerdote, y fundó la Orden Jesuita..."
( ibiden, p.52). Esta información poco divulgada liga la adoración de la Virgen Negra con los
Maestros de los Illuminati, de base jesuita.
Tanto la adoración a la Virgen Negra como la Orden Jesuita
pertenecen totalmente al catolicismo romano.
Pero hay más revelación increíble de
Galland en su libro, Longing For Darkness. Algún tiempo después
de que recibió las revelaciones de su Experimentado Maestro Budista sobre la Virgen Negra, ella
estaba practicando la meditación budista..."Mientras yo seguía sentada,
Cristo comenzó a aparecer en mi meditación, luego María... comencé a
dejar que mi ser viera a Cristo, a visualizarlo detrás de mí. Lo acepté en mi
práctica. Mientras continuaba las meditaciones diarias, María gradualmente tomó
un lugar a mi izquierda, el Buda a mi derecha... María y Jesús fueron mis
testigos primero; luego, con el tiempo, amigos queridos. El Buda Tara siempre
estaba enfrente mío"
(ibiden, p. 67-68).
Esta adoración a una Diosa une a
aproximadamente el 75% de la población mundial (Datos tomados del “Almanaque
1991”).
*Catolicismo
romano: 971 millones
* Ortodoxos Orientales: 164 millones
* Budismo/Diferentes Sectas: 1.100 millones
* Hinduismo: 690 millones
* Religiones japonesas: 230 millones
* Religiones tribales: aproximadamente 100 millones
* Islamismo: 924 millones.
* Ortodoxos Orientales: 164 millones
* Budismo/Diferentes Sectas: 1.100 millones
* Hinduismo: 690 millones
* Religiones japonesas: 230 millones
* Religiones tribales: aproximadamente 100 millones
* Islamismo: 924 millones.
Mientras que el islamismo no venera a la Madre Virgen, el
artículo de la Revista
Time citado anteriormente establece: "Incluso el
Corán alaba la castidad y fe [de la Virgen María]" (p. 62).
*Protestantes: 351 millones
Hasta los protestantes liberales están
cambiando aspectos de su visión de María. El tan mencionado artículo de la Revista Time
establece: "El teólogo de la Iglesia Anglicana John Macquarrie ha propuesto
revisiones de dogmas tales como la
Asunción de María al cielo... El teólogo Donald Bloesch de la Universidad de Dubuque,
dice que los protestantes conservadores necesitan ver a María como la santa
preeminente' y la 'madre de la iglesia'.
Finalmente, el culto a la Diosa-Madre está
atrayendo a su influencia a las muchas feministas de los Movimientos
emancipadores. Este artículo de la Revista Time establece esto en forma muy gráfica.
"Cuando fue ordenado obispo en 1958, Juan Pablo II, escogió como su lema
en latín Totus Tuus (Todo Tuyo) -- refiriéndose a María, no a
Cristo... Juan Pablo convirtió el poder unificador de María dentro del
catolicismo en la pieza central de su arsenal papal... Aunque el Papa
elogia a María por su sumisión, es en relación con Dios, no con la sociedad
dominada por los hombres..." (p. 64-65). El impacto de esta posición ha
sido alentador en los círculos feministas. Jane Schaberg, quien dirige el
departamento de religión de la
Universidad de Detroit, afirma que María, aún no casada, fue
impregnada por un hombre que no era su prometido José, y que ella era una mujer
liberada que no recibía su identidad o no quedaba destruida por su relación con
los hombres". Este artículo continúa, "... esa noción de poder
femenino sobrenatural es atractiva.
Ha habido un estupendo resurgimiento
en la investigación sobre las Diosas y la divinidad femenina como un antecedente
del dios masculino... El judeocristianismo ha sido exclusivamente masculino,
dejando una brecha que pide a gritos la divinidad femenina"
( ibiden, p. 55-65).
VIRGENES
NEGRAS:
Así puede verse el tremendo poder
de atracción que la Diosa-Madre
especialmente en su aspecto como la Virgen Negra, está teniendo entre las distintas
religiones del mundo.
Entre todas las mujeres que han vivido,
la madre de Jesucristo es la más celebrada, la más venerada en el ámbito
cristiano. Entre los católicos, se reconoce a la Virgen no sólo como la Madre de Dios, sino también,
de acuerdo con los papas modernos, como la Reina del Universo, Reina del Cielo,
Asiento de la Sabiduría,
y hasta Esposa del Espíritu Santo'' (Revista Time, "Handmaid or
Feminist?") (¿Sierva o feminista?), 30 de diciembre de 1991: 62-66).
Jeremías 7:18: "... las mujeres
amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer
ofrendas a dioses ajenos, para provocarme la ira".
¿Podría la Virgen católica (María, la Madre física de Jesús), a
quien se describe en el mencionado artículo de la Revista Time como la
"Reina del Cielo", ser la misma que la "Reina del
Cielo" que estaba ayudando a provocar a Dios a la ira y al juicio en
Jeremías 7:18?
Primero, examinemos la antigua Reina del Cielo. La mayor parte de esta información ha sido tomada del libro de Alexander Hislop, "The Two Babylons" (Las dos Babilonias), 1917. Hislop traza el culto babilónico a la Reina del Cielo hasta los días posteriores a la muerte de Nimrod. La fecha de este suceso no se conoce exactamente, pero parece datar de más de 400 años después del diluvio. Luego de la muerte de Nimrod, su esposa, Semíramis, estaba determinada a retener su poder y riqueza. Elaboró la historia de que la muerte de Nimrod fue por la salvación de la humanidad. Nimrod fue descrito como "la simiente prometida de la mujer, Zero-ashta, que estaba destinado a aplastar la cabeza de la serpiente, y al así hacerlo, herirían su calcañar" (op.cit.: 58-59). Fácilmente podemos ver que esta historia fue asumida por la religión judeo-cristiana (como elemento preparatorio a la divinización de Jesús). Para permitir al pueblo babilonio adorar mejor a este niño, se creó un retrato tallado en madera, que lo representaba a él en brazos de su madre. La madre obviamente recibía su gloria de su hijo deificado. Sin embargo, "la madre, a largo plazo, prácticamente eclipsó al hijo" en la adoración. El retrato original obviamente pretendía ser meramente un "pedestal para mostrar al hijo divino. Pero aunque el diseño fue este, es un principio básico en casi todas las grandes religiones que aquello que más apela a los sentidos debe hacer la más poderosa impresión" (op.cit.: 74).
La madre obviamente creó la impresión visual más poderosa, tanto porque era una adulta, como por su magnífico arreglo.
Muy pocos beatos, y fanáticos de la
virgen pueden sospechar que a lo que realmente hoy rinden adoración no es ni
más ni menos que a la Isis,
Astharte, Tanit, Chaxiraxi que los romanos dirían de las 1000 caras, o al
espíritu femenino de la tierra de los remotos cultos denominados como paganos.
El cristianismo como otros cultos anteriormente, siguiendo el lema “si no
puedes con ellos, únete” acogió en su seno todo aquello demasiado apegado al
pueblo como para aconsejar su adquisición. Atienza en su libro “La Meta secreta de los
Templarios” recoge: “Se da el caso, generalmente comprobado, de que estos
cruces de corrientes energéticas de la tierra corresponden a lugares de antiguos
cultos a divinidades femeninas del tipo de la Gran Madre: anxanas
vascas, melusinas bretonas, xanas asturianas, reinas negras de la tierra (en
contraposición a las reinas blancas celestiales) que engendraron, por el
lado”pagano,” a las brujas y meigas y, por el lado ortodoxo, a la multitud de
vírgenes negras cuyo culto fue preferentemente promocionado en torno al siglo
XII por benedictinos y templarios, en un intento de confraternizar las viejas
creencias paganas latentes con la figura de la María Madre.
Como hemos
venido desarrollando a lo largo de este trabajo, estas vírgenes son de color
negro u oscuro porque representan a la
Madre tierra, y representa a la sabiduría ancestral ( negro
en sufí viene a decir Sabio). Algunos autores dicen que son señales de lugares
mágicos y otros incluso que señalan constelaciones como la de virgo que era
curiosamente el signo de la
Diosa Isis.
En la actualidad existen
representaciones de Vírgenes Negras diseminadas por todo el mundo: En Europa,
Francia es el país que tiene mayor número de ellas, también se encuentran en
Alemania, Austria, Bélgica, República Checa, Holanda, Hungría, Inglaterra,
Irlanda, Italia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal Suiza, España. Aparecen
igualmente en América, aunque no
pueden considerarse rigurosamente como auténticas puesto que algunas son copias
o llegaron después de las conquistas española y portuguesa. Las encontramos en
Canadá, Brasil, Ecuador, México, Cuba, Venezuela etc.
Pasemos ahora
a ofrecer un breve bosquejo de la Diosa-Madre en sus representaciones más venerada
en el ámbito de influencia católico, donde las leyendas del descubrimiento
milagroso de las imágenes asocia a las mismas frecuentemente a un toro (o un
buey). Este animal es el que, arando un campo, desentierra la estatua, la hace
surgir de debajo de la tierra, y la estatua se convierte en una fuente fecunda
de beneficios para los habitantes del lugar. Tal como ha ocurrido en Manosque,
en Err, en Font-Romeu y Prat de Molló, en los Pirineos Orientales, donde el
toro “descubre” a Nuestra Señora del Coral en el hueco de un roble. El árbol sagrado de los
druidas, significando “coral” en catalán la madera del roble que, una vez
mojada se vuelve negra como si fuera ébano.
LA VIRGEN NEGRA DE REGLA:
La historia de la Virgen de Regla se remonta
al siglo IV, mezclándose la historia con las leyendas. Como
hemos expuesto en otro lugar, según la "historia Sacra",
escrita por el P. Fr. Diego de Carmona Bohórquez ", la imagen de la Virgen de Regla, fue
mandada a construir por el mazigio San Agustín, nacido en Tagaste, África, en
el año 354, quien se convirtió al cristianismo en el año 387, después de haber
llevado una azarosa vida mundana y espiritual, y que antes de su conversión al
cristianismo había sido un fiel adorador de la Diosa-Madre. Siendo obispo de Hipona,
mandó a hacer una imagen de la
Diosa negra a la cual puso bajo la advocación de la Virgen María,
siguiendo las directrices del concilio de Efeso que propugnaba la supuesta
divinidad de la madre de Jesús, como medio para atraer bajo su influencia a los
adoradores “paganos” de la
Diosa-Madre.
Esta imagen fue objeto de
veneración por parte de los primitivos seguidores de las doctrinas de Agustín
que se llamaron por ello agustinos. Esta imagen de Regla la tenía Agustín en su
adoratorio.
Trece
años después de la muerte de San Agustín (443), Hipona era atacada por los
arrianos del norte de África, por lo que el diácono San Cipriano y otros monjes
de la orden de los agustinos se vieron obligados a escapar a la Península Ibérica.
Al llegar colocaron la imagen frente al mar. Allí creció la devoción,
llegando a ser el monasterio de Regla.
La
imagen de Nuestra. Señora de Regla, siempre fue de color negro. Así nos
lo recuerda los Cantares de Salomón:
"Negra soy, pero hermosa hija de Jerusalén".
En el siglo VIII los monjes huyeron ante la invasión de la Península Ibérica
por parte de los imazighen y árabes, la imagen de la Virgen de Regla fue
ocultada cerca del monasterio en un pozo seco.
En
el siglo XIII, tras la victoria de Alfonso el Sabio, el clero regular decide
hacerse con el culto a la imagen y crea la leyenda de una visión de un canónigo
regular de la Catedral
de León, en ésta se dice que la virgen le mostró el lugar donde se hallaba
enterrada su imagen y le pidió que viniese a desenterrarla para retornarla a su
antiguo santuario. El canónigo obedeció y, cuando se encontraba en el lugar y
descansando bajo una higuera, escuchó una voz angelical que provenía del
centro de la tierra le decía:
"Este
es mi lugar ", voz que repitiéndose, confirma al canónigo la dulce
esperanza que traía en su peregrinación, de encontrar la imagen. Trabaja con
entusiasmo y fe en el sitio, y " !Oh portento! ", (exclama en su
narración el Fr. Tomás de Harrera ), Encuentra el deposito sagrado y la lámpara
encendida, conservándose hoy un cáliz de los que con Nuestra Madre y Sra.
estuvieron enterrados. Se restituye a la Señora a su propio templo, y se labra una pequeña
capilla en el sitio. Del maravilloso encuentro que hoy existe, así como la
higuera y la cisterna, conociéndose este lugar como Humilladero. Desde este
tiempo ha continuado Ntra. Sra. de Regla en el Santuario abordada por todos, y
siendola admiración general por los muchos dones que siempre dispensará a los
fieles que la imploran en sus aflicciones.
Como
puede apreciarse la ingenua leyenda difiere muy poco de las muchas existentes y
con las cuales el clero católico pretende justificar las múltiples “apariciones”
“milagrosas” que el catolicismo ha propagado por todo el orbe,
especialmente en los territorios colonizados.
Algunos
dicen que el nombre de "La
Virgen de Regla" es por razón de ser ella quién la
custodia de la regla de los frailes Agustinos. Esto no es de extrañar ya
que el mismo San Agustín era un gran devoto de la Diosa-Madre y cuando
se convirtió al cristianismo lo fue de la recién creada Virgen María.
También se sabe que Don Alonso Pérez de Guzmán alzó en Chipiona el castillo de
regla.
Desde España, sus devotos,
principalmente los frailes Agustinos propagaron la veneración por muchas partes
del mundo. Esta devoción llegó a su apogeo en el siglo XVIII. Hoy día se
venera en España, Cuba, Miami (USA), México, República Dominicana,
Filipinas, los Países Bajos y Canarias.
La Virgen
negra de Regla tiene especial advocación en la República de Cuba, más
concretamente en su capital, La
Habana. En 1714, la
Virgen de Regla Sería
proclamada patrona y Gobernadora de la
Bahía de La
Habana. La historia de este santuario se remonta a 1867.
Cuenta la tradición que, a petición de Manuel Antonio “El peregrino”, el dueño
de aquellas tierras el hacendado Pedro Recio de Oquendo las cedió y allí se
levantó la primera ermita en condiciones muy humildes, la cual fue destruida
por un temporal el 24 de octubre de 1692. En 1693 se abrió un nuevo culto gracias
a la aportación de Juan Martín Canyedo, quien se ofreció para construir la
nueva ermita. Al año siguiente el jefe militar de La Punta, Don Pedro de Aranda y
Avellana, trasladó desde España la imagen de la Virgen de Regla.
A comienzos del siglo XVIII,
debido a la gran extensión alcanzada por
esta advocación Canyedo en unión del capellán Ruiz de Salazar, acudieron
al Cabildo de Regidores de la ciudad de La Habana, para solicitar que la Virgen de Regla fuera
declarada Patrona de la
Bahía. Así fue concedido y el 26 de diciembre de 1714
acudieron al santuario las autoridades de la Habana para realizar el reconocimiento oficial
del patronazgo de la Virgen.
El 21 de agosto de 1805, el
obispo Juan José Díaz de Espada y Landa creó la parroquia, en el templo actual en
la forma que ha llegado hasta el presente. El 24 de febrero de 1956 fue
coronada canónicamente la imagen antigua y venerada de la Virgen de Regla, para
lo que requirieron tres condiciones para
lograr la coronación: antigüedad de la imagen, concurso de fieles, y gracias a
ella atribuidas.
Estas tres se cumplían a
juicio del clero y avalado por la recomendación del arzobispo de la Habana Cardenal
Arteaga, siendo efectuada la coronación en la Catedral de La Habana.
LA VIRGEN MORENILLA DEL ESPINO:
Esta Virgen, en fotografías de primeros de siglo, aparece su tez bien morena; ahora casi es morenilla, como si la hubieran limpiado y querido quitar ese color tan heterodoxo, pero el cancionero lo refleja sin ambages ni medias tintas.
El culto a la Virgen del Espino, cuya
talla original debió ser negra, ¿estará suplantando quizás hasta sobre el mismo
solar una devoción milenaria, incluso celtibérica, a la Diosa Madre Tierra?.
No es del todo absurda tal hipótesis por cuanto las Vírgenes Negras tienen como
prototipo a la Gran Diosa
Isis, y en Egipto precisamente la espina de la palmera era el emblema de Neith,
la Diosa Madre
anterior a Isis que adoró Salomón en la forma de Astarté, la Isis fenicia, como afirma el Libro
de Los Reyes. Y Salomón es el autor del esotérico Cantar de los Cantares,
en la que la Reina
de Saba (tan alquimista ella) dice: "Morena soy, oh hijas de
Jerusalén, pero codiciable... No reparéis en que soy morena, porque me ha
robado el sol mi color", texto recurrente para explicar el cromatismo
de las Vírgenes Negras y que estaba, por ejemplo, escrito en la cúpula de la
iglesia de la también negra Virgen de los Milagros, en Ágreda.
El
cronista Argaiz ha destacado la presencia, en el Archivo de la catedral, de un sello
del Cabildo en el que figura una torre y sobre ella la Virgen "con un
cetro o azucena o flor de lis en la mano derecha, y a la izquierda su
hijo". Pues bien, en el Cantar de los Cantares, el esposo
místico dice: "Yo soy la flor del campo y el lirio de los valles. Como
azucena entre espinas, así es mi amiga entre las vírgenes". Las
corrientes herméticas occidentales utilizarían como contraseña la flor del
lirio o lis, sobre todo ciertas cofradías de constructores de catedrales y
templos románicos y góticos, como se ve por ejemplo en la ermita templaria del
Cañón del Río Lobos. El lis masónico es la representación esquemática de la
pata de oca, tan característica de algunas cofradías de constructores, y
emblema también de Melusina, la esposa de Lug, ese dios al que se le
honraba en Uxama. La Reina
de Saba, por otra parte, es el prototipo de la Dama trovadoresca, de lo que
Goethe llamaría Eterno Femenino, y Jung con el nombre de Ánima, a
la par que ha personificado a la esposa mística en la alquimia hermética.
Pero
retornemos a las Vírgenes Negras y veamos como Rafael Alarcón Herrera sugiere
que los esoteristas medievales, "al emplear a propósito el color negro
en ciertas imágenes marianas, subrayaban de la manera más clara que para ellos la Virgen negra era, al mismo
tiempo, la María
cristiana, la
Diosa-Tierra céltica, la Isis egipcia, la Piedra Negra cósmica
y la Gran Madre
de todas las religiones, situándola dentro de una concepción iniciática
religiosa, universal y sincrética, del gran principio femenino del
Universo".
La
sustitución cultual más clara de este tipo la tenemos en la grandiosa catedral
gótica de Chartres, cuya virgen de Notre Dame-de-Dessous-Terre no es
sino la Virgine
Pariturae de los druidas galos. Por otro lado,
encontramos Vírgenes Negras del Espino en Avioth (Notre-Dame du Luxemburgo)
cuyo santuario y romería alentó S. Bernardo de Clairvaux, y en Notre-Dame du
Puy que es, después de Lourdes, el centro mariano con mayor peregrinación
europea, situado en Puy-en-Valay, en una región que, según Camille Jullian,
"mostraba el equivalente céltico de Delfos o de Santiago, de La Meca o de Lourdes, pues era
ciertamente el centro moral de toda la
Galia". Referente a este centro sagrado de Puy,
cuenta la leyenda que la Virgen
quiso que se construyera el templo en torno a una piedra megalítica
llamada Piedra de las Fiebres, denominación que obedece a su poder
milagrero dado que sanaba a muchos enfermos que se acostaban sobre esta piedra
colocada al pie de la talla virginal durante la noche del viernes al sábado.
Pues bien, algo similar acontecía ante el sepulcro de San Pedro de Osma.
Además, Notre-Dame du Puy tiene otras dos estatuas negras "hermanas":
las Vírgenes de Fourvières y de Satillieu (Notre-Dame d´Ay). (Rolan Berman et.
Al.
Otros
elementos curiosos que concurren en la devoción a la morenilla de la
catedral es que habitualmente las Vírgenes del Espino suelen aparecer en
lugares en los que se rindió culto a dioses solares, como Lug, y suelen
estar acompañadas en el mismo templo o en la toponimia próxima o iglesias
cercanas con advocaciones a San Miguel Arcángel, San Roque, Santa Ana y Santa
Catalina de Alejandría, entre otros personajes religiosos o celestiales, según
Rafael Alarcón. Advocaciones que se dan en la propia catedral burgense, en El
Burgo.
Pero, aún podemos ir más lejos:
Fulcanelli dedica un interesantísimo capítulo, de El Misterio de las
catedrales, a las Vírgenes negras que, en número no tan reducido como él
pretende, aún se adoran en las iglesias católicas. Asegura Fulcanelli que
«Antaño, las cámaras subterráneas de los templos servían de morada a las
estatuas de la diosa Isis las cuales se transformaron, llegado el cristianismo
al fragmentado Imperio Romano, en esas Vírgenes negras a las que en nuestros
días venera el pueblo de manera muy particular. Su simbolismo es por lo demás
idéntico; unas y otras muestran en su pedestal la famosa inscripción: VIRGINE
PARITVRAE («A la virgen que será madre»).
Inscripciones análogas se encontraron en las estatuas de Isis: ISIDI,
SEV VIRGINI EX QVA FILIVS PRODITVRVS EST («A Isis, o a la virgen de quien nacerá el hijo»).
Estos iconos no tendrían, pues, al menos
exotéricamente, el sentido cristiano que se les otorga. Isis, antes de la
concepción, es en la teogonía astronómica -dice Birgarne- el atributo de la
virgen, que varios documentos muy anteriores al cristianismo, designan con el
nombre de Virgo paritura, es decir, la tierra antes de su fecundación,
que pronto será animada por los rayos del Sol. Es también la madre de los
dioses, como atestigua una inscripción lapidaria: MATRI
DEVM MAGNAE DEAE. Todo
lo cual explica el sentido exotérico de las Vírgenes negras». El axioma
científico, que niega el salto cualitativo en los órdenes naturales de la vida,
es válido en religión, y la creencia popular no pasó de las religiones paganas
al culto cristiano, sino muy lentamente. (Pedro García Domínguez, 1976)
COVADONGA. CUEVA DE ISIS-ATENEA:
Hasta aquí
hemos tratado del origen “pagano” de la
mayoría de las vírgenes cristianas, las cuales como hemos demostrado han sido
imágenes de la ancestral Diosa-Madre sincretizadas por la iglesia católica ante
la imposibilidad del cristianismo para erradicarlas completamente del acervo
religioso de los pueblos sometidos, a pesar de los métodos cruentos e inhumanos
empleados en sus intentos para desplazar a las antiguas religiones de estos
pueblos. En las páginas que siguen, vamos a tratar de ofrecer a la curiosidad
del lector algunas breves reseñas de algunas de las Diosas-Madres que han sido
asumidas o mejor dicho usurpadas por el cristianismo y puestas bajo la
advocación católica, o simplemente se limitaron a cristianizarlas sin más.
Todas estas
imágenes eran originariamente de color negro, pero con el transcurso del tiempo
y aprovechando la limpieza y restauraciones de las imágenes por un lado, y el fanatismo
ignorante por otro, han ido aclarando el color de muchas de ellas. Además, a pesar
del profundo arraigo y adoración que los fieles profesan a estas estatuas, el racismo latente en la
iglesia católica, no ve con buenos ojos el que se adore a vírgenes negras, por
ello ha desplegado ingentes esfuerzos no sólo para ir poco a poco desvirtuando
el color original, sino que usando de las vestimentas con que adornan a estas
estatuas tratan de cambiar sus formas originales, alejándolas así de sus orígenes
no cristianos. Por otra parte, el lector podrá observar como todas estas
imágenes de la Gran
Diosa-Madre, muestran bien en sus mantos o bien en sus
cuerpos y en las grandes coronas con que han sido adornadas muchas de ellas,
una serie de estrellas de ocho puntas, y en algunos casos de seis o doce, e
incluso algunas muestran en sus tronos algún símbolo fálico, todos estos signos
son propios de la
Gran Diosa-Tanit, los cuales han sido asumidos por el
cristianismo. También es frecuente que estas figuras y las de los niños que
suelen acompañarlas o ambas, porten una esfera en la mano a la cual el clero
católico les ha añadido un cruz, que no tenían en principio.
Concretándonos
en este caso, en la imagen y cueva de Covadonga, veamos lo que sobre el
particular nos expone D. Guillermo García Pérez en su obra Covadonga Cueva-
de Isis-Atenea, en la que trata sobre el origen y significado de la palabra
«Covadonga», así como de otros asuntos historiográfico-españoles relacionados
con el santuario del mismo nombre. Es posible que el lector se encuentre con
algunas afirmaciones sorprendentes, pero los datos e ideas que se presentan
proceden en gran medida de la bibliografía manejada por el autor.
“La etimología oficiosa” -generalmente aceptada- de Covadonga se basa en un error de lectura.
Onga es el nombre fenicio de la Diosa-madre, fundadora
de la civilización griega y, por consiguiente, occidental. Este nombre es
conocido como poco desde mediados del siglo VIII a.d.n.e. (La Tebaida). Está
registrado desde el año 467 a.e.a., (Los siete contra Tebas). Y procede,
al parecer, de la Edad
de Bronce (fundación de Tebas, 1585; a.e.a.).
Una tradición
discontinua, y mal conocida, pero efectiva, ha permitido que llegase hasta
nosotros por distintos caminos (toponimia, onomástica personal, literatura
clásica).
En la España medieval existen por
lo menos entre tres y cinco lugares de origen prerromano llamados Covadonga o
Celladonga.
El habla de los naturales, los primeros documentos conocidos, los autores medievales y modernos más solventes, y el análisis lógico e histórico del fenómeno indican que, en nuestro caso, la lectura más correcta es Cova-d'-Onga, que interpreto como Cueva dedicada a la Diosa Onga.
Onga, La Antigua, La “Señora”, “Nuestra Señora”, se corresponde históricamente, en términos más o menos amplios, con Isis, Astarté, Tanit, Chaxiraxi, Pallas, Athenea, Minerva, Afrodita. Venus, Santa María...
La
sustitución de Isis, por Santa María, que cuenta con precedentes conocidos en
todo el mundo mediterráneo, se produjo al parecer igualmente en lo que hoy es
Asturias, a juzgar por los varios indicios conservados: Covadonga, Bal-Onga,
Bel-Ongo (Veloncio), Santa María de Bel-Monte (N.S. de la Leche, “Virgen y
Madre”, 1170), Oviedo (Virgen morena, N. S. de la Luz, Leche de N.S.),
N.S. de la O (Virgo
partiturae).
La
explicación acuñada por el asturiano R.M. Pidal (Covadonga, Cova Dominica;
Cova-Donga, Cova Domina, Cueva de Santa María) procede -como más pronto- de hacia
el año 900 y pudiera deberse a un error de interpretación por parte de los
autores medievales asturianos, ya que, contra lo que dice E. Huerga, en su guía
de Covadonga (1979), “Domina” y “Nuestra Señora” se aplicaron, sobre
todo, según evidencia la epigrafía mediterránea, a Isis, Astarté, Tanit, (Vid. Bibliografía). Sólo mucho más
tarde, al parecer después del siglo X, se transfirieron estos apelativos a la
madre del Christos (San Salvador, San Redentor), la cual, en los
cartularios mencionados, sigue apareciendo como Beata María en las
primeras décadas del siglo XI. Ni siquiera en el “Cantar de Myo Çid”
(siglo XII) se le llama “Nuestra Señora”.
Hasta finales del s. XI no hubo tallas de María en Europa (E. Sabbe, E. Mâle). El culto a María en Asturias comienza, como más pronto, en la segunda mitad del siglo IX. No es, por tanto, verosímil que existiese culto en Covadonga, a su nombre, antes de esas fechas. Ni en ninguno otro lugar de su entorno.
Pero, si
atendemos a las condiciones de contexto que han quedado esbozadas, cabe también
la posibilidad de que la etimología oficiosa proceda de una tergiversación
interesada: de un episodio más del proceso medieval de sustitución de las
deidades antiguas por las deidades cristianas, que fue particularmente intenso
en Asturias: ´No hubo risco ni hondonada -dice el abad Antonio Viñayo- en que
no se pusiera un lugar sagrado bajo el amparo de la Madre de Dios'.» (Guillermo
García Pérez, 1992).
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