Volumen V
CAPITULO XXI-III
REFERENCIAS SOBRE
ASTRONOMIA Y CALENDARIO GUACNHE
Eduardo Pedro García Rodríguez
LOS GUANCHES Y LAS
ESTRELLAS EN LA
BIBLIOGRAFIA ANTERIOR AL SIGLO XVIII:
Bula del 2 de Septiembre de 1369 de Urbano V,
alentando al embarque de religiosos para adoctrinar en la fe de Cristo en las Islas Canarias, donde
sus moradores de ambos sexos adoraban a la Sol y al Luna.
... Nuper dilectis fillis Bertrando de
Marmando et Pedro de Strata, civibus Barchinonensibus, nobis referentibus
percepimus, quod in Canaria et aliis ei adiacentibus Insulis, quae Insulae
Fortunatae nuncupantur, sunt personae utriusque sexus nullam Iegem tenetes, nec
aliquam sectam sequentes; sed dumtaxat Solem et Lunam adorantes, quae
praedicatione Verbi Dei ad fidem Christi de facili converti possent;
... Datum Viterbi 2 Septembris anno VII. Odorico Reynaldo, ad annum
1369
Libro desaparecido de Antonio de Palencia, que tenía por título:
Libro desaparecido de Antonio de Palencia, que tenía por título:
"Las costumbres y falsas religiones, por cierto maravillosas, de los Canarios que moran en las Yslas Afortunadas"
P. Gómez Escudero, escribe:
La quenta de el año no era otra cosa que por
las lunas.
Y al referirse a los naturales de Lanzarote y Fuerteventura, escribe:
Los días maiores de el año, quando hacian
grandes fiestas (...) i veianlos a la madrugada el día de el maior apartamento
de el Sol en el signo de Cáncer, que a nosotros corresponde el día de San Juan
Bautista.
Primera copia conocida de 1474.
El Ingeniero Torriani, nos comenta la forma
en que adoraban a la Deidad:
Del mismo modo en que estos gentiles eran amigos de castigar a los reos y de conservar la paz y la seguridad, también eran devotos a Dios y le hacían sacrificios a menudo; por lo cual cada rey tenía un sacerdote, llamado Faicagh. Este se llevaba consigo a toda la gente, encima del risco más alto en que se podía subir; y allí, después de haber hecho él la adoración y llevado a Dios las almas devotas, derramaba en la tierra leche en abundancia, a manera de primicias debidas; después de lo cual licenciaba la gente, volvían a sus casas en procesión.
Del mismo modo en que estos gentiles eran amigos de castigar a los reos y de conservar la paz y la seguridad, también eran devotos a Dios y le hacían sacrificios a menudo; por lo cual cada rey tenía un sacerdote, llamado Faicagh. Este se llevaba consigo a toda la gente, encima del risco más alto en que se podía subir; y allí, después de haber hecho él la adoración y llevado a Dios las almas devotas, derramaba en la tierra leche en abundancia, a manera de primicias debidas; después de lo cual licenciaba la gente, volvían a sus casas en procesión.
Descripción de las Islas Canarias; Leonardo
Torriani (aprox. 1587)
Fray Alonso de Espinosa, al comentar las
fiestas, escribía en 1594
Hacian entre año (el cual contaban ellos
por las lunaciones) muchas juntas generales; y el rey que a la sazón era y
reinaba, les hacia el plato y el gasto de las reses, gofio, leche y manteca,
que era todo lo que darse podían;
...Cuando hacían su agosto y recogían los
panes, hacían juntas y fiestas en cada reino, como en agradecimiento del bien
recibido, y eran estas fiestas tan privilegiadas, que aunque hubiese guerra se
podía pasar de un reino a otro seguramente a ellas.
Del origen y milagros de la Santa Imagen de
Nuestra Señora de Candelaria, que apareció en la Isla de Tenerife, con la
descripción de esta isla; Fray Alonso de Espinosa (1594)
En el canto tercero de Antonio de Viana, se
indica la existencia de grandes fiestas en el mes de Abril
...Pero guardauan por costumbre antigua
Por dias festiuales de cada año
Delmes de Abril, los nueue postrimeros,
Porque les diesse Dios cosecha prospera,
De frutos, y ganados, y aunque vuiesse
Guerras entre ellos, auia entoces treguas,
Con paz tranquila, en tanto que durauan
las fiestas,
regozijos, y placeres...
Antigüedades de las Islas Canarias, Antonio
de Viana (1604).
El Fraile Abreu Galindo habla de
amontonamiento de piedras en La
Palma, en donde se realizaban las fiestas, en ciertos días
del año.... Adoraban a un Dios, levantando las manos al cielo. Hacíanle
sacrificios en las montañas, derramando leche de cabras con vasos que llamaban
gánigos, hechos de barro...
... Eran estos palmeros idólatras; y cada
capitán tenía en su término adonde iban a adorar, cuya adoración era en esta
forma: Juntaban muchas piedras en un montón en pirámide, tan alto cuanto se
pudiese tener la piedra suelta; y en los días que tenían situados para
semejantes devociones suyas, venían todos allí, alrededor de aquel montón de
piedras, y allí bailaban y cantaban endechas, y luchaban y hacían los demás
ejercicios de holguras que usaban; y éstas eran sus fiestas de devoción. Pero
no dejaban de entender que en cielo había a quien se debía reverencia; y al que
ellos entendían que estaba en el cielo, lo llamaban Abora. ...
... Tenían gran cuenta con los días, por
las Lunas, a quien tenían en gran veneración, y con el So...
Historia de la
Conquista de las siete Islas de Canaria; Fr. J. de Abreu
Galindo (1632)
Nuñez de la Peña indica que los Guanches no adoraban al Sol,
ni la Luna, ni
las estrellas, (siendo el único autor que lo indica) hacia el año 1676
Los naturales destas Islas no tuuieron
Idolos, ni adoraron al Sol, Luna, ni estrellas, ni piedras, ni otras figuras ni
tuvieron ritos, ni ceremonia, a vn solo Dios adorauan, que dezian estaua en lo
alto, y que este Dios los sustentauan, y daua la vida;...
Conqvista y Antigvedades de las Islas de la Gran Canaria, y su
descripción; Iván Nuñez de la
Peña (1676)
Don Tomás Marín de Cubas menciona:
... Contaban su año llamado Acano por las
lunaciones de veinte y nueve soles desde el día que aparecía nueva, empezaban
por el estío cuando el Sol entra en Cáncer, veinte y uno de Junio en
adelante la primera conjunción, y por nueve días continuos hacían grandes
bailes y convites, y casamientos, habiendo cogido sus sementeras, ...
... Parece que adoraban al fuego, al Sol y
a la Luna y
algunas estrellas...
Sobre los awara (Palmeros), escribe:
... Eran grandemente idólatras y devotos;
en cada término de los referidos había gran montón de piedras solas, y en
ciertos días diputados de la Luna,
venían a él todos los vecinos de la comarca a bailar y cantar
endechas y corridos y luchar, y comían allí carnes medio crudas y
asadas, y leche y otras cosas de su uso. ...
... Contaban los días por lunas y los
años por el Sol, y tenían a estos planetas grande veneración...
Historia de las siete islas de Canaria;
Tomas Marín de Cubas (1694)
NOCIONES BÁSICAS
DE ASTRONOMIA DE POSICIÓN: Todos sabemos que el
Sol, la Luna, y
las estrellas, salen por el Este, y se ponen por el Oeste. También es de todos
conocido que el fenómeno no es más que una ilusión (todo depende de saber
identificar donde situar el Sistema de Referencia Inercial). La realidad es que
es la Tierra
la que al girar sobre si misma, y nos presenta la apariencia de que es el resto
del universo el que se mueve. Sin embargo todo el mundo habla que los astros
"salen", y se "ponen". Como el tratar de explicar el
movimiento aparente de los astros, puede llegar a ser complejo, si se realiza
con rigor, se suele seguir hablando de que los astros son los que "se
mueven".
Para comprender el movimiento de los astros, vamos a suponer que estamos situados en el espacio, a bastante distancia de la tierra. El siguiente paso consiste en tomar la idealización de que la Tierra está en el centro del Universo, a la cual rodea un esfera hueca móvil, en cuya superficie interna se hayan situada las estrellas; (a la que se le denomina esfera de las estrellas fijas; fijas porque no se mueven unas respecto a otras, aunque la esfera si que se mueve, dando una vuelta en 24 horas), todo ello implica una serie de errores conceptuales:
1) Todos los astros se mueven con la misma velocidad.
2) Todos los astros están a la misma distancia de la Tierra.
3) Los astros se mueven a la misma velocidad unos respecto de los otros.
4) Las estrellas más brillantes, lo son por que son más grandes.
Sin embargo se sigue aceptando la idealización anterior, en aras de una mejor comprensión del movimiento celeste.
Una primera pregunta a tenor de lo expuesto en la idealización es: Si la esfera de las estrellas fijas rota, debe poseer un eje de rotación, ¿ Por dónde pasa dicho eje ?
Dicho eje será una recta imaginaria que va desde un polo (que se denomina celeste), al otro, pasando por el centro de la esfera celeste (que es donde está la Tierra)
Otros puntos por donde pasa dicho
eje son los polos geográficos de la Tierra. Esta esfera al rotar sobre si misma,
hará que las diferentes estrellas vayan rodeando a la tierra, volviendo a
situarse en su misma posición al cabo de 24 horas (lo cierto es que, debido al
movimiento de la tierra sobre su órbita elíptica, este proceso dura realmente
23h 57m, al cual se denomina día sidéreo).
Regresemos ahora a la superficie de la Tierra, y nos situamos sobre el polo norte geográfico, en dicha posición, el eje de la esfera celeste va desde el polo sur, pasa por el centro de la Tierra, el polo norte geográfico, pasa por entre nuestro pies, sale por la parte más alta de nuestra cabeza, hasta que toca la esfera celeste.
Regresemos ahora a la superficie de la Tierra, y nos situamos sobre el polo norte geográfico, en dicha posición, el eje de la esfera celeste va desde el polo sur, pasa por el centro de la Tierra, el polo norte geográfico, pasa por entre nuestro pies, sale por la parte más alta de nuestra cabeza, hasta que toca la esfera celeste.
Si en esta posición miramos al
cielo, veremos que las estrellas estarán girando formando un círculo.
Si ahora nos situamos sobre cualquier punto de la superficie terrestre, por el que pasa el ecuador, la visión será totalmente diferente. El norte estará frente a nosotros, el Sur a nuestra espalda, y el ecuador celeste es un arco que pasa sobre nuestra cabeza. En esta ocasión las estrellas saldrán (denominado Orto) por la derecha (Este), y se ocultarán (denominado Ocaso) por la izquierda (Oeste)
El problema que tenemos nosotros, es que debemos situarnos
en un punto entre los dos anteriores, y la apariencia que toma el cielo
estará a medio camino entre las dos anteriores.
No nos detendremos a hablar del cenit, del
nadir, meridianos, paralelos, ascención recta, declinación, altura, azimut, etc.
en detalle; ni tampoco a explicar el movimiento del Sol y de cada uno de los
cuerpos celeste, a lo largo del año. Solamente se representa el movimiento de
Sol sobre el cielo de Canarias, en cuatro fechas del año:
1) Trayectoria aparente del Sol sobre el cielo, el día del
solsticio de verano (21 Jun. aprox.)
2) Trayectoria aparente del Sol sobre el cielo, los días de
los equinoccios (21 de Sep. y de Mar. aprox.)
3) Trayectoria aparente del Sol sobre el cielo, el día del
solsticio de invierno (23 de Dic. aprox.)
Dicho de otro modo, el Sol saldrá (orto) por una
posición diferente cada día, luego no es del todo cierto que el sol sale
siempre por el Este, y se pone siempre por el Oeste.
Esto implica que el Sol
alcanzará una mayor o menor altura al mediodía, según la fecha del año;
(hecho importantísimo, dado que es el responsable de las estaciones
El caso de la Luna es más complejo, la Luna posee dos periodos con
respecto a su movimiento, similarmente al caso del Sol:
1) La Luna
sale por un punto del horizonte diferente, entre dos límites que se denominan
paradas menores de la Luna.
2) En una época posterior, la Luna repite el mismo proceso,
pero ahora los extremos se encuentran más alejados, y se denominan paradas
mayores de la Luna.
(Observatorio Astronómico de Agache, 2001)
El astrónomo del Instituto
Astrofísico de Canarias y ex director del mismo, Juan Antonio Belmonte, en la
inauguración de la exposición “Cielo, Mar y Tierra de Canarias” llevada a cabo
en noviembre de 2000 en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, manifestó que:
“Parte de los conocimientos que los
<<Magos>> de las islas tienen sobre el cielo y su relación con las
prácticas agrícolas podrían ser de herencia aborigen (guanche). Añadiendo que
los majos, tribu procedente de África (es decir, del continente) que se instaló
en Lanzarote y Fuerteventura, y los <<Magos>>, o campesinos
canarios, observan las mismas estrellas. Dentro de unos 30 años-continuó- el
conocimiento del cielo y las estrellas se habrá perdido y recordó que los
“Magos” se guiaban por las estrellas (para las labores agrícolas y el cómputo
del tiempo). Respecto a la posible relación entre los <<Magos>> y
los Majos, indicó que los aborígenes de Canarias debían tener un calendario
solar relativamente avanzado, poniendo como ejemplo que los grabados podomorfos
encontrados en Tindaya, tienen una orientación hacía Venus, estrella de la
tarde y del agua.
Es oportuno destacar que el
término “Mago” en Tenerife y “Maúro” en Gran Canaria era aplicado por los
primeros guanches cristianizados a aquellos conmatriotas que no habiendo
aceptado el nuevo orden social impuesto ni la nueva religión se mantenían
alzados en los montes o alejados de los núcleos urbanos ocupados por los
colonizadores, y continuaban practicando sus ancestrales ritos dedicados a la Diosa-Madre Chaxiraxi
y especialmente la veneración a ésta en su representación como Magek, la Sol. Con el tiempo, el
término fue tomando ciertos tintes peyorativos, siendo aplicado en términos
despectivos a los campesinos los cuales eran denominados como “adoradores de la Sol”. Aún hoy en día, En
Tenerife es frecuente que los habitantes de ciudades como Santa Cruz o La Laguna, digan en tono
jocoso que estuvieron en tal o cual población rural a tomar unos vasos de vino
y a reírse de los Magos.
Por su parte, investigadores del Instituto
Astrofísico de Canarias, nos señalan los marcadores astronómicos de Canarias,
según éstos científicos: Se ha establecido la existencia en varias islas del
Archipiélago Canario, pero sobre todo en Gran Canaria, de marcadores
astronómicos de los Solsticios y los Equinoccios que parecen confirmar las
Crónicas de la Conquista
éstas refieren la importancia de estas fechas dentro de los calendarios
aborígenes. Entre los equinocciales podemos destacar los de Bentaiga, La Fortaleza y Arteara, en
Gran Canaria, o El Tablero de los Majos en Fuerteventura y entre los
solsticiales el de Cuatro Puertas en Gran Canaria o el de la Degollada de Yeje en
Tenerife. (Esteban et al. 1996 y 1997, Belmonte et al. 1994).
CABAÑUELAS: De acuerdo con el conocimiento popular del
campesino canario, en enero se presentarán los fenómenos meteorológicos que
privarán a lo largo del año: calor, viento, lluvia y frío. Las cabañuelas son
un concepto y un término que probablemente proviene de la ancestral cultura
mazigia y que se incorporó a la cultura maga. Las conocen diversas personas
especialmente las que tienen que ver con los ciclo agrícolas: con la tierra, el
agua, el Sol y la germinación de la vida. Sin embargo el concepto no es el
mismo para todos. Para algunos el pronóstico corresponde a día por mes, para
otros es cada dos días y para otros, los menos, es todavía más detallado, de
cada hora.
Nacieron junto al surco y junto al surco siguen. No han
tenido más referencias del cosmos que su propio cuerpo o sus muchos años. Pero
los he mirado siempre como lo que son, sabios sin escuela que huelen el aire,
oyen el viento, miran al cielo y saben por dónde va a venir el tiempo.
En agosto, cuando el verano empieza a morirse en las cepas,
en los primeros racimos maduros, estos hombres se retiraban a una extraña
soledad agraria y miraban las ramas de los árboles, durante todo el día; y al
anochecer, cuando las sombras aúllan en las zarzas, buscaban las fases de la
luna. En agosto estos hombres preparaban el invierno como una hormiga: ya
sabían, más o menos, cómo sería octubre, y diciembre... Y, en enero, otra vez
el viento, otra vez las lunas... Y calculaban hasta abril. Con una seguridad de
un ganadero de nubes, hablaban de que había que aviar la choza, o sacar a los
animales del manchón, o guardar el grano, o acelerar la siembra, o esperar para
tirar el abono... Tenían dentro un almanaque de lluvias y solanos, de fríos y
tormentas...
Me daban miedo aquellos hombres de pocas palabras y de
muchos silencios; hombres que ponían mala cara, o buena, dependiendo de cómo
hubieran visto las lunas y de cómo había soplado el viento de agosto. Un día en
que uno de estos hombres se acercó al Parral, cuando en la era desgranaban el
millo las mujeres y, cerca, el algodonal era flor de nevada, puse oídos. Aquel
hombre, que no sabía firmar y apenas si hilaba bien cuatro palabras en cada
oración, advirtió a mi padre: "Ara pronto y siembra tarde". Me dio
miedo. Cuando se fue, le pregunté a mi padre: "Es el de las
cabañuelas". ¿Qué era aquel misterio de las cabañuelas?
A mediados de septiembre, en un domingo de campo con unos
amigos, a la finca de la celebración llegó un hombre silencioso, un hombre de
respeto, un hombre de aire triste y despistado. Resultó ser un viejo pastor que
por allí cerca apacentaba su rebaño desde hacía medio siglo. Conocía a los
dueños de la finca y se acercó a tomar unos vinos. Cuando él llegó, yo estaba
diciendo que me parecía que septiembre se escaparía sin llover, y que eso me
daba miedo, que, para mí, septiembre marcaba el año. Yo siempre me he guiado
por septiembre. Aquel hombre me miró, movía entre sus labios un trozo de tallo,
y me dijo: "Espérese a ver qué dice la luna del 28. Y, si le sirve de
algo, prepárese para un invierno de diluvio". Me callé. Pero el 28 de
septiembre estuve atento. Y sentí miedo al oír sonar el chaparrón que cayó.
Hoy, cuando miro el pluviómetro, un día y otro, otro otro; una semana, otra; un
mes, otro..., me acuerdo de aquel viejo cabañuelista de mi infancia y del
pastor, el último hombre del tiempo que predijo este invierno que tenemos. Son
cálculos, lo sé. Pero algo tienen estos hombres años, experiencia, mucho
viento, mucha lluvia, muchas lunas dentro que aciertan muchas veces. Es cierto
que también erraron alguna vez, pero pudieron errar en un mes, nunca en toda su
predicción. En los yerros, la salida: "Me confundió la luna de
enero", "me lié con el solano"... Viejos sabios sin escuelas,
hombres de la tierra como la tierra misma. Hombres que, de tan hechos a la
intemperie, llevan dentro un ojo por el que ven, a distancia, el cosmos. Este
invierno ya algunos lo habían visto en septiembre. (Antonio García Barbeito)
TRADICIONES
ETNOASTRONÓMICAS DEL CAMPESINADO CANARIO: Según científicos del Instituto Astrofísico de Canarias
(IAC): “Se ha establecido la posible existencia de un complejo
“Venus-Lluvia-Ganado” que relaciona los movimientos de este planeta, con la
llegada de las lluvias y con la calidad del ganado y su abundancia. Quizás,
ésta sea la única práctica estudiada en la cultura tradicional canaria cuyo
origen podría remontarse a la época prehispánica (pre-colonial). A nuestro modo
de ver, esta práctica sería un vago recuerdo de antiguos cultos a la
fertilidad centrados en una divinidad femenina asociada a la “Estrella” Venus,
de los que aún existen paralelismos en el norte de África (tradición de la Tarenza) y que son
reminiscencias de los antiquísimos cultos mediterráneos de Ishtar, Astarté,
Afrodita, Venus, Tanit, Isis o Al Uzza (entre muchas otras) que, en muchos
casos, luego serían cristianizadas en la figura de la Virgen María, muy
invocada en sus diversas advocaciones en el Archipiélago Canario en el periodo
en que da comienzo la temporada de lluvias. Igualmente se ha determinado la
existencia posible de un complejo “Cabrillas-Lluvia-
Cabañuelas-Siembra” que se podría enmarcar dentro de un complejo más
general “Estrellas-Lluvia-Señas-Campo”, reconocido en varias islas, que
enraizaría directamente con costumbres ancestrales seguidas en la cuenca
mediterránea y regiones adyacentes desde hace miles de años. Dentro del
complejo “Estrellas-Lluvia-Campo”, se incluirían los sistemas asociados a otros
cuerpos celestes como el Camino de Santiago, la Gañanera, el Lucero y el
Arado, también claramente diferenciado pero no tan espectaculares como el
anterior.” (Belmonte y Saez de Lara 2001, del IAC)
ASTROLOGÍA: Ciencia
íntimamente ligada a la astronomía, con la que indudablemente en el pasado
formaron un solo cuerpo, es la astrología, una ciencia que a juzgar por los
indicios arqueológicos y por las indicaciones recogidas por la tamusni durante
generaciones posiblemente practicaron los sacerdotes Samarines y Guadameñes
guanches, por ello, creemos oportuno incluir en este capitulo una breve
reseña sobre la misma.
La mayor parte de los autodenominados
"astrólogos" de hoy día ignoran todo lo referido a la ciencia a la
que pretenden dedicarse y entre otras cosas, parece que no saben que la palabra
"zodíaco" significa "rueda de la vida". Estos astrólogos de
consumo, con una formación intelectual que, en el mejor de los casos, araña la
media de una sociedad
cientificista-positivista, pretenden sobresalir de la mediocridad del grupo al
que pertenecen, mediante la posesión de ciertos conocimientos adquiridos a
costa de penosos esfuerzos, en tristes academias o en sospechosas
organizaciones ambiguamente humanitarias.
Este personal (que se inmiscuye en la
vida privada de la gente sencilla, que recurre a ellos para que la oriente a
través de un horóscopo -o alguna otra mancia- o se le brinde alguna oportunidad
de salida en la horrible situación planteada por el medio socio-cultural en el
que han tenido que vivir) no tienen ningún nivel de conocimiento de ningún
tipo, al punto de que ignora totalmente la existencia de otros planos que no
sean los de la mínima realidad existencial psico-física, fenoménico-material, a
la que ellos se adscriben, y que "espiritualizan" mediante la
superstición, el engaño y la fantasía, en la tarea de agregar ilusión a la
ilusión, de presumir de poderes y conocimientos, y de manipular en su provecho
determinadas terminologías robadas y fuerzas nacidas de la sugestión más
grosera. Que la ilusión engendre la ilusión es algo que no debe ni puede
sorprender a nadie.
La astronomía, ciencia oficial, no deja
sin embargo de reconocer en sus orígenes una herencia astrológica más o menos
vergonzosa, algo ya superado pero que al mismo tiempo le da cierto status
jerárquico. Otro tanto acontece con la química en relación con la alquimia. La
verdad es que tanto química como astronomía son degradaciones de alquimia y
astrología. Las tradiciones antiguas incluían en la alquimia y la astrología a
la química y la astronomía, como partes de estas ciencias, en el aspecto
vinculado con la experiencia cuantitativa y el análisis empírico. Sólo esa
lectura parcial ha subsistido, aislada de sus principios y del contexto,
conformando las ciencias oficiales. Y esa misma degeneración de pensamiento -en
cuanto al nivel de lectura actual de las auténticas ciencias tradicionales-
existe también entre los entusiastas de la "astrología", denominando
de esta manera a ocultistas, espiritistas-espiritualistas, teosofistas,
parapsicólogos, hipnotistas, naturistas y brujos y "magos" de
distinto pelo.
Francisco García-Talavera y José M. Espinel Cejas
Primera edicion,1989.
No hay comentarios:
Publicar un comentario