Volumen V
CAPITULO XXV
MÉTODOS DE INVOCACIÓN AL FUEGO SAGRADO GUANCHE
Eduardo
Pedro García Rodríguez
La naturaleza nos enseña por
inducción que existen genios incorpóreos, y que los gérmenes del mal que se
encuentran en la materia odian el bien y sus utilidades, pero estos misterios
son los que deben sepultarse dentro de los más impenetrados lugares de la
mente, el fuego que siempre está agitado y centelleante dentro de la atmósfera
puede tomar una configuración semejante a la de los cuerpos, expliquémonos
mejor y apliquemos la existencia de un fuego repleto de imágenes y de ecos,
llamemos a este fuego: Una luz superabundante que inunda, que irradia,
que habla y que nos envuelve, es como el caballo fulgurante de Luz, o mejor,
como un niño de anchas espaldas que domestica y somete al caballo celeste, se
viste con una llama de oro y se presenta desnudo como el amor armado con
flechas, pero si tu meditación se prolonga reunirás estos emblemas en la figura
del león, entonces no se ve nada del recorrido de los cielos ni de la masa del
universo, los astros ya no brillan y la luz está velada, la Tierra tiembla y todo se
llena de relámpagos, entonces no se debe apelar al visible simulacro del alma
de la naturaleza, porque tú no debes verlo antes que tu cuerpo no esté
purificado con las necesarias pruebas, moldeando los espíritus y arrastrándolos
lejos de las sagradas fatigas, los perros de la tierra salen de los limbos
donde se acaba la materia y muestra ante las miradas mortales apariencias de
cuerpos siempre engañosos, trabaja alrededor los círculos de Magek, no cambies
nada de los nombres de la invocación, ya que estos son los nombres de la Diosa y están saturados por la adoración de una
multitud infinita, siendo su potencia inconmensurable, sólo entonces, después
de todos los fantasmas, verás como brilla el fuego sagrado atravesado por
flechas y que contiene toda la profundidad del mundo, escucha lo que te diga.
Es curioso observar que
los egipcios hayan asociado Amón (Amón) que significa: ‘cosa oculta’, con Ra el
dios solar, que precisamente es la cosa más visible que existe en la
naturaleza. He aquí lo que dice el filósofo hermético Saint-Baque de Bufor a
propósito de este tema: «El fuego celeste está representado por Júpiter, Zeus
en griego, y el fuego central está representado por Vulcano; los dos proceden
de una misma raíz, ya que Vulcano, antes de ser precipitado sobre la tierra,
estaba en los cielos. Así pues, debe concluirse que el fuego central procede
del fuego vital celeste a causa de la circulación eterna que Dios ha impuesto a
este último y que, por lo tanto lo que está arriba es como lo que está abajo».
Al dios Amún podría corresponderle esta sentencia: “dios, el fuego secreto que
suscita los universos, que los mantiene y que los consume”. (El Mensaje
Reencontrado,)
El poder magnético del elemento ígneo dentro del corazón no puede
ser negado por ninguna inteligencia o poder del sacro fuego en ningún reino
humano o divino. Nosotros podemos adelantar basándonos en la premisa de que la
conquista está asegurada. El método y la forma por la cual este fuego sagrado
puede ser atraído, enfocado, moldeado y dirigido, se diferencia de acuerdo con
el adelanto del estudiante, al igual que el del rayo natural al cual pertenece
y de los requisitos necesarios por la hora en que se encuentra en referencia a
los eventos locales, nacionales o mundiales.
Para poder desarrollar los poderes de invocación dentro de él
mismo, el individuo debe primeramente reconocer que dentro de su corazón está
localizado el rayo de la
Presencia y poder de la Diosa, el cual contiene dentro de sí el patrón de
su futura grandeza, como la semilla contiene dentro de sí el patrón de la
futura flor.
Este foco dentro del corazón es conocido como la llama tripartita
de la vida. En su estado durmiente se conoce como una chispa de divinidad, pero
cuando el individuo consciente llega al sendero, esta pequeña chispa toma la
forma de la presencia de la
Diosa o de Magek (en su forma terrenal) en miniatura y
empieza a crecer y a expandirse en tamaño hasta que finalmente emerge desde su
célula sellada en la cual ha morado y toma el mando de su cuerpo físico como la
majestuosa Presencia y poder de Magek. Este es el segundo nacimiento al cual se
refiere tantas veces las enseñanzas espirituales del pasado.
El reconocimiento y la aceptación de esta Presencia de la Diosa dentro del corazón y
la convicción y el sentir que a través de esa Presencia y de la Autoridad de su Poder se
puede invocar y atraer de cualquier parte del universo el poder o los poderes
espirituales que sean necesarios para prestar la asistencia en el medio
ambiente en el cual él está al presente funcionando, hace al individuo un ministro
del Fuego Sagrado
el cual es capaz, mediante su eficacia, de incrementar, invocar y dirigir la
presencia flameante para el estímulo de sus hermanos y para la liberación total
de la vida.
La
naturaleza nos enseña por inducción que existen genios incorpóreos, y que los
gérmenes del mal que se encuentran en la materia odian el bien y sus
utilidades, pero estos misterios son los que deben sepultarse dentro de los más
impenetrados lugares de la mente, el fuego que siempre está agitado y
centelleante dentro de la atmósfera puede tomar una configuración semejante a
la de los cuerpos, expliquémonos mejor y apliquemos la existencia de un fuego
repleto de imágenes y de ecos, llamemos a este fuego: Una luz
superabundante que inunda, que irradia, que habla y que nos envuelve, es como
el caballo fulgurante de Luz, o mejor, como un niño de anchas espaldas que
domestica y somete al caballo celeste, se viste con una llama de oro y se
presenta desnudo como el amor armado con flechas, pero si tu meditación se
prolonga reunirás estos emblemas en la figura del león, entonces no se ve nada
del recorrido de los cielos ni de la masa del universo, los astros ya no
brillan y la luz está velada, la
Tierra tiembla y todo se llena de relámpagos, entonces no se
debe apelar al visible simulacro del alma de la naturaleza, porque tú no debes
verlo antes que tu cuerpo no esté purificado con las necesarias pruebas,
moldeando los espíritus y arrastrándolos lejos de las sagradas fatigas, los
perros de la tierra salen de los limbos donde se acaba la materia y muestra
ante las miradas mortales apariencias de cuerpos siempre engañosos, trabaja
alrededor los círculos de Magek, no cambies nada de los nombres de la
invocación, ya que estos son los nombres de la Diosa y
están saturados por la adoración de una multitud infinita, siendo su potencia
inconmensurable, sólo entonces, después de todos los fantasmas, verás como
brilla el fuego sagrado atravesado por flechas y que contiene toda la
profundidad del mundo, escucha lo que te diga.
"Yo concientemente entro y moro dentro del corazón del Fuego Sagrado;
el verdadero Centro de mi Ser".
"Yo Soy la
Presencia de la
Diosa dentro del Corazón del Fuego Sagrado y Yo Hablo y
Comando con Autoridad".
Hay un Sagrado Fuego en el mundo que arde con la llama de la
eternidad.
En este sagrado fuego los kankus y los hombres sabios antiguos
vieron la manifestación suprema de la
Diosa.
"Nuestra Diosa Madre Chaxiraxi es un fuego consumiendo"
se recoge en la tamusni.
Es verdad, este fuego consume, pero, ¿qué consume? Todo lo que es
mortal, físico y malvado.
Cuando ese fuego actúa en el mundo, algunas personas se queman,
otras se funden, y todavía otras vienen a la vida y resucitan.
Todas las grandes almas inmortales que vienen de la Diosa Madre llevan este sagrado
fuego dentro de ellos. Dondequiera que ellos van al universo ilimitado, ellos
trabajan con su ayuda.
Y todas esas almas tienen uno y la misma concepción de ella: el
Fuego Sagrado es el fuego del Amor. El amor contiene el fuego sagrado en el que
la vida está oculta.
Por consiguiente, donde el
Fuego Sagrado está quemando, el amor se manifiesta, la vida inmortal se
manifiesta y los frutos del Espíritu crecen y maduran. Este fuego llena todo el
espacio porque es el que sostiene la vida.
También, este fuego quema dentro del hombre. Y mientras está ardiendo dentro de él, el hombre es saludable
y alegre. Todo dentro de él es armonioso - el metabolismo, la circulación de la
sangre, y la respiración. Los sentimientos son buenos, los pensamientos son
buenos, y los hechos son correctos.
El Fuego Sagrado crea calor agradable al hombre. Cuando ese fuego
quema, el hombre tiene un sentimiento de bienestar, de armonía y reina la paz
dentro de él.
Si esta paz desaparece del
espíritu del hombre, indica que él ha perdido el Fuego Sagrado y ha
entrado en el fuego ordinario. Y el fuego ordinario quema - forma la fume, el
hollín, y las cenizas.
No hay absolutamente
humo en el Fuego Sagrado. Crea calor moderado agradable del que la vida
fluye.
Por consiguiente, cuando el Fuego Sagrado arde en el
hombre, el descontento, la duda y la opresión huyen de él. Si el descontento
más débil o la indisposición aparecen en el hombre, ésta es una señal que él
está fuera del fuego sagrado.
Absolutamente dentro del Fuego Sagrado, todos los
pensamientos, los sentimientos, y los deseos son armoniosos. Entonces el hombre
siente lo que se llama la beatitud celestial.
Y de hecho, el hombre no puede tener ninguna paz dentro de él sin
el Fuego Sagrado. Sin él, es inconcebible para el hombre tener la racionalidad.
Sin él, el amor, la fe, la esperanza, la misericordia y la humildad son
inconcebibles. Para abreviar, la manifestación de cualquier virtud es imposible
sin el fuego sagrado.
Todas las virtudes crecen y desarróllense dentro
del fuego sagrado. Sin él, nada puede crecer.
Por consiguiente, el hombre no puede vivir una vida buena en la que las virtudes se manifiestan, si el Fuego Sagrado no arde dentro de él.
Por consiguiente, el hombre no puede vivir una vida buena en la que las virtudes se manifiestan, si el Fuego Sagrado no arde dentro de él.
No hay
necesidad para el hombre encender el fuego sagrado. Él sólo debe aprender a
guardarlo ardiendo dentro de sí. Por sí
mismo este fuego no se consume nunca. El es fe, es el amor, es la esperanza, es
el conocimiento, es la sabiduría, es la verdad que causa el Fuego Sagrado para
continuar quemando en el hombre.
El mundo invisible ahora obra a través de este fuego. Usa
este fuego como el más poderoso medio purificador del hombre y de la tierra.
La tierra ya está entrando
en una nueva esfera en la que la materia existe en un estado virgen. Aquí todas
las cosas se purificarán y se reorganizarán. El fuego que empieza a actuar en
la tierra, encenderá esta materia, y la purificara y la transformara, para que
sea satisfactoria para responder a los más intensos impulsos de la nueva vida.
Todo lo que soporta las corrientes poderosas del Fuego Divino
permanecerá para ser usado en la vida, pero qué no puede soportar la intensidad
de esta ola ardiente se tirará como carbonilla innecesaria. En el espacio hay
también los cauces a través de los que la suciedad y el trozo de la vida se
tiran a fuera.
Por supuesto, ningún
instrumento podría medir la temperatura de este fuego. Es más alto que la
temperatura de la Sol.
Sólo este fuego puede
purificar a los corazones y las mentes de los hombres y preparar la tierra para
el florecimiento de una nueva cultura. Sólo después de que la tierra pase a
través de este fuego - y eso será dentro de mucho tiempo - ella entrara en una
nueva época.
La que es verdadero para la tierra y la humanidad como un
todo colectivo, también lo es para el hombre individual. La nueva vida no puede
empezar para él hasta que el Fuego Sagrado se enciende en su alma.
Pero una vez que el Fuego Sagrado arda dentro de él, él desarrollará un atractivo
magnético que irradiará paz para todos,
y las personas serán amables a él.
Piense sobre el Fuego
sagrado en que la Diosa Madre
Chaxiraxi se manifiesta: Piensa sobre el Fuego Sagrado que todos los espíritus
perfeccionados: llevan dentro de ellos, y guárdenlo ardiendo. Mantén ese fuego
ardiendo, porque de esa manera tú sostiene tu vida misma.
Hay un punto en la metafísica que debe ser común, el cual es el hálito de vida que viene de la Diosa Madre. La nombramos Llama Trina, la misma es un fuego sagrado que proviene de la Diosa y se instala en el corazón, en un lugar que denominamos la cámara secreta del corazón.
Muchas veces se ha preguntado no se la detecta con la cirugía o el
bisturí, debemos aclarar que la misma desaparece no por extinción, si no por
trasladarse al cuerpo cósmico que es la energía intermediaria existente entre
la parte individualizada de la
Diosa llamada Divina Presencia en nosotros y el cuerpo
físico.
Primero, afirmamos que la Llama Trina o
Llama Triple, (según el grupo espiritual) son
tres Llamitas de unos tres milímetros
de altura, que está en lo que llamamos “la
cámara secreto del corazón” porque está situado
en ese lugar, pero nadie que no esté en
condiciones la va a ver.
Estas energías que llamamos plumas son por su forma y tienen tres
colores distintos, el azul, el amarillo dorado y el rosado: la de color azul y
que está ubicado en el lado izquierdo ancla en el hombre la fuerza de voluntad
y la fe de la Diosa-Madre, la fuerza a la
determinación divina para desarrollar nuestro plan divino en nuestras
encarnaciones a través de nuestros cuerpos inferiores.
La llama amarilla dorada, ancla en nosotros la inteligencia
discriminadora, la sabiduría, la iluminación y la mente de la Diosa-Madre Chaxiraxi.
La llama rosada ancla en nosotros el amor, la compasión, la
misericordia, ternura y gracia de la
Diosa y Espíritu Divino, así como poner en práctica el plan
divino de acción.
El lugar donde se instala la llama trina que hemos denominado la Cámara Secreta del
Corazón está unida al corazón de la
Diosa por medio del poderoso color plateado que nos une a
Ella, el cual es un cordón lleno de luz que desciende de nuestra Divina
Presencia y pasa a través de nuestro Yo cósmico, la figura intermedia que nutre
la presencia y el hombre.
Animamos a nuestros hermanos a que reciten diariamente este
Decreto para mantenerse unido a Nuestra Diosa-Madre Chaxiraxi:
¿Razones y motivos?: Sencillamente porque no
es física, ¿qué quiere decir esto?
Que todo en el Universo está vibrando,
TODO, eso sí en diferente frecuencia vibratoria.
Si tú tomas una piedra imán, la mira, todo el
día, y solo es una piedra, pero si tu le
aproxima algo férreo, lo atrae, es un campo magnético,
el cual no se ve, pero existe.
La Llama trina, está en ese lugar
porque entre otras cosas hace funcionar el
corazón, es como un control remoto que tiene la Jerarquía Espiritual,
o Diosa, para decir, “ Hasta aquí no mas” y la
persona, “muere”, es decir que el campo
magnético o áurico (del aura) se desprende y va
a "morar" en el seno de Magek. Entonces vemos
que no es físico visible, pero sí es físico invisible,
porque la frecuencia vibratoria en la cual está
vibrando no es captada por el aparato ocular de
las personas. Si, es visible para las
personas que están “capacitadas”, con relación
a las sutilezas de sus cuerpos
invisibles.
Cuando una persona se dedica a espiritualizarse, qué
significa? que va dejando de lado todas las
cosas groseras, sus sentimientos cambian de grosero a
sutil, los sentimientos y los pensamientos hacen o
manifiestan o representan, la conciencia del individuo, al
ser mas sutil, eleva la frecuencia vibratoria de su aura,
y entonces ve cosas que las
otras personas que están en lo grosero no ven.
Te aclaro mas, Es físico pero invisible, como
es el pensamiento, el sentimiento, la memoria, cada una de
estas acepciones representa un “cuerpo” en este caso
invisible.
Yo Soy la Luz del Corazón
brillando en las tinieblas
del Ser
y convirtiendo todo en el
Dorado tesoro
de la Mente de Chaxiraxi.
Proyecto mi amor ahora
hacia el mundo afuera
para borrar todo los errores
y derribar todas las
barreras.
YO SOY el Poder del Amor
infinito
amplificándose así mismo
hasta que sea victorioso
por los siglos de los siglos.
ORACIÓN AL FUEGO SAGRADO:
Amada Presencia de Magek "YO SOY", y todos aquellos que
servimos a tus designios, a mí y a todo individuo que pertenece a las
evoluciones de la Tierra
que todavía no hayan ascendido, en un gigantesco pilar flamígero de la Llama de la liberación del
Fuego Sagrado, con todo el Poder Cósmico Transmutador doblado cada instante de
cada hora. Haz que este foco sea eternamente sostenido, todo poderosamente
activo, y siempre en expansión alrededor de todos, de día y de noche,
despiertos o dormidos; transmutando la causa y núcleo de todos los récord
etéricos destructivos y todos los errores humanos, causas, efectos, récords y
memorias, en paz, salud, felicidad y el ilimitado suministro de toda cosa buena
que como Diosa determines que todas tus creaciones gocen desde el principio.
Conscientemente acepto esto hecho ¡ahora mismo con la plenitud del
poder! (José Ignacio Rigoni).
EL
MILAGRO DEL FUEGO SANTO EN JERUSALÉN:
Según
Recoge el escritor Niels Christian Hvidt: la liturgia de la Pascua, de las diferentes
denominaciones Cristianas, se celebra en fechas muy distantes entre ellas. Para
los ortodoxos, el Domingo de Pascua es el domingo 5 de mayo.
“El Sábado Santo, los creyentes
cristianos se reúnen, en grandes multitudes, en la Iglesia del Santo
Sepulcro. Ya que en este día, baja Fuego del Cielo y enciende las lámparas en la Iglesia”.
Esto es lo que se lee en uno de los
muchos itinerarios de la Pascua
en Tierra Santa.
“El Milagro del Fuego Santo” es
conocido, por los Cristianos de las Iglesias Ortodoxas, como “El más grande de
todos los milagros Cristianos”. Tiene lugar cada año, a la misma hora, de la
misma manera, y en el mismo lugar. No se conoce de ningún otro milagro que
ocurra, de manera tan regular, y por un período de tiempo tan extenso. Se puede
lee acerca de él en fuentes tan antiguas, como las del siglo octavo después de
Cristo. El milagro ocurre en La
Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, la cual es, para
millones de creyentes, el lugar más sagrado sobre la Tierra. La Iglesia del
Santo Sepulcro es un sitio enigmático, en sí mismo. Los teólogos, historiadores
y arqueólogos consideran que la
Iglesia contiene tanto el Gólgota, la pequeña colina en la
cual Jesucristo fue crucificado, como la “tumba nueva”, cerca del Gólgota, que
recibió Su Cuerpo Muerto, como se lee en los Evangelios. Es en este mismo punto
que los cristianos creen que Él resucitó de entre los muertos.
Uno puede rastrear el milagro, a través
de los siglos, en los muchos itinerarios de Tierra Santa.
El abad ruso Daniel, en su itinerario,
escrito en los años 1106 y 1107, presenta el “Milagro de la Luz Santa”, de una
manera muy detallada, así como las ceremonias que lo enmarcan. Él recuerda cómo
el Patriarca entra en la capilla-Sepulcro (la Anastasis), con dos
velas apagadas. El Patriarca se arrodilla frente a la piedra, sobre la cual
Cristo fue colocado después de Su Muerte, y dice ciertas oraciones, después de
las cuales ocurre el milagro. La
Luz emana desde el centro de la piedra: una Luz azúl
indefinible, que después de un tiempo, enciende las lámparas de aceite
apagadas, al igual que las dos velas del Patriarca. Esta Luz es “El Fuego Santo”,
y se propaga a todas las personas presentes en la Iglesia. La ceremonia
del “Milagro del Fuego Santo” es, tal vez, la ceremonia Cristiana, más antigua
e ininterrumpida en el mundo. Desde el siglo cuarto después de Cristo, hasta
nuestros días, diversas fuentes hablan del asombroso milagro. Por lo escrito,
en estas fuentes, es claro que el milagro ha sido celebrado en el mismo punto,
en el mismo día de Pascua, y en el mismo esquema litúrgico, a través de todos
estos siglos. Uno se puede preguntar, si esto ocurrirá también en el año 1998.
Con el fin de averiguarlo, viajé a
Jerusalén para estar presente en la ceremonia, en la cual el Milagro del Fuego
Santo ocurre, y puedo dar testimonio de que no solo ocurrió en la antigua
Iglesia, y durante toda la
Edad Media, sino también el 18 de abril de 1998. El Patriarca
Griego Ortodoxo de Jerusalén, Diódoro I, es el hombre que, cada año, entra al
Sepulcro para recibir el
Fuego Santo. Él ha sido el Patriarca de
Jerusalén, desde 1982 y, por lo tanto, es el testigo clave del milagro.
Previamente a la ceremonia de este año, el Patriarca me recibió, en audiencia
privada, donde tuve la oportunidad de hablar con él acerca del milagro, con el
fin de saber, exactamente, qué sucede en el sepulcro, y qué significado
personal tiene el milagro para él, en su vida espiritual. Además, por su
intervención, fui admitido a los balcones en el domo de la Iglesia del Santo
Sepulcro, desde donde tuve una buena vista de la gran cantidad de gente que se
había reunido alrededor del Sepulcro, en anticipacioó al “Gran Milagro del
Fuego Santo”.
¿Pero, qué exactamente, sucede en la Iglesia del Santo Sepulcro
el Sábado de Pascua?. ¿Por qué tiene tal impacto en la Tradición Ortodoxa?.
¿Por qué parece que nadie sabe del milagro, en los países protestantes y
Católicos?
El milagro ocurre cada año en el
Sábado de la Pascua
Ortodoxa. Hay muchos tipos de Cristianos Ortodoxos: Sirios,
Armenios, Rusos y Griegos Ortodoxos, al igual que Coptos. Tan solo en la Iglesia del Santo
Sepulcro, hay 7 distintas denominaciones Cristianas. La fecha de la Pascua Ortodoxa se
determina de acuerdo al Calendario Juliano, y no en base al Calendario
Gregoriano de Europa Occidental, lo que significa que su Pascua, normalmente,
ocurre en una fecha distinta a la fecha de la Pascua Protestante
y la católica.
Desde que Constantino, el Grande,
construyó la Iglesia
del Santo Sepulcro, a mediados del siglo cuarto, ha sido destruida muchas
veces. Los Cruzados construyeron la
Iglesia que vemos, hoy en día. Alrededor del Sepulcro de
Jesús fue erigida una pequeña capilla con dos cuartos: uno pequeño frente al Sepulcro,
y el a propio Sepulcro, en donde no caben más de cinco personas.
Esta capilla es el centro de los
acontecimientos hechos milagrosos, y el estar presente en la celebración, justifica,
totalmente, el término “acontecimiento”, ya que la Iglesia del Santo
Sepulcro, no se llena de esa manera, en ningún otro día del año. Si uno desea
entrar, tiene que calcular seis horas de formar fila. Cada año, cientos de
personas no pueden entrar debido a las multitudes. Acuden peregrinaciones de
todas partes del mundo, la mayoría de Grecia, pero en años recientes, ha
aumentado el número de asistentes rusos, y de lo que eran los países de Europa
Oriental.
Con el fin de estar tan cerca del
Sepulcro, como sea posible, las peregrinaciones acampan alrededor de la Capilla-Sepulcro,
esperando desde la tarde del Viernes Santo, en anticipación a la maravilla del
Sábado Santo. El milagro ocurre a las 2.00 P.M. pero, desde las 11.00 A.M., la Iglesia está completamente
llena.
Desde las 11:00 A.M., y hasta la 1 P.M.,
los árabes Cristianos entonan cantos tradicionales, a todo pulmón. Estos cantos
datan de los tiempos de la ocupación turca, de Jerusalén en el Siglo 13, un
período, en el cual, a los Cristianos no se les permitía cantar sus cantos, en
ninguna parte, más que en las Iglesias. "Somos los Cristianos, lo hemos
sido por siglos, y esto seremos por siempre. ¡Amén!", cantan, fuertemente,
acompañados por el sonido de tambores. Los músicos que tocan los tambores, se
sientan sobre los hombros de otros, quienes danzan alrededor de la Capilla del Sepulcro.
Pero, a la 1:00 P.M., las canciones se terminan, y hay silencio, un silencio
tenso y electrificado, por la anticipación de la gran manifestación del Poder
de Dios que todos están a punto de atestiguar.
A
la 1:00 P.M., una delegación de las autoridades locales, atraviesan por la
multitud. Aunque estos oficiales no son cristianos, son parte de las
ceremonias. En los tiempos de la ocupación turca de Palestina, eran turcos
Musulmanes, hoy son israelíes. Durante siglos, la presencia de estos oficiales
ha sido una parte integrante de la ceremonia. Su función es la de representar a
los romanos, en tiempos de Jesús. Los Evangelios hablan de los romanos que
fueron a sellar la Tumba
de Jesús, para que Sus Discípulos no robaran Su Cuerpo, y dijeran que había
resucitado.
De la misma manera, las autoridades
israelíes, este Sábado de Pascua, acuden y sellan el Sepulcro, con cera. Antes
de que sellen la puerta, es costumbre que entre al Sepulcro a revisar que no
haya ninguna fuente oculta que, fraudulentamente, pudiera producir el milagro
del fuego. Tal y como los romanos estuvieron presentes para garantizar que no
hubiera manipulación después de la muerte de Jesús, ahora, las autoridades
locales israelíes se encuentran aquí para garantizar que no haya engaño en
1998.
Cuando el Sepulcro ha sido revisado y
sellado, la Iglesia
entera canta el Kyrie Eleison (Señor, ten misericordia). A la 1:45 P.M., el
Patriarca entra en escena. Al final de una gran procesión, rodea el Sepulcro
tres veces, después de lo cual, es desvestido de sus vestiduras litúrgicas
reales, llevando solo su alba blanca, una señal de humildad frente a la gran
Potencia de Dios, de la cual, va a ser el testigo clave. Todas las lámparas de
aceite han sido apagadas la noche anterior, y ahora, toda la luz artificial se
apaga, de manera que, la mayoría de la Iglesia está envuelta en la oscuridad. Con dos
grandes velas, el Patriarca entra a la Capilla del Santo Sepulcro: primero al pequeño
cuarto frente al Sepulcro, y de ahí, al Sepulcro Mismo.
No es posible seguir los hechos dentro
del Sepulcro, así,
preguntado el Patriarca de Jerusalén, Diódoro I, acerca del centro de los
acontecimientos responde:
"Entro al Sepulcro, y me arrodillo,
en santo temor, frente al lugar donde Cristo yacía después de Su Muerte, y
donde Él resucitó, de entre los muertos. Orar en el Santo Sepulcro, en sí
mismo, es siempre para mí, un momento muy sagrado, en un lugar muy sagrado. Es
aquí, donde Él resucitó, con Gloria, y es de aquí, desde donde Él propagó Su
Luz al mundo. Juan, el Evangelista, escribe en el primer capítulo de su
Evangelio, que Jesús es la Luz
del Mundo. Al arrodillarnos frente al lugar donde Él resucitó de los muertos,
somos partícipes de la cercanía inmediata de Su Gloriosa Resurrección. Los
Católicos y los Protestantes llaman a esta Iglesia,”La Iglesia del Santo Sepulcro”.
Nosotros la llamamos “La
Iglesia de la
Resurrección”. La Resurrección de Cristo, para nosotros, los
Ortodoxos, es el centro de nuestra fe. En Su Resurrección, Cristo ha ganado la
victoria final sobre la muerte, no solo Su Propia Muerte, sino la muerte de
todos aquéllos que permanecerán cerca de Él".
“No creo que sea coincidencia que el
Fuego Santo llegue, exactamente, en este punto. En Mateo 28,3, se dice que
cuando Cristo resucitó de entre los muertos, vino un ángel, vestido de una Luz
temerosa. Creo que la Luz
sorprendente que envolvía al ángel, en la Resurrección del
Señor, es la misma Luz que aparece, milagrosamente, cada Sábado de Pascua.
Cristo quiere que recordarnos que Su Resurrección es una realidad, y no sólo un
mito. Él, realmente, vino al mundo, con el fin de dar el Sacrificio necesario,
a través de Su Muerte y Resurrección, para que el hombre pudiera ser reunido
con Su Creador.”
“Busco mi camino, a través de la
oscuridad, hacia la cámara interna, en la cual, caigo de rodillas. Aquí, digo
ciertas oraciones que nos han sido dadas a través de los siglos y, habiéndolas
dicho, espero. Algunas veces, espero unos cuantos minutos, pero, normalmente,
el milagro ocurre inmediatamente después de que he dicho las oraciones. Desde
el centro de la misma piedra, en la cual Jesús yació, surge una Luz
indefinible. Generalmente, tiene un tinte azúl, pero el color puede cambiar y
tomar muchos matices diferentes. No puede ser descrita en términos humanos. La Luz se eleva de la piedra,
como la niebla se eleva de un lago. Parece que la piedra estuviera cubierta por
una nube, pero es Luz. Cada año, esta Luz se comporta de manera diferente.
Algunas veces cubre solamente la piedra, mientras que otras veces, ilumina todo
el Sepulcro, para que las personas que están paradas afuera de Él, puedan verlo
lleno de esta Luz. La Luz
no quema. En los dieciseis años que he sido Patriarca, en Jerusalén, y he
recibido el Fuego Santo, nunca se me ha quemado la barba. La Luz es de una consistencia
distinta al fuego normal que arde en una lámpara de aceite.”
“En cierto momento, la Luz se eleva y forma una
columna, en la cual el Fuego es de una naturaleza diferente, por lo que puedo
encender mis velas de Él. Una vez que recibí la Llama en mis velas, salgo y
doy el Fuego, primero al Patriarca Armenio, y luego, al Copto. Después, doy la Llama a todas las personas
presentes en la Iglesia”.
“Cada
año, el milagro me conmueve, con la misma intensidad. Cada vez, es un paso más
hacia mi conversión. Personalmente, es un gran consuelo contemplar la Fidelidad de Cristo
hacia nosotros, la cual Él demuestra al darnos la Santa Llama, cada año,
a pesar de nuestras fragilidades y fallos. Experimentamos muchas maravillas en
nuestras Iglesias, y los milagros no son nada raro para nosotros. Sucede a
menudo, que los íconos lloran, cuando el Cielo quiere mostrar su cercanía con
nosotros. También tenemos santos, a quienes Dios les da muchos dones
espirituales. Pero ninguno de estos milagros tiene un significado, tan
penetrante y simbólico para nosotros, como el milagro del Fuego Santo. El
milagro es casi como un Sacramento. Hace la Resurrección de
Cristo presente, como si hubiera muerto, sólo hace algunos años”.
Mientras el Patriarca está dentro de la
capilla, arrodillado frente a la piedra, afuera hay oscuridad, pero no
silencio. Se escucha un fuerte murmullo, y el ambiente está muy tenso. Cuando
el Patriarca sale con las dos velas encendidas, que resplandecen, brillantes,
en la oscuridad, un grito de júbilo resuena en la Iglesia, comparable solo
al grito de gol en una partido de fútbol.
El milagro no se limita a lo que
ocurre dentro del Pequeño Sepulcro, donde el Patriarca ora. Lo que es más
significante es, que se ha documentado que la Luz azúl aparece fuera del Sepulcro.
Cada año, muchos creyentes dicen que
esta Luz milagrosa, por sí misma, enciende las velas que ellos sostienen en sus
manos. Todos en la Iglesia
esperan, con velas, con la esperanza de que éstas se enciendan espontáneamente.
A menudo, las lámparas de aceite cerradas, se prenden por sí mismas, ante los
ojos de los peregrinos. Se ha visto a la Llama azul, moverse en diferentes lugares de la Iglesia. Varios
testimonios firmados por los peregrinos, cuyas velas se prendieron
espontáneamente, testifican la validez de estos hechos. La persona que, a
cierta distancia del Sepulcro, experimenta el milagro de ver su vela encendida,
o el ver la Luz
azul, generalmente, se va de Jerusalén cambiado, y para todos los que
asistieron a la ceremonia, siempre hay un "antes y después" del
Milagro del Fuego Santo en Jerusalén.
Uno se puede preguntar por qué el
Milagro del Fuego Santo es casi desconocido en Europa Occidental. En las áreas
Protestantes, en cierta forma, se puede explicar por el hecho de que no hay una
verdadera tradición para los milagros. La gente no sabe como clasificarlos, y
éstos casi no se publican en los periódicos. Pero, en la tradición Católica
existe un gran interés por los milagros. Entonces, ¿por qué casi no se conoce?.
Sólo una explicación es suficiente: la política en la Iglesia católica. Sólo las
Iglesias Ortodoxas asisten a la ceremonia, enmarcando el milagro. Sólo ocurre
en la fecha de la
Pascua Ortodoxa, y sin la presencia de las autoridades
Católicas. Para ciertos ortodoxos, esta evidencia es prueba de la noción de que
la Iglesia Ortodoxa
es la única Iglesia legítima de Cristo, en el mundo, y esta aseveración,
obviamente, puede ocasionar ciertas inquietudes, en los círculos Católicos.
Como con cualquier otro milagro, hay
personas que creen que esto es un fraude, y solamente una obra maestra de
propaganda Ortodoxa. Creen que el Patriarca tiene un encendedor dentro del
Sepulcro. Estas críticas, sin embargo, se enfrentan a un número de problemas.
Las cerillas, y otros instrumentos para encender fuego, son inventos recientes.
Hasta hace sólo algunos cientos de años, encender un fuego era una tarea que
requería mucho más tiempo, que los pocos minutos que el Patriarca está dentro
del Sepulcro. Tal vez, se podrá decir que él tiene una lámpara encendida
adentro, de la cual él enciende las velas, pero las autoridades locales
confirman haber revisado el Sepulcro, y no encontraron ninguna luz dentro.
Sin embargo, los más grandes
argumentos contra un fraude, no son los testimonios de los distintos
patriarcas. Los retos más grandes, que confrontan los críticos, son los
miles de testimonios independientes de los peregrinos, cuyas velas fueron
encendidas espontáneamente, frente a sus ojos, sin ninguna explicación posible.
De acuerdo con nuestras investigaciones, nunca ha sido posible filmar el
momento en que las velas, o las lámparas de aceite se encienden por sí mismas.
Sin embargo, tengo una cinta filmada por un joven ingeniero de Belén, Souhel
Nabdiel. El señor Nabdiel ha estado presente en la ceremonia del Fuego Santo,
desde su niñez. En 1996, se le pidió que filmara la ceremonia desde el balcón del
domo de la Iglesia.
Junto a él, en el balcón, estaban una religiosa y otros
cuatro creyentes. La religiosa estaba a la derecha de Nabdiel. En el video, se
observa que él filma hacia abajo, enfocando a las multitudes. En cierto punto,
todas las luces se apagan, es el momento que el Patriarca entra al Sepulcro, y
toma el Fuego Santo. Mientras, el se encuentra todavía dentro del Sepulcro, se
escucha, de repente, un grito de sorpresa y asombro, de la religiosa parada
junto a Nabdiel. La cámara empieza a moverse, mientras se escuchan las voces
agitadas de las otras personas presentes en el balcón.
Entonces, la cámara gira a la
derecha, siendo posible contemplar el motivo de la emoción. Una gran vela,
sostenida por la religiosa rusa, se enciende frente a todas las personas ahí
presentes, antes de que el Patriarca salga del Sepulcro. Con manos temblorosas,
ella sostiene la vela, mientras una y otra vez, hace la señal de la Cruz, asombrada por el
milagro que ha atestiguado. Este video parece ser lo más cercano a una
filmación del milagro.
Este milagro, como muchos otros, están
rodeados de factores inexplicables. Como dijo el Arzobispo de Tiberias,
Alexios, cuando me encontré con él en Jerusalén:
“El
milagro nunca ha sido filmado, y probablemente, nunca lo será. Los milagros no
pueden ser probados. Se requiere fe para que un milagro traiga fruto en la vida
de una persona, y sin esteacto de fe, no hay milagro, en sentido estricto. El
verdadero milagro, en la tradición Cristiana, tiene un solo propósito: extender
la Gracia de
Dios a la creación, y Dios no puede extender Su Gracia, sin fe por parte de Sus
Criaturas. Por lo tanto, no puede haber milagro sin fe.” Niels Christian Hvidt,
1998.
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