LA DIOSA
MADRE EN LAS ISLAS
CANARIAS
Volumen V
CAPITULO XXII-II
LUGARES
DE CULTO Y ASTRONOMICOS DEL PUEBLO GUANCHE
Eduardo Pedro García Rodríguez
Otro de los santuarios más
significativos en la isla de Tamarant lo es sin duda el de Bentaiga, lugar
donde los Canarii prestaron una heroica resistencia a los invasores españoles.
”Llegaron a la Montaña de Bentaiga, que es
de tierra muy roja á modo de almagre y encima tiene una fábrica admirable
de la Naturaleza
que es un peñón de riscos muy altos y pendientes en torno con una subida a lo alto muy
peligrosa, tiene al pie muchas cuevas y caseríos con cantidades de huesos de
gentiles a modo de sepultura, y una fuente de buena agua aunque es poca sale
corriente a fuera.” (Marín de Cubas, 1993:160)
En la isla de
Tenerife, existen diversos templos al
aire libre consagrado a la Diosa,
uno de los más significativos de
Canarias está ubicado en Taganana. El macizo de Naga o Anaga,
este lugar que conjuntamente con el de Teno son las formaciones
geológicas más antiguas de la isla, contiene varios lugares de culto dedicados
a la Gran Diosa-Madre,
entre ellos debemos destacar el templo dedicado a la Diosa Tanit
denominado por algunos estudiosos como “Piedra de los escalones”. El Altar está
compuesto de un ciclópeo bloque rectangular de Toba roja, en él se
encuentran profusamente grabados los símbolos representativos de la Diosa Tanit, entre
ellos, destaca uno de los símbolos de la Diosa, denominado por algunos estudiosos como “botella”
así como varias escaleras y cruciformes, además hay en la parte superior del
altar excavadas varias cazoletas con canalillos que desaguan en dirección al
mar, a pesar de que éste se encuentra a varios kilómetros de distancia.
El lugar donde se encuentra situado el
adoratorio es de muy difícil acceso, desde él, se divisa una amplísima
panorámica de todo el valle de Taganana así como un amplio sector del
mar[1].
Indudablemente
a este Santuario acudirían a hacer sus libaciones en honor de la Diosa las Sacerdotisas o maguadas anaguenses desde sus casas de recogimiento
situadas en Acadan, Azaten y Tezegid, y desde aquí partirían
cuando las circunstancias lo demandasen en romería hacia la playa de Pachilla donde realizaban
el ritual en petición de lluvias.
Consideramos oportuno resaltar como curiosidad que el
topónimo Naga tiene sus homónimos en diversos países asiáticos y del
continente, así podemos localizarle en: Wkayama, Japón; en Filipinas hay cinco
localidades con este nombre, en Egipto está la localidad de gran importancia
arqueológica de Dra Abu el- Naga, además de Camerún; Chad; Ghana, y
Guinea-Bissau. Así mismo, la nomenclatura de pos-conquista Anaga,
también tiene sus homónimos en Barkina Faso, Hyogo, Japón, y como Anabaga en
Chad, y Ankaga en Malí.
El investigador español Arnay y otro publicaron
recientemente un artículo en torno a la posibilidad de que el primitivo pueblo
guanche tuviese conexiones con la denominada religión de la puerta, el artículo
en sí, no aporta nada nuevo a las investigaciones en curso, no obstante,
tomamos algunas referencias sobre algunas traducciones que los autores realizan
en torno a determinados topónimos en lengua guanche: ... “valga como ejemplo la
comarca de Tenerife conocida como ANAGA (ANA=”hermandad”,
AKA=”difuntos”), es decir “la hermandad de los difuntos”,
tantas veces citada en las estelas funerarias de los iberos, o en las famosas
leyendas de “La Santa
Compaña”; la localidad de Abama (ABA= ”sepultura”, AMA= ”madre”)
la sepultura de la madre”; o la cueva Samara, en la carretera hacía el gran
volcán (SA=
“casa” en ibérico, equivalente al eusquera EXA, AMA =
“madre”, ara= “tierra”), la “casa
en
la tierra de la madre”.[2]
Muchos otros topónimos se detallan en la referencia. El estudio de conjunto de
las inscripciones tanto en alfabeto líbico-guanche como ibérico, nos descubre
la presencia en su día de una serie de santuarios de la “puerta”, ubicados en
cuevas y recintos singulares en lo alto de montañas sagradas.
Lo prueba por partida doble, no solo el nivel ético de
los habitantes del archipiélago, sino de
unas comunidades poseedoras de una cultura ni siquiera imaginable para la época
en los países de la Europa.
Se considera que un pueblo alcanza un estimable grado de
civilización, cuando ha llegado a poseer
en tiempos remotos algún tipo de escritura.
Dentro de este contexto y
basándonos en el conocimiento acumulado sobre la religión de la Diosa-Madre, podemos
explicar porqué el ser supremo de los guanches se llamaba ACHAMAN (AKA =
“difunto”, MAN
= “autoridad”), que según el cronista frai Abreu Galindo en “nuestra lengua
quería decir del cielo y la tierra”. Los símbolos utilizados en paredes rocosas
con “esvásticas”, “laberintos”, y “signos geométricos”, “circunferencias”, son
los propios de los países Usko-Mediterráneos, que desde el Norte de África,
emigraron a Europa, Asia y numerosas islas, cuando la desecación del Sahara
impidió el desarrollo normal de la vida. No debe pues sorprendernos, que se
encuentren tales grabaciones en la cabeza de un creyente hindú, en las cabañas
de algunas aldeas europeas, o en los utensilios de Turquía, Oriente Medio y
Sumeria. Los rituales celebrados en las cumbres de las montañas consideradas
sagradas, en los bosques, en las cavernas; el uso de cazoletas y canalillos
excavados en los suelos rocosos y bien conocidos en otras montañas santas como
el monte Arabí (Murcia) que las conserva muy parecidas y que sirvieron para
ciertos ofrecimientos a los astros, quemando aceite y otras sustancias como
leche, vino...”(Arnay y Alonso, 2001:34)
Para los canarios en general y para los tinerfeños en particular el topónimo "Naga", produce en nosotros ensueños de un mítico pasado, suponemos que muchos se preguntarán ¿que es un naga ?, bien, vamos a ello.[3]
Los Nagas, son divinidades de la tradición religiosa Hindú y también egipcia y de otras culturas ancestrales. Son espíritus esencialmente acuáticos, aunque también aparecen en tierra.
Las serpientes, y las cobras en general, tienen un papel muy importante en las mitologías Indias y en las antiguas civilizaciones. En algunos mitos, se dice que el mundo se apoya sobre las cabezas de serpientes, y que cuando estas se mueven ocurren los terremotos. También se conoce en la mitología India, a los Nagas como reyes de las serpientes, y uno de ellos aparece en el Mahabharata, una epopeya escrita en sánscrito entre los siglos IV a.d.e.a., y el VI d.e.a.
En esta epopeya, aparece nada menos que el Rey de los Nagas, que ayuda a Nala, un Rey Indio en sus aventuras.
En otra Leyenda India, aparece Batara Guru, después conocido como Shiva, quien creó una isla en el océano sobre el lomo de la gran serpiente marina Naga Padora.
Las luchas y peleas que siguieron, y los movimientos de la gran serpiente formaron las montañas y los valles.
En cuanto al topónimo Anaga, debemos tener en cuenta
que la primitiva y verdadera grafía es NAGA, tal como está recogido en los
primeros documentos coloniales, la “a” le fue añadido posteriormente por los
conquistadores a éste y a otros
topónimos, y equivale a un prefijo determinativo “el” o “el”.
Así
mismo, otra de las connotaciones del topónimo Naga, es el que le vincula
con la Diosa Naga,
Diosa serpiente de Nepal e India, en esta última Naga y Nagis, protegen a Buda
de todo mal. En Egipto como hemos dicho también encontramos el topónimo Naga en
el Valle de los Reyes en las tumbas en Dra Abu El Naga. Los primeros sepulcros
del yacimiento tienen un tipo de construcción muy particular, el llamado
“saff”, nombre que procede de una palabra árabe que sirve para designar un
objeto “lleno de agujeros”, aspecto que desde el exterior presentan este tipo
de tumbas. Datan del Primer Período Intermedio y de comienzos del Reino Nuevo y
consisten en una entrada, excavada en la montaña con columnas regulares,
formando fachada. Tras ésta una sala transversal y rectangular.
Otro
elemento del culto religioso y ritual de la sociedad guanche localizado en el
menceyato de Anaga, y que en su época levantó encontradas polémicas en el
entorno academicista de la sociedad canaria fue la denominada Piedra de
Anaga o Piedra de Ossuna, descubierta en una cueva posiblemente santuario,
por don Manuel de Ossuna y Vanden Heede. El descubrimiento sufrió similares
ataques a los que en la última década del siglo siguiente sufrió la piedra
Zanata, es evidente que quienes rigen los parámetros culturales en la sociedad
colonial canaria no ven con buenos ojos el que aflore a la luz pública aquellos
elementos arqueológicos que denotan la existencia de una sociedad guanche mucho
más avanzada de lo que han venido propugnando a través de la historiografía
dirigida desde la metrópolis, así pues en cierta manera ya estamos
acostumbrados a las irracionales arremetidas auspiciadas desde los estamentos
oficiales y oficialistas que además para más INRI, se dicen investigadores,
enseñantes e intelectuales canarios.
En relación con el yacimiento de la piedra
de Ossuna, existen más casos de sitios arqueológicos similares en otras zonas
del menceyato de Anaga, caso de La
Pedrera, en donde si bien es cierto que no se han localizado
artefactos se documentan toda una serie de grabados, entre ellos pisciformes
y antropomorfos femeninos recientemente
relacionados con el culto al Roque de los dos Hermanos, es decir, a dos roques
puntiagudos (Perera, 1992).
Otro ejemplo idéntico lo tenemos en el
Roque Tanit-Baal Hammón (Arco et al., 2000"; 49) y cazoletas y
canales-cuyo carácter ritual es obvio- que parecen estar en relación con el de
Idafe en La Palma,
del que Abreu Galindo recoge textualmente en su obra que era venerado por los
habitantes de la isla (1977[1602]: 270. Así mismos están los dos roques de la isla
del Hiero que representan a las deidades femenina y masculina Moneyba y
Erohasan, que indudablemente son representaciones locales de Tanit y Baal Ammón
o Achaman. En el resto de las islas existen determinados roques y agujas
basálticas que tienen el carácter de lugares cultuales como hemos visto en otro
lugar de esta obra. En relación con este tipo de yacimientos o lugares
cultuales también es sabido que en todo el Mediterráneo fenicio, desde Tiro
hasta Gadir se documenta el culto mediante menhires, hay santuarios en cumbres
o lugares elevados, así como en elementos naturales como piedras, manantiales,
estanques, árboles o cuevas (Atoche et al., 1997: 17).
Su
autenticidad no fue puesta en duda, a pesar de que, al igual que la Piedra de Anaga, fueron
hallados a unos 40 cm escasos de profundidad y a una distancia de pocos
metros unos de otros (Hernández Benítez, 1947: 59). Sería, Elías Serra
Rafols el encargado de reconocer que “aunque esta clase de hallazgos no
tiene precedentes conocidos en las Islas, no hay en principio motivo de poner
en duda su autenticidad y merece un estudio y publicación mas cuidada” (1942:
263).
Por
lo que respecta a la adscripción cultural del hallazgo, su filiación fenopúnica
así como su probable relación con un ara o recinto sagrado ya fue barajada por
el presbítero Pedro Hernández Benítez, Comisario Local de Excavaciones
Arqueológicas de Telde y adquisidor de los tres betilos, que pasaron a engrosar
su colección particular, y que en la actualidad forman parte de los fondos del
Museo Canario, en la isla de Gran Canaria. Este mismo autor llegó incluso a
sugerir la posible relación de “estos interesantes objetos arqueológicos con
las dos piedras piramidales de Anaga (Tenerife), una de las cuales ostenta una
inscripción posiblemente /Júnica” (1947: 64).
Santuario de Los Ovejeros situado en el
municipio de El Tanque, Menceyato de Daute (Tenerife). Entre los diferentes
hallazgos arqueológicos de este yacimiento, la arqueóloga María del C. del Arco Aguilar y su equipo,
descubrieron un grabado en una estela que representa a una vasija tipificada
como púnica asociada a otros motivos entre los que destaca la figura de un
toro. Y el toro ha sido un animal-tótem de la Diosa-Luna por
su cornamenta de la media luna, como la que aparece, de plata, en las
pantorrillas de esta Virgen del Espino, que pusieron en el siglo XVI. Este
cuarto lunar acompañaba a media docena de diosas de la antigüedad, desde la Isis egipcia, pasando por
Selene y la triple diosa Hécate griega, y acabando en la Diana romana.
Este yacimiento desde un
principio fue poco valorado por las autoridades políticas del momento por lo
cual no se le prestó ningún tipo de protección, hasta el punto de que cuando el
equipo de arqueólogos del Museo de la Ciencia y el Hombre del Cabildo de Tenerife, se
desplazaron a la zona para realizar un prospección del yacimiento, éste ya
había sido irremisiblemente dañado por unas palas mecánicas que removieron el
terreno, y también sufrió la depredación por parte de algunos vecinos de la zona
y por varios ciudadanos europeos establecidos en nuestra isla. Nosotros tuvimos
la oportunidad de ver y fotografiar algunas de las estelas que tenían grabados
signos posiblemente alfabetirmes feno-púnicos, en otra visita efectuada al
lugar realizada poco tiempo después pudimos comprobar que algunas de las
estelas habían desaparecido de sus emplazamientos.
La desaparición del material arqueológico
del yacimiento produjo un notable malestar social, suscitándose una amplia
polémica a través de la prensa local. Pero como suele suceder en estos casos,
una ves que decreció el interés popular por el tema, el yacimiento ha sido
relegado al olvido tanto por los organismos encargados de la protección de
nuestro patrimonio como por los estamentos científicos encontrándose
actualmente totalmente abandonado y desprotegido.
Igual
suerte a sufrido el santuario al aire libre de Guargacho, situado en Arona
(Tenerife) aunque este fue declarado bien de interés cultural por el Cabildo
Insular de Tenerife, la actuación de éste sobre el lugar consistió en cercar el
recinto con una pared bloques, dejando el hueco de entrada al mismo sin puerta,
hoy el lugar es un vertedero de basuras y todos los elementos arqueológicos del
santuario han desaparecido del lugar. Así, el santuario de Guargacho, se
ha convertido lamentablemente en un monumento a la desidia y al desprecio que
han venido mostrando por nuestra cultura los organismos coloniales que tienen
encomendada la protección de la misma.
En la comarca de Teno, (Teno
Alto) también en la isla de Tenerife está el denominado “Tagoro de Bujame”.
Este santuario al aire libre es un claro exponente de los santuarios de este
tipo, está situado sobre un afloramiento de toba roja, es forma ovoide
irregular, en su parte del naciente tiene una piedra de grandes dimensiones que
indudablemente tenía la función de altar, en uno de sus lados tiene también un
bloque granítico de grandes dimensiones que destaca de las piedras que sirven
como asientos en la parte superior tiene una serie de grabados alfabetiformes.
En
Teno Alto existe otro santuario situado en una loma desde la que se
domina una amplia panorámica de todo el valle, este santuario fue reutilizado
como era, es de destacar el esmero empleado en la construcción de sus muros
aprovechando las piedras denominadas lajas, y que fueron extraídas en el mismo
lugar donde está situado.
La
tamusni recoge la existencia de “La Cueva Santa de Bujame”, pero hasta hoy no
se ha podido localizar el lugar exacto donde está ubicada, preguntados los ancianosdel lugar, éstos indican varias
posibles ubicaciones, lo que nos induce a pensar que o bien existen en la zona
varias cuevas con esta denominación o bien los habitantes del lugar no desean
que el santuario sea visitado por gente foránea, y por ello no revelan el lugar
de emplazamiento del santuario.
Son múltiples las cuevas santuarios
localizadas en nuestras islas que aún en nuestros días conservan en la memoria
popular el carácter sacro que tuvieron incluso mucho tiempo después de la
conquista. De ellas vamos a reseñar algunas de las más significativas.
La Cueva Santa, situada junto a la
Hoya del Drago, entre el mar y la cumbre del Valle de Abikure,
(San Andrés) Cueva Santa en el Valle de Vega, parte alta del Valle de Tahodio,
ambas en Añaza: (Santa Cruz de Tenerife) la Cueva del Santo
en Valle de Guerra; la Cueva
Santa, junto al barranco de Sieteojos en Los Realejos; la Cueva Santa en Barqueto
de la cumbre de Chirche, entre Guía y Santiago del Teide; la Cueva de la Virgen, una en el
barranco de Tejina, y otra en Tedera y una tercera en el del
Infierno, todas en Adeje; la
Iglesia de los Guanches en el Picacho, y la Cueva de la Virgen, en el barranco
de dicho nombre, ambas en las cumbres de Arico; la Cueva de la Virgen, en Pino Gordo
de Fasnia; la Cueva
Santa, en Chinguaro de Güímar y la Cueva de los
Santos, en el barranco de (Santo) o de los Santos en Añaza (Santa
Cruz) situada a la altura del actual barrio nuevo, y cuyo topónimo guanche es Araguygo. Esta
Cueva Santa fue sincretizada por la iglesia católica transformándola en ermita
dedicada al culto de la Virgen
de Candelaria.
Santuario de Ajeja: Localizado en Igueste
de Candelaria, al pie de la
Montaña de Arguama.
Santuario de Chacorche, situado en
una ladera del barranco del mismo nombre en él existe un grabado pisciforme
posiblemente un túnido, de más un metro de largo asociado a otros símbolos
representativos de la
Diosa Tanit, esculpidos en la toba roja, el acceso es
bastante peligroso. Este santuario fue descubierto por miembros de la Asociación Kebehi
Benchomo en 1998.
Santuario
de la Cueva de Chinguaro: Situado a unos tres
kilómetros del Socorro, en dirección a Güímar, en la isla de Tenerife,
se encuentra la Cueva
de Chinguaro, en el barranco de idéntico nombre.
La tradición oral y la narración de Fray
Alonso de Espinosa, nos hablan de que en las postrimerías del siglo XIV o
principios del siglo XV, “fue depositada” en las costas de Güímar,
cercanas a Chinguaro, conocido como el lugar donde se encuentra la cueva
del Mencey, una imagen de la
Diosa que la iglesia católica asumió como representación iconográfica con la que se simboliza el
momento de la
Purificación de María, y cuyo tema desarrollaremos más
ampliamente en capitulo correspondiente.
Según el Frayle Espinosa, la primitiva
Virgen de Candelaria permaneció en Chinguaro alrededor de 30 ó 40 años.
Fue un antiguo guanche raptado cuando era niño, Antón Güimarés, devuelto a las
costas de Güímar tras ser catequizado, quien comienza la sincretización
entre sus compatriotas de la
Chaxirzxi, imagen que había sido “hallada” en Chimisay
la actual playa del socorro. La excusa de la necesidad de un nuevo traslado a
un lugar donde pueda ser venerada con mayor respeto y decencia, según liturgia
de la iglesia católica. Es aprovechado por ésta para desposeer de la imagen a
los guanches. Se elige como nuevo santuario la Cueva de Achbinicó,
luego de San Blas, al borde de la playa.
El intento de despojar al pueblo guanche
de la imagen por parte de colonizadores dio lugar a dilatado pleito
entre guanches y colonizadores por la posesión de la misma, como
tendremos oportunidad de ver. También en el Menceyato de Daute
quizás en su frontera con el de Adeje,
existe otro de los lugares cultuales significados por sus posibles
connotaciones astrales de la isla de Tenerife. En la degollada de Yejes,
en Masca (municipio de Buenavista) está el núcleo de un yacimiento de
indudable carácter ritual, consta de una serie de cazoletas interconectadas y
de un petroglifo con forma circular radiado de unos 30 centímetros de diámetro,
asociado a tros grabados entre los que destaca uno pisciforme muy similar al
existente en el santuario de Chacorche en Igueste de Candelaria,
y una cueva sepulcral con multitud de cazoletas de pequeño tamaño excavadas en
sus cercanías[4].
Continúa
en la página siguiente.
Imágenes:
Santuario dedicado a la Diosa Tanit en Taganana conocido
como Piedra de los Escalones, en él, están grabados prácticamente todos los
signos referentes a la Diosa. Fotografía del Autor.
Santuario
de Taoro, localización y fotografía de Javier García Miranda
Grabado representativo de la Diosa Tanit,
denominado de “botella” esculpido en el Santuario de los Escalones y en otros
yacimientos, Taganana, a la derecha se puede apreciar un cruciforme. Fotografía
del Autor.
Monolito
representado a un toro, en su interior y siguiendo su contorno tiene grabado un
bóbido, perteneciente al santuario de Los Ovejeros, de El Tanque. En el tercio
trasero tiene grabado una escalera, signo representativo de la Diosa Tanit.
Fotografía
del autor.
Santuario
guanche al aire libre de Bujame, Teno Alto, isla de Tenerife. Como podemos
observar está situado en un afloramiento de toba roja. En una de las piedras
tiene grabado una serie de signos posiblemente líbicos-beréber. Desde el lugar
donde está ubicado se contempla un amplísimo panorama de la zona. Fotografía
del autor.
Santuario de Bujame, Teno Alto, plano del santuario al aire libre de Bujame y de los
grabados alfabetiformes de la piedra principal o del Mencey, Teno Alto,
municipio de El Tanque.
Dibujo
de Raúl Melo Dait.
[1]
Nuestra visita al santuario la realizamos en el mes de noviembre de 2002,
coincidió con un día lluvioso en extremo, la pista que conduce al lugar es de
mazapé y resbaladiza como jabón mojado, en dos ocasiones el vehículo que nos
conducía un 4x4, estuvo a punto de caer al precipicio con sus cuatro ocupantes.
Doy gracias a Chaxiraxi por darme la oportunidad de poder contarlo.
[2] La
denominación Samara ò Samar es genérica, son múltiples las cuevas-santuarios
que ostentan este nombre, en ellas habitaban o ejercían sus funciones una casta
sacerdotal conocida por Samarines, cuyo cometido en parte, continúa siendo un
misterio parcialmente. (Nota del autor)
[3] El
topónimo Naga también se encuentra recogido en la isla de La Palma.
[4]
Curiosamente, en el santuario del Barranco de Jagua en la montaña del mismo
nombre en (El Chorrillo,) en su lado norte también se descubrió una cueva
sepulcral con una sola momia de un santón, la cual fue estudiada por Luís Diego
Cuscoy.
Hola muy buenas. Estoy intentando localizar la piedra d e los guanches para conocerla. Y esta se me resiste. Ya he conseguido ir a la quesera de los guanches, yacimientos de ifara abaches Teno aripe y muchas otras. Pero esta se me resiste. Si me pueden echar una mano lo agradecería muchísimo. A ver este fin de semana me toca la pedrera de los dos hermanos a ver si consigo llegar aunque de esta si tengo la localización aunque no exacta Muchísimas gracias!!!
ResponderEliminarY muchas gracias por vuestro blog es una pasada muy interesante!!! Gracias de nuevo
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