Guayre
Adarguma*
Tejera Gaspar
L. Torriani,
por su parte, llega aún a una mayor precisión cuando afirma que "se cree
que antiguamente los africanos Azanegh
poblaron esta isla" (L. Torriani, [1978]: 177) refiriéndose a Tenerife.
Los Azanegh o Zenatas son uno de los muchos grupos que conforman el complejo
cultural bereber.
Los primitivos
habitantes de Tenerife, los guanches,
reciben su denominación de la palabra compuesta Guan-Achinech que se traduce con el valor de "el hombre de la
isla".
En el etnónimo
aparece en segundo término Achinech,
que alude al nombre con el que la denominaron.
Lo que hemos
dicho para las palabras que nos legó Álvarez Delgado lo hacemos extensivo para
este texto de Tejera, ya que se apoya en la autoridad de aquel.
Grupo cuarto: tipo heneto
1. Variantes
fayneto, gaineto, geneto, Genetos (Ios),
hagneto, Haineto, haineto, haneto, hayneto, hayneyto jaineto, jayneta, jayneto,
jeneto, zenetho, heneto.
El contexto
heneto Pedro Martin, natural desta isla,
e Francisco Delgado, mi criado, vº Unas cuevas o moradas q. son en Heneto q.
han por nombre de los naturales desta dha Guina q. son en el barranco de las
tas. que dicen de Guillen Castellano, el barranco abajo de la montaña de Taco
por la una banda e por la banda de abajo el mismo barranco q. va hacia la mar e
por la otra parte la cueva horadada. Datas de Tenerife.
heneto Anton Viejo. 15 f. de ta. de s. en Heneto
que han por linderos Lope Hernández e el teniente viejo e Guillén Castellano.
26 abri11501. Datas por testimonio.
heneto y asimismo os doy unas tas. que
vos, G. C. rompiste y habeis sembrado los años pasados en Heneto cerca de La Laguna. Datas por
testimonio.
heneto Passim. Datas por testimonio.
haineto cayó Haineto mortalmente herido
y el cuerpo revolcando en el arena bañado en sangre suya aún no cesaba, que
dando voces a su fiera gente los animaba a la batalla cruda, (Viana).
feneto Antonio Cañamero. Vº 3 c. en
Feneto, linde t. de Buy san, el camino de N. S. de Candelaria. Digo q. vos lo
do. 24-X-1515. Datas de Tenerife 1426-10.
zenetho [Nombres de lugares ...] Geneto,
aldea. Jenetho, Heneto, Zenetho. Berthelot, 153.
3. Análisis
Antes he citado
un texto de las Datas de Tenerife, que entresaco por su interés:
Unas cuevas o
moradas q[ue] son en Heneto q[ue] han por nombre de los naturales desta d[ic]ha
Guina q[ue] son en el barranco de las t[err]as que dicen de Guillen
Castellano...
Son palabras
oscuras, pero, al parecer, quiere decir que las cuevas tienen el mismo nombre
que el de los habitantes de la isla de Tenerife (Heneto); los habitantes se
llaman Guina. Pérez Pérez añade Goina (barranco en las inmediaciones de La Arena, La Orotava), Guina (barranco en El Hierro) y Guine (localidad en Lanzarote).
La transcripción
más cercana a la realidad sería Goinha,
de wi n za, con arreglo a la ley de
permutación de consonantes, según la cual z
permuta con h.
Otro texto,
también de las Datas merece ser estudiado: ...en Anaga, término desta isla de
Tenerife en los campos de Amazy q. se
han de regar con el agua de Avhana;
los dhos. campos eran, en el tiempo de los guanhes,
del rey de Anaga.
La palabra guanhes ha sido puesta en duda por
Wolfel, que la hace seguir por signos de admiración. Sin embargo la palabra,
que está españolizada mediante la terminación -s del plural, recoge el registro
h del fonema z, tal como lo pronunciaban los zanata
y los guanches.
Este texto
contiene otros datos que considero importantes: Avhana es Azana; el
copista de esa cláusula debía de tener muy buen oído, ya que captó el elemento
bilabial de la z.
En lo que se
refiere al topónimo Amazy no es otro
que la palabra amaziy, cuyo sonido
final, o bien desapareció del guanche, como otros fonemas laríngeos, o bien no
podía transcribirlo.
El grupo heneto (fayneto, gaineto, geneto, Genetos
(Ios), hagneto, Haineto, haineto, haneto, hayneto, hayneyto jaineto, jayneta,
jayneto, jeneto, zenetho, heneto) es una prueba de la especial
pronunciación de la z de zanata.
Recordemos que
es una bilabial, aspirada y sonora. La aspiración se percibe en la h de todo el grupo, menos en zenetho, en donde aparece la
sonorización de z. En fayneto se percibe el elemento bilabial.
Al decir percepción hablamos de los timbres que eran captados por cada uno de
los oyentes y que luego se plasmaban en los documentos, según el oído de cada
uno.
Pero el grupo
heneto nos suministra otra información: la terminación -to es vestigio de un antiguo demostrativo-relativo tipo d / t, hoy desaparecido y que tenía la función de determinar al
nombre.[…]
[…] En
conclusión, heneto es "El
zanata", como nombre de persona o de lugar: "Zanata".
La palabra
guanche viene de wa n zenet, el que
es de [la isla de] zanata. Es una
expresión relativa, aunque también es una manera de determinar al nombre.
Significa "el que es zanata", o, simplemente, "el zanata".
Que la terminación -et caiga por la
dificultad para el castellano de pronunciar palabras terminadas en consonante,
quedando la palabra reducida a wa n
chene o wa n chine, es posible,
pero hay que acudir a más causas. No es necesario acudir al fenómeno, en
español, de reducir wa a Gua, pues este fenómeno se da también
en beréber, que se pronunciaría, conforme a las estructuras fonológicas de esta
lengua, guan-.
Hay que seguir
descomponiendo la palabra wa n Z9nete
(wa n chineche). en wa n z9n n ete "el que es de la
gente de las cruces", que es como se lee, en época tardía, en el Libro de
las Cruces de Alfonso X el Sabio y lo afirma w. VVCICHL en "L'article
défini en langue Kabyle", [Estudes et Documents berberes,1 (1986) 61-63;
también en [Encyclopédie Berbere, VI, 939-940. (Rafael Muñóz, 1994)
Antonio L. Cubillo Ferreira:
El idioma hablado en Canarias a la llegada de los
conquistadores europeos (normandos y castellanos) en el siglo XV, era una fase arcaica
del actual berber a Tamazigt, la ancestral lengua del África del Norte.
Actualmente aquella lengua se llama el Guanche y esta denominación corresponde
también y se aplica a los actuales habitantes de las islas y a los que lucharon
en su día contra los primeros conquistadores.
El nombre Guanche viene de una generalización del
nombre de los habitantes de la isla de Tenerífe, que después se aplicó a los de
todo el Archipiélago. Aunque Tenerife es nombre guanche, esta era la manera
como los guanches de la isla de La
Palma( Benahuare ), denominaban a dicha isla que veian a lo
lejos. Los habitantes autóctonos de Tenerife se denominaban cada uno a si
mismo: "wa-n-Chinet" (el de Chinet), siendo Chinet el
nombre de la isla, en su lengua, ó el de la tribu que habitaba la isla
Zenete>Sinet> Chinet ?? ( Z> S> Ch)
Ante esta frase guanche los cronistas castellanos
copiaron en sus textos "guanchine" (sustituyendo la u- inicial por la
g castellana debido a la inexistencia de la w en el castellano de la época) y
formaron el plural añadíendo una "s", lo que díó "guanchines",
que posteríormente, por deformación castellana dió: GUANCHES.
El ya citado cambio de fonemas, w = g,,
hay que tenerlo muy en cuanta cuando se estudia el guanche y su actual
transcripción castellana aunque esta regla vale sólo para los fonemas wa
y wa-n, ya que wi-n y we-n se suele
transcribir por bin y ben, ejemplo: "wi-n-Cheni"
(plural de wa-n-Chinet)= bincheni"; wen-chenuhígan =
bentenéhuya y su variante we-zenúheyit = betzenuriga, variante del nombra
del mencey (jefe cantonal ) del valle de Taoro en Tenerife que significa,
"el es decidído", según confirma el Profesor Canario de la Universidad de La Laguna (Tenerife), en su
reciente publicación, "Antrpónimos Indígenas Canarios", Don Juan
Alvarez Delgado, Colección Guagua,1977.
Las díficultades que se han presentado hasta hoy
para interpretar el guanche, se basan sobre todo en las transcripciones
que han llegado hasta nosotros desde la conquista, cito las viejas
informaciones de escritores y cronistas como Azurara, Cadamosto, Gomez,
Espinoza, Torriani, Abreu Galindo, Bory de Saint Vincent y otros en sus
correspondientes textos en castellano, italiano ó francés de las siglos XV y
XVI.
Al examinar los actuales topónimos de Canarias
-el resto más rico de la
Lengua Guanche-, hay que tener muy en cuenta estos factores y
otros como el empleo de la – c - castellana para expresar el sonido
berber KA y KO, y la grafía que para los sonidos KE ó KA (vocal
cero) o KI, (ejemplo: akas = acas-topónimo: pastos verdes; Akoran =
Acoran, nombre de un dios Tenerife significando el Acogedor de donde viene
también los topónimos Tacoronte, lugar en femenino, lugar acogedor o playa
acogedora ya que hay playas que se
llaman Tacoronte en Tenerife y la isla del Hierro. Ta-serken =
tacerquen, nombre de un lícor del mocán, especie de fruta guanche; viene
del tuareg, "serken" ,verbo: debilitarse y "aserken",
debilidad o que sirve contra la debilidad, es decir reconfortante podríamos
decir ahora. Efeken o efequen, templo en guanche de la raiz.bérber FK,
"hacer donación" ekker = "equé- topónimo del verbo berber
"skkes", estar levantado; TENIK = tenique, piedra, del
tuareg tenik/tinikin: piedra, óxido metálico (piedra).
Para transcribir la B guanche, los castellanos
emplearon indiferentemente la b ó la v castellanas; para la " H
" berber uvular, fricativa, sorda y la " H " laringal,
fricativa, sorda emplearon la antigua h castellana aspirada, la X o, posteriormente la J castellana. Ejemplo, Ahod-dar
= "ajodar-topónimo: lugar del viento caliente.
A-sé-n-tehunt = Asentejo- topónimo de. la Isla de Tenerife que
significa,"hacia el lugar de las grandes piedras", del tuareg, "tehunt/tihun":
piedras gruesas; -sé, preposición de lugar:hacia allá. Hama =
hama,jama,xama-tooónimo ( W.714 ), del tuareg "hama", pueblo; este
topónimo se encuentra en los textos con las tres consonantes del viejo
castallano, h, x y posteriormente la
J, para reproducir el sonido de la h inicial de
"hama" guanche; At-ihámar= tijama,tixama- antropónimo guanche:
"he aqui el sufridor".
Hay que señalar que en los siglos XV y XVI la
consonante h era aspirada pero actualmente no tiene sonido alguno y es
completamente muda aunque en aIgunos lugares se conserva aún aquella aspiación
en algunas palabras. Aunque en algunas formas dialectales del castellano actual
(oriente de Asturias, Andalucia y América se conserva la aspiración de la h,
dicha aspiración se confunde con la j; sin embargo, la aspiración de la h
en Canarias no es una articulación relajada de la j moderna castellana sino un
sonido laringal sordo característico y diferente de otros lugares.
Para la
S guanche y la S
geminada (ss), los castellanos empleraon la s castellana antigua por
regla general. Hay que sañalar no obstante que el castellano antiguo distinguía
una S sorda y otra sonora; la sorda entre vocales se escribía doble: viniesse,
passar ,o sencilla tras consonante: mensage. La S sonora se escribía sencilla: casa.por ejemplo.
Actualmente el castellano perdió la
S sonora intervocálica, conservando sólo la influida por otra
consonante sonora siguiente. Hay un caso donde el cronista castellano
Fructuoso, cita el nombre guanche del rey de la isla del Hierro y lo transcribe
con doble S (ss),: "Este rey segundo os antiguos islenhos affirmao se
chamava Ossinissa, o que en sua lengua quer dizer rey que guarda
justicia". Este antropónimo, según el Profesor Don, Juan Álvarez Delgado,
viene del berber, "ussin-iizzan": el que vela o mira por la dívisión
en partes iguales- (sentido de justicia)-. Otras veces la S guanche se transcribe por la c
castellana si aquella s se encuentra al lado del fonema i;
ejemplo: wa-si maran= guacimeta: desaguadero; aunque hay excepciones, ejmp.:
simusetti-, (número 5), de un probable numeral guanche,"simus",
siendo etti la desinencia femenina de dicho numeral.
Para la Ñ
guanche, prepalatal, nasal, predorsal, palatalizada, no hubo problema, puesto
que en español ó castellano antiguo y actual, existe este sonido y letra,
ejemplo: aña = aña,"hermano".” (Antonio Cubillo, 2000).
Dr. Ignacio Reyes
García:
“[…] Aquí traemos uno de estos
vocablos mestizos, el gentilicio guanche,
que ha alcanzado el mayor arraigo en los ámbitos nacional e internacional para
denominar a los antiguos habitantes de Tenerife y, por extensión, a los del
resto del Archipiélago.
Hasta ahora, la mención más
antigua que hemos localizado de esta voz se remonta a un albalá de data (o
cédula de repartimiento de tierras) fechado en 1498 y, presumiblemente,
redactado de puño y letra por el adelantado Alonso Fernández de Lugo. El texto,
signado con el número 47 dentro del cuaderno decimotercero inserto en el
segundo Libro de Datas, se conserva
en el magnífico Archivo Municipal de La Laguna, heredero de la antigua documentación del
primer Cabildo Insular.
Guanches,
guanhes o ganches son algunas de las formas que recogen los primeros
documentos europeos para esta voz, por entonces aplicada solamente a los
naturales de la isla de Tenerife. Como vamos a mostrar ahora, se trata de meras
asimilaciones románicas del verdadero gentilicio insular. Compartimos así la
opinión expresada ya en algunas de las más tempranas reseñas etnohistóricas,
como la de Juan González de Mendoza (ca. 1585), Juan de Abreu Galindo (ca.
1590) o Alonso de Espinosa (1594).
Aunque no siempre sucede, estos
adjetivos que señalan el origen de las personas suelen tener relación con el
nombre del territorio que ocupan. Abreu, en su Historia de la
Conquista de las Siete Yslas de Gran Canaria, refleja
esta circunstancia con bastante precisión en los términos cuando afirma: «Esta
ysla de Tenerife se llamaba en su
comun hablar Chíneche, y a los naturales llamaban Bincheni» (d. 1676: 90).
La estructura del adjetivo que
transmite este supuesto fraile andaluz atestigua también esa relación. En la
lengua amazighe (o bereber), tanto en
sus manifestaciones continentales como insulares, la secuencia wa-n (o wi-n, en plural) sirve para componer conjuntos determinativos como
el que nos ocupa. El resto de su enunciado, -cheni,
refleja de forma abreviada ese topónimo que transcribe como Chíneche, sólo mínimamente deformado por
la caída de otra consonante nasal al final del vocablo.
En realidad, este nesónimo (o nombre insular), a veces
escrito Achineche, Guaneche o ya más erróneamente Chinetche o Chinet, posee un antecedente muy revelador en la forma guachen, contenida en un acuerdo del
Cabildo de Tenerife fechado en 1499.
Aunque la confusa puntuación de
los textos antiguos no ayuda a concretar si se trata de un gentilicio o de un
topónimo, vemos que concuerda en líneas generales con la mejor explicación que
encontramos para estos conceptos.
La hipótesis que presentamos reclama la
comparecencia del nombre verbal ašenšen
o azenzen (con reduplicación
expresiva del tema), todavía vigente en los dialectos del Marruecos central, en
cabilio o en rifeño. De aquí es posible extraer ese Šineše [Shineshe], o bien Ašineše,
Waneše o Wašen (con el índice demostrativo a o wa prefijado), que
las fuentes adjudican a la isla 'que resuena o retumba', pues tal es su
traducción. Así obtenemos esa designación de las personas que se ha
popularizado bajo la expresión guanches,
cuya forma original se puede restituir como wa-n-Šen
(en singular) y wi-n-Šen (en plural),
es decir, 'el (que es) de El (lugar) que
retumba' o 'los de Ašenšen',
respectivamente.” (Dr. Ignacio Reyes García, 2001)
Como habrás podido observar si
has tenido la paciencia de leer lo que antecede querido Altakay, existen
notables diferencias entre los diferentes autores en la interpretación y
traducción de un mismo vocablo, por ello pienso que es indispensable que los
especialistas canarios en nuestra ancestral
lengua guanche dejen de lado las triviales diferencias que les enfrentan
y creen una escuela unificada, o como bien propugna nuestro común amigo el Dr.
Ignacio Reyes García, una Cátedra de insular
imazighen, donde
de manera científica se pueda trabajar en el rescate y actualización de nuestra
antiquísima lengua nativa, como han hecho en otros países tal como Euskadi o
Israel los cuales contando con un bagaje lingüístico inferior al nuestro, han
sabido recuperar y poner en uso sus respectivas lenguas ancestrales.
“Un recurso frecuente en la
implantación de las ideologías religiosas ha sido la absorción de cultos
nativos. Los griegos, por ejemplo, dedicaron al dios Pan, protector de los
rebaños y pastores, la antigua celebración del solsticio de invierno.
Posteriormente, el cristianismo
instaló la Navidad
de su dios en el natalicio de esa divinidad helena. Como también domicilió la
tumba del apóstol Santiago sobre el finis
terrae clásico, impregnando de intereses evangélicos, mercantiles y
políticos la inmemorial peregrinación hacia el límite occidental del mundo
conocido, la última frontera que guardaba los arcanos del misterioso declive
solar.
Las misiones cristianas en
Canarias, cuya actividad allanó considerablemente el proceso de conquista y
colonización de las Islas, aplicaron un procedimiento similar. Las creencias
isleñas no oponían conceptos o devociones indigeribles. El fundamento astral y
naturalista de su religión, que aparecía gobernada por una potencia creadora,
ofrecía incluso elementos suficientes para inducir un sincretismo nada
traumático.
La estrategia desplegada por los
frailes minoritas en el Archipiélago tomó esa dirección.
La institución de cultos
marianos asociados al pino, en Teror (Terûghe,
'La Dorada o
Rojiza'), o a la estrella Canopo, en Candelaria, tal y como revelan los
estudios del Dr. José Barrios García (1997), proporcionan ejemplos muy
concretos. De esta manera, a través de la apropiación de las principales
referencias que componían la cosmogonía isleña, preparan la asimilación del
modelo social y cultural vinculado a la colonización.” (Dr. Ignacio Reyes,
2001)
En evidente oposición a los lares, penates y genios, todos ellos
espíritus y dioses domésticos benéficos, e incluso a los manes, espíritus de los muertos
en general, los antiguos creían también firmemente en otras entidades
maléficas, y de forma especial, que los maxios volvían en muchas ocasiones
para atormentar o aterrorizar a los vivos.
Así, llamaron maxios a los espectros o aparecidos, y maxios
arrimados a los espíritus que en determinados días
tenían también el poder de regresar de lo hondo de Chineche a la superficie con
malignas intenciones.
Los maxios son los espíritus de los muertos que participan
del poder de volver de Chineche a la tierra en determinadas fechas para causar
tormento a los vivos.
Tibicenas espectros o aparecidos, se designa así a en Tamaránt (Gran
Canaria) los maxios o espíritus vitales de quienes han
tenido una existencia terrena merecedora de castigo, criminales o asesinos
o muertos de forma trágica o violenta.
Son pues los Tibicenas los espíritus malignos,
que ejercen una maléfica acción sobre las personas, inclinándolas a la
extravagancia o a la locura. Entre los males que provocan figura la epilepsia,
y a quienes están atormentados por tales espíritus se les dice que tienen un maxio arrimado.
Nuestros antepasados para curar a los enfermos víctimas de los maxios
arrimados, les sometían a verdaderos
exorcismos y se hacían numerosas ofrendas y sacrificios incruentos, al tiempo
que se internaba al paciente en los hospitales guanches donde sacerdotes
especializados luchaban por devolver al atormentado maxio a Chineche, quemando
antorchas de resina y plantas olorosas ofreciendo víctimas propiciatorias. El Dr.
Bethencourt Alfonso nos dejó constancia de la existencia en Igueste de
Candelaria del hospital de Chacorche donde los afectados por los maxios
arrimados eran tratados por sacerdotes y sacerdotisas especializados, los cuales
mediante determinados rituales y no sin grandes esfuerzos trataban del devolver
al maxio arrimado a Chineche, algunos de estos maxios oponían tal resistencias
que en ocasiones ponían en peligro la salud psíquica y física del los kankus o
maguadas actuantes.
El respeto por los espíritus de los ancestros de uno u otro signo
inducían a considerar a los que tenían un maxio arrimado, no como poseídos por
un demonio, sino como enfermos, y como tales eran tratados.
La secta de la iglesia católica en su afán sincretizador vino a reconocer
un poco tarde la existencias de los espíritus malévolos, aunque naturalmente
cargando el mochuelo a su particular demonio, por ello asume que: “Se dice que un exorcismo es solemne
cuando es hecho oficialmente bajo la autorización de la iglesia católica a una
persona poseída por malos espíritus. La víctima debe mostrar signos típicos que
acompañan a los poseídos, entre ellos conocimiento de otras lenguas, predicción
del futuro, blasfemia y aborrecimiento de las cosas santas tales como el agua,
la sal o el aceite benditos, fuerza sobrenatural, levitación etc.
Solamente un sacerdote
autorizado lo puede hacer siguiendo el rito oficial expedido por la Iglesia. El demonio o
demonios presentes en el poseído recibe órdenes del exorcista de salir y no
volver mas en el nombre de Jesucristo y de la iglesia en general la cual
recibió de Cristo la promesa de que las puertas del Infierno no prevalecerían
contra ella (Mateo 16:18).
Los fieles de la iglesia
católica pueden hacer oraciones de liberación, en las cuales se solicita la
intervención divina para arrojar la influencia demoníaca de cualquier persona,
sitio u objeto. Debido al extremo peligro que se puede presentar debido a la
falta de conocimiento sobre el enemigo, es necesario conocer mas a fondo todo
lo concerniente al demonio y sus ángeles, por esta razón la iglesia no permite
hacer exorcismos sino por un sacerdote debidamente calificado y autorizado por
un Obispo.”
Dicho ritual católico ha sido
actualizado recientemente incluyendo en sus exorcismos la figura de la virgen
María la cual había estado ausente en dichas prácticas hasta el presente. Según
el Cardenal Jorge Medina Estévez, el nuevo ritual es una edición actualizada de
la versión del texto de 1614. Añadió que las oraciones oficiales reconocían la
realidad del demonio "en su forma substancial, como el maligno, el enemigo
de Dios".
Visión del infierno según el judeo-cristianismo
Es frecuente que determinadas religiones
reflejen de alguna manera el concepto de infierno, o el lugar en donde buenos y
malos serán separados. Esta idea está ya presente el zoroastrismo y en el
judaísmo.
El cristianismo muy especialmente la rama
del mismo denominada catolicismo ha adoptado el infierno a través de los
hebreos Sheol y Gehenna que se mencionan en el Antiguo Testamento, así como del
Hades.
Los cristianos, identificaron así, dos
mundos contrapuestos en el Otro Mundo: el cielo y el infierno. Este último,
situado en las profundidades del abismo y considerándolo el lugar el cual vivirán las “almas” de seres humanos
muertos en el pecado según el dogma y la moral católica y, es un lugar infinito
que carece de principio y de fin, la morada del demonio,
también conocido en el ámbito judeo-cristiano como -Lucifer, Belcebú, Satanás
entre otros nombres.
¿Pero qué es el
infierno? ¿Por qué podemos imaginarnos y abarcar un infierno y no nos
podemos imaginar ni abarcar a ese dios judeo-cristiano? Mucha soberbia de mi
parte dirá tú.
Pero analicemos la
cuestión, según el investigador Juan
Planas: “La Biblia
a partir del nuevo testamento habla de la destrucción del mundo. Destrucción
que todas las religiones de nuestro bello planeta aun no llegan a un acuerdo
digno para terminar con él, aunque se entregan a la búsqueda y a la perdida de
tiempo de inventar otras fábulas que apoyan en el Apocalipsis e imaginar
de qué forma Dios terminará con el mundo, y de estas cavilaciones han nacido y
continuaran naciendo las más horrendas tramas que mente humana pueda concebir,
nada más despreciable que causar el miedo al prójimo.
Así diremos que el
hombre es bueno no por convicción propia sino por miedo.
Obsérvese que es el
miedo la única reacción mental que causa la paralización del cuerpo en el ser
humano y la inercia en la sociedad, preferencialmente en los "desposeídos",
sector de la humanidad cuya extrema pobreza y dependencia en gran parte ha sido
creado y sostenido por los dogmas impuestos por el judeo-cristianismo.“
Con la idea del miedo
han socavado, han carcomido las bases de toda sociedad en todas sus esferas,
pero más arraigada en la ultima “clase” de la sociedad, es decir, los pobres, y
sometidos esos pobres que dicen defender pero a quienes no se atreven a
decirles la verdad, y a quienes
convierten en adeptos ignorantes fanáticos y fáciles de explotar.
Según los
evangelistas, Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del
"fuego que nunca se apaga" (Mt. 5,22. 29; 13,42, 50; Mc. 9,43-48)
reservado a los que, hasta el fin de su vida rehusan creer y convertirse, y donde se puede perder a la vez el “alma” y
el cuerpo (Mt. 10,28). Jesús anuncia en términos graves que "enviará a sus
ángeles que recogerán a todos los autores de iniquidad..., y los arrojarán al
horno ardiendo" (Mt. 13, 41-42),), y que pronunciará la condenación:"
¡Alejaos de Mí malditos al fuego eterno!" Mt. 25,41). Sí
esto fuera así, es indudable que el infierno estaría lleno a rebosar de las
“almas” de los judeos-cristianos.
La enseñanza de la secta católica afirma
la existencia del infierno y su eternidad. Las “almas” de los que mueren en estado
de pecado mortal según el dogma católico descienden a los infiernos
inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno,
"el fuego eterno" (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002; 1351; 1575;
SPF 12). La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de
Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las
que ha sido creado y a las que aspira.
Véase que el infierno
es descrito en la Biblia
como algo material, que esta allí, con su azufre, su aceite hirviendo, sus
llamas, y nada más que eso, no tiene más atributos que esos, donde por los
siglos de los siglos las "almas" se queman o se quemaran después del
juicio. Pero ¿No es el alma algo intangible? ¿Cómo algo tangible y material como
lo es el fuego podrá quemar algo intangible como lo es el alma? Pues nadie en
el cristianismo predica la salvación del cuerpo sino del “alma,” esa “alma” que
si no cree en los dogmas judeo-cristianos
irremediablemente la consumirá el fuego por los siglos de los siglos.
¿Acaso no es contradictoria la palabra "consumir" en esa frase, pues
al mismo tiempo que la consume agregan que la consumirá por los siglos de
los siglos?
¿Cómo es eso de
consumirse pero que nunca se acaba de consumir? ¿Vendrán las “almas” a ser como
la zarza que vio Moisés? ¿Será el Dios judeo-cristiano masoquista y se
regocijará en el dolor de sus hijos desobedientes?
Y remarquemos ¿Por qué
el infierno sí es descrito materialmente, y con Dios no sucede lo mismo? ¿Por
qué dios se esconde tras ese velo del anonimato físico? Somos los seres humanos
tan imprudentes que cuando se asome le mataremos, y no es que Dios tenga miedo
de morir, no quiere dejar sin trabajo a tanto obrero que hay en su viña. Valga
decirse que los obreros del Señor son la mano de obra más cara que ha conocido
la humanidad, y lo peor es que no ha reportado ni un solo beneficio, más que
genocidio e inquisición.
La religión
judeo-cristiana como arma psicológica funciona
muy bien. Con el lema "el fin del mundo está cerca y si no te
arrepientes te irás al infierno" ha desembocado en grandes fortunas para
quienes se dicen representantes de Dios aquí en la tierra. No se sabe si la
gente convertida al culto del Dios judeo-cristiano cree porque verdaderamente
tiene la certeza que existe Dios o cree que existe Dios porque esta
convencida que existe un infierno.
En el Islam la otra gran
religión monoteísta y machista, las almas caen de un puente estrecho a un
cráter ardiente en donde sufren terribles tormentos.
En religiones de tradición
oriental como el budismo y el hinduismo la concepción es diferente. Cuando un
alma aun no se libera del ciclo de reencarnaciones, esta permanece privada del
estado de gracia que supone la iluminación. Así, desde una mirada occidental
podría interpretarse que el infierno no es otro que el mundo en el que vivimos.
Así, para el budismo, el infierno formaría parte de lo más bajo de seis esferas
de existencia en el mundo de los sentidos y se relaciona con los efectos de la ley del karma.
Además, el catolicismo es una secta que controla
y explota espiritual y económicamente a sus adeptos y sometidos desde que nacen
hasta más allá de la muerte. Mientras el creyente de esta confesión orienta
todas sus oraciones dedicadas a sus difuntos rogando para que estos no vayan al
infierno.
Por el contrario, el creyente en la Diosa-Madre Chaxiraxi
dedica sus plegarias a recordar a los Espíritus Libres de los ancestros los cuales viajan directamente al
seno de Magek desde el mismo momento en que el cuerpo muere.
Vemos algunos ejemplos: “Mandas Episcopales, (En
la parroquia de Betancuria. 1666).
«Que los párrocos procuren se
abran por la justicia secular los testamentos, porque si los pobres difuntos
dejaron sufragios a perpetua o «ad tempore» si han estado en el purgatorio por
el descuido de no cuidarse de ello».
«Que no salga la cruz de la parroquia a buscar
el difunto sin que primero esté el testamento en poder del colector o del
párroco».
«Que los herederos y albaceas,
cuando el que muera tiene bastante hacienda, sean liberales en sus sufragios».
«Cuando el que muere debe más que
lo que tiene, si los herederos o albaceas piden pompas fúnebres, se les
contestará que lo paguen ellos de su casa».
«Funerales. Póngase en público,
tabla de sus derechos».
Adagio episcopal: «Párroco con
miedo, perro sin provecho; perro que ladra, guarda la cabaña). (Bethencourt
Alfonso, 1985:254)
Chinet (Tenerife)
Tacoronte.
En nuestro siglo (principios del
s. XX) aún conservaban los frailes, la piadosa costumbre de exigir a los
moribundos algún legado o manda en que quedaran obligados los herederos, a
depositar todos los años, el día de finados, sobre el sepulcro, cierta cantidad
de los mejores frutos de sus fincas; tales como pipas devino, quintales de
queso, etc. que eran cuidadosamente recogidos por los, frailes.
Candelaria.
Libro de mandatos episcopales.
Obispo fray Joaquín de Herrera. (1781) «Que a todos los que murieron
abintestato, les averigüe sus bienes,
les haga gastar el quinto, en funeral y sufragios para su alma».
San Miguel-Arona).
Cuando se morían, las personas se
le ponían a la vera y lo exhortaban (frailes y curas) a dejar al convento
fincas determinadas, “para que murieran bien”.
* Guayre
Adarguma Anez’ Ram n Yghasen
eduardobenchomo@gmail.com
Ciudad colonial de Eguerew noviembre de 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario