8º AKANO N TALLIT
TAYNAT TAGWANCET.
Kebehi Benchomo
Desde las más remotas épocas, los pueblos celebran el Solsticio de Invierno como la noche del nacimiento de la luz. Fecha en la que las tinieblas son derrotadas por la luz, que vencía sobre ellas. De este modo damos veneración a la Sol como aspecto visible de la Diosa Chaxiraxi.
Nosotros, seres humanos, hemos vivido cientos de miles de años en estrecho contacto con la naturaleza, siendo parte de ella misma. Solamente estos últimos siglos hemos construido ciudades y nos hemos alejado de ella. Pero todo nuestro ser sigue respondiendo a esos ciclos, llevamos ese programa en nuestros genes.
La Sol, se ha alejado. Hay más frío y más escasez de
todo. La Sol es
la fuente de vida y de calor. Sin embargo, el ser humano observa fácilmente que
la Sol retornará
y la naturaleza volverá a mostrar su abundancia y esplendor.
Esto se va transformando en
una celebración y una ceremonia. El fuego es la representación terrestre de la Sol, momentáneamente alejada.
Los pueblos de todos los lugares del planeta comienzan a celebrar el Solsticio
de Invierno.
Pero
determinadas culturas especialmente las denominadas occidentales han ido
paulatinamente distanciándose de los primitivos principios que dan verdadero
sentido a la celebración del Solsticio de Invierno cayendo en un desmesurado e deshumanizado
consumismo egoísta y insolidario, como expone con prístina claridad, el
filósofo y poeta Santiago Kovadloff quien explica: "Espiritualidad y
consumo entran en conflicto cuando se vuelven excluyentes o aspiran a
sustituirse, pretendiendo que los atributos propios reemplacen o ahoguen los
ajenos. Hay una espiritualidad que es expresión del consumo exacerbado y hay un
consumo que pretende pasar por espiritual, al investir a los objetos de un
sentido afectivo y moral que no tienen". El filósofo sumó, como
expresiones de un consumo exacerbado, "el apego intolerante a ciertas
creencias de moda en torno de la alimentación, la belleza exterior, la apología
de la vida social o la sacralización de la vida deportiva".
La actual navidad, originalmente fiesta cósmica, tenía otro
sentido al consumista de hoy, era un tiempo de celebración de la nueva vida,
del nuevo nacimiento y la oportunidad para empezar todo de vuelta y mejor.
Más tarde,
cuando fue establecido el catolicismo romano bajo las falsas pretensiones
religiosas de Constantino, aproximadamente por el año 325 de la era occidental
actual, toda la mezcla del panteón egipcio, babilónico y romano, fue introducida
deliberadamente en el cristianismo.
La antigua
Semiramis (Chaxiraxi, Tanit, Tara, Artemisa, Astarté, Ceres, Inanna, Isis, Venus,
etc.) pasó a llamarse “virgen María” y a la encarnación del dios sol Tamuz
(Baal, Moloc, etc.), se le llamó “Jesús”.
El festival del solsticio de invierno celebrado entre 21 y el 25 de diciembre de cada año, pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús y la antigua costumbre de la entrega de regalos y presentes, fue acomodada en función de la experiencia que tuvieron los supuestos magos al visitar al niño Jesús, entregándole “regalos”. El antiguo árbol de la vida que la religión de Babilonia adornaba en celebración del nacimiento de Tamuz, pasó a llamarse “el árbol de Navidad”.
Tal como expone el historiador
de las religiones, E. Roízton Pike, “los persas y los egipcios, los fenicios y
los sirios, los griegos y los romanos, los mexicanos y los peruanos, los
hindúes y otros pueblos; celebraban en aquel día el parto de la reina de los
cielos, la Madre
celestial y el nacimiento de su hijo, del Dios Solar. Dionisos o Baco, Mitra o
Apolo, Zoroastro u Horus, etc…, todos ellos anteriores al Cristo cristiano, y todos ellos llamados “El Salvador”, y nacidos
de una virgen entre el 20 y el 25 de diciembre; esto es: la fecha del solsticio
de invierno, también llamada “La puerta de los Dioses”. “El nacimiento de
Adonis – continúa el estudioso – se celebraba ese día. Los autores cristianos
afirman que las ceremonias “paganas” tenían lugar en cavernas, entre ellas la
cueva de Belén en que nació Cristo.
Los antiguos egipcios fijaban
la preñez de Isis, la virgen reina de los cielos, en el mes de marzo y el nacimiento
de Horus a fines de diciembre. Los egipcios no sólo adoraban a una madre
virgen, sino que representaban a los fieles la efigie de su recién nacido
acostado en un pesebre. Osiris fue también hijo de una “virgen santa” y nació
el 25 de diciembre. En ese mismo día, según algunas narraciones, nació Buda,
que tampoco fue concebido sexualmente, aunque su madre fuera casada”.
La investigadora Annah Arendt
nos ofrece un documentado trabajo en torno a estas deidades y las
extraordinarias similitudes entre ellas y los atributos del Jesús cristiano.
Veamos algunos detalles de las Historias
sobre algunos de estos “Cristos”.
“ATTIS: El cristo
frigio.
Nacido de la Virgen NANA un 25 de
diciembre. Poseía una doble Divinidad, Padre e Hijo Divino. Fue un Salvador,
crucificado en un árbol para la salvación de toda la Humanidad; Fue enterrado
pero al tercer día varios sacerdotes encontraron su tumba vacía; Resucitó de
entre los muertos (un 25 de Marzo).
Sostenían las siguientes
creencias: Un bautismo por el que “se nacía de nuevo”, pecados limpiados por la
sangre de Attis, tenían una sagrada comida anual en la que el pan representaba
el cuerpo del dios y el vino su sangre. Sus fieles comieron pan y comida
sagrada, creyendo haber recibido el cuerpo del Salvador. La Celebración de su muerte y resurrección es en
primavera. Denominado como “Buen Pastor", “El Supremo Dios", “El Hijo
de Dios”, “El Salvador”.
BUDA: El cristo indio
y chino.
Nacido de la Virgen MAYA un 25 de
diciembre; anunciado por una estrella y fue visitado por hombres sabios con
costosos regalos. A su nacimiento seres celestes le cantaban canciones.
A los 12 años enseñó en un
Templo. Fue tentado por Mara, que era el espíritu del mal, en tiempos de ayuno.
Bautizado con agua, en nombre del Espíritu del dios presente. Sanó a personas
enfermas. Alimentó a unas 500 personas a
partir de una pequeña canasta de bizcochos. Obligó a sus seguidores a la pobreza
y a renunciar al mundo. Se transformó en un Monte. Tenido como: “Portador de
luz", “Maestro", “La Luz
del Mundo”.
DIONISIO: El cristo
ateniense.
Nacido de una Virgen un 25 de
diciembre en un Pesebre. Llevó a cabo diferentes milagros. Montado en un Burro
realizo una Procesión Triunfal Transformó agua en vino. Dio de comer alimento
sagrado a sus seguidores y recibieron así el cuerpo del dios. Resucitó entre los muertos un 25 de marzo. Es
identificado con el símbolo del carnero y del cordero. Denominado como “Rey de
Reyes"; “El “El Unigénito de Dios"; “El Redentor"; “El Salvador";
“El portador de todos los pecados", “Ungido".
HERACLES: El cristo
griego.
Nacido en el solsticio de
invierno, hijo de una Virgen de quien se contuvo de sexo hasta que el niño naciera.
Sacrificado en el equinoccio de primavera. Denominado “El Salvador", “Príncipe
de la Paz",
“Hijo de todos los justos”, “El Unigénito".
KRISHNA: El cristo hindú.
KRISHNA: El cristo hindú.
Nacido en tiempos en que su
Padre era un sustituto, Nanda, se encontraba en la ciudad para pagarle sus
impuestos al Rey. Su Natividad fue anunciada por una estrella.
Krishna fue hijo de la Virgen Devaki, nació en una cueva, que al momento de su nacimiento fue milagrosamente iluminada por una estrella. Las vacas se inclinaron para adorarle. El Rey Kansa intentó buscar al Cristo Hindú, para matarle. Krishna viajó mucho y hacía varios milagros; resucito muertos sanando leprosos, sordos y ciegos.
Krishna fue hijo de la Virgen Devaki, nació en una cueva, que al momento de su nacimiento fue milagrosamente iluminada por una estrella. Las vacas se inclinaron para adorarle. El Rey Kansa intentó buscar al Cristo Hindú, para matarle. Krishna viajó mucho y hacía varios milagros; resucito muertos sanando leprosos, sordos y ciegos.
Krishnamurió crucificado y
atravesado por una flecha. Una vez fallecido descendió a los infiernos, pero
definitivamente al tercer día ascendió a los cielos. Se espera un segundo
advenimiento. Krishna es la segunda personificación de la Trinidad Hindú.
MITRA: El cristo
persa.
Originario de Persia, adorado en
la India y
posteriormente en Roma. Cuando el mito de Cristo era nuevo y poco conocido,
Mitras y el Mitraísmo eran ya ancestrales.
Adorado por siglos como el mensajero de la verdad, Mitra era venerado por los persas (Zoroastrismo), y por los hindús (véase la literatura Vedica) antes de que su fe fuera reconocida en Roma, en donde los misterios de Mitra florecieron en el siglo segundo de la era occidental actual.
Adorado por siglos como el mensajero de la verdad, Mitra era venerado por los persas (Zoroastrismo), y por los hindús (véase la literatura Vedica) antes de que su fe fuera reconocida en Roma, en donde los misterios de Mitra florecieron en el siglo segundo de la era occidental actual.
Tempranamente los cristianos
acomodaron la religión cristiana a los ideales de Mitra, Constantino era fiel
adorador de este dios.
Cada año a mediados de
invierno, el Hijo del dios nuevamente nacía, poniéndole fin a la oscuridad.
Cada primer minuto de todos los 25 de diciembre en el Templo de Mitra los
sacerdotes con atuendos blancos encendían velas e inciensos celebrando el
nacimiento del Hijo del dios. Mitra nació un 25 de diciembre en una cueva, era
hijo de una Madre Virgen. Mitra descendió del cielo como hombre, salvó a la Humanidad de sus pecados
siendo conocido como “El Salvador” “El hijo de Dios", “El Redentor",
“El Cordero de Dios”. (Aunque estas calificaciones excepto la de “hijo de dios”
que era original de la religión mitráica pertenecen a la inclusión del
cristianismo en el siglo III y IV)
Fue sepultado en una tumba, de la cual resucitó de entre los muertos. - Es un evento celebrado anualmente con mucho regocijo durante el comienzo de la primavera, coincidiendo con la pascua cristiana -. Sus seguidores llevan acabo banquetes sacramentales en memoria de éste acontecimiento. Las Sagradas comidas, pan y agua, o pan y vino, son simbólicamente el cuerpo y la sangre del sagrado Tauro, (dios.) Bautismo en la sangre del toro. (Taurobolum) Bautismo “lavado en la sangre del cordero" inclusión posterior del cristianismo para atraer a los fieles de Mitra a la religión cristiana la cual finalmente asumió los credos mitráicos. Bautismo de agua, inclusión posterior del cristianismo.
Fue sepultado en una tumba, de la cual resucitó de entre los muertos. - Es un evento celebrado anualmente con mucho regocijo durante el comienzo de la primavera, coincidiendo con la pascua cristiana -. Sus seguidores llevan acabo banquetes sacramentales en memoria de éste acontecimiento. Las Sagradas comidas, pan y agua, o pan y vino, son simbólicamente el cuerpo y la sangre del sagrado Tauro, (dios.) Bautismo en la sangre del toro. (Taurobolum) Bautismo “lavado en la sangre del cordero" inclusión posterior del cristianismo para atraer a los fieles de Mitra a la religión cristiana la cual finalmente asumió los credos mitráicos. Bautismo de agua, inclusión posterior del cristianismo.
Los Rituales Mitráicos
ocasionaban la transformación y salvación de su sadherentes - una especie de
elevación del alma hacia una realidad divina- Los festivales Mitráicos eran
dos, uno hacia el solsticio de invierno, (que simboliza su nacimiento), y otro
hacia el solsticio de primavera que simboliza a su muerte y resurrección.
ZOROASTRO:
El cristo de Babilonia.
Nacido de una Virgen.
Fue bautizado en un río. En su juventud él asombró con su extraordinaria sabiduría a otros sabios. Tentado en el desierto por el demonio. Desalojó a los demonios. Le devolvió la vista a un hombre.
Reveló todos los misterios del Cielo, del Infierno, de la Resurrección, del juicio, de la Salvación y de los sucesos futuros. Sus fieles celebraban la Eucaristía por medio de una sagrada comida. Se lo denominaba “La Palabra hecha Carne".
OSIRIS: El cristo egipcio.
Conocido en Roma como KERISTO, el ungido.
Nacida de la Virgen ISIS-MERI un 25 de diciembre en un pesebre.
Su nacimiento fue anunciado por una estrella y asistido por hombres sabios, (Reyes Magos); Su padre terrenal se llamaba “Seb". Anup le hizo pasar por un rito similar al bautismo. Osiris Viajó extensamente, enseñó a los hombres y pacificó los pueblos por medio de la música. Hizo milagros, exorcizo demonios. Sus fieles celebraban su muerte y resurrección cada año en el equinoccio invernal (Pascua) Denominado “El camino de la Verdad y de la Luz", “dios convertido Hombre", “El Hijo del dios", “El Verbo hecho carne". Se esperaba que reinara durante mil años.”
Entrado ya el siglo IV, cuando ya se había concluido lo
substancial del proceso de trasvase de mitos desde los dioses solares jóvenes
precristianos hacia la figura de Jesús, se decidió fijar una fecha concreta y
acorde a su nueva concepción mítica. Dado que a Jesús se le había adjudicado
toda la carga legendaria que caracterizaba a su máximo competidor de esos días,
el dios Mitra, lo lógico fue hacerle nacer el mismo día en que se celebraba el
advenimiento de ese joven dios.
De esta forma, entre los años 354 y 360, durante el pontificado de Liberio (352-366), se tomó por fecha inmutable la de la noche del 24 al 25 de diciembre, día en que los romanos celebraban el Natalis Solis Invicti, el nacimiento del Sol Invencible, un culto muy popular y extendido al que los cristianos no habían podido vencer o proscribir hasta entonces y, claro está, la misma fecha en la que todos los pueblos contemporáneos festejaban la llegada del Solsticio de Invierno.
Con el inicio de la expansión de la Iglesia católica por todo el continente europeo hacia finales del siglo IV, los papas no siempre pudieron imponer su fe por la fuerza y a menudo tuvieron que obrar con astucia fingiendo tolerar determinados ritos “paganos”, aunque en realidad los minaban y transformaban progresivamente al entremezclarlos con elementos cristianos añadidos.
Una muestra de ello nos la dejó el papa Gregorio I El Grande (590-604) que, aunque siempre ordenó que los paganos fuesen sometidos a castigos y prisión si no se convertían, tuvo que ser más cauteloso durante su conquista evangélica de las almas anglosajonas, aconsejándole al abad Mellitus, jefe de los propagadores del cristianismo en Gran Bretaña, lo que sigue:
“No hay que destruir los templos paganos de ese pueblo, sino únicamente los ídolos que hay en los mismos; después de asperjar esos templos con agua bendita, erigir altares y depositar reliquias; porque si tales templos están bien construidos, perfectamente pueden transformarse de una morada de los demonios en casas del Dios verdadero, de manera que si el mismo pueblo no ve destruido sus templos, deponga de su corazón el error, reconozca el verdadero Dios y ore y acuda a los lugares habituales según su vieja costumbre...”.
Navidad fiesta sincretizada
Consultando algunas enciclopedias con relación al origen de esta fiesta,
nos dicen que era conocida no con el nombre de Navidad, sino como
"SATURNALIAS", celebrada por los romanos “paganos”, de los días 17 al
24 de diciembre y el 25 el nacimiento del dios sol.
La Enciclopedia Quillet dice: "La Navidad
no figuraba entre las primeras fiestas de la iglesia antes del siglo V. El
primer lugar donde se menciona una fecha de nacimiento de Jesucristo es en
Egipto. San Clemente de Alejandría se asombró de que algunos teólogos egipcios
hablaban no solamente del año, sino también del día en que ocurrió el
nacimiento de Jesús, que suponían ser el 20 de mayo. Más tarde se creyó que
Cristo había venido al mundo el 19 o 20 de abril o 6 de enero. La primera
mención cierta del 25 de diciembre, aparece en el calendario de Filocalus en el
año 254".
En la Enciclopedia Barsa
se puede leer lo siguiente: "Esta celebración se generalizó desde el siglo IV. Como no se
conoce la fecha precisa del nacimiento de Jesús, la Iglesia Católica
adoptó finalmente el 25 de diciembre y cristianizó festividades paganas, que en
diversos pueblos se celebraban como la fiesta del sol y los carnavales de
Saturno".
En la Enciclopedia de la Religión Católica, se menciona que no hay
fundamentalmente una razón que favorezca la fecha en cuestión, ya que el que
estableció esta fecha fue el Papa Julio I en el siglo IV para quitar la enorme
discrepancia que había en cuanto al tiempo de nacimiento del Hijo de Dios,
porque unos creían que había nacido en mayo, otros en abril, otros en enero,
etc.
En la Historia Eclesiástica
de Mosheims, “se
dice que se escogió como fecha de nacimiento de Jesús el 25 de diciembre,
porque en esta fecha la Roma
pagana ya celebraba la antigua “fiesta del solsticio de invierno” (Natalis
Solis Invicti)”, que data de la tradición babilónica y que recordaba a Mitra,
Baco, Adonis, Horus, Osiris, Júpiter, Hercules y Tammuz, hijo de Nimrod, que
habían nacido en la misma época invernal, conocida hoy como Navidad. De ahí
surgió la idea de unir el nacimiento de esos dioses con el nacimiento de Jesús.
Los demás días que forman la fiesta de Navidad fueron puestos para suplantar
las saturnalias y otras fiestas paganas.
Cada diciembre los centros comerciales aparecen colmados de gente
apresurada que carga bolsas de todos los colores. Lista en mano, nada puede
quedar fuera de las previsiones de Navidad. Las reuniones de familias y amigos
aumentan el estrés en una celebración que, paradójicamente, invita a la
serenidad y a la reflexión. Todo empieza con la decoración navideña en
comercios, calles y plazas. Y junto con las luces de fin de año, llega el
tiempo de rendir culto al consumo.
Así tenemos que esta antiquísima celebración cuyo objeto era compartir fraternalmente entre los seres humanos los beneficios dados por la Madre Tierra, los intereses de las multinacionales del espíritu y del capital económico la han convertido en una orgía del consumo desaforado e insolidario, pues, por una parte, no sólo derrochamos inútilmente los posibles recursos de que disponemos, sino que además, en muchos casos nos hipotecamos para poder seguir los mandatos que mediante la publicidad y el marketing sibilinamente nos trasmite el sistema imperante, induciéndonos al consumo en las grandes superficies de las multinacionales, en detrimento del comercio de cercanía tradicional, con lo cual estamos privando a muchos de nuestros conciudadanos de un puesto de trabajo en beneficio de la acumulación capitalista foránea.
Por otra
parte, es posible que mientras en nuestros hogares en estos días disfrutemos de
una falsa abundancia, en el del vecino falte lo más elemental para celebrar
dignamente el Solsticio de Invierno, siendo también insensibles ante los
millones de seres humanos que carecen de los medios más elementales para
sobrevivir y de los cientos de miles de niños que diariamente mueren de hambre
y por falta de medicamentos básicos, mientras esta denominada civilización
occidental derrocha ingentes cantidades de recursos en peluquerías, vestidos de
moda y veterinarios para perros gatos y otras mascotas.
Sí a pesar de
lo expuesto consideras que estas fiestas denominadas navideñas son dignas de
celebrarse sin que te cree remordimientos de conciencia, adelante, pero no te
dejes embaucar por las rutilantes candilejas de calles y centros comerciales,
piensa que la crisis económica que atravesamos se irá agravando
inexorablemente, y piensa también en que por unos días de euforia no vale la
pena de que pases uno o varios años amargado víctima de la hidra del
capitalismo. En todo caso querido lector, te deseamos que disfrutes de unas
sosegadas fiestas de Solsticio de Invierno en paz y en comunión con la Naturaleza.
Canarias
Diciembre de 2008.
Fuentes consultadas:
Ana Arendt en: www.foroswebgratis.com/tema-5_de_diciembre_navidad_o_la_celebracion_del_solsticio_de_invierno-92958-9981
Enciclopedia Autodidacta Quillet
Editorial: Arístides Quillet
Buenos Aires 1960.
Enciclopedia Barsa
Editada por Enciclopedia Británica de
Mexico, S.A.
Enciclopedia Católica
The
Catholic Encyclopedia, Volume I
Copyright © 1907 by Robert Appleton Company
Online Edition Copyright © 1999 by Kevin Knight
Copyright © 1907 by Robert Appleton Company
Online Edition Copyright © 1999 by Kevin Knight
Historia Eclesiástica: Mosheim, Joham
Lorenz
Imagen, Diosa Isis, tomada de: www.
Kalipedia .com
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