Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen*
ORACIÓN GUANCHE
¡¡Uh!! Magné
Mastáy Achen tumba Manéy.
Tanemir uhana gek
magék Enehana benijime harba
Enaguapa acha
abezan.
Cuya traducción al
castellano es la siguiente:
¡¡Oh!! Madre del
cielo Madre de la tierra
¡Oh! Madre del
cielo, Madre del crecimiento
de la hermandad,
Madre de lo
nuevo’.
Gracias poderosa Sol / por salir un día más
para alumbrar la noche.
Últimamente con motivo de
la celebración de una boda por el rito de nuestra Congregación se ha despertado
cierto interés en los medios de comunicación social por las ceremonias y ritos
de nuestra Iglesia, han sido innumerables las consultas recibidas, ello nos ha
motivado para elaborar las siguientes notas en la esperanza de sirvan para
acercar a los posibles lectores los
fundamentos de nuestra manera de vida espiritual, al tiempo que pueda
sastifascer la curiosidad de otros.
La Iglesia del Pueblo
Guanche es una comunidad de todos los verdaderos creyentes bajo el Señorío de la Diosa-Madre Universal
Chaxiraxi. Es la fraternidad redimida y redentora en la cual los designios de la Diosa-Madre Universal
Chaxiraxi son predicados por personas divinamente llamadas, y los Ritos son
debidamente administrados según el mandato de la propia Diosa. Bajo la
disciplina de la Iglesia
del Pueblo Guanche. La Iglesia
del Pueblo Guanche trata de asegurar la continuidad de la adoración, la
edificación de los creyentes y la redención del mundo.
En sus oraciones e intenciones, la Iglesia del Pueblo
Guanche, ha pedido, y continúan pidiendo que su pueblo sea uno por medio de la
obediencia a la voluntad de nuestra Señora Chaxiraxi, en humildad, y en gratitud, porque después de siglos se
nos ha dado la oportunidad de libre reunión. En armonía con otras confesiones.
La
Iglesia del Pueblo Guanche es una Congregación de hombres y
mujeres de los tiempos actuales que queremos vivir nuestra vida espiritual en
íntima comunión con Nuestra Diosa-Madre Universal Chaxiraxi, en plenitud con
los espíritus de nuestros ancestros y en armonía con la Naturaleza de la cual
formamos parte, con la pureza que la vivieron nuestros antepasados, alejándonos
de la nefasta contaminación espiritual,
moral, psicológica y filosófica impuestas dramáticamente por agentes
foráneos que troncharon la vida espiritual del primitivo pueblo canario,
alejándonos de nuestras auténticas raíces espirituales, culturales y morales.
Nuestros
esfuerzos van dirigidos a conseguir que la Diosa-Madre Chaxiraxi,
Tara-Tanit- Moneyba, Abora o Diosa Celeste, Diosa Luz -que por estos y otros
cientos de nombres es conocida por la humanidad- ocupe abiertamente en el
corazón de los fieles guanches el lugar que hasta la fecha ha venido ocupando
de manera sincretizada, viéndose venerada bajo nombres extranjeros, como si
fuese una extraña para sus ancestrales fieles.
Nuestra
común unión con todos los seres humanos que desde los primeros tiempos del
hombre hemos venido recibiendo la protección y amparo de la Gran Diosa Madre bajo
cualquiera de sus múltiples advocaciones.
Desde
el punto de vista ceremonial y ritual, no pretendemos crear nada –no es
necesario-, simplemente queremos rescatar y actualizar la teogonía y
ristualística de nuestra ancestral religión, la cual hunde sus raíces como
culto reglado, unos 3800 años antes de la era actual, es decir, contamos con
5800 años de vida espiritual, a pesar de los avatares históricos que nos han
obligado a sobrellevar espiritualmente-y en otros ordenes- nuestra fe de manera
sincretizada y, tomando determinados aspectos de otros cultos impuestos, para
poder continuar ofreciendo a Nuestra Diosa-Madre Chaxiraxi la adoración debida
y a las Divinidades paredros o mediadoras de nuestro panteón, la veneración
correspondiente.
Hasta
tiempos recientes, nos había sido vetado el realizar públicamente nuestro
culto, ceremonias y rituales, debido a lo cual hemos tenido que vivir nuestra
espiritualidad como hemos dicho de manera sincretizada, pues desde los inicios
de la invasión de nuestra matria por otra cultura ciertamente muy inferior en
los aspectos morales y espirituales, pero superior en los armámentisticos,
hemos sido perseguidos, esclavizados, demonizados y obligados a asumir
determinados aspectos culturales del invasor para poder sobrevivir como etnia
diferente y diferenciada, pero sin renunciar en lo más profundo de nuestro ser
a nuestras auténticas raíces ancestrales.
A
pesar de lo anteriormente expuesto, no nos anima ningún sentimiento de
revancha, pues entendemos que nuestra Diosa-Madre lo es de toda la humanidad y,
si muchos de sus hijos haciendo uso del libre albedrío de que hemos sido
dotados han decidido o están decidiendo afrontar esta realidad pasajera guiados
por los designios de Guayota-Gabiot y su cohorte de Tibisenas, no nos compete a nosotros el juzgarlos, ya
que posiblemente sean instrumentos al servicio de los fines que para la
humanidad tiene designado Nuestra Diosa-Madre Chaxiraxi -teniendo en cuenta que
el cómputo del tiempo para ella no es el mismo que para nosotros, pues somos
finitos en esta realidad material-, por tanto, es nuestro deber tratar de
orientar espiritualmente mediante el amor emanado de Nuestra Diosa-Madre
Chaxiraxi, a nuestros hermanos errados para que se aparten de la senda trazada
por Guayota-Gabiot y evitar que continúen haciendo daño de manera conciente al
resto de la humanidad.
Todo ello conforme al espíritu recogido
en nuestro fundamento número 14: “Promovemos la separación de la
religión y el Estado, y el derecho humano universal a la libertad de religión.
Reconocemos la libertad de todos los
seres humanos para expresar y celebrar sus creencias, como individuos o en
grupos, en cualquier ritual, símbolo o vocabulario que no cause daño y que sea
significativo para ellos”.
Nuestra fe la vivimos actualmente en el
entorno de una sociedad ciertamente influenciada por aportes culturales
provenientes de las más diversas nacionalidades del mundo, estos aportes
conllevan también los aspectos religiosos y espirituales de la comunidades
correspondientes, sin que ello sea motivo de especial preocupación por parte de
los estamentos dominantes, quienes además nos han venido trasmitiendo e
invitando continuamente a asumir un concepto “cosmopolita” para nuestra actual
sociedad, pero sin embargo, no sucede así cuando los canarios seguidores de
nuestra ancestral religión tratamos de expresar públicamente nuestra
convicciones espirituales, entonces se crea en torno a nuestras ceremonias y
ritos un entorno de desconfianza por parte de estos mismo estamentos, siendo
habitual que durante nuestras ceremonias y rituales a pesar de ser públicas y
notorias, el vernos importunados por la presencia de la guardia civil y/o las
policías municipales, quizás esta actitudes sean debido a un posible complejo
de endofobia, paralelo al supuesto
“cosmopolitismo” que tanto nos ponderan.
Será
bueno recordar que ésta es una época de confusión y de dificultad, y por ello,
que aquellas cosas que al principio eran claramente comprendidas no se captan
ahora tan fácilmente, sino que a menudo es necesario el abandono de
pensamientos largamente abrigados que nos han sido inculcados en la mente desde la infancia.
Además de esto, hay siempre una tendencia a ir a los extremos, y muchos, al descubrir que lo que habían recibido y sustentado era erróneo, y que la cultura dominante había pervertido el mensaje que la Diosa-Madre había dado, pasan a un extremo opuesto, y abandonan lo que es correcto en sí mismo, porque está conectado con los sistemas humanos y sus errores. Creo que ésta es la causa de la dificultad que muchos sienten tocante a nuestros ritos.
Nuestra
sociedad canaria actual ha escapado al
afán de exploración a través de la reflexión, es decir, nuestra sociedad
ha dejado de producir sus sistemas de
pensamientos espirituales y religiosos propios, y la forma de trasmitir estos
conocimientos, a través de los textos escritos o a través de la
transmisión oral la tamusni. Si embargo, en los más profundo de su ser siente
la necesidad del reencuentro con los espíritus de nuestros antepasados y para
ello recurre al rito, pero desconociendo el rito, no viendo en el mismo sino un
reflejo de un mundo anterior idealizado y bucólico, totalmente alejado de la
realidad de su momento y convirtiéndolo en un acto de rescate meramente
teatral, carente de espiritualidad religiosa y por consiguiente, carente de
verdadero sentido de reencuentro con los espíritus de nuestros ancestros,
desvirtuándolo, ya que el rito es una
manera de conservar la identidad como pueblo más allá de las dominaciones
nacionales.
Vamos
a dar un somero repaso-pues la limitación de espacio nos condicionan- a algunos
de los ritos y ceremonias practicadas por los fieles de la Iglesia del Pueblo Guanche
como sustento de nuestra fe, y bajo el amparo de Nuestra Diosa-Madre Universal
Chaxiraxi, así como recordar algunos aspectos del entorno espiritual donde
desarrollaban nuestras creencias nuestros ancestros, con ello pretendemos que
la sociedad en general disponga de un mejor conocimiento de nuestras
concepciones religiosas, al tiempo que manifestamos que somos una Congregación
totalmente abierta a todas aquellas personas que de buena fe, quieran
participar de nuestros ritos y ceremonias sin que ello les presuponga una
vinculación a nuestra Iglesia.
Rito de purificación o bautizo por el
Rito de la Iglesia
del Pueblo Guanche:
Generalmente es un hecho asumido por nuestra sociedad de que el
rito de purificación por el agua o bautismo es de origen cristiano, nada más
lejos de la realidad, el rito de bautismo como tantos otros, han sido asumidos
por el judeo-cristianismo de otras religiones más antiguas y, con el transcurso
del tiempo especialmente en el ámbito católico lo han impuesto como creación
propia hasta el extremo de cortar el cuello o quemar vivos en la hoguera a
aquellos que se negaban a aceptarlo.
La purificación con agua es un rito muy conocido en muchas
religiones antiguas. La palabra Bautismo se deriva de la palabra griega bapto o
baptizo, lavar o sumergir. Por lo tanto, significa que lavar es la idea
esencial del rito.
En Mesopotamia. Según la concepción de los babilonios, el agua
dulce es el principio de la vida humana, en oposición a las aguas saladas del
mar que son el principio del desorden y de la muerte. Por eso se atribuía una
virtud especial a las aguas del Eridu, junto a la desembocadura del Tigris y el
Éufrates, donde se establece la unión y, por tanto, la lucha entre los dos
reinos acuáticos. El dios local de Eridu es Ea (o Enk), señor de las aguas
dulces y también dios de la magia. De ahí el empleo de las aguas del Eridu en
una serie de ritos mágicos, con el propósito de expulsar a los demonios
causantes de enfermedades y rehabilitar al pecador a los ojos de la Divinidad.
El simbolismo de un lavado externo para limpiar una mancha
invisible es muy familiar en las
ceremonias sagradas. El uso de agua lustral se encuentra entre los babilonios,
asirios, egipcios, canarios, griegos, romanos, hindúes y otros.
El
agua da vida.- Porque el agua es absolutamente necesaria para la vida. Por eso,
donde hay agua hay vida. Y donde falta, lo único que puede haber es muerte.
Este simbolismo ha sido fuertemente destacado en no pocas religiones, porque
corresponde a la naturaleza misma de las aguas y su función fecundante. De ahí
que el desierto es el lugar donde está ausente la vida, ya que allí está
ausente el agua. Por todo esto se
comprende fácilmente que el agua es uno de los mejores símbolos de la vida. Por
eso, en muchas religiones se utiliza el agua para simbolizar que los fieles
pasan de la muerte a la vida, y que tienen la vida que proviene de la Diosa-Madre Chaxiraxi.
El agua lava.- Todos lo sabemos por experiencia y no necesita
explicación. Por eso, lo mismo en la
Iglesia del Pueblo Guanche que en otras religiones antiguas y
modernas se utilizan ciertos lavatorios rituales para indicar y simbolizar que,
de la misma manera que el agua lava el cuerpo, la gracia de la Diosa-Madre lava el
espíritu, limpia de los errores o de las impurezas culturales y nos hace
presentables, como el que está recién lavado de pies a cabeza.
El agua satisface la sed.- También se suele decir que apaga la
sed, lo mismo que apaga el fuego. Pero como la sed expresa una necesidad tan
fundamental en la vida, de ahí que, con frecuencia, se hable de sed para
indicar nuestros deseos más grandes, por ejemplo cuando se dice que tenemos sed
de justicia o sed de paz.
El agua mata.- Muchas veces es agente de destrucción y de muerte,
cosa que ocurre con frecuencia en riadas, tormentas, inundaciones, etc. Y por
eso también, uno de los símbolos más fundamentales del agua, en muchas
religiones, es la inmersión en las aguas de un río o de una piscina, para
indicar que el hombre sepulta su vida pasada en los errores y renace a una vida
nueva en la gracia y la amistad con la Diosa-Madre. Por
ello en la Iglesia
del Pueblo Guanche practicamos el rito de bautismo indistintamente por
inmersión o por aspersión, dependiendo de la situación del lugar o de las
condiciones temporales.
El matrimonio por el Rito de la Iglesia del Pueblo
Guanche:
Para los fieles de la Iglesia del Pueblo Guanche
es un gran mito con el que tenemos que acabar, el de la discriminación en el
matrimonio civil o religioso, las nuevas concepciones humanistas obligará a que
algunas religiones cambien su doctrina o prácticas en torno a quienes puedan
contraer matrimonio dentro de su tradición.
Esto es plenamente correcto. En este país tenemos (por lo menos en
el papel) libertad de religión. Cuando una corte o legislatura acabe con
discriminación en el matrimonio civil (gubernamental), no hay impacto
compulsorio sobre ninguna religión. Cada religión es—y seguirá siendo—libre
para definir sus propios requisitos para sus ritos de matrimonio: quien, que, cuando,
donde y por qué.
Algunos dicen que el
matrimonio es un sacramento. Y para algunas religiones, lo es.
Pero el gobierno civil si adopta una postura realmente laica no
tiene nada que ver con sacramentos.
El matrimonio gubernamental ya existe conjuntamente con las
diferentes reglas que cada religión tiene para sus ritos de matrimonio. Eso
nada lo puede cambiar de momento.
Aunque las personas pueden
ver al matrimonio de maneras diferentes, sólo hay dos tipos de matrimonio—o el
civil o el religioso. En algunas ceremonias, se celebran ambos a la vez. Las
Parejas pueden acceder a uno o ambos
tipos de matrimonio.
Pero para recibir las protecciones legales del
matrimonio, una pareja tiene que casarse bajo el matrimonio civil. Es sólo el
matrimonio civil el que puede ser abordado por tribunales y legislaturas
civiles.
Cualquier pareja puede tener
un matrimonio civil si satisface los requisitos de las leyes.
Actualmente, los requisitos
en Canarias son que ambos compañeros sean adultos, y no estén ya casados por el
mismo rito o sean familiares cercanos.
La mayoría de nosotros vemos
al matrimonio como un compromiso público de amor y apoyo mutuo realizado por
parejas adultas. Las leyes también lo contemplan así, y usa el compromiso de
matrimonio como posibilidad de acceso a ciertos módulos de protección a las
familias, responsabilidades y beneficios legales establecidos por el Estado.
En el ámbito de las
diferentes religiones sólo las parejas que satisfacen los requisitos de la
confesión específica de cada religión pueden tener un matrimonio religioso
conforme a sus ritos.
Las diferentes confesiones religiosas tienen
autonomía plena para decidir que matrimonios consagran, y hacen lo apropiado
para sus ritos, costumbres y tradiciones.
Algunas religiones no casan a personas que se
han divorciado, o personas de religiones diferentes, aunque estas mismas
personas pueden tener un matrimonio civil. Cada comunidad religiosa siempre
tiene el derecho a oficiar, o dejar de oficiar cualquier rito de matrimonio que
considere apropiado, sin reparar en el sexo de los contrayentes. Los
matrimonios religiosos no confieren derechos o responsabilidades legales.
La Constitución del Estado español (por la cual debemos
regirnos) protege el derecho de todo ciudadano a la libertad de religión: “El Congreso no hará ley sobre un
establecimiento de religión, o prohibiendo el ejercicio libre de ella.”
Además de darle libertad de conciencia a la práctica religiosa, al evitar (por
lo menos en la letra) que cualquier religión dicte el contenido de la ley, la Constitución protege
la libertad de religión. Para que todos los puntos de vista religiosos sean
protegidos y respetados, es democrático que no se hagan leyes con un punto de
vista religioso específico en mente, incluso leyes sobre el matrimonio civil.
Como resultado de la libertad
de religión, cada confesión puede decidir independientemente si quiere que
parejas gay y lesbianas se casen por sus ritos específicos y de su tradición
religiosa exactamente igual que las parejas heterosexuales, y esto seguirá
siendo así haga lo que haga el gobierno con respecto al matrimonio civil.
Por otra parte, ciertas
confesiones religiosas deístas y machistas ultra conservadoras, continúan
sosteniendo posturas hipócritas y obsoletas ancladas en un pasado en que sus
postulados fueron cimentados sobre la más acérrima intolerancia causando
verdaderos ríos de sangre para mantener sus dogmas, postulados que por otra parte no alcanzaban a
los sacerdotes y las castas dirigentes de esas confesiones, además creen que el
mensaje dado en unas épocas de oscurantismo, continúa siendo válido hoy en día,
sin tener en cuenta que la humanidad ha avanzado científica, cultural,
filosófica y sicológicamente, y por tanto, “la religión con sangre no entra”.
La Iglesia del Pueblo Guanche es una confesión abierta y tolerante, donde
los parámetros morales son auto generados por la colectividad, y donde los
individuos no rebasan personalmente en la intimidad ni públicamente los límites
morales que salvaguardan la sensibilidad del prójimo ya que entendemos que, por
ejemplo, la opción sexual entre adultos no presupone un determinado
comportamiento social negativo para la comunidad.
Es posible que estos
planteamientos alarmen a más de uno, pero no importa, estamos habituados a la
incomprensión y a la intolerancia de quienes serían capaces -si pudiesen- de
arrojarnos al “brazo secular”,
siempre estarán ahí los estrechos de mira, los alienados por el sistema
religioso dominante y que, lamentablemente sufren sus secuelas, los
intolerantes son los que no quieren ver a un hermano en su prójimo, sino a un
manso cordero al que pueden esquilmar y conducir sin resistencia ni protesta al
degolladero, son los que precisamente, se visten con pieles de éstos corderos.
Pero también están los
espíritus libres, abiertos y tolerantes, los que de verdad practican la
pacífica convivencia lejos de falsos conceptos morales creados por unas
religiones castradoras de la personalidad y anuladora de la libertad de los
individuos.
Continua:
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