Guaire Adarguma Anez' Ram n Yghasen*
En los primeros días del año 2001, en la Ciudad de Eguerew (La Laguna) un grupo de patriotas canarios, devotos de la Diosa-Madre
en su advocación como Chaxiraxi, advocación suplantada por el catolicismo
romano y sustituida por la de la Virgen de candelaria, de Teror; Las Nieves
etc., conscientes de que el expolio llevado a cabo en nuestra nación por los
invasores no sólo es material y cultural sino también espiritual y religioso,
se plantean retomar la continuidad de la Iglesia del Pueblo Guanche, partiendo del
momento histórico en que fue brutalmente truncada por la fuerza de las armas del cristianismo invasor. Siendo
conscientes de que, a pesar de los siglos transcurridos, el pueblo canario
viene sufriendo una marcada orfandad religiosa y espiritual que se manifiesta
en la peculiar manera en que la mayoría de los canarios viven el
cristianismo, es como consecuencia de ser una religión ajena impuesta por la fuerza de las armas y por el consiguiente
terror infundido en el pueblo sometido, lo que provoca en el inconsciente
colectivo un rechazo hacía dicha confesión religiosa, aunque no lo manifieste
abiertamente.
Es un hecho incuestionable que el pueblo
canario, desde los tiempos en que la
memoria se pierde en las brumas de los mitos y las leyendas, ha profesado un
inmenso amor y veneración a la Diosa-Madre bajo la advocación de Tanit,
Tara; Chaxiraxi; Moneiba; Abora..., y cuyos atributos le han sido usurpados por
el catolicismo y aplicados a la madre
de Jesús, así como al panteón de dioses paredros o domésticos mediadores entre
los humanos y la Gran Madre Celestial,
los cuales han sido sustituidos por santos católicos. El brutal choque
emocional a que se vio sometido la
mayoría del pueblo canario al verse obligado, sin transición, a renunciar a su
religión y ritos sagrados, al verse despojado de una espiritualidad pura, para
prácticar otra netamente mercantilista donde cada práctica religiosa, cada
rito, o cada consuelo espiritual, están regidos por una tarifa, hizo cambiar
los esquemas que nuestros antepasados manejaban en torno a su universo. Así
nuestro pueblo se vio obligado a prácticar su ancestral religión de manera
proscrita y en muchos casos sincretizándola con los nuevos aportes foráneos, lo
que indudablemente desembocó en muchos casos en prácticas de mancias, y
prácticas ajenas a nuestra ancestral religión, en la
búsqueda del consuelo espiritual que la
iglesia católica niega a los pobres, al tiempo que persigue inmisericordemente
a quienes buscan consuelo en las Devociones de nuestros ancestros, pues ello
supone una pérdida económica para las arcas del clero y del Vaticano. No en
vano nuestra Nación registra uno de los índices más altos en cuanto a la existencia de sectas de todo tipo, así
como de innumerables Mancias, ello es consecuencia directa de la orfandad espiritual de que hablamos más
arriba.
Para dar repuesta coherente y auténtica a esta
sed espiritual de nuestro pueblo, resurge la
Iglesia del Pueblo Guanche, (en reconstrucción) este movimiento espiritual y
religioso pretende rescatar y dignificar las prácticas y ritos ancestrales de
nuestra verdadera y genuina religión en torno a nuestra Diosa-Madre. Para ello parte desde unos primeros presupuestos,
los cuales se irán desarrollando conforme el movimiento vaya tomando
consistencia y se vayan valorando las aportaciones de los fieles, tanto hombres
como mujeres de reconocida vocación e intachable conducta cívica, y demostrado
amor al prójimo.
La
Iglesia del Pueblo Guanche, velará porque la
Diosa-Madre recupere la dignidad que le ha sido usurpada, y que
sus atributos merecen y exigen, en el contexto de una veneración
espiritualmente pura, totalmente alejada de falsos e inútiles oropeles que sólo
sirven para halagar la vanidad de los
ricos e incrementar las arcas del clero católico, al tiempo que ofenden grave y
profundamente la dignidad de los pobres
y marginados.
Por ello, La Iglesia del Pueblo Guanche desarrollará
los mecanismos necesarios tendentes a informar a nuestro pueblo, y por
extensión a toda la humanidad, de
nuestro propósito de recuperar y potenciar el culto a nuestra autentica Diosa-Madre y en rescatar nuestros
ancestrales lugares sagrados de culto, nuestros templos; nuestros ritos;
nuestras tradiciones religiosas guanches. Llevaremos a nuestros conciudadanos
el mensaje que les libere del oscurantismo mental en que les ha mantenido el
clero dominante durante centurias. Reimplantar a nuestras sacerdotisas y
sacerdotes, dotándolos de la dignidad
de que
fueron despojados. Todo ello tratando de
acuerdo a los tiempos actuales pero sin que pierdan un ápice de su pureza
primitiva. Para ello deseamos contar con el beneplácito de la Diosa
Chaxiraxi y con el apoyo de nuestros hermanos en la
devoción.
Es indudable que, con el transcurso del
tiempo, las formas de representación de las imágenes que deseamos plasmar van
tomando diferentes formatos, conforme las técnicas artísticas van evolucionando
paralelamente al desarrollo evolutivo de la
sociedad. Por tanto, la Iglesia del
Pueblo Guanche asume como signos representativos y como distintivo en el orden
interno y externo, el símbolo más antiguo de al Diosa-Madre
en su representación como Tanit,
consistente en un triángulo rematado por una barra horizontal sobre el cual
descansa un círculo y en el centro del triángulo un Sol con puntas que
simboliza los rayos vivificadores del mismo. Como imagen de veneración asume la representación más antigua de Nuestra
Señora Chaxitraxi, la cual se encuentra
depositada al presente en una Parroquia católica de la Villa de Adeje, siendo posiblemente la auténtica imagen de Chaxiraxi, venerada por nuestros
antepasados antes de que fuera secuestrada por los invasores. A través de ella
todos los fieles debemos dirigir nuestras plegarias a la Diosa-Madre.
En principio, el Organigrama de la Iglesia del Pueblo Guanche estará formado
por un grupo de orientación espiritual y cultural compuesto según el siguiente
bosquejo:
El Guadameñe, quien orientará, asistido del
Sacro Tagoror de la Diosa-Madre compuesto por los Faykanes, la acción espiritual y religiosa de la comunidad de la
Iglesia del Pueblo Guanche, y ostentará la
máxima representación de los fieles, tanto en el orden interno como en el
externo, así como en el orden universal. Usará y trasmitirá la facultad de la
imposición de manos. Facultará asimismo a los Faykanes.
El Faykan, quien, asistido por un Tagoro de
Kankus y Sacerdotisas, será el responsable espiritual y religioso, usará de la imposición de manos por delegación del
Guadameñe, velará por el correcto desarrollo de todos los aspectos del culto,
dirigiendo los mismos, así como los recursos humanos, materiales y de acción
social de la comunidad de fieles de la isla o demarcación territorial para que
sea designado, dependiendo jerárquicamente directamente del Guadameñe.
Facultará a los sacerdotes Kankus y a las sacerdotisas Maguadas.
Las Maguadas o Sacerdotisas, quienes cuidarán
especialmente del culto a la Diosa-Madre y del Fuego Sagrado, llevarán a
cabo el bautismo de las niñas, la instrucción
de las mismas en torno a la veneración
y ritos de la Diosa-Madre, así como la
preparación moral y religiosa necesarias como futuros miembros de la Iglesia del Pueblo Guanche. Portarán las
ofrendas dedicadas a la Diosa en las ceremonias públicas, cuidarán de
las obras sociales en la comunidad de
fieles, especialmente de los enfermos, presos, afligidos y marginados, cuidarán
de que por parte de las mujeres se guarde la
debida compostura ante la Diosa-Madre y en el templo. Cada comunidad o
Templo estará dirigido por una Gran sacerdotisa. Dependerán jerárquicamente del
Faykan de su isla o demarcación.
Los Kankus, Sacerdotes que
cuidarán especialmente del culto a la Diosa-Madre en su representación
como Magek el Sol. De los bautizos de los
varones y de las bodas, cuidarán de los lugares de culto, las ceremonias
públicas y rogativas. También cuidarán del culto de los dioses paredros o
domésticos. Así mismo cuidaran de la
educación religiosa de la comunidad y
de la transmisión de las tradiciones
del pueblo guanche tanto sacras como festivas. Dependerán jerárquicamente del
Faykan de su isla o distrito territorial.
Los Samarines, Sacerdotes encargados de velar
por el culto de los antepasados, asistirán a los fieles moribundos
exhortándolos para que sus espíritus inicien plácidamente el viaje al Sol.
Dependerán jerárquicamente del Kanku de su distrito.
Los Iboibos, Sacerdotes encargados de los
fieles difuntos, cuidarán de los panteones y de las honras a los espíritus de
los antepasados y de las ceremonias y ritos a ellos dedicados, dependiendo
jerárquicamente del Kanku de su distrito.
Para dirigir las responsabilidades
sacerdotales anteriormente reseñadas podrán ser elegidos indistintamente
hombres o mujeres.
Los Kankus y Maguadas, que así lo deseen,
podrán vivir en Comunidades de tipo monacal, conforme a las reglas emanadas del
Gran Tagoror de la Iglesia del Pueblo
Guanche.
Todas estas funciones, expuestas someramente,
serán desarrolladas más ampliamente por las aportaciones de la Asamblea de los fieles, así como por las
directrices emanadas del Sacro Tagoror de la
Gran Hermandad de la Diosa-Madre, presidido por el Guadameñe.
Podrán acceder a estas funciones cualquier
devoto, hombre o mujer, que posea demostrada vocación sacerdotal y probada
honestidad cívica, mediante solicitud al Kanku de su distrito, quien la trasmitirá ante el Faykan de su isla o
demarcación. También podrán ser elegidos en Asambleas de Templos o distritos y
propuestos por los fieles ante el Faykan, quien resolverá conforme a las normas
que para el efecto dicte el Sacro Tagoror de la
Gran Hermandad de la Diosa-Madre.
Somos conscientes de que lo expuesto,
producirá más de una sonrisa irónica, y algunos comentarios burlones o
peyorativos, ¡No importa! Comprendemos que quienes así se conduzcan no son -ni
más ni menos- que el resultado de las situaciones coloniales anteriormente
descritas. Invitamos a todos los compatriotas de buena voluntad a que
participen en la reconstrucción de la Iglesia del Pueblo Guanche aportando
sugerencias e ideas positivas tendentes a la
consecución de una mejor planificación, moral, religiosa, espiritual y cultural
de nuestra sociedad, pueden hacerlo si lo desean, mediante el E. Mail:
eduardobenchomo2gmail.com
Que la
paz de Chaxiraxi more en sus espíritus.
Ciudad colonial de Eguerew, 6 de diciembre de
2003.
*Guadameñe de la Iglesia del Pueblo Guanche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario