Una figura claramente femenina, que al mismo tiempo
tiende a presentarse como diosa total, apareciendo así con funciones y poderes
más extensos que los vinculados a los dioses masculinos. Astarté conserva
todavía rasgos de gran madre y recuerda, al mismo tiempo, el lado acogedor y
creativo de la vida. Es signo de luz, pero también la vemos vinculada a los
rasgos más oscuros de la noche. Se la vincula con Venus como lucero matutino, con Marte, estrella
vespertina que se esconde en las regiones inferiores, como principio de
muerte, Ella es, el signo del orden de la tierra, apareciendo como
garantía de un amor que lo vincula y lo sostiene todo. Así aparece vinculada
al cielo y al infierno, al nacimiento y a la destrucción, a la maternidad y al
crecimiento de los seres. Es la diosa total, que simboliza, sostiene y
desvela los tres aspectos fundamentales de vida-amor, orden social y muerte,
que aparecen así como expresiones de un mismo principio divino, como formas de
un mismo fondo original sagrado. Frente a la lógica masculina de tipo más
racionalista o unilateral (que actúa por exclusión y violencia) se eleva aquí
la lógica de la totalidad femenina. El Dios patriarcalita de tipo masculino
tiende a imponerse por medio de exclusiones, como Marduk, que mata a su madre
(Tiamat) para reinar en su lugar, pero de forma impositiva. En contra de eso,
Astarté vincula los diversos aspectos de la vida; no actúa por exclusiones e
imposiciones, sino por inclusiones; en su divinidad pueden vincularse todos.
Representaba el culto a la madre naturaleza, a la
vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres
carnales. Con el tiempo se tornó en diosa de la guerra y recibía cultos
sanguinarios de sus devotos (especialmente como Innana). Se la solía
representar desnuda o apenas cubierta con velos, de pie sobre un león
En la
mitología griega, Astarté se corresponde en parte con la diosa Afrodita y en
parte con Deméter. En la Biblia hebrea a menudo se la presenta como el
complemento femenino del dios Baal. Como su culto se basaba en la prostitución
(tanto masculina como femenina), se cree que el nombre Astoret es una forma
hebrea del nombre semítico Astarté modificado por los judíos con las vocales de
la palabra bōshet (‘abominación’).Su nombre suele encontrarse en el Antiguo
Testamento en la forma plural Ashtaroth que posteriormente es tomado como uno
de los principales demonios.
SUS
NOMBRES Y CORRESPONDENCIAS
ṯtrt
(también ‘Aṯtart o
‘Athtart, transliterado Atirat).
En ugarítico ‘
En acadio
DAs-tar-tú (también Astártu).
En
etrusco Uni-Astre (según las tablillas de Pyrgi).
Astar:
diosa de Abisinia (actual tiopía).
Athar:
diosa de la fecundidad y la lluvia en Arabia del sur.
Ishtar:
diosa de Mesopotamia, forma babilonia de una Gran Diosa que aparece en casi
todo el Cercano Oriente antiguo, especialmente en el ámbito semita
Inanna:
diosa sumeria del amor, la naturaleza y la fertilidad.
Ashtarté
para los cananeos,
Atargatis
en los sirios,
Ashtar
para los moabitas
Artemisa
de los griegos
REPRESENTACIONES
Como
estaba identificada invariablemente con el planeta Venus y Marte. En todo el
Mediterráneo se erigieron templos en su honor y en ellos se representa a la diosa de diversas formas: en
Cerdeña la encontramos con la forma de una mujer, con la cabeza cubierta a la
forma egipcia, con una túnica larga, sosteniendo con las dos manos el disco
lunar; en Chipre se han hallado muchas figuras de la diosa en la que está
representada de pie, completamente desnuda y con las manos encima del vientre, o
sosteniéndose los senos, y también en la actitud de cubrirse senos y pubis con
las manos. El culto a Astarté, aunque varía en algunos detalles según los
lugares, tiene como nexo de unión su relación con la sangre. Los antiguos
judíos, sacrificaban vidas humanas en su
honor, aunque en la mayor parte de la cuenca mediterránea se utilizaba la
sangre de animales para honrarla. De lo que no queda ninguna duda es de que
Astarté, la diosa-madre, es la diosa del fuego y la luz, la señora de los
astros, la diosa de la fecundidad que incluso llegó a representarse en forma de
piedra cónica, haciendo una clara alusión al falo (de nuevo, la dualidad,
que en este caso llegó a templos donde el erotismo y el sexo eran los
protagonistas y mediante los cuales se honraba a la diosa, llegándose incluso
en templos chipriotas a entregar a las doncellas agregadas al culto un falo,
para incentivar la masturbación propia y hacia las demás doncellas). Astarté
pertenece a las dinastías de los grandes dioses antiguos, anteriores a las
grandes religiones, y potencia la vida a través de la sabiduría (simbolizada
por el delfín, otra de sus representaciones). Fue la 1ª diosa oscura en
relacionarse con la sangre y, porqué no, la primera diosa-vampira del mundo
occidental.
TRADICION
Astarté/Anat es, junto a
Ashera, la diosa más importante de diferentes tradiciones, entre las que
destacan la caldea, asiria, babilónica , semita e israelita en todas si bien mantiene los aspectos y atributos que
ya mencione antes su nombre e historia cambia , es decir que hablara de una
historia o mito solo es casi imposible pues en cada cambio de religión hay
patrones recortados o aumentados y puede ser desde la hermana hasta la esposa
del Dios masculino principal , lo único que se puede considerara como una
generalidad además de sus atributos es su importancia dentro de cada panteón
siendo una de las figuras más
significativas de la mitologías que integra y está presente de
una forma u otra en religiones incluso foráneas ya que ha tenido un gran
influjo en la religiosidad de todo el oriente (está vinculada con
Ishtar/Attargatis e incluso en Afrodita). En algunos momentos, Astarté puede
identificarse con Ashera y así aparece relacionada con Baal, aunque los
conceptos y atribuciones las diferencien, de hecho Ashera representa para mí un
misterio y reverencia aun mayores por su antigüedad y totalidad, sin embargo
hablare de ella en otro post
Como la diosa
central del panteón de Mesopotamia, la expresión más alta de la divinidad
en el oriente antiguo, uno de los símbolos femeninos más importantes de la
historia de las religiones. Astarté
aparece en varios pueblos del antiguo oriente, en diversas formas,
especialmente en Babilonia donde se distingue como signo de armonía
femenina en la que todos (hombres y mujeres) pueden integrarse. De esa forma
actúa a modo de contrapeso de Marduk, Señor violento y guerrero, que tiende a
dominar sobre dioses y hombres, imponiendo su supremacía por la guerra.
Se presenta como diosa total
y así aparece con funciones y poderes más extensos que los vinculados a los
dioses masculinos, sobretodo porque su culto tiene un impacto inigualable en el
desarrollo de la cultura.
La religión cananea no ha desarrollado la figura de
Astarté (Ishtar) como en Babilonia, pero en su lugar aparece Anat/Astarté, que
cumple una función importante, al lado de Baal, hijo de Ilul y Ashera, un Dios
poderoso que ha vencido al caos del abismo representado por el mar (leviatán en
la biblia) y que garantiza desde su palacio superior la estabilidad y la vida en
el mundo. En cuanto a los babilonios, ellos tenían la concepción de un
panteón formado por seres de forma humana, pero con unos poderes y una
inmortalidad sobrehumanos. Cada uno de ellos, a pesar de ser invisible al ojo
humano, regía sobre una parte específica del cosmos, aunque fuera pequeña, y la
manejaba de acuerdo con planes muy bien estudiados y leyes debidamente
ordenadas. Cada uno estaba a cargo de uno de los grandes reinos del cielo, la
tierra, el mar y el aire; o de uno de los mayores cuerpos astrales como el sol,
la luna y los planetas; o dentro del dominio terrestre, de entidades naturales
como ríos, montañas y planicies, y de entidades sociales, como ciudades y
países. Incluso las herramientas, cada babilonio tenía un dios personal, algo
parecido a un dios ángel bueno, a quien se le rezaba y a través del que se
podía lograr la salvación. La herencia sumeria en el mundo
babilónico se explica por la continuidad religioso cultural mesopotámico; el
sumerio se conservó como lengua religiosa y de cultura, algo así como el latín
en época medieval y moderna: los escribas babilónicos usaban una escritura
inventada por los sumerios. Los textos religiosos y los poemas sagrados eran
copiados una y otra vez, sirviéndose de ellos para dar una explicación a los
grandes problemas que siempre han preocupado al hombre.
En cuanto a los
israelitas Astarté
aparece mencionada muchas veces en el
libro de los Jueces, como causante de la caída e idolatría de los
israelitas, que «dejaron a Yahvé, y adoraron a Baal y a Astarot» (Jc 2, 13).
«Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Yahvé y
sirvieron a los Baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de
Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses
de los filisteos. Abandonaron a Yahvé y no lo sirvieron» (Jc 10, 6). En el
primer pasaje Baal y Astarté forman una pareja, como en los textos de Ugarit.
Pero en el segundo Astarté aparece como figura independiente, vinculada a los
dioses de los países del entorno. Está relacionada a la
memoria de Samuel y su reforma religiosa: «Habló entonces Samuel a
toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a
Yahvé, quitad de entre vosotros los dioses ajenos y a Astarot, dedicad vuestro
corazón a Yahvé y servidle solo a él, y él os librará de manos de los
filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y
sirvieron solo a Yahvé » (1 Sam 7, 3-4). Este pasaje, lo mismo que el
correspondiente de 1 Sam 12, 10, habla de los baales en general (como poderes
divinos de tipo masculino), mientras presenta a Astarté como diosa única. Es
evidente que ella ha tenido su importancia en Israel. En ese mismo contexto de
lucha contra el baalismo y el culto de Astarté se sitúa la noticia de que los
filisteos, tras vencer al rey Saúl (apoyado por Samuel), «pusieron sus armas en
el templo de Astarot y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sheán», en la
franja filistea de Palestina (1 Sam 12, 10); es evidente que ellos
consideran a Astarté como la vencedora.
A pesar de los textos que la vinculan a Baal, figura venerada por los
israelitas, Astarté aparece en la Biblia más relacionada con los cultos
extranjeros y especialmente con la ciudad fenicia de Sidón: «Cuando Salomón era
ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos… y siguió a
Astoret, diosa de los sidonios, y a Molok, ídolo abominable de los amonitas… y
a Qamós, dios de Moab…» (cf. 1. Rey 11, 5; 5, 33). Lo mismo se dice al evocar
la reforma de Josías, que profanó y destruyó los lugares de Salomón había
construido en un colina, frente a Jerusalén, en honor de Astoret, «ídolo
abominable de los sidonios» y de Molok y Qamós (cf. 2 Rey 3, 11).
CULTO
El
culto a esta diosa, por ser la de la fertilidad, siempre fue causa de prostitución
sagrada ( por si acaso no quiero decir que es la Reina de las putas
ya qye en aquellos días la sexualidad era usada para llegar a la
deidad, esto habría sido una forma antiquísima de religión).
Recuerden que son tiempos de matriarcado, y que se hereda el trono a través de
la madre o la hermana, por lo que fue frecuente que el rey viudo se casara con
la hija, o el hermano con la hermana. En toda Asia Menor y por tanto también en
Chipre ,todas las mujeres casaderas estaban obligadas a prostituirse con
extranjeros en los santuarios de la diosa fuese el de Mylitta en Babilonia, el
de Acilisena en Armenia, el de Comana en el Ponto, el de Biblos en Fenicia o el
de Pafos en Chipre .Y se dedicaba a la diosa el estipendio de la santificada
prostitución, con lo que ya no se necesitarían más rentas ,ya que todos estos
santuarios estaban siempre repletos de mujeres, que según ley amorrea debían
situarse a su puerta siete días para fornicar. La costumbre sobrevivió hasta
el s.II d.C. en que fue abolida por Constantino, que destruyó los templos a
estas divinidades ubicados en sus reinos, y los substituyó por cristianos. En
estos tiempos mágicos, en el que los reyes sacerdotes ejercen el deber de
atraer la lluvia, para lo que tenían institucionalizados matrimonios sagrados
con las diosas de la fertilidad, en realidad ejercieron todos de Adonis con las
prostitutas sagradas del templo, que a su vez ejercían de Afrodita. Los frutos
de estas uniones eran hijos de la deidad, y con el tiempo serían padres de
dioses y diosas, porque las monarquías no eran hereditarias, y ya sabemos que
era también de esta prole de la que surgían los reyes substitutos, que eran
sacrificados si no llovía.
En
cuanto a los oráculos consagrados con esta diosa una de las divinidades
que poseía un carácter oracular más acusado era Astarté, tal y como mencionan
los textos antiguos y las inscripciones en las que a menudo puede leerse
"...porque Astarté ha requerido de él", y cuyos santuarios se
extendían, llevados por los marinos y colonos fenicios, por todo el
Mediterráneo. Así, los encontramos en Chipre, Egipto, Malta, Sicilia,
Italia, Cerdeña, norte de África y España.
Como
diosa celeste, uno de los muchos aspectos de su variado y rico carácter
polifacético, Astarté, a la que se identificaba con la estrella de la mañana,
poseía la facultad de interpretar los astros por medio de la adivinación,
lo que la relaciona muy estrechamente, igual que a Tanit, con Dea Caelestis, la
Venus Marina romana. Este arte adivinatoria parece haber utilizado en sus templos
la cieromancia o sistema de suertes, un método muy difundido en las culturas
arcaicas de todas las regiones y que llegó a alcanzar mucho éxito en el mundo
romano. Pero los oráculos de esta diosa se relacionaban también muy
estrechamente desde época cananea con las danzas y rituales extáticos
vinculados a la prostitución sagrada como parte de los cultos de fertilidad,
en los que desempeñaban un importante papel sus hieródulos denominados klbm,
literalmente "canes", "perros", los cuales, poseídos por un
delirio religioso entraban en estado de trance y revelaban las intenciones de
la divinidad. Estos hieródulos son mencionados en una inscripción procedente
del templo de Astarté en Kition (Chipre) junto a los grm, "muchachos,
cachorros", servidores dedicados a la prostitución masculina en los cultos
de fertilidad, y dos categorías de servidoras de la diosa de interpretación
controvertida, lmt y lmt zbrh, cuya traducción más literal es la de
"muchachas núbiles" y que algunos suponen sean también bailarinas y
prostitutas ya que los rituales y trances extáticos parecen haber
sido desconocidos de la religión cananea y fenicia. Los tenemos documentados en
el culto de Astarté en el que se practicaban danzas extáticas al son de la
música. Curiosamente, la utilización de inciensos
capaces de provocar visiones en el transcurso de sus rituales había sido ya
observada por alguno de los grandes orientalistas de la segunda mitad del siglo
XIX, aunque luego el tema no volviera a ser muy tratado. Citando a J.P. Brown,
autor del famoso The Dervishes or Oriental Spiritualism, publicado en Londres.
La Venus o Afrodita de Pafos, ciudad chipriota, no es sino una representación
local de la misma Astarté, venerada en un recinto del que los textos antiguos
destacan su "altar fragante" y el "olor dulce de su
templo", en clara relación a la utilización de inciensos y perfumes. Los profetas clamaban contra ella, a la que
se adoraba en los "lugares altos", rodeada de ofrendas, perfumes e
inciensos, igualmente execrables. Los profetas también rechazaban aquellos
inciensos debidos, a su carácter narcótico. Por otra parte en la tradición y la
iconografía se asocia a Astarté con árboles como el junípero, el ciprés y el
pino, además de la flor de loto y la adormidera. Los historiadores han destacado
como las esencias narcóticas de los dos primeros formaban parte de los
inciensos utilizados ampliamente en todo el Oriente próximo. Pero la diosa se
vincula también en la iconografía al loto egipcio, al igual que la sumeria
Inanna, la acadia Ishtar, la fenicia Anat y las egipcias Isis, Hathor y Nut,
tal y como advierte (que como ya vimos eran prácticamente la misma diosa vista
desde aspectos culturales diferentes y por supuesto bajo connotaciones y
contextos variables), para quién es la planta representada abundantemente como
el "Árbol de la Vida", otro símbolo de Astarté.
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