(Libro inédito)
Eduardo Pedro García Rodríguez
CAPITULO-VII-II
ALGUNAS DE LAS DIOSAS MADRES EN LA EUROPA
HISTORICA
Roma
El Imperio romano fue muy extenso,
abarcó superficie de parte de tres continentes: Europa, África y Asia.
En la época de máxima extensión del Imperio, el
poder de Roma se había extendido por el Norte de Europa hasta los ríos Rin y Danubio,
incluyendo la Britania (Inglaterra); por el sur alcanzaba a todas las zonas ribereñas del
Mediterráneo, incluídos Asia menor y el Norte de África.
Cuando los romanos consideraron que el Imperio
estaba ya consolidado, se dedicaron a fortificar las fronteras más inestables
peligrosas, que marcaban los límites imperiales: La muralla de Adriano,
entre Inglaterra y Escocia, y la gran línea de fortificaciones
situada entre el Rin y el Danubio en la Germania.
La
religión romana es una religión politeísta, emparentada con la religión griega
antigua. Estudiando la misma historia de la nación romana, podemos apreciar y
entender sus fundamentos: el primer rey, Romulo, se concentra sobre el arte
militar y hace de Roma una verdadera potencia. El segundo rey, Numa, ofrece a
los Romanos una nueva fuerza: la de luchar por una buena causa, los dioses...
A lo largo de los siglos, la religión romana extrae y
adapta para sí concepciones religiosas y culturales de los países de la cuenca
mediterránea: en primer lugar de Grecia, pero también de Egipto, Frigia o
Siria. Pero la tradición romana no posee la riqueza intelectual y poética de la
mitología griega, por ejemplo.
Los dioses más venerados son los protectores de la casa y de la familia, los Lares (espíritus de los antepasados), y los Penates, guardianes del hogar, para los que cada vivienda reserva un sitio. Un gran número de fiestas y de sacrificios son dedicados durante el año a todas estas divinidades.
La absorción de los dioses nativos de los países
invadidos se produjo cuando Roma conquistó el territorio circundante. Los
romanos solían dar a los dioses locales del territorio conquistado los mismos
honores que a los suyos propios. En muchas ocasiones, se invitaba a las
divinidades recién asimiladas a mudar su residencia a nuevos santuarios en
Roma. Además, el crecimiento de la ciudad atrajo a los extranjeros, a quienes
se les permitió continuar el culto de sus propios dioses. Junto con Cástor y
Pólux, gracias a este proceso de asimilación cultural, parecen haber
contribuido al panteón romano Diana, Minerva, Venus, Isis, Tanit y otras
divinidades de menor rango, algunas de las cuales eran romanas y otras
procedían de Grecia, Egipto y Norte de África especialmente de Cartago.
Como hemos dicho
la Diosa-Madre tiene muchos nombres, puedes llamarla de muchas formas
distintas, puedes invocarla cambiando su nombre según tu necesidad, los
aspectos de la Diosas son muchos y son tres.
MINERVA
Minerva, es la denominación que se
le ha dado a una de las Diosas más populares y destacadas… Minerva esta
íntimamente asociada a la sabiduría, las técnicas de guerra y las artes, por lo cual es la principal deidad de
estas cuestiones.
Es la diosa de la sabiduría, las
artes, las técnicas de la guerra, además de la protectora de Roma y
la patrona de los artesanos. Sus
atributos son el casco, el escudo, la lanza, el olivo y el búho.
La adoración de Minerva estuvo
muy extendida por toda Italia, en tanto, en la ciudad de Roma es en la única en
la cual asumiría el carácter bélico que mencionábamos líneas arriba. Incluso,
hasta tenías sus propias festividades, las cuales se desarrollaban entre los
días 19 y 23 de marzo. El monte capitolino, una de las siete colinas Minerva es la Diosa de la Guerra y del
Olivo. Es la hija de Júpiter, el dios de dioses, y de Metis. Nació cuando
Júpiter se trago a Metis. Le entró dolor de cabeza .Lepidió a Vulcano, el dios
del fuego y de los metales, que le golpeara con su hacha para abrirle el
cráneo. Y al hacerlo, una mujer salió de su cabeza.
Minerva es la Diosa de la Guerra
y del Olivo. Es la hija de Júpiter, el dios de dioses, y de Metis. Nació cuando
Júpiter se trago a Metis. Le entró dolor de cabeza .Lepidió a Vulcano, el dios
del fuego y de los metales, que le golpeara con su hacha para abrirle el
cráneo. Y al hacerlo, una mujer salió de su cabeza.
Era considerada como la
protectora de las ciudades y en especial de sus murallas. La diosa esta
ataviada con un chiton y con la égida que muestra la cabeza de Medusa,
la gorgona, sobre su pecho. Desde su hombro izquierdo cae un himation que
se envuelve en su cintura. Porta un casco corintio que tiene un león sedente en
su parte superior y sostiene una lanza en su mano derecha bajo la que se
encuentra una serpiente que simboliza a Erictonio el primer rey mítico de la
ciudad de Atenas. Para los latinos formaba parte de la Tríada Capitolina de
Roma junto con su padre Júpiter y Juno. En ocasiones, Atenea también recibía el
nombre de Palas, en alusión a su compañera de juegos de juventud que era hija
del dios Tritón.
Respecto de su imagen, se la sabido representar
como dueña de una belleza simple, sencilla, hasta algo descuidada y también
como alguien noble y fuerte. Suele aparecer con un casco sobre su cabeza, una
pica en una mano, un escudo en la otra y una égida (coraza con piel de cabra) sobre
su pecho. Si bien se la ha representado mayormente sentada, cuando se la puede
observar de pie, aparece con una notable carga guerrera.
VENUS
En Roma, Venus era la Diosa del amor, y, como
tal, correspondía con la Afrodita de Grecia y la Istar de Babilonia. Sin
embargo, los romanos también adoraban a las Diosas Isis, Cibeles y Minerva (la
Atenea de Grecia), las cuales reflejaban de una manera u otra al arquetipo de
la Istar de Babilonia. Es patente que por miles de años el culto dado a la
Diosa madre rivalizó vigorosamente con la adoración monoteísta de los que
creían en un único Creador.
Venus es la Diosa del amor, de la belleza, de la
fertilidad y es capaz de hacer inmortal a los enamorados. Alrededor de su
nacimiento existen unas tradiciones contradictorias.
Unas dicen que Venus habría
nacido de la espuma de los flujos después de la mutilación de Urano a manos de
Saturno. Otras teorías dicen que es hija de Júpiter y de Dione.
Otra teoría dice que Venus surge desnuda de la espuma del mar y cabalga sobre una caracola llegando primeramente a la isla de Citerea, pero cuando se percata de que es una isla pequeña, se fue a Peloponeso y, finalmente, se instala a Paphos, isla de Chipre. Las hierbas y las flores crecían bajo sus pasos conforme ella andaba. En Paphos, se encuentra con “las Temporadas”", las hijas de Temis, que se apresuraron a vestirla y a engalanarla.
El Templo de Venus en Roma fue construido por el emperador Adriano. Su construcción se inició en el 121 a.e.a., y fue terminado en el 135 d.e.a. El templo era doble, formado por dos celdas contrapuestas por el ábside. La Diosa Roma orientada hacia el foro y las Diosa Venus orientada hacia el Coliseo.
Otra teoría dice que Venus surge desnuda de la espuma del mar y cabalga sobre una caracola llegando primeramente a la isla de Citerea, pero cuando se percata de que es una isla pequeña, se fue a Peloponeso y, finalmente, se instala a Paphos, isla de Chipre. Las hierbas y las flores crecían bajo sus pasos conforme ella andaba. En Paphos, se encuentra con “las Temporadas”", las hijas de Temis, que se apresuraron a vestirla y a engalanarla.
El Templo de Venus en Roma fue construido por el emperador Adriano. Su construcción se inició en el 121 a.e.a., y fue terminado en el 135 d.e.a. El templo era doble, formado por dos celdas contrapuestas por el ábside. La Diosa Roma orientada hacia el foro y las Diosa Venus orientada hacia el Coliseo.
En la Edad Media fue despojado de sus revestimientos. Las tejas de bronce dorado fueron expoliadas por el Papa Honorio I para la primitiva basílica se San Pedro y en el siglo XV era usado como cantera de mármol. Era el mayor templo de Roma antigua, medía 145 x 100 metros y estaba rodeado de un pórtico de 150 columnas. El aspecto actual se debe a las restauraciones de Majencio en el año 307 d.e.a., tras un incendio; las celdas tenían dos ábsides al fondo en los que estaban las estatuas de Venus y Roma, y el techo originario fue reemplazado por bóvedas de cañón.
En el plano físico Venus, es segundo
planeta del Sistema Solar en orden de distancia la Sol, el hermano gemelo de la
Tierra. El planeta Venus ya fue
identificado hace más de 4000 años, los babilonios lo llamaron Isthar, los
egipcios Astarté, los griegos Afrodita y los romanos Venus; familiarmente Lucero Vespertino,
Lucero del Alba, Estrella del Pastor.
JUNO
Es una
Diosa romana antiquísima, protectora y consejera especial del estado latino. Es
hija de Saturno y Ops, Rea; hermana y esposa de Júpiter; madre de Marte y
Vulcano. Fue una Deidad análoga a la Diosa griega Hera, con quien compartió el
destacado atributo protector de las mujeres y el matrimonio. En su aspecto
patronal sobre la ciudad de Roma y de todo el imperio fue llamada Regina, que
significa reina, completando junto a Júpiter y Minerva la tríada adoratoria
Capitolina. Etimológicamente, el nombre de Juno puedo estar relacionado con una
raíz indoeuropea que significaba fuerza vital o juventud, lo que supone dos
aspectos fundamentales: por un lado, ligado al rol de Diosa madre de todos los
dioses; por el otro, asociado a su rol como matrona o partera, protectora de
los nacimientos. Juno romana también tuvo un aspecto bélico, lo que se
manifestó en su atuendo, a menudo asimilado de la Atenea helénica, vistiendo
una capa hecha con piel de cabra y acompañada por un pavo real. Formó parte de
los 12 dioses más importantes para los romanos, aunque, particularmente esta
diosa, fue una de las más complejas, más aún que deidades superiores en
jerarquía, al comprender un extenso abanico de epítetos y funciones. Como diosa
del matrimonio, fue llamada Cinxia, la que desprende la faja de la novia; bajo
el nombre de Lucina englobó dos aspectos, la renovación cíclica del tiempo,
manifiesta en la luna creciente y menguante; y la protección del parto y el
nacimiento, como aquella que trae hacia la luz al recién nacido.
Es la reina de los dioses,
señora del cielo y la tierra y la protectora de los reinos y los imperios. Su
presencia no faltaba jamás en los nacimientos y los desposorios, otorgando
especial protección a las esposas virtuosas. Su carácter, empero, era
imperativo, malhumorado y vengativo y terca en su querer.
Al principio, Juno personifica el
ciclo lunar, rige fiestas en relación con los principios del mes y el
renacimiento de la luna. Juno es invocada también bajo el nombre de Lucina: en
ese caso era la Diosa que velaba por los nacimientos, por los que iban a ser
dados a luz.
La segunda Divinidad de la trinidad Capitolina es
Juno, cuyo culto se encuentra en la mayor parte de los pueblos de la Italia
antigua y se remonta a la más lejana antigüedad. Su asimilación a la Hera
griega ha sido tanto más fácil, cuanto que las dos diosas poseían atributos
comunes de los cuales se comprueba la existencia bastante antes de que la
civilización griega hubiese hecho sentir su influencia en Italia. Hera era ante
todo la diosa protectora de la mujer.
Ella protege a la joven, a la novia, a la mujer
casada. Su solicitud no abandona a la mujer un solo instante; la sigue hasta en
los pormenores más íntimos de su vida fisiológica”. Lo mismo sucede entre los
romanos. La Juno Lucina es entre ellos la Diosa de la menstruación y del parto
y, como se ha dicho, “la comadrona divina, asociada a todas las preocupaciones,
a todas las pruebas de la mujer encinta”. En su calidad de Pronuba, Juno
preside los matrimonios, y sus diferentes funciones desde este punto de vista
la hacen llamar Domiduca o Iterduca (la que conduce a la novia desde la casa de
sus padres a la morada de su futuro esposo).
El culto de Juno era universal y
sus fiestas se desplegaban en medio de la mayor solemnidad. En Argos (ciudad),
Samos y Cartago era donde la Diosa recibía especial culto y veneración.
El templo de Juno Lacinia. Dominando
la cima del Valle de los templos se encuentra el templo de Juno; precedido por
un gran altar para sacrificios. Data del 450 a.e.a., y conserva la fila de
columnas septentrional y parcialmente la de los otros tres lados. En época
romana fue restaurado tras un incendio que dio color a las piedras de la cella.
DIOSA LUNA
La diosa Luna, hija de Hiperión y de Teia. Tras
conocer que su hermano Helios, al que amaba tiernamente, había sido ahogado en
Eridan , se lanzó al vació desde lo alto de su palacio. Pero los dioses,
gracias a su piedad fraternal, la colocaron en el cielo, y la convirtieron en
un astro. Píndaro la llama “el ojo de noche” y Horacio la llamó “la reina del
silencio”.
Después de que su hermano Helios hubiera
terminado de cruzar el cielo, Selene se alzaba mientras la noche caía sobre la
tierra.
Su nombre está conectado con “selas”, luz en
griego.
Selene es representada como una mujer hermosa de
rostro pálido, conduciendo un carro de plata tirado por un yugo de bueyes
blancos o un par de caballos. A menudo era mostrada montando un caballo o un toro,
vistiendo túnicas, llevando una media luna sobre su cabeza y portando una
antorcha.
Selene y Helio determinan la temperatura del aire
y se les atribuye relación con la sanación y la curación.
La divinidad sideral más grande después de la
Sol, era la Luna. Su culto, bajo mil formas diversas, fue difundido entre todos
los pueblos. El primer día de la semana, el lunes, está consagrado en su honor.
ARADIA
Se trata de la encarnación mesiánica de la Diosa
Diana, en algunos relatos identificada como su hija, venida a la tierra para
enseñar a los oprimidos la brujería como medio para la resistencia y la lucha
social contra las ideologías totalitarias y las creencias religiosas
alienantes.
La obra más sobresaliente sobre esta Diosa, que
ha gestado la personalidad actual de la Divinidad, recopilando informaciones y
tradiciones orales más antiguas, es Aradia o El Evangelio de las Brujas.
Aradia
“Benditos
sean los libres. Benditos aquellos que se regocijan en el amor y la verdad, y
buscan no mantener las enseñanzas malignas y distorsionadas. Sepan que el
espíritu esta sobre todos ustedes, y ese espíritu es el amor. El amor no
castiga, ni un día ni una eternidad. No se presten ustedes mismos a enseñanzas
de temor y restricción. Benditos sean los libres de espíritu, porque suyo es el
reino de ambos mundos. Ellos son los hijos de la tierra, quienes no odian ni
enseñan el odio, quienes no temen ni enseñan el temor, quienes no restringen ni
enseñan restricción. Estos son los Hijos del Espíritu”
(Aradia. Evangelio de las brujas)
(Aradia. Evangelio de las brujas)
ANGERONA
Diosa del silencio, presidía los consejos secretos. Aunque
no se levantó ningún templo en su honor, tenía una estatua en el templo
dedicado a la diosa Volupia. En los monumentos antiguos se la ve representada
como una mujer con un dedo puesto sobre la boca. Algunas de sus estatuas tienen
grabados jeroglíficos simbólicos. Una de ellas lleva en la cabeza la medida de
Serapis y sostiene en una mano la maza de Heracles; a sus espaldas se ven los
pétasos —sombreros de ala ancha que usaban los griegos y los romanos para los
viajes— de Castor y Pólux.
En roma, el 21 de diciembre, Dies Nefastus. Solsticio de Invierno.
Quinto día de la Saturnalia, y día de la Angeronales.
En este día tienen lugar las Angeronales
Llamadas también Divales, se celebraban en honor de Angerona, una diosa de
oscura naturaleza.
Era una divinidad protectora de la ciudad y sus gentes, era representada con la boca vendada y sellada,
Porque quienes ocultan sus preocupaciones podían alcanzar mayor felicidad. Así pues se le puede considerar la Diosa del silencio, quien custodia el nombre secreto de la ciudad, para que sus enemigos nunca pudieran destruirla ni someterla.
También era una diosa que protegía del dolor, la enfermedad, y por sobre todas las cosas de los miedos, y temores, no solo con el poder de causarlos, sino también con el poder de librar a quienes le afectasen.
Por eso se le considera la Diosa del año nuevo, y del solsticio de invierno. La que se debe honrar para que el año próximo carezca de terrores.
Roma
es una Diosa que personifica la ciudad o estado de Roma. También ocasionalmente
se cita a una heroína de igual nombre, Roma,
que sería la hija de Eneas o Evandro la
cual posiblemente según relatos e hipótesis inspiró el nombre que Rómulo puso a
la ciudad de Roma. Probablemente ambos personajes se inspirasen o sean el
mismo. O incluso, fueran en realidad Rea Silvia, la madre de Rómulo, y Remo
aunque los datos no son precisos y son más bien especulaciones.
Aun así diversos estudios sobre la lingüística de
la época parecen darle a la ciudad el significado de “río”; Roma en ese caso
significaría “el pueblo sobre el río”.
La importancia de Roma como
Divinidad protectora de su ciudad homónima parece arrancar varias décadas (e
incluso centurias) después del momento considerado tradicionalmente como el
correspondiente a la fecha fundacional de dicho centro de habitat.
En ese cometido de tutelar la
urbe en expansión la Diosa Roma estaría precedida por algunas otras
divinidades, la más importante de las cuales parece haber sido la conocida como
Angerona, a pesar de que en un principio una de las características que la
definían era la de que su nombre no podía ser mencionado
La mejor recopilación del
significado de su acción protectora nos ha sido transmitida por Macrobio, autor
latino posiblemente de origen africano. (Narciso Santos Yanguas et al)
DIOSA
FLORA
La diosa flora “Madre de las flores, ven, que has
de ser festejada con juegos y regocijos”.
Así invoca el poeta Ovidio a la Diosa Flora el día en que se inician sus festejos. Y, aprovechando la benevolencia de la Diosa, el poeta le pregunta quién es. Ella, entre otras cosas, responde:
Así invoca el poeta Ovidio a la Diosa Flora el día en que se inician sus festejos. Y, aprovechando la benevolencia de la Diosa, el poeta le pregunta quién es. Ella, entre otras cosas, responde:
“Gozo de una primavera eterna: el año está
siempre sonriente, los árboles tienen siempre hojas, la tierra siempre pastizales.
Tengo en los campos que constituyen mi dote un jardín exuberante: el viento lo
respeta, una fuente de agua cristalina lo riega. Mi marido cubrió este jardín
de flores generosas y me dijo: “Tú, Diosa, ostenta la soberanía de las flores”.
Yo quise muchas veces contar la serie de colores y no pude; su cantidad
sobrepasaba la cuenta:
¿Piensas tal vez que mi soberanía se limita
únicamente a las tiernas coronas? Mi poder divino afecta también a los campos
de labranza. Si las mieses cuajan bien las flores, habrá era rica; si cuaja
bien la flor de la viña, habrá vino; si cuajan bien las flores del olivo, el
año será muy fértil. La miel es regalo mío, yo soy la que convoco a los
insectos que producirán la miel a las violetas, los codesos y los tomillos blanqueantes.
“Madre de las flores, ven, que has de ser festejada con juegos y regocijos”.
“Madre de las flores, ven, que has de ser festejada con juegos y regocijos”.
Esta Diosa de la primavera y las
flores tenía su propio festival, Floralia, el cual se celebraba cada año entre
el 28 de Abril y el 3 de Mayo. Los romanos usaban túnicas brillantes y ofrendas
florales, y asistían a las presentaciones de teatro y a los festivales al aire libre. Se realizaban ofrendas de
leche y miel en honor a la diosa.
VESTA
La pura e inmaculada Vesta, también conocida como
Hestia en Grecia, era la Diosa del fuego y la chimenea familiar. También
considerada el símbolo de la fidelidad, gradualmente se fue convirtiendo en la
diosa protectora de Roma cuya llama representaba el bienestar del estado es
decir la res publica. Siendo una de las diosas más antiguas, ya que era
hija de Rhea y Cronos, era considerada protectora de la humanidad.
Si bien en Grecia no se le dio tanta importancia
fue en Roma donde existía un culto tan fuerte que un séquito de sacerdotisas
sagradas le fue otorgado para ocuparse de su veneración y cuidado.
Hestia no era conocida por sus ritos, sino por el fuego: El
pasaje de la antorcha encendida desde el hogar de la madre de la novia, al
nuevo hogar formado, era la invocación a Hestia para consagrar ese hogar.
Tras el nacimiento de un hijo, se hacia otro ritual a
Hestia, a los 5 años se lo hacía girar alrededor del hogar. Para simbolizar su
admisión a la familia y luego se hacia una fiesta.
Cada nueva colonia tomaba el fuego de su ciudad de origen,
para encender el fuego de la nueva ciudad.
En Roma como Vesta su fuego ardía en sus templos atendidos
por sus sacerdotisas llamadas las vestales, quienes debían ser vírgenes y
anónimas, por lo cual las elegidas eran llevadas al templo al cumplir los 6
años.
Hestia como arquetipo proporciona, sentido de integridad y
de totalidad.
Es la mayor de las Diosas vírgenes, no se aventuraba al
mundo exterior y si bien parece no tener nada en común con las otras dos,
comparte el ser completa en sí misma y el enfoque sobre sus intereses.
El enfoque es interior, poniendo bajo el foco lo que tiene significado, la esencia de la situación, para ver y entender internamente otras personas y su forma de actuar. Es la claridad en medio de la confusión de los sentidos
En los poblados antiguos, y no solo latinos sino de muchas razas y culturas, se solía mantener un fuego comunitario (focus publicus). La razón de esto era tener una fuente de fuego siempre disponible en caso de que el fuego del hogar se apagara accidentalmente; tengamos en cuenta que en tiempos primitivos encender un fuego podía llegar a ser una tarea verdaderamente dificultosa. A medida que la sociedad fue evolucionando, al menos en Grecia y Roma, este fuego pasaría a ser sinónimo de familia y unidad. Sin embargo, es interesante notar como la problemática antigua, es decir los problemas al poblado que podría traer la extinción de dicho fuego, se trasladarían a la sociedad más avanzada a manera de costumbre. Es decir, el presagio de infortunio que sufriría Roma en caso de que este se extinguiera.
Si el fuego llegaba a extinguirse, como veremos,
la Vestal sería castigada en gran medida y rápidamente se iniciarían los
preparativos para la nueva ignición de la llama.
Como hemos mencionado en los párrafos anteriores
esta necesidad antigua del fuego comunal tiene raíces muy profundas en la
cultura y estas raíces se trasladaron a costumbres en tiempos posteriores.
Junto al mal presagio a causa de la extinción del fuego también se traslada la
manera de mantenerlo avivado. En los poblados antiguos era normal que el fuego
comunal sea custodiado y cuidado por las jóvenes mujeres de la aldea, que eran
en su gran mayoría las jóvenes chicas que todavía no se habían casado y no
debían atender a tareas hogareñas. De aquí es que se toman a las Vestales para
su cuidado.
Las Vírgenes Vestales son un conjunto de
sacerdotisas cuya principal función, entre otras que aquí veremos, radicaba en
mantener vivo el Fuego Sagrado de Vesta.
“Las Vírgenes Vestales tenían una gran prioridad
y prestigio en la sociedad. Eran respetadas y adoradas por todos y cada uno de
los ciudadanos Romanos. Su sola presencia por el camino de un condenado a
muerte rumbo el verdugo era suficiente para que se absolviera a dicha persona y
se le perdonara la vida. Entre los privilegios con los que contaban se encontraba
no sólo el de ser escoltadas por los lictores cuando andaban por las calles
sino el de obtener lugares preferenciales y de excelente vista en los juegos y
obras teatrales. Más placeres llegaban a ser disfrutados por dichas mujeres ya
que eran muy frecuentemente invitadas a suntuosos banquetes donde se servían
manjares a los que sólo los ciudadanos más ricos y poderosos de Roma podían
tener acceso.
Vesta era celebrada en las Vestalia que
tenían lugar entre el 7 y el 15 de junio. El primer día de la fiesta se abría,
por única vez durante el año, el Penus Vestae (sancta sanctorum de su
templo). Las fiestas, que se hacían una vez al año, estaban destinadas a
renovar el contacto con la Diosa y a pedirle la protección del hogar.
Se trataba de uno de los eventos con más pompa y
de mayor popularidad entre la población Romana. Señal inequívoca del cariño y
adoración hacia esta diosa”. (www.novacarthagospartaria.com 2010).
Templo de
Vesta
Originalmente era la casa del rey, donde
sus hijas se encargaban de mantener encendido el fuego. Data de principios del
siglo VII a.e.a. pero su aspecto actual corresponde a la última restauración
llevada a cabo por Séptimio Severo tras el incendio del 191. El templo de las
Vírgenes Vestales, era de planta circular como representación de la antigua
choza.
Está formado por una cela rodeada de veinte
columnas corintias, levantada sobre un podio revestido de mármol, al se accedía
mediante una escalinata. En él se custodiaba el fuego sagrado símbolo de la
vida de la ciudad.
Estaba situado en el Foro Romano y era uno de los
templos más importante de Roma, desde el punto de vista religioso.
Originalmente constaba de cuatro plantas con habitaciones alrededor del patio,
en el que las sacerdotisas mantenían viva la llama del Templo de Vesta que se
encontraba al fondo del patio. Del edificio se conserva poco pero destacan los
mosaicos del suelo en el patio alrededor de la piscina. Junto al templo se
ubicaba la casa de las vestales. Los restos actuales son una reconstrucción de
1930.
DIOSA FORTUNA
Fortuna es una de las Divinidades más antiguas de
Roma y el Lacio; representa la personificación del puro azar, cumplía cometidos
protectores sobre individuos o lugares. Es causante de sucesos prósperos o
desgraciados que acaecen a los hombres.
Inicialmente Fortuna, la diosa romana de la abundancia, fue
honrado como una diosa de la fertilidad, pero llegó a simbolizar la
abundancia
Debido a que la suerte sigue a los ciclos alcistas y
bajistas de la vida. Ella fue invocada para la buena suerte y la prosperidad, o
reclamada en tiempos de dificultades.
Por lo general se la representa sosteniendo un timón con una
mano, dirigiendo nuestro destino conforme nosotras vamos avanzando en nuestro
camino, o con una cornuscopia (o cuerno
de la abundancia), que significa la riqueza que Ella podía traer. A menudo
tiene una rueda a su lado, nos recuerda que es la benefactora de la vida, la
muerte y la rueda de la fortuna
Aunque recibió multitud de advocaciones y su
culto se extendió por igual por clases sociales diferentes, fue muy venerada
por los militares, hasta el punto que Julio Cesar decía que "en todo
puede mucho la Fortuna y más en la guerra" (Bellum Gallicum, 6,30,2).
Muchas unidades militares utilizaron a la Diosa como madrina, e incluso el
porcentaje de inscripciones en honor a Fortuna es muy elevado en provincias con
fuerte presencia militar, como lo eran las regiones fronterizas de Germania,
Dacia o Britania.
Un segundo aspecto que nos interesa tratar sobre
Fortuna es su relación con las aguas; las kalendas de abril, es decir, el
primer día de este mes, el día de la Fortuna virilis, las mujeres
celebraban la festividad con un baño ritual. Además, una de las advocaciones
más frecuentes de Fortuna es balnearis, y esta aparece relacionada en
muchas ocasiones con los baños de campamentos militares.
DIOSA ISIS EN ROMANA
Isis Lactans. Ejemplo de Diosa de
la maternidad proveniente de la religión del Antiguo Egipto cuya iconografía
fue asimilada por los romanos y diversos pueblos mediterráneos. Isis era un
aspecto de la Diosa frigia Cibeles.
El sincretismo religioso es un proceso,
generalmente espontáneo, consecuencia de los intercambios culturales acaecidos
entre los diversos pueblos. En algunos casos, se debe a una intervención
oficial, como sucedió con el dios Serapis. Es un proceso en el que se intenta
superar una situación de crisis cultural producida por la colisión de dos o más
tradiciones religiosas diferentes. Es un intento por conseguir que dos o más
tradiciones culturales diferentes sean capaces de crear un ámbito de
cohabitación en armonía. Su característica principal es que se realiza a través
de la mezcla de los productos culturales de las tradiciones coincidentes.
El proceso de sincretización religiosa debe
desarrollarse a la manera de una simbiosis en la que los dos cultos se
mantengan. Pero esta simbiosis no se debe entender como la consecución de la
cohabitación de las tradiciones implicadas, la simbiosis puede dar lugar al
nacimientos de una nueva identidad cultural única incluso manteniendo dos
cultos distintos. Para entender su profundidad debemos distinguir previamente
entre la experiencia religiosa y la experiencia cultural. La ornamentación de
la tradición, debe reconocerse como ornamentación. Debe entenderse que la
esencia no se encuentra en la forma de un rito, sino en su significación sin
confundir la significación con el significado del culto.
Así, la
adoración a Isis se introdujo primero en el mundo griego y más tarde en el
romano, haciendo que traspasara los límites de su propio país. Se adoró en
numerosos puntos de la cuenca mediterránea, donde están repartidos gran
cantidad de iseum o iseión, voz griega empleada para designar un santuario
grecoegipcio o grecorromano consagrado a esta Diosa. Solamente en Roma se
construyeron varios de estos recintos v la Diosa protagonizó cultos mistéricos
de gran importancia.
Esta
entidad femenina es una de las más importantes del panteón egipcio y
precisamente su culto fue el último en ser relegado, aunque sincretizado por
otras religiones. Su popularidad provocó
que éste se siguiera celebrando aun cuando en Egipto habían sido ya prohibidas
las liturgias de los restantes dioses, cerrando sus santuarios desde el año 394
d.e.a. Concretamente, el templo de Isis en Filé siguió manteniendo su culto hasta
los años 535-540 d.e.a., (dependiendo de la cronología utilizada), cuando por
orden del emperador Justiniano se convirtió en centro de liturgia cristiana.
El templo de Isis Augustea en
Lucus Augusti, no se encontraba (como era habitual durante la republica) en el
foro, tal como Vitruvio lo describe en sus libros de arquitectura.
Augusto, al ser nombrado
Pontífice Máximo de la religión romana, decretó que los templos a Isis deberían
de emplazarse en las puertas, en las afueras de la ciudad. Por ello en Lucus
Augusti el templo se encuentra en el exterior, en la puerta principal de la
fachada O.-S.O., donde se inicia la vía principal decumanus. Los templos de
Isis edificados durante el mandato de Augusto poseen esta peculiaridad, tras su
muerte volvieron a edificarse en el foro.
El edificio, de planta rectangular, posee las dimensiones designadas por Vitruvio para las plantas de los templos prostylos, además su emplazamiento respecto a la ciudad sigue de manera especial lo determinado por Vitruvio en sus libros, en el capítulo que describe la orientación de los templos según su emplazamiento urbano.
“El templo de Isis Augustea de
Lucus Augusti se regía por dos postulados; debía de atender que su puerta se
abriera hacia la ciudad, para que la diosa mirase hacia ella, y atender al
camino en el que se encontraba, para que los caminantes pudiesen ver la imagen
a su paso. Por ello en Lucus Augusti, el templo de Isis, sigue una orientación
especial, formando un ángulo de 20º respecto a la ciudad y de 70º respecto al
camino.
Así la imagen de Isis contemplaba
a la ciudad desde su altar, y los caminantes, cuando abandonaban la ciudad,
podían ver a la Diosa y hacer sus ofrendas.
La imagen de Isis cautivaba con
su presencia a cuantos se acercaban para realizar su ofrenda, fuese romano o
indígena. En el convento Lucense la actividad principal a lo largo del año era
la agropecuaria, granjas agrícolas y ganaderas que producían sus artículos para
ser vendidos en el mercado central de Lucus Augusti. Una buena cosecha o un
ganado fértil, significaba riqueza y bienestar para los pobladores de los
campos de las tierras, por esa razón las ofrendas a Isis, Diosa de la
fertilidad, eran las más importantes y habituales.
Los asistentes a los mercados de la urbe, al regreso a sus granjas, gastaban en ofrendas una parte de lo obtenido por sus ventas, rogando una siguiente cosecha generosa a la diosa Isis.
Las mujeres del campo y de la ciudad tenían en Isis a la Diosa que les garantizaba una descendencia según sus deseos, siendo la imagen de Isis en la antigüedad la de la madre por excelencia.
Posteriormente con Teodosio, en
el 392 d.e.a., el cristianismo se hace en parte promotor de la religión isíaca.
El culto desapareció en Roma después de la instauración del cristianismo y los
templos egipcios dedicados a Isis que quedaban fueron cerrados o cristianizados
a mediados del siglo VI d.e.a.” (www.arqweb.com/lucusaugusti/isis.asp).
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