SITIO OFICIAL DE LA IGLESIA DEL PUEBLO GUANCHE

TENEMIR UHANA MAGEK GRACIAS PODEROSA SOL
ENEHAMA BENIJIME HARBA POR SALIR UN DÍA MÁS
ENAGUAPA ACHA ABEZAN. PARA ALUMBRAR LA NOCHE.

jueves, 18 de junio de 2015

Beñesmer en la antigua Tenerife según la taucho


Una de las celebraciones más importantes en el calendario de las festividades de los antiguos es, sin lugar a dudas, el Beñesmer. De marcado carácter festivo, eran realizadas para celebrar la recogida de la cosecha y dar gracias a Magec por la fertilidad de los campos y el ganado en general. Comenzaban a partir de día 7 de agosto con la “renovación de los fuegos” y culminaba el día 15 del mismo mes y se celebraban en todas las comarcas de la isla.

En esos 9 días, en la isla se podía pasar de una comarca a otra sin que esto fuera motivo de conflicto. En esta festividad se organizaban famosas competiciones de carácter deportivo y que en el fondo subyacía la intencionalidad de ganar los favores de la divinidad para la comunidad, representada por el participante de turno.

También se realizaban las entregas de ganigos en las guácaras, a las parejas que solicitaban unirse y el reparto por auchones de las semillas consagradas que debían ser plantadas a partir del 21 de marzo.

Los días álgidos de esta celebración, eran el día 8 y 15.

En el anochecer del día 7 de agosto se apagaban todos los fuegos, tanto los que permanecían en los espacios sagrados como los que estaban en los auchones, pues el fuego se consideraba sagrado aunque estuvieran en los hogares, por ser una representación de Magec.

En todos los lugares sagrados se entonaban cánticos y plegarias a la divinidad pues se creía que si los fuegos no volvían a encender, el mundo habría llegado a su fin. En el amanecer del 8 de agosto con gran ceremoniocidad se volvían a prender todos los fuegos, dando grandes muestras de júbilo. La culminación de la festividad se celebraba el 15 de agosto con la peregrinación a los santuarios donde se celebraban cultos a la fertilidad. Curiosamente, la iglesia católica incorporó esta tradición en la tradicional caminata hasta la villa de Candelaria en un intento de captar la fe de los nativos hacia el nuevo culto. Esta superposición de cultos trajo más de un quebradero de cabeza a la autoridades eclesiásticas hasta épocas relativamente recientes, pues los peregrinos y peregrinas que acudían a estos antiguos lugares de culto siguieron realizando rituales a la fertilidad, como la de hacer el amor en las cercanías de la cueva de Achibinico (cueva de San Blas) en Candelaria o en la antigua ermita de la virgen del Socorro en el barranco de Chinguaro en Güimar en la madrugada del 15 de Agosto o en el caso de las mujeres que tenían la menstruación dejar un pañuelo con la sangre de la misma a manera de ofrenda  y que motivó la prohibición de tales prácticas por la iglesia tachándola de paganas y pecaminosas.

Fernando Hernández González*


Autor de 'Taucho, la memoria de los antiguos'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario