Anzar! Anzar!
/At-tebbw nnaama bbw edrar / Anzar, Anzar / At-ternu tin n uzagar /Assa
an-ncebbeh i wgwenja / A d-nezzi merra i tudrin / An-necnu macci d kra /
Tulawin s tagratin /A y Anzar awi-d lehwa / Ad swent yakw tebhirin
Anzar, Anzar....Ay
Anzar awi-d aman / Kkawent tferkiwin / Teslid merra s isalan / Ttxil-ek
ugal-ag-d d aewin / Awi-d kra din yellan /Yezra yired t-temzin
Anzar, Anzar...Akal
ifud ur yeswa / Knant ula t-tizemrin / Tala tugal s nnuba / Hejbent fell-as
tlawin / Nebbwi-k d acewwiq i cnna / Ttefrent fell-ak tudrin / ...Anzar,
Anzar...
Anzar significa "lluvia" en lengua amazighe, y es una palabra masculina. Es la lluvia con una clara personalidad. Anzar es el elemento de beneficencia que ayuda a crecer la vegetación, los cultivos que se cosechan y el crecimiento de los animales. De esta manera la lluvia, similar a las semillas o el semen, entra en rituales de magia blanca. Ante las frecuentes sequías, los amazighes preislámicos idearon un metodo para provocar el deseo sexual del Anzar. Esta consideración del "Anzar" como un elemento natural con vida propia, entra dentro de los parámetros de la concepción cosmogónica amazigh de la naturaleza, que ha pesar de la imposición de las religiones como el islam y el cristianismo han pervivido en algunos aspectos. La mejor manera de hacer que lloviera era una "novia", para provocar su deseo sexual, por tanto, crear condiciones favorables para el derramamiento del liquido vital. Este simbolismo sexual se relaciona con otras prácticas, como mujeres desnudas de baño durante el solsticio de verano, durante Awusu, ya condenada por San Agustín en el siglo V. O también las llamadas "noches de error" documentadas ampliamente en diversos lugares y en diferentes momentos en el norte de África, y desde tiempos inmemoriales. La "noche del error" consistían en unas prácticas religiosas relacionadas con rituales de fertilidad y como medio para romper la endogamia. Estas prácticas están relacionadas con los ritos del "Baile del Pámpano roto" detectados en la isla de Gran Canaria y que se realizó hasta bien entrado el siglo XX. Las crónicas también nos hablan de rituales que realizaban los antiguos canarios para propiciar la lluvia. Por ejemplo el "Aranfaybo", o las procesiones a montañas con ramas para pedir la lluvia.
Anzar significa "lluvia" en lengua amazighe, y es una palabra masculina. Es la lluvia con una clara personalidad. Anzar es el elemento de beneficencia que ayuda a crecer la vegetación, los cultivos que se cosechan y el crecimiento de los animales. De esta manera la lluvia, similar a las semillas o el semen, entra en rituales de magia blanca. Ante las frecuentes sequías, los amazighes preislámicos idearon un metodo para provocar el deseo sexual del Anzar. Esta consideración del "Anzar" como un elemento natural con vida propia, entra dentro de los parámetros de la concepción cosmogónica amazigh de la naturaleza, que ha pesar de la imposición de las religiones como el islam y el cristianismo han pervivido en algunos aspectos. La mejor manera de hacer que lloviera era una "novia", para provocar su deseo sexual, por tanto, crear condiciones favorables para el derramamiento del liquido vital. Este simbolismo sexual se relaciona con otras prácticas, como mujeres desnudas de baño durante el solsticio de verano, durante Awusu, ya condenada por San Agustín en el siglo V. O también las llamadas "noches de error" documentadas ampliamente en diversos lugares y en diferentes momentos en el norte de África, y desde tiempos inmemoriales. La "noche del error" consistían en unas prácticas religiosas relacionadas con rituales de fertilidad y como medio para romper la endogamia. Estas prácticas están relacionadas con los ritos del "Baile del Pámpano roto" detectados en la isla de Gran Canaria y que se realizó hasta bien entrado el siglo XX. Las crónicas también nos hablan de rituales que realizaban los antiguos canarios para propiciar la lluvia. Por ejemplo el "Aranfaybo", o las procesiones a montañas con ramas para pedir la lluvia.
La tradición de la "novia de
la lluvia" o Tislit n unzar, pervive hoy en
distintas regiones del Norte de África conservando en algunos lugares su
sentido original y en otras ya perdido, donde se ha acabado convirtiendo en una
especia de caranaval. Hoy en vez de entregarse una muchacha realizan muñecos de
madera de todo tipo dependiendo de la región. Sin embargo parece que en la
antigüedad era una mujer. El texto recogido por H. de la Genevois En Ziki de
Alto Sebaou (Kabylia) es muy claro. Hay dos partes en el texto: una explicación
de los orígenes de la ceremonia, así como una descripción de la ceremonia en
sí. Cuenta la leyenda que éste pueda reanudarse así: Anzar, el Rey de la LLuvia
(agellid el mundo se emplea aquí a propósito) quería casarse con un maravillosamente
bella muchacha que tenía la costumbre de bañarse desnuda en un río, como ella
le rechazó por miedo, Anzar vuelta el anillo que llevaba en su dedo y el río se
secó de inmediato. La joven entonces llamada para Anzar en voz alta, reaparece
y se unen. El río comenzó a fluir de nuevo y la tierra se convirtió en verde
una vez más. La descripción señala: "Estos son los orígenes de esta
costumbre, durante una sequía Anzar debe celebrarse sin demora y la niña que es
elegida por el honor deben ofrecer a sí misma hasta desnuda." El Anzar fué
una ceremonia organizada por las mujeres, aunque la mayoría de la población
tomó parte. Según Westermarck (1914, p.121) en la región de los Ait Warain
situado en el norte y el extremo oriental del Medio Atlas, dos o tres mujeres
completamente desnudas desempeñado en kura para hacer caer la lluvia.
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