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sábado, 3 de mayo de 2014

LA DIOSA CHAXIRAXI SINCRETIZADA COMO VIRGEN DE CANDELARIA





HISTORIA DE UNA USURPACIÓN


CAPITULO VII-I

Eduardo Pedro García Rodríguez
Viene de la entrega anterior

   La leyenda creada por Fray Alonso de Espinosa, nos habla de que en las postrimerías del siglo XIV o principios del siglo XV, “fue depositada” en las costas de Güímar la imagen de las Diosa Chaxiraxi, en la Playa de Chinisay, y posteriormente trasladada  al lugar donde se encuentra la cueva del Mencey Añaterve donde se le creó un altar, próximo a otro dedicado a la divinidad paredro protector de la naturaleza Chayuga.
  La visión mercantilista de la iglesia católica en Canarias, no ceja en crear nuevas fuentes de ingresos económicos, como la explotación de la imagen de la Diosa Chaxiraxi en su aspecto católico como Virgen de La Candelaria está a cargo de la congregación dominica, el obispado de Chinech (Tenerife) no tiene acceso a los importantísimos ingresos económicos que producen la custodia de la imagen, por ello, el obispado ha decidido crear un denominado “Triangulo Mariano” dentro del cual estaría comprendidas la Cueva de Achbinico, la Cueva de Chinguaro y Chimisay (El Socorro), al efecto se han iniciado una serie de obras faraónicas en las Cuevas de Chinguaro en la que se están empleando ingentes cantidades de hierro y cemento, elementos totalmente ajenos al entorno natural y naturalmente desvirtúan el lugar. Estas obras son financiadas por el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Güímar, es decir, con dineros públicos, pero la administración de este “Triangulo Mariano” estará a cargo del obispado, ¡buen pelotazo! A costa de una usurpación más de las tradiciones guanches.
   El 27 de marzo de 1996 comienza el proceso legal para desposeer a sus titulares del uso de las tierras de Chimisay conocidas también como Llano de la Virgen, en beneficio del obispado y su proyecto del “Triangulo Mariano” amparados en el silogismo de: Bien de Interés Cultural, siendo cómplices de este despojo “legal” El Cabildo de Chinech (Tenerife) y el Ayuntamiento de Güímar, y el Gobierno supuestamente autónomo de Canarias.
   En el caso de la declaración de “Bien de Interés Cultural” para la Cueva de Chinguaro, la incoación del expediente comienza el 5 de febrero de 1993 por parte del área insular de Cultura, Educación y Deportes. El 14 de abril de 1999 es cuando la por aquel entonces consejera delegada de Cultura, Patrimonio Histórico y Educación del Cabildo, Dulce Xerach Pérez, dicta otra resolución por la que se modifica parcialmente la delimitación del suelo sujeto a este expediente. El 6 de mayo de 1999, el Gobierno de Canarias aprueba el decreto por el que Chinguaro pasa a ser un “Bien de Interés Cultural” con categoría de Sitio Histórico.
   Para afianzar y de alguna manera legitimar este proyecto, se ha encargado un estudio arqueológico a destacados profesionales de la arqueología, los cuales hasta la fecha han aportado hallazgos de restos de centenares de restos de cerámica y alimentos,  una gran hoguera fija, que nuestros ancestros guanches utilizaron con fines religiosos y rituales durante generaciones.
   Siguiendo la tradición católica en esta colonia de erradicar todo vestigio de la ancestral cultura espiritual guanche, mediante dicho proyecto del “Triangulo Mariano” han cubierto el lugar de Cueva de Chinguaro con miles de toneladas de cemento y hierro, destruyendo otro de los lugares sagrados del pueblo canario.
   Cueva Santa de Añaco.-
   Situada en Igueste de Candelaria: “Igueste. Tf. ant. Top. Nombre de un barranco que discurre por el municipio de Candelaria, localizado a 28° 23' de lat. N y 16° 23' de long. O, y que en época precolonial pertenecía al bando de Güímar…
§ «Y el rey [de Güímar] le señaló término particular, que llaman Igueste, donde se apacentase este ganado; con pena de muerte que ninguno llegase a él» [Espinosa (1594, II, 7) 1980: 61].
§ «Ygueste» [Espinosa (1594, II, 7) 1907: 56].
§ «Gueste, T[érmino] jurisdicción] de Candelaria, en Tenerife» [Álvarez Rixo (ca. 1860) 1991: 71].
§ «IGUESTE. Caserío situado en tférmino] jurisdiccional] de Candelaria p[artido] j[udicial] de Santa Cruz de Tenerife, isla de Tenerife» [Olive 1865: 552].
§ «Igueste o Gueste, Afldea] y Valle jurisdicción] de Candelaria, en id. [Tenerife].
§ «Igueste, lugar. Viera» [Chil 1880, II: 66].
[G-S-(T)] 'i-gásat, adj. vb. m. 'húmedo'.” (Ignacio Reyes Garcia 2012).
   Tras la “aparición” de la imagen de la Virgen de Candelaria o Chaxiraxi de los guanches y su traslado posterior a la Cueva de Achbinico, fue venerada por los naturales del Bando de Goymar, que le cedieron un rebaño de 600 cabras que pastaban en el Valle de Igueste, destinado a tal efecto por el Mewncey, teniendo pena de muerte el que intentase robarlo u osara meterse con su ganado en dicho lugar. El responsable o mayoral de dicho rebaño y paraje era el guanche Napay Guacherbe, después de bautizado por el rito católico Francisco Napay.
   En la toponimia de este pueblo quedan vestigios de nuestros antepasados guanches, de sus ritos y costumbres, como la Montaña de Arguama o “Montaña Santa”, la “Laja del Diablo” en Chacorche y “El granel de los guanches” (cueva en el barranco de Afirama).
    Y entre los yacimientos arqueológicos descubiertos en este lugar destacan numerosas cuevas o auchones, tagoros, santuarios, majadas pastoriles, concheros y cuevas sepulcrales.
   Añaco, la Cueva Santa de Chacorche situada en la confluencia de los barrancos de Afirama y Chacorche, en Igueste de Candelaria. Esta cueva fue un lugar de recogimiento de maguadas o harimaguadas, sacerdotisas guanches que cuidaban del culto a La Diosa Chaxiraxi, ante de ser desfasadas por los dominicos.
   Sería deseable que mediante un Taller Escuela y con el apoyo del Ayuntamiento de Güímar se recuperara el antiguo camino guanche empedrado que conduce hasta la entrada de la cueva y se que prolonga hasta la actual carretera. Así mismo sería deseable que dicha cueva fuese recuperada para usos públicos, acondicionándola mediante el citado taller, levantando sus muros de piedra seca cuyos cimientos aún perduran. Con ello el Municipio ganaría un lugar de interés histórico, el cual debidamente acondicionado constituiría un atractivo cultural y turístico más para La Villa de Candelaria y para el pago de Igueste.

   Hospital guanche de Chacorche.-
   Cueva del Hospital Guanche de Chacorche, Igueste de Candelaria, situada en el mismo barranco de Afirama que como expone el historiador Juan Bethencourt Alfonso estaba dedicada a hospital de los guanches, al contrario de lo que su nombre nos indica, este hospital no estaba dedicado a la cura de enfermedades físicas, lo que los sacerdotes babilones trataban eran los maxios o espíritus arrimados.
   En evidente oposición a los lares, penates y genios, todos ellos espíritus  y dioses domésticos benéficos, e incluso a los manes, espíritus de los  muertos en general, los antiguos creían también firmemente en otras  entidades maléficas, y de forma especial, que los maxios volvían en muchas  ocasiones para atormentar o aterrorizar a los vivos.
   Así, llamaron maxios a  los espectros o aparecidos, y maxios arrimados a los espíritus que en determinados  días tenían también el poder de regresar de lo hondo de Chineche a la superficie con malignas intenciones.
    Los maxios son los espíritus de los muertos que  participan del poder de volver de Chineche a la tierra en determinadas fechas para  causar tormento a los vivos.
    Nuestros antepasados para curar a los enfermos víctimas de los maxios arrimados, les  sometían a  verdaderos exorcismos y se hacían numerosas ofrendas y sacrificios incruentos, al  tiempo que se internaba al paciente en los hospitales guanches donde sacerdotes especializados luchaban por devolver al atormentado maxio a Chineche, quemando antorchas  de resina y plantas olorosas ofreciendo víctimas propiciatorias. El citado Dr. Bethencourt Alfonso nos dejó constancia de la existencia en Igueste de Candelaria del hospital de Chacorche donde los afectados por los maxios arrimados eran tratados por sacerdotes y sacerdotisas especializados, los cuales mediante determinados rituales y no sin grandes esfuerzos trataban del devolver al maxio arrimado a Chineche, algunos de estos maxios oponían tal resistencias que en ocasiones ponían en peligro la salud psíquica y física del los kankus o maguadas actuantes.
   El respeto por los espíritus de los ancestros de uno u otro signo inducían a considerar a los que tenían un maxio arrimado, no como poseídos por un demonio, sino como enfermos, y como tales eran tratados.
   La secta de la iglesia católica en su afán sincretizador vino a reconocer un poco tarde la existencia de los espíritus malévolos, aunque naturalmente cargando el mochuelo a su particular demonio, por ello asume que: “Se dice que un exorcismo es solemne cuando es hecho oficialmente bajo la autorización de la iglesia católica a una persona poseída por malos espíritus. La víctima debe mostrar signos típicos que acompañan a los poseídos, entre ellos conocimiento de otras lenguas, predicción del futuro, blasfemia y aborrecimiento de las cosas santas tales como el agua, la sal o el aceite benditos, fuerza sobrenatural, levitación etc. 
   Esta cueva sufrió un derrumbe de la cornisa, posiblemente como consecuencia de la última erupción del volcán de Arafo, que la sepultó, lo que restan de ellas su propietario D. Manuel Rodríguez, las destino a como corral de cabras uso que mantuvieron hasta hace poco tiempo. A pesar que esta cueva fue reutilizada desde los albores de la invasión y ocupación de la isla, sería interesante realizar en ella una prospección arqueológica.


      Achbinico.-
   Achbinico. Tf. ant. desús. Top. Cueva situada en la costa del antiguo bando de Güímar, hoy perteneciente al municipio de Candelaria, en el sur de la Isla. Orientada al naciente, era usada para el ordeño de las cabras y, conforme sugieren las investigaciones arqueológicas, para la realización de algún tipo de culto. A ella fue trasladada la primitiva imagen de la Virgen de Candelaria. Expr. t.: Achbinico.
§ «Y para elto dallé orden que pues auia aparecido ala orilla de la Mar, la lleuen a vna cueua // que efta junto a ella, donde folian ordeñar fus ganados, y la llaman Achbinico, que los Chrillianos llamaron despues cueua de San Blas» [Espinosa 1594, II, 8: 43r-43v].
[T? + B-N-K-W] 'hata-abankáw> at-binko > acbinko, m. sing. lit. 'he aquí el derrame'.
Fonética. *t > c /tf,/, por palatalización. || *-áw > -o, por contracción.
N. B. El entorno prosódico invita a considerar la consonante paladial (ch) del registro como una labialización de la sibilante (s > s ///), por asimilación a distancia con /w, u, o/, que marcaría una eventual forma causativa del nombre verbal. Pero no se ha podido atestiguar este cambio fonético en las variedades continentales, por lo que resulta más convincente aceptar la variante palatalizada de la partícula presentativa, at > ac /atf/. rj]7 at; [B-N-K-W] binico. (Ignacio Reyes García, 2011).
   Es más que probable que el ordeño realizado en esta cueva santuario fuese el de los hatos sagrados de la Diosa, en épocas invernales, pues como es sabido la migración de los ganados era estacional, por lo que en invierno los ganados eran llevados a pastar en las zonas costeras.
   Las relaciones de Poder, constituyen sistemas regulados y concertados, que están profundamente arraigados en la trama social. En una comunidad, los individuos son normalizados por su Cultura. La complejidad de la estructura cultural es un reflejo de alguna propiedad de la propia cultura.
   La Cueva de Achbinico renombrada por el catolicismo como Cueva de San Blas, fue tras la invasión y ocupación colonial el primer santuario de la isla en importancia y difusión religiosa cristiana e históricamente también fue el primer santuario de la Diosa Chaxiraxi  advocada posteriormente a la Virgen de Candelaria y a San Blas, se encuentra justo detrás de la actual Basilica de Candelaria.
  Se trata de una cueva alargada y profunda, su techo tiene forma de cúpula y está ubicada en la orilla del mar. Sus medidas son de 14 metros de largo por 6 de ancho y 5 de altura.
  En esta cueva fue el primer santuario cristianizado de La Diosa Chaxiraxi donde nuestros antepasados guanches colocaron la adorada imagen. Cuando fue trasladada y colocada en dicha cueva hubo fiestas populares, esto fue en el año 1446.
   Cabe la posibilidad de que esta primera imagen de La Diosa Chaxiraxi introducida por los predicadores franciscanos fuese hecha de terracota como la de la Virgen de Las Nieves en Benahuare (La Palma), la cual esta construida de este material y actualmente se sostiene gracias a una funda que la presiona evitando su desmoronamiento, así pues en este supuesto seria posible que la imagen primitiva sufriera desperfectos insalvables, siendo sustituida por otra posterior según puede deducirse de un documento rescatado y hecho publico por el investigador Lorenzo Santana Rodríguez:  
   “Para concluir este somero estudio sobre los inicios del culto candelariero hemos escogido un tema que nos permitirá retrotraernos a la época anterior a la Conquista de la isla, pues nos proponemos hacer un primer intento de reconstruir la tradición de los guanches sobre la Candelaria a partir de los detalles que ellos mismos aportan en el conocido como pleito de los naturales, pues no es lo mismo oír lo que Espinosa dice que a su vez dicen los guanches, que el escuchar a estos directamente. En otro estudio adelantamos el comienzo de este pleito hasta el año 1544, como se deduce de una carta de poder otorgada en la ciudad de La Laguna el 11 de septiembre de ese año:
   Sepan cuantos esta carta vieren cómo yo, Pedro Goçón, cl[é]rigo presbítero, beneficiado de este término de Güímar, que es en esta isla [d]e Tenerife, y cómo nos, Pedro Delgado, y Juan Gaspar, y Juan Hernández, y Juan Castellano, y Luis Hernández, y Juan Castellano, y Luis Hernández, y Pedro Madalena, y Juan de Santa Cruz, y Antón Gutiérrez, y Juan de Baltazar, y Juan de Tacoronte, y Luis García, y Pedro Hernández y Luis Hernández de Ibavte, vecinos y naturales de esta isla de Tenerife, moradores en el dicho término de Güímar y de Nuestra Señora Candelaria, por [n]os y por los demás vecinos y moradores del dicho término, por los [c]uales hacemos y prestamos voz [y] caución (… otorgan poder general de Gutierre de Trejo, clérigo presbítero, beneficiado de Nuestra Señora de la Consolación de Santa Cruz, para…) pedir y suplicar que no c[on]sientan ni den lugar a que la iglesia de Nuestra Señora d[e] Candelaria, que al presente est[á …] se mude del lugar dond[e …] está hecha y edificada […] allí donde está nosotr[os y nuestros] padres la ayudaron a [… edi]ficar con limosnas que […] dieron. Y, así mismo, [… pue]da pedir que la ima[gen de Nuestra] Señora no se saque ni […] dicha iglesia para la ll[evar …] a otra parte, por[que donde(?) al(?)] presente está ha esta[do …] continua desde que la [dicha(?) imagen(?)] se hizo. Y, así mis[mo, pue]da pedir y pida [que en la dicha] iglesia de Nuestra Señor[a de(?) Cande]laria se nos admini[stren los(?)] sacramentos de la Igles[ia …] bautismos, como de vela[ciones …] entierros y otras cosas […] todo no se hace en la dich[a iglesia] por estar en po[der(?) …] de la Orden de Santo Domingo, de que todos nosotros y los demás vecinos del dicho término padece[m]os por no tener quién en la dicha iglesia de Nuestra Señora nos administre los dichos sacramentos.                                          
   Como dicen los guanches: “porque ellos ayudaron a hacer la dicha iglesia e imagen”; o como dicen en el documento que se elevó a público: “porque donde al presente está ha esta[do …] continua desde que la dicha imagen se hizo”. Por la significación o novedad que supone esta afirmación, hemos optado por reproducir la minuta en su totalidad y el poder en su mayor parte, pues para defender sus derechos sobre la imagen los guanches manifiestan, sin ninguna clase de reparos o dudas, que tienen memoria de cómo sus antepasados ayudaron a hacerla, es decir que ayudaron a costear su pago, lo que entra en flagrante contradicción con el relato de Espinosa, que afirma que ésta había aparecido en una playa a los naturales ciento y cinco años antes de la Conquista de Tenerife.
   La cuestión que nos proponemos clarificar es que en el caso de la Candelaria, al igual que en el la Virgen de Pino de Gran Canaria, se produjo una sustitución de la imagen original, y en ambos casos, aunque inicialmente no parece haberse planteado un problema devocional, finalmente se acabó ocultando este hecho. El profesor Hernández Perera dató hacia la década de 1440-1450 la imagen de la Candelaria.
   Al frente del santuario de la Diosa Madre Chaxiraxi en Achbinicó estaba la  orden religiosa guanche encargada del cuidado de la imagen y del culto, el clero de Kankus y Maguadas, los cuales fueron masacrados en Achbinico por el invasor Alonso Fernández de Lugo. Después de acordada las denominadas “paces de Los Realejos” el 29 julio de 1496. Una vez consensuadas dichas “paces”, el siguiente movimiento del invasor consistió en subir  por las cumbres del Realejo con parte de su ejército de mercenarios y bajar al Valle Sagrado de Güímar,  hasta la playa de Igueste, lugar donde esta ubicado el santuario Achbinico, tomar posesión por la fuerza de la armas de la imagen de Nuestra Señora Chaxiraxi, ordenando cortar el cuello de los Kankus y Maguadas que cuidaban de la misma. Con este acto, los invasores dieron por sometida la isla, pues la Diosa Madre Chaxiraxi era el elemento uniformador y cohesionador de todos los meneceyatos de Chinech (Tenerife), el cuidado de la imagen secuestrada quedó a cargo en un principio del anciano capellán francés Pedro Roberto Sablé, conocido por Pedro de  París. (G. Adarguma)
   Esta execrable acción es presentada por  algunos “piadosos” cronistas como un acto de acción de gracias por haber sometido la Isla, pues  los  milites celebraron en esta cueva la primera Fiesta de las Candelas en 1497, coincidiendo ésta con la Festividad cristiana de la Purificación de la Virgen, y  sacaron la imagen en procesión por los arenales de la playa.
   Todo ello a pesar de que este menceyato era uno de los denominados de paces por lo que es presumible que en el mencionado tratado se incluyera alguna cláusula de salvaguarda de la imagen a favor de nuestros ancestros, razón por lo que en un principio los invasores dejaron a la Diosa en su santuario de Achbinico, y decimos de momento porque, como veremos en el denominado pleito de los naturales, los católicos andando el tiempo no cejaron en apoderarse de la imagen y con ella toda la teología de la Iglesia del Pueblo Guanche, como tendremos oportunidad ver.
   En los primeros tiempos de la usurpación era el clero secular, o diocesano, el que atendía espiritualmente el templo cueva, mientras que un ermitaño guanche se encargaba de su limpieza y de recibir a los peregrinos.
   El año 1526, el día 2 de febrero, se traslada la imagen de la virgen desde la cueva a su nueva ermita sobre la que posteriormente se construyó la Basílica de Candelaria a unos pocos metros de la cueva. En dicha cueva está ahora también una imagen de San Blas, cuya imagen primitiva fue colocada ahí en 1530, sustituyéndose más tarde por la actual que es del escultor orotavense Fernando Estevez. Y una replica en bronce de la imagen original de la Diosa Chaxiraxi.
   Tras construirse la ermita de San Blas que recubre actualmente la cueva, se convirtió la ermita en la primera construcción cristiana del Valle Sagrado de Güímar, siendo también la primera parroquia. Actualmente en el interior de la cueva hay también una réplica e Posteriormente, y ya bajo el control de los católicos esta cueva también tuvo especial relevancia para los guanches del lugar ya que, hasta el primer cuarto del siglo XVI, fue el único lugar destinado como receptor de enterramientos de los guanches cristianizados en todo el Valle de Gúímar.
   Aspectos arqueológicos del lugar.-
   Diversas excavaciones arqueológicas han demostrado que la cueva era un lugar de culto guanche desde mucho antes de que nuestros ancestros colocaran a la imagen de la Diosa en ella. Según recientes excavaciones arqueológicas las capas de cenizas encontradas y sometidas al examen del carbono 14 dan una antigüedad de más de tres mil años. En esta cueva se mantenía un fuego encendido permanentemente, tal como lo practicaban los fenicios de Cartago en su culto centrado en el Fuego Sagrado de las ciudades, se extendió por todas las colonias de Tiro, y asumido por otras culturas como los templos dedicados a la Diosa Hestia en la antigua Grecia (La Vesta romana), Diosa de la cocina, quien protegía a los niños pequeños y a las vírgenes, la arquitectura, el hogar, o más apropiadamente, del fuego que da calor y vida a los hogares.
   La veneración al fuego fue el rasgo característico de casi todos los pueblos de la Antigüedad junto con el culto a la Sol, de quien no puede fácilmente disociarse, ya que las divinidades solares a veces también lo eran del fuego.
   El hecho de tener la cueva un carácter sagrado desde tiempos muy antiguos justificase el hecho de que tras la invasión y conquista europea nuestros antepasados colocara a la Diosa precisamente en esta cueva y no en otro lugar.
   Grabados rupestres.-
   El conjunto lo constituyen varias estaciones de grabados rupestres y una serie de cavidades naturales que se abren en el acantilado costero y en la desembocadura del Barranco de Tapia. Estos yacimientos arqueológicos han recibido un trato diferente a lo largo del tiempo, lo que ha ocasionado la ruptura de este conjunto. En efecto, la conquista de la isla supuso la implantación de un nuevo orden socioeconómico y religioso, que propició que las unidades fueran siendo poco a poco desposeídas de su carácter de documento histórico y sólo la Cueva-Ermita de San Blas, que tenía una directa relación con la nueva religión mantuvo cierto protagonismo. Esto supuso la desmembración de un conjunto que en su origen debió tener un comportamiento unitario.
   Recuperar el sentido histórico de este ámbito costero solo se puede plantear desde una visión global. En este sentido, se intentó desde un principio reconstruir, en la medida de loposible, su autentica dimensión, así a la emblemática Cueva-Ermita de San Blas, pronto sele sumaron varias cuevas naturales de similares características físicas, es decir, con buenas condiciones para su ocupación como recinto habitacional. En algunos casos se pudo constatar su uso en época aborigen, mientras que en otras esto fue imposible dado el nivel de alteración que habían sufrido. A estos recintos habitacionales hay que añadir varias estaciones de grabados con las que comparten el mismo territorio.
   Estos yacimientos conforman una unidad histórica indivisible, en tanto en cuanto son los vestigios materiales de una formación social, los guanches, y como ya hemos mencionado, forman parte indiscutible de la historia de un pueblo, el de Candelaria, y por extensión de la isla de Tenerife. (Estervina Borges Domínguez, y Cipriana Borges Domínguez)

La Diosa Tanit, otros aspecto de La Diosa Madre Chaxiraxi.-

   Digamos que la energía femenina, vamos ahora a llamar así a la energía de La Diosa Chaxiraxi, es muy compleja y es difícil, por no decir imposible, de encasillar por la mente humana con un arquetipo único, por rico y amplio que éste sea. Pero para aproximarnos a su comprensión, digamos que la energía de la Divinidad tiene un carácter “multipolar”, que partiendo de un mismo núcleo común a todos estos arquetipos, la fuente creativa y generativa, se encarna y manifiesta en la creación terrestre/humana con múltiples caras y polos, con múltiples aspectos y facetas diferentes, con distintas variantes periféricas que han llevado a los seres humanos que la captan a sentirla y representarla mediante deidades arquetípicas que presentan bastantes diferencias externas, pero siempre partiendo de un mismo núcleo común Madre-Mujer receptivo, creativo, generativo.

   Según expone el Dr. En Biología en la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, e investigador de las religiones antigua Guillermo Llerena Cano:
 “En el norte de África, al oeste del valle del Nilo desarrollaron un conjunto de etnias autóctonas del Magreb, los bereberes, amazig  o mazigios; que  fueron conocidos por los antiguos romanos como numidios y por los europeos medievales como moros. En las actuales Islas Canarias, se establecieron como la etnia Guanche, una civilización generada a lo largo de siglos por los primeros pobladores de estos territorios. El nombre guanche de la Diosa madre aborigen es Chaxiraxi, que significa según tergiversada traducción castellana ”Madre del Sol” o  ”La que carga al Rey del Mundo”. Es en realidad otra visión de Tanit, la Diosa madre del Magreb y del Mediterráneo; es una de las innumerables denominaciones dadas a la gran Diosa de la fertilidad. La fiesta del Beñesmer guanche (la cosecha) estaba consagrada a Chaxiraxi.” (Guillermo Llerena Cano, 2010).

   La Diosa en su aspecto como Tanit y su origen africano.-
   La primigenia religión del los pueblo  imazighen o amazighs (bereber) que en la lengua tamazigh quiere decir “los que son libres, o hombres libres”  es el conjunto de antiguas creencias y deidades del pueblo amazigh en sus territorios históricos en el norte de África y en el Archipiélago Canario. Muchas de las antiguas creencias amazigh tuvieron un alcance local, mientras que otras fueron importadas o producto de diversas influencias, debido al contacto que a lo largo del tiempo tuvieron estos pueblo con diversas religiones: africana, egipcia, fenicia, ibérica y griega (especialmente en la época helenística; también tienen en ella actualmente una fuerte presencia el judaísmo y del cristianismo.
   El influjo más reciente en el continente proviene del Islam y de la tradición, que data de época medieval. Muchas de las antiguas creencias mazighias aún perviven en la cultura popular y en la tradición imazighen.
   Antes de que naciera la civilización cartaginesa ya preexistía el culto a la Diosa Tanit en las tierras meridionales que bordean el Mediterráneo occidental.  Tanit ya era adorada en las tierras norteafricanas mucho antes de la llegada de los fenicios.
    Cuando Cartago se fundó ésta ciudad adoptó el nombre de esta Diosa regional, pues encontraron en ella semejanzas con Astarté, la diosa fenicia a la que sus padres y antepasados previamente habían rendido culto en la tierra de Canaan (el Líbano).
   “Los fenicios levantaron nuevos templos a sus dioses orientales importados, como, Hammon,  Baal, Bes... pero Tanit... preexistía. Muchos santuarios de esta diosa eran anteriores a los cartagineses y estos únicamente continuaron y renovaron el culto, integrándolo en el panteón y ritos de sus divinidades traídas de Oriente Próximo, sustituyendo a Astarté y emparejando a esta occidental divinidad femenina que ahora asumían con su viejo dios guerrero Baal.
   La cultura púnica fue el resultado de la fusión de la colonia fenicia de Cartago en Túnez con la cultura mazigia del  norte de África durante el primer milenio antes de Cristo, y que les hizo cambiar a los fenicio-cartagineses tanto su alfabeto  original como la adoración de su ancestral  Diosa Astarté por otra similar denominada Tanit.” (Kababelan)
   Cartago empezó sus alianzas con las tribus imazighen tras la Batalla de Himera, en la cual los cartagineses fueron derrotados por los griegos. Además de los cambios políticos subsiguientes, los cartagineses importaron algunas deidades mazigias.
   La Diosa Astarté fue sustituida por una Diosa nativa, Tanit, que es de origen mazigio.
   Su mismo nombre, “Tanit”, tiene estructura lingüística  tamazight, pues los nombres femeninos comienzan y terminan con “T” en lengua tamazight. Algunos estudiosos piensan que la Diosa egipcia Neith está relacionada con la Diosa libia Tanit (Ta-neith).

    La Diosa Tanit primero como queda dicho aparece asociada a Astarté en una inscripción encontrada en Sarepta, en el sur del Líbano, de fines del siglo VIII-inicios del VI a.e.a.

   Pero a partir del siglo V a.e.a. se convierte en la diosa principal del panteón de Cartago, substituyendo a su predecesora. En la epigrafía a menudo aparece denominada Tnt pn B’l (Tanit faz de Baal). A partir del 400 a.e.a., su culto está documentado en muchos lugares mediterráneos: Sidón en el Líbano; Kition en Chipre; Thinissut, Hadrumentum y Constantina en el norte de África; Tharros, Sulcis y Nora en Cerdeña; y Lilibeo y Palermo en sicilia. Su grafía en púnico es Tnt, dado que las lenguas semitas se escriben sin vocales.
   Pero, a pesar de que su nombre aparece escrito como Tanit, por algunas inscripciones bilingües norteafricanas, sabemos que en griego se transcribe como, y que, en consecuencia, su pronunciación verdadera, al menos en época tardía, sería aproximadamente Tinnit.
   Tanit es una Divinidad de carácter astral, representada por el creciente lunar, por ello regía los ciclos de la naturaleza y, por tanto, la fertilidad de la tierra, pero también de los animales y de las personas. Tiene igualmente un carácter de Diosa ctónica, del subsuelo, y por tanto del infierno, la salud y la muerte, por lo que es protectora de los difuntos.
   Mientras que su asociación con el león, influencia de la diosa egipcia Sehmet le confería un carácter guerrero casi inédito en la época.
   Justamente, en algunas representaciones de terracota la Diosa aparece entronizada, como símbolo de su poder. Así mismo, el gran número de exvotos en forma de figuras femeninas acampanadas cubiertas con un manto en forma de alas (influencia de la egipcia Isis), con sus atributos religiosos de carácter vegetal y astral, iconográficamente coinciden bien con representaciones de esta Diosa.
   La asociación en Cartago de Tanit con la divinidad de origen egipcio Sid, representada por el pilar djet y cuyo culto se celebraba también en una cueva, plantea la asociación de esta Diosa con el pilar como elemento de culto (Sd-Tnt = Tanit la del Pilar) y, por tanto que, dado que la tradición anicónica de los pueblos semitas, que su imagen de culto fuera un pilar, o un betillo. Justamente, los pequeños betillos y las diferentes terracotas encontradas en  Culleram (Ibiza) ilustrarían, al menos teóricamente, el paso de las representación anicónica (betilo, ídolo-botella) a la ictónica (figuras femeninas).
   Es Gran Madre, Diosa suprema: creadora, fertilizadora y regeneradora,  Diosa del amor y de la vida, de la cultura y la belleza, de la danza, de la alegría y también de la muerte.
   Hay constancia de que, en el continente, la Diosa Tanit se asimiló con la romana Juno, posiblemente después de la invasión de Cartago por los romanos.

   Tal como argumenta el Dr. Reyes García; “Un recurso frecuente en la implantación de las ideologías religiosas ha sido la absorción de cultos nativos. Los griegos, por ejemplo, dedicaron al dios Pan, protector de los rebaños y pastores, la antigua celebración del solsticio de invierno. Posteriormente, el cristianismo instaló la Navidad de su dios en el natalicio de esa divinidad helena. Como también domicilió la tumba del apóstol Santiago sobre el finis terrae clásico, impregnando de intereses evangélicos, mercantiles y políticos la inmemorial peregrinación hacia el límite occidental del mundo conocido, la última frontera que guardaba los arcanos del misterioso declive solar.” (Ignacio Reyes García, 2011).
    Como es sabido en todas las Islas el panteón local estaba presidido por la Diosa Madre bajo diversos aspectos, con sus correspondientes dioses paredros,  por ello al catolicismo no le fue difícil el imponer sus dogmas marianos sustituyendo los nombres de los aspectos locales de la  Diosa por otros de la madre de Jesús, pues si bien para el catolicismo María la Madre de Jesús podía tener la consideración de divinidad de segundo orden, no así para los catequizados que veían en ella  a la Diosa Madre bajo otros nombres y otros ropajes. Por otra parte, no deja de ser singular el hecho de que la presentación de estas imágenes sus vestimentas están colocadas de tal manera que representan un triangulo rematado por un círculo (la corona), además están adornadas con los atributos propios de la Diosa Madre, tales como estrellas de de ocho puntas, lunas crecientes etc.

   Puede decirse que los Insuluamazigh hemos mantenido nuestra especificidad cultural gracias a una capacidad de adaptación prácticamente camaleónica, que nos ha permitido, entre otras cosas, pasar por católicos cuando en sentido estricto dicha condición es cuestionable en base a manera especial en que la mayoría del pueblo canario practica el catolicismo.

   En Canarias, la Diosa Madre fue absorbida por el catolicismo y sus atributos aplicados a María madre de Jesús. Es un hecho  que el sentimiento religioso primitivo se reviste de formas nuevas, pero siempre subyace en la memoria colectiva.
 
   Cabe preguntarse porque una religión que trata de imponerse con toda la fuerza y el poder de que disponía en aquellos momentos, siendo predicadora de un dios único y masculino, decidió fomentar la veneración a  divinidades secundarias femeninas en lugar de su deidad central el Cristo.
Continua.

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