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jueves, 11 de junio de 2015

El filólogo Ignacio Reyes cree haber desvelado uno de los enigmas más antiguos de la historia de Canarias

: las inscripciones grabadas en el manto de la talla original de la Virgen de Candelaria, con frases compuestas en lengua amazigh y que desveló a partir de un cuadro restaurado en Sevilla.
Ignacio Reyes expone su interpretación de estas letras estampadas en el manto original de la imagen en su obra "La Madre del Cielo: Estudio de filología ínsulo-amazighe", que publica Le Canarien Ediciones y que detalla en una entrevista con EFE.


Se trata de una edición revisada y ampliada tras la primera que editó el investigador en 2007 y a la que ahora añade nombres de personas ligadas al linaje guanartémico, el gobernante en Gran Canaria, cuyas denominaciones tienen "una conexión directa con el pensamiento cosmogónico, con los mitos de la creación, como muchachas llamadas "la señora del cielo" y "la señora de la creación".
El autor, que también es historiador, señala que su objetivo es dar a conocer uno de los enigmas de la historia del archipiélago, pues se sabe que en la figura primitiva de la Virgen de Candelaria había letras grabadas en el manto, que se pensaba que eran acrónimos o figuraciones.
Estas inscripciones estaban en la imagen antigua de la Virgen que desapareció en un temporal en el siglo XIX, y cuya aparición ante los indígenas había relatado Fray Alonso de Espinosa tres centurias antes, en 1594.
Ignacio Reyes indica que a finales de 2006 una restauradora de Sevilla le comunicó que una clienta le había llevado un cuadro de la Virgen de Candelaria adquirido en el norte de Tenerife y que en el travesaño del bastidor aparecían caracteres latinos que no entendía.
El filólogo intentó traducir las inscripciones pero comprobó que no era latín ni griego, hasta que encontró las consonantes "n" y "t", equivalente a "candela" en amazigh, una lengua en la que el significado de las palabras se deposita en la secuencia de consonantes y las vocales tienen solamente un valor morfológico.
Los textos de la Candelaria están escritos casi enteramente con consonantes y pocas vocales, pero "muy bien puestas" para que no haya confusión en la lectura, asegura Reyes, quien indica que a partir de la citada palabra pudo traducir todo el texto, que "es una maravilla porque es lengua viva, escrito tal cual se pronuncia".
Cuando encontró el término "candela", prosigue, "me faltó tiempo para ir al texto de Alonso de Espinosa, quien había detallado todas las características de la imagen y anotó las letras" del manto.
Y en ese texto también aparecía esta palabra "y empecé a tirar del hilo hasta que pude traducir todas las letras que contenía el manto, que eran sentencias de doctrina cristiana, sospecho que específicamente franciscana, pues fueron los primeros que llegaron a Canarias para evangelizar".
Son frases completas en las que se alaba a Dios y en las que, como ejemplo, se dice que el camino de perfección es "un bálsamo", y la palabra que se utiliza para este significado es "tabaiba dulce", una de las plantas medicinales más importantes de Canarias.
Según Ignacio Reyes, esto revela un contacto muy cercano entre los evangelizadores y la población aborigen, pues las misiones franciscanas llegaron a las islas a mediados del siglo XIV, cien años antes de la Conquista, y aprendieron su lenguaje.
Los textos desvelados son, a su juicio, "una maravilla de información linguística e histórica" que proporcionan "los eslabones para consolidar la tesis de que el culto a la Candelaria es la apropiación cristiana del culto nativo ancestral relacionado con la estrella Canopo".
La aparición al amanecer de dicha estrella, y su aparición vespertina en el cielo, coinciden con las dos festividades de la Candelaria en agosto y en febrero, indica Reyes, para quien resulta "curioso" que en los textos grabados en el manto sólo aluden a los cultos nativos "hablando de ellos como supersticiones y nunca de la aparición de la Virgen, sino de hallazgo, encuentro".
Para referirse a ella se usa un concepto que no es coloquial, sino poético, y que representa un uso muy fino de la lengua, añade el investigador, a quien le da la impresión "de que hubo participación del clero nativo en la confección de esos materiales".
Agrega Reyes que también hay inscripciones en el manto de la Virgen del Pino, y entre ellas puede haber alguna palabra "nativa", pero además hay números y letras que no ha conseguido descifrar.
Apunta el investigador que en Canarias no se aprecia que las islas provienen de una cultura "milenaria", pues el culto a la Candelaria refleja un concepto de la creación "que se pierde en la noche de los tiempos" y que se extiende al norte de África desde Mesopotamia hasta llegar a las islas.
Es la misma idea de la creación del Universo que la ciencia estudia como el "Big Bang": el concepto de que una estrella primordial, Canopo, explota en un momento dado y genera el primer cielo.


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