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jueves, 16 de agosto de 2012

LA FUERZA DE LOS ESPÌRITUS




LA FUERZA DE LOS ESPÌRITUS

Los momentos actuales que vive nuestro pueblo y la mayor parte de las naciones del mundo nos conducen a dirigir nuestra atención a la crisis política, social, económica, moral y espiritual que vivimos  y así poder orientar todo el profundo conocimiento transformador de la Doctrina espiritual en miras de rescatar los valores espirituales y morales que el hombre de hoy ha perdido, dándole respuesta a sus necesidades a través del reencuentro consigo mismo, en sus principios, su auto valorización, su capacidad, su moral y su responsabilidad para con el prójimo y con la Diosa Madre Chaxiraxi, tratando de alcanzar una mejor imagen humana, creando al hombre de bien, que como célula social generará cambios en la sociedad al recobrar lo que sus espíritus ha perdido, la paz.

Hoy en día la vida de los seres humanos, sometida al peso del dolor y la prueba, hace que los hombres veamos la paz como una palabra simbólica, como una filosofía inalcanzable en una tierra hostil. Mas el conocimiento espiritual nos lleva a la reflexión y el sentir nostálgico de la que nuestros espíritus ha perdido, comprendiendo que ese elemento que nos hace falta, la paz, en el reflejo de la conciencia de la Diosa en nuestros sentimientos, creando los desequilibrios de vida que nos conduce al dolor y el sufrimiento.

La paz debe considerarse como un estadío armónico espiritual muy particular e individual de los espíritus. Es un tesoro abstracto de la universalidad que corresponde a cada hijo de la Diosa como derecho alcanzado.

La paz por tanto nace a partir del cambio y de la transformación del espíritu, creando en el ser el estadío vibratorio armónico paralelo a la vibración de la Diosa, manifestándose como la energía positiva que mueve creativamente nuestro universo interno y el que nos rodea.

La desobediencia espiritual es la obstinación al orgullo, al egoísmo, sembrando en el hábitat humano guerras, conflictos, desavenencias, y con ello, nacen todas las enfermedades espirituales que hacen que hoy cada pueblo del mundo viva una incertidumbre en sus políticas nacionales e internacionales, generando situaciones catastróficas para el hombre, creando esclavitudes económicas y políticas que hurtan nuestra libertad.

Y todas estas condiciones sumadas a los actos de corrupción y a los intereses avallasadores individuales o grupales del hombre, nos someten a la pobreza y la miseria, donde las características sociales, como la falta de salud, educación, alimentación, vivienda y trabajo, forman rutas de escapes erróneas que conducen al ser a acciones equivocadas, rompiendo el equilibrio de las leyes divinas, atentando contra la ley del amor, al formar conductas delictivas que crean violencia y siembran muerte, arrebatándonos la paz y alejándonos de la tan ansiada felicidad.

Aquí es donde nos preguntamos si la tercera revelación, la espiritualidad, ha venido a este globo para rescatar la humanidad mediante el consuelo que nos trae y nos ofrece.

¿No es hora ya, que escudriñemos y busquemos para encontrar en la filosofía de los espíritus la respuesta que nuestros sentimientos busca? En la profundidad de la sabiduría universal, que es el camino de verdad y vida que nos habla la Diosa Chaxiraxi, y por el cual claman las voces de lo alto, encontramos que no puede haber paz en una tierra donde haya hombres tristes, inconformes y violentos; mas, a pesar de que existen todos estos flagelos, si en el corazón del hombre existe paz, nada que sea negativo podrá entrar en él, y aunque la muerte susurre a su oído, ella pasará sin tocarlo.

Por lo tanto, la mayor defensa del hombre, se encuentra en su propio corazón espiritual al tener paz en sus sentimientos.

Para obtener este objetivo, debemos procurar desarrollar en nuestros espíritus cualidades que nos ayuden a luchar contra nosotros mismos. Así debemos ser:
1. Disciplinados con nosotros mismos
2. Obedientes a la Diosa
3. Abnegados en nuestras tareas

Para crear una fortaleza donde nadie pueda herirnos y una grandeza mediante la humildad, donde no podamos ser alcanzados por la negatividad.

Manteniendo esta personalidad lograremos desarrollar las virtudes esenciales para los espíritus como
1. La humildad
2. El amor
3. La sabiduría

Que nos conducen, al goce de la paz y la felicidad.

Cuando los espíritus están llenos de paz intima, el hombre puede encontrarse en los campos de la tristeza y el dolor, en la tierra de la guerra, y nada de lo que afuera exista pueda afectar su interior, pues sus sentimientos están revestidos de una coraza, de un vibrar positivo que se llama PAZ.

En conclusión, la paz de los espíritus es solo producto de la transformación íntima del ser que se consolida a través de: La convivencia fraterna con el prójimo y el servicio abnegado al mismo.

En Canariass y particularmente, con el propósito de desarrollar esa tesis, hemos tomado como sujeto experimental de trabajo nuestra comunidad espiritual, identificando primero nuestros males para luego luchar contra ellos. Teniendo para ello, una plataforma de sustentación en una mente positiva, alimentada por las orientaciones del
mundo espiritual quienes nos concientizan enseñándonos:

1. La pobreza y la miseria son estadíos mentales de los espíritus humano
2. El poder de los espíritus reside en su fuerza de voluntad
3. El poder de los espíritus no tiene limitaciones
4. Las limitaciones del hombre residen en su mente

Con todo ese aprendizaje eliminamos del vocabulario espiritual la frase “no puedo” y practicamos “todo es posible si queremos”. (Fredy Viril)

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