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lunes, 23 de septiembre de 2013

LA DIOSA MADRE EN LAS ISLAS CANARIAS-XVIII-VI







VOLUMEN III

CAPITULO XVIII-VI

Eduardo Pedro García Rodríguez

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA LA VERA-PUERTO DE LA CRUZ, ISLA DE CHINECH (TENERIFE): 


La Virgen de Candelaria cumple 50 años en La Vera, El barrio de La Vera, a caballo entre los municipios del Puerto de la Cruz y La Orotava, celebra una 'Semana Grande' con motivo del 50 aniversario de la llegada de la imagen de la Virgen de Candelaria a este barrio.
La Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, en La Vera (Puerto de la Cruz), fue creada por el Obispo de la Diócesis, Dr. Fray Albino González y Menéndez-Reigada O.P., mediante Decreto de fecha 15 de noviembre de 1943.
          Con ocasión de la bendición de la Imagen de la Virgen de la Candelaria y colocación de la primera piedra del Templo Parroquial, el 14 de noviembre de 1954, se promovió el establecimiento de una Cofradía con el título de Nuestra Señora de la Candelaria, para cuidar y promover el culto y devoción a la Santísima Virgen, que ha mantenido su actividad hasta nuestros días.

Un reducido grupo de feligreses de la Parroquia, cuya titular es Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria, partió desde la iglesia parroquial, después de recibir la bendición,  un sábado 30 de agosto,  en peregrinación  hacia la Basílica de Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria en el Pueblo de su nombre.
       Fue todo un reto. El camino se dividió en tres etapas, ( a cuál de ellas la más difícil). La primera, corta en tiempo, fue muy empinada. Se atravesaron varios atajos, pero muy cuesta arriba y por terreno empichado hasta llegar a Aguamansa, al comienzo del Camino a Candelaria por la ladera de Pedro Gil. Allí se hizo una parada para reponer fuerzas.
      La segunda etapa, aunque es conocida por muchos, tampoco fue fácil,  pues se hizo de noche en el camino y el cansancio ya hacía mella, y ..." el filo no se veía". Poco a poco y engatusados por los más fuertes fueron llegando al filo. Sí, al filo de las once de la noche a la crucita.
      Después de una noche de "descanso", toca bajar y bajar por zahorra en el volcán de Arafo. Tampoco es fácil... y Arafo.... tampoco se llega tan rápido. En este Pueblo celebraban la fiesta de su patrón San Agustín. Y no se encontraron muy a gusto los coches que acompañaban a los peregrinos pues las calles estaban totalmente bloqueadas. Sólo estaban libres algunas "calzadillas" de subida y bajada. Pero la recompensa estaba cerca, los ánimos se elevaban y Candelaria casi al alcance de la mano. Recibimos la visita de algunos otros feligreses que se unieron al grupo con gran regocijo.
     La llegada fue única. Había culminado el sueño unir las dos Candelarias, La Virgen de la Candelaria del Norte, del centro del Valle de la Orotava,  con la Virgen Nuestra Señora de la Candelaria  en el Sur,  patrona de todos los Canarios.

            MOYA


ERMITA NUESTRA SEÑORA. DE LA CANDELARIA: MOYA, ISLA DE TAMARANT (GRAN CANARIA)

El edificio antiguo del templo de Nuestra Señora de la Candelaria desapareció y el actual es un inmueble contemporáneo, inaugurado construido entre 1940 y 1957, que recrea estilos medievalistas con elementos regionalistas. Su interior conserva varias imágenes de interés, destacando la talla (que se expone sobrevestida) de la Virgen de la Candelaria, del siglo XVI.

El alzado principal se compone de tres cuerpos: el central –entre pilastras laterales con un hueco abocinado de arco de medio punto y enmarcado en cantería, un rosetón en la misma piedra y remate en hastial; los cuerpos laterales con unos huecos trifloros bajo cubierta inclinada; y las dos torres de planta cuadrangular de tres cuerpos rematadas por templete. Todos los elementos compositivos, así como los estructurales, son en cantería. La iglesia sigue modelos establecidos por un eclecticismo medievalista del siglo XIX pero que, en este ejemplo, son ya anacrónicos. 

Tras la invasión y conquista de Gran Canaria, a finales del siglo XV, y, como fruto de los repartimientos de tierras y aguas a los participantes en la misma, comenzó un desarrollo importante de las actividades económicas relacionadas con la agricultura y, en especial, con los cultivos de exportación, como la caña de azúcar. Las consecuencias de este impulso económico fueron, entre otras, la creación de núcleos urbanos de nueva planta, como la villa de Moya.  A partir de la primitiva ermita en honor a Nuestra Señora de la Candelaria, localizada en el solar donde se construyó en 1515 la parroquia bajo la misma advocación, y que  hoy ocupa la actual iglesia, comenzó el poblamiento europeo de la villa.

Dicho poblamiento se realizó fundamentalmente por esclavos y trabajadores asalariados encargados de las labores agrícolas.

INGENIO:



MUNICIPIO DE INEGENIO, TAMARANT, (GRAN CANARIA) IGLESIA NUESTRA. SEÑORA. DE LA CANDELARIA:

El origen de la antigua iglesia del Ingenio se halla en una ermita comenzada a construir en la década de 1560, dedicada a Nuestra Señora de Candelaria. Fue edificada sobre el solar que la familia Fullana-Grimón donó para tal fin. Pero también otros criollos vecinos del lugar colaboraron para hacer posible tal obra, como el portugués Francisco Yánez, Catalina Báez, Jorge Pérez o Ana Larios (esposa de Pedro de Escobar). Funcionó como ermita dependiente de la parroquia de San Sebastián de Aguimes hasta el 30 de noviembre de 1815, en que adquiere la categoría de iglesia parroquial, al crearse la nueva jurisdicción del Ingenio. El aumento de población y otras necesidades hicieron necesario ampliarla en alguna ocasión. Así, en el último tercio del siglo XVIII, se alargó y añadió dos capillas laterales, con lo que adquirió una planta de cruz latina.
Hacia 1821 se le construyó una torre en el lado sur de su fachada, seguramente sustituyendo a alguna sencilla espadaña que estaría ubicada en lo alto del frontis. Con la torre, la vieja iglesia adquiriró mayor empaque. En la década de 1860 se intentará ensancharla, pues era imposible acoger en su exiguo recinto a los asistentes en los actos religiosos. De todos modos, fue siempre pequeña, pues sólo llegó a ocupar 250 metros cuadrados de superficie de 4´33 metros. A la pequeñez e incapacidad para contener una creciente población, se le llegó a añadir el inevitable deterioro causado por los años. Por ello, a partir de 1877 se emprenden acciones conducentes a sustituir la antigua iglesia de moderna factura. Las primeras iniciativas para la construcción de una nueva iglesia parroquial se realizaron en 1881, calculándose en 100.000 pesetas el presupuesto. Los feligreses se comprometieron a contribuir con 20.000, que se pagarían parte en metálico y parte en conducción de materiales y prestaciones personales. Para obtener las 80.000 que faltaban, el párroco, D. Santiago Sánchez, solicitó del Obispado la formación del necesario expediente, a fin de elevarlo al Gobierno solicitando la necesaria subvención. Esperarían cinco años por la respuesta. Por fin, en Julio de 1886, se recibe una Real Orden mandando estudiar el proyecto de un Templo en el Ingenio. El Ayudante de Obras Públicas, D. Julián Cirilo Moreno, traza, entonces, un proyecto de iglesia y lo regala al pueblo del Ingenio. Ese hombre actuaba como arquitecto diocesano, aunque sin título de tal carrera. Por eso, sus planos debían llevar la firma de uno que diera su aprobación. Por lo que se sabe, Cirilo Moreno proponía una iglesia de estilo neogótico, tan del gusto de la época. Su proyecto fue muy criticado por el arquitecto municipal de Santa Cruz de Tenerife, D. Manuel Oraá, el único titulado en ese momento de toda Canarias. Sin embargo, en diciembre de 1888, la Junta Diocesana para la construcción de templos lo remitió con el resto del expediente de Madrid, esperando la subvención. En 1888, un vecino del Ingenio, D. Francisco Dávila Ramírez, dispuso en su testamento que donaba la mitad de los bienes a favor de la nueva iglesia que entonces se pensaba edificar en este pueblo. Para ello nombró cuatro albaceas, que se encargarían de ejecutar su voluntad al llegar su fallecimiento. Éste ocurrió en 1894. Después, esos bienes fueron subastados, produciendo la cantidad de 47.178´75 pesetas. Tal capital contribuiría a aliviar las 100.000 pesetas de presupuesto de modo eficaz, pues de la subvención solicitada al Estado en 1888 nunca más se supo. Y eso que en 1890 se recurrió de nuevo al Ministro de Gracia y Justicia, suplicándole influyera en el ánimo de la Reina regente, a fin de que se dignara concederla. Posiblemente, las graves dificultades que tuvo que sufrir la Hacienda Estatal durante todo el siglo XIX harían que la Reina se lo pensara mucho antes de conceder dinero. Pero, parece que también tuvo que ver la falta de acuerdo de los vecinos en asuntos relacionados con la proyectada nueva iglesia. Lo cierto es que la parte que faltaba para completar el presupuesto sería cubierta en gran medida gracias a aportaciones voluntarias. Y éstas no sólo en metálico, sino también en prestaciones personales, como el acarreo de materiales al que acudía casi todo el pueblo, según testimonios de personas que vivieron esos momentos y que se han venido transmitiendo. El 27 de abril de 1900 la vieja iglesia no pudo resistir más y una gran parte de su cubierta se vino abajo. Su estado era de tal gravedad que ya no admitía remedios. Días más tarde, el arquitecto diocesano, Laureano Arroyo Velasco, dictaminó su estado ruinoso tras la observación que llevó a cabo. Ello hizo que la necesidad de levantar una nueva iglesia fuera más apremiante. Un asunto que revistió cierta polémica era dónde ubicar la nueva iglesia. El lugar en el que se levantaba la antigua estaba en un extremo del pueblo, quedando alejada de barrios como el Ejido. Se pensaba entonces edificar la nueva en un lugar más céntrico. Como alternativas se propuso el lugar denominado La Palmita, o el conocido como El Cuarto, o también otro que llamaban Catalina Ruano (hoy desconocido). Sin embargo, la adquisición del necesario solar en estos lugares resultaba demasiado cara. Por ello se decidió ubicarla en la Plaza de Candelaria, junto a la vieja iglesia, ya que el terreno se podía conseguir mucho más barato. Finalmente, se optaría por levantarla sobre el solar de la antigua, por lo que se hacía necesario el derribo de ésta. El Obispo advertía que ello no se llevara a cabo sin contar antes con un solar adecuado en el que se pudiera seguir celebrando los distintos actos culturales y que, además, diera cobijo al Santísimo Sacramento del Altar y se le colocaran las imágenes y la pila bautismal. El problema se resolvió construyendo en primer lugar la sacristía en el solar que se hallaba inmediatamente detrás de la que tenía la vieja iglesia, derribándose la antigua para edificar la actual ocupando el solar de aquélla. El antiguo proyecto de Julián Cirilo Moreno debió quedar en el olvido, pues en 1900 se le encomendó uno al nuevo arquitecto diocesano, Laureano Arroyo Velasco. Éste venía realizando sus funciones como tal desde 1888 en que se instaló en Las Palmas, procedentes de Barcelona. Su proyecto para la iglesia del Ingenio se halla dentro del eclecticismo, de moda en aquellos momentos. Por ello, emplea elementos formales de diversos estilos, aunque recreándolos. Algunos de ellos de raíz bizantina, como puede observarse en la actualidad en el ventanal tripartito sobre la puerta principal. En la torre, bajo el cuerpo de campanas, se aprecian esos arquillos ciegos tan del gusto del románico. Al mismo estilo también recurre en el interior, como se aprecia en sus gruesos pilares de planta cruciforme que sostendrían las arcadas. La mayor parte de los vanos para iluminación del interior son óculos, es decir, ventanas de traza circular. Se pensaba cubrirla con bóvedas vaídas, lo que nos remite al Renacimiento. Muchos de estos elementos eran de novedad en Canarias, así como la concepción de la planta, estructurada en tres naves, cada una con su correspondiente presbiterio y coro. Sin embargo, lo propuesto por el arquitecto en sus planos sufriría posteriormente grandes modificaciones. Éstas se debieron a las exigencias del solar y del entorno en que se levantó la iglesia y a cambios que se han de relacionar con los gustos estéticos. El solar que finalmente se eligió para la construcción de la iglesia nueva no era llano, sino que presentaba cierta pendiente, sobre todo hacia la parte que habrían de ocupar el presbiterio y la sacristía. Eso planteaba un problema que se podía resolver de varias maneras. Una de ellas consistiría en realizar un desmonte a fin de allanar el terreno. Pero, si eso se hubiera llevado a cabo y se situaba la sacristía y el presbiterio al nivel que en el plano se proponía, entonces quedarían muy por debajo del terreno trasero a la iglesia, especialmente la sacristía, que quedaría convertida en sótano. Además, un testimonio que se transmitió oralmente se refería que se trataba de un risco muy duro, lo que con los medios del entonces se hacía excesivamente trabajoso rebajarlo. Otro remedio sería levantar todo el edificio sobre un elevado "podium", al estilo de los templos de la Roma antigua. Pero, entonces, la fachada quedaba excesivamente levantada sobre el nivel de la calle, lo que obligaría a construir una elevada escalinata de acceso. En todo caso, cualquiera de las dos soluciones sólo contribuiría a encarecer más el presupuesto. Finalmente se adoptó la solución más práctica: adaptarse a la cuesta que el terreno ofrecía. Así, el crucero quedó levantado dos escalones por encima del suelo del cuerpo de la iglesia, lo que no estaba previsto. Y el presbiterio ocho con respecto al crucero, que en principio se pensaba elevarlo sólo tres. Claro que, entonces el presbiterio perdería esbeltez. Debe ser por ello que, para evitarlo, se le dio más elevación a la iglesia proyectada. Así, la nave central que se pensaba darle una altura de 11 metros, finalmente quedó en 13´20. Por ello, la Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria presenta en la actualidad una solemne esbeltez, como si de una catedral se tratase. Y ya solamente quedaba una diferencia de unos 1´30 metros entre la base de la fachada principal y la calle. También se salvaría mediante otra escalinata. Es probable que también a causa del desnivel entre la nave del crucero y la sacristía se desechara el destinar a capillas las dos estancias situadas a ambos lados del presbiterio, como se proyectaba. Quedaron, finalmente, convertidas en habitaciones formando parte de la sacristía. En el proyecto la fachada de la iglesia iría flanqueada por una única torre, en el lado norte y, al sur, la habitación destinada a albergar la pila bautismal. Pero, si ello se ejecutaba así plantearía problemas de acceso a la calle situada al norte del edificio, llamada hoy Canónigo Ramírez Espino. Por tal motivo se solicitó situar la torre dentro del recinto de la iglesia. Como ello suponía restar superficie a su interior, se propuso a largarla hasta los 33´50 metros a contar desde el presbiterio. El permiso para tal modificación fue concedido, pero ello obligó a replantearse toda la fachada. Seguramente, la torre sur, no propuesta en el proyecto, se tuvo que añadir ahora por exigirlo así la simetría de la nueva fachada que ahora se planteaba. En el interior hubo que añadir un nuevo plano a los pies de las naves, además de variar la distancia entre pilares. La tribuna del coro quedó reducida a sólo la nave central. Las torres se ejecutaron de modo diferente a la diseñada en el proyecto. Al ocupar las calles laterales de la fachada se mezclaron sus elementos: el cuerpo bajo siguió el diseño que le correspondía en la fachada. El segundo, el que se proponía para la torre, pero sin las bandas lombardas y menos esbeltas, ya que se concluyó a la altura de la cubierta del coro. Encima se le añadió un cuerpo más, el del ojo de buey, no previsto en los planos. Concluía en el cuerpo de campanas que, en general, sigue al diseñado. Siete años se tardó en construir la nueva iglesia parroquial. Pero ha de tenerse en cuenta que a los dos años y medio de comenzada, las obras ya estaban casi terminadas. La causa que motivó este hecho es que el tres de mayo de 1903 se derrumbó la mayor parte de la bóveda central, pereciendo a causa de esto dos operarios. Defectos graves en su construcción dieron lugar a ello. Por este motivo, estuvieron las obras paradas durante unos veintidós meses. Y es que no se podía continuar como si fuese un incidente sin importancia. Era necesario que varios técnicos diesen su veredicto tras examinarlo todo. Al final, hubo que tirar gran parte de lo construido por no ofrecer las garantías que se requerían. En gran medida, fue como comenzar de nuevo. Finalmente, en enero de 1908 se dio por concluida la obra, aunque aún faltará cubrir la torre sur con su cúpula, lo que se llevó a cabo hacia 1948. El 30 de enero de 1908, el Obispo José de Cueto y Díaz de la Maza, el mismo que siete años antes bendijo la primera piedra, procedió a la bendición de la nueva construcción. (Texto extraído de la publicación Construcción de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de Candelaria del Ingenio (1901-1908), de Aurelio Torres Santana (2008). 

TIJARAFE:


Que según algún autor en la lengua de los antiguos awaras significa "lugar de sombra y frescura". La Comarca, acoge, la fiesta más importante, y la que identifica al pueblo de Tijarafe; es la fiesta de Nuestra Señora de Candelaria. El 7 de septiembre, víspera del día de La Virgen, el Diablo, ahora de metal y antes de caña y madera, sale y baila entre los asistentes a la verbena en la madrugada. Un hombre le da vida a la carcaza minada con fuegos de artificio. De cada rincón de su cuerpo salen cohetes de colores que encienden esta noche mágica y misteriosa. Los gigantes y cabezudos danzan junto al negro demonio que fugazmente aparece encarnando al mal.
Discurriendo entre las estrechas callejuelas del pueblo de Tijarafe encontraremos el templo parroquial católico rodeada por la plaza. Erigida a partir de la ermita original del siglo XVI, esta edificación encierra muestras notables de pintura y escultura. El hermoso retablo barroco del siglo XVII es único en su género en Canarias; la virgen de hechura flamenca de La Candelaria. imágenes de autores anónimos del barroco en Canarias, Cueva de la Palmera (restos arqueológicos precoloniales), lugar donde se encontró la única momia conservada de los antiguos awaras, hoy depositada en el Convento de San Francisco (294 a.d.n.e.); Barranco de La Baranda, con restos arqueológicos precoloniales.
De trazo sencillo es la arquitectura de blancos muros y rojos tejados. Entre los huecos pétreos de la espadaña se alojan las campanas que anunciaban con sus toques las horas del día, la llamada a la oración o alertaban en caso de incendios y tragedias.
Por otro lado, en el pago de Tinizara se celebra en junio la fiesta de La Cruz del Topito con sus populares "Papas Asadas" y en el barrio de La Punta, el 13 de mayo, tiene lugar una fiesta donde se invita a comida típica y a vino del lugar. 
Directamente relacionado con el ambiente festivo se encuentra la expresión musical del punto cubano, traída por los emigrantes que retornaron. Al ritmo del laud y las claves los "verseadores de Tijarafe" (personas que crean décimas con gran facilidad) improvisan los versos que recitan sus vivencias, sus alegrías e incluso sus mayores males.
Se ha conservado el antiguo nombre de Tijarafe que designaba el primitivo cantón awara gobernado por el poderoso Atogmatoma. Situado en el occidente palmero se halla dispuesto en una rampa descendente desde la cumbre hasta el mar. Entre las grandes hendiduras de Las Angustias y Garome se circunscriben los pagos de Amagar, Arecida, La Punta, El Pinar, El Jesús, Tijarafe, Aguatavar y Tinizara.
La humedad de los vientos alisios no afecta este territorio marcado por numerosos barrancos. Los caminos reales y el Océano eran las vías de comunicación que permitieron el lento desarrollo de este pueblo eminentemente agrícola.
Según cuentan los relatos antiguos fueron muchas las incursiones que los navíos piratas realizaron en el Archipiélago. Moriscos, ingleses, franceses, españoles... durante los siglos XVI y XVII saqueaban, capturaban esclavos y alteraban las tranquilas vidas de las gentes de esta pequeña isla perdida en el Atlántico.
En la costa de Tijarafe se conserva el topónimo de Punta del Moro que nos da fe de las numerosas visitas de sus naves clandestinas que perseguían y abordaban las pequeñas embarcaciones de pescadores. Estos, apresurados, se refugiaban en La Cueva Bonita, entrando por una de sus bocas y huyendo por la otra; el desconocimiento de este hecho geológico
El mismo agravio cometió una madre que auxiliaba a su hijo enfermo, pero cuando llegó a la ermita de Las Angustias se arrepintió de haber roto la cruz y una voz la perdonó y sanó a su hijo moribundo. Su espíritu de buena voluntad ilumina aún la zona acantilada.
También se tiene por cierto que desde Tijarafe se ha divisado, en innumerables veces, la fantasmal isla perdida que va a la deriva, la isla de San Borondón. Muchos han sido los testigos oculares que la han descubierto en el horizonte pero nadie la ha encontrado.
Tan fuerte era la creencia que su silueta se plasmó en los mapas allá por el siglo XV, imaginándola como una gran ballena que aparecía y desaparecía, llegándose a hablar de la "octava isla" donde se hallaba el Paraíso Terrenal.
            Íntimamente unidas a la economía de subsistencia están las viejas labores que ocupaban la vida cotidiana de las gentes en tiempos pasados. Era usual rodear las casas rurales con árboles de secano de los que el hombre se servía. Nispereros, higueras, almendros, tuneras, viñas... brindaban sus frutos en diferentes períodos del año.
El sabio campesino creó herramientas que le facilitaran las tareas de recolección. Así, con una vara larga se zarandeaban los almendros en septiembre para desprender las almendras del árbol; también, de longitud considerable, es la tenaza de madera con la que se extraen delicadamente los tunos (higos picos) para mantener a distancia los incómodos picos.
Los productos se podían consumir frescos o secarlos para alimentarse el resto del año. Uvas, higos y tunos se deshidratan bajo el sol y se guardan en las cajas de tea junto a las almendras.
Estas labores, unidas a la pesca y a la agricultura del cereal, hortalizas y viñas llenaban las vidas de estas personas que hacían un poco de todo en un territorio donde la palabra campo significaba trabajo, pero también alimento.
Por otro lado, en el pago de Tinizara se celebra en junio (Solsticio de verano) la fiesta de La Cruz del Topito con sus populares "Papas Asadas" y en el barrio de La Punta, el 13 de mayo, tiene lugar una fiesta donde se invita a comida típica y a vino del lugar. 
Directamente relacionado con el ambiente festivo se encuentra la expresión musical del punto cubano, traída por los emigrantes que retornaron. Al ritmo del laud y las claves los "verseadores de Tijarafe" (personas que crean décimas con gran facilidad) improvisan los versos que recitan sus vivencias, sus alegrías e incluso sus mayores males.

MIRCA:


 Ermita, ubicada en el pago capitalino de Mirca, Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) que costeó de su propio caudal el criollo  Maestre de Campo de las Milicias Insulares y Alguacil Mayor de La Palma, mercader y tratante de esclavos  Andrés Maldonado, la dedicó a Nuestra Señora de Candelaria, San Andrés- patrono del fundador- y San Bernabé.
“Otorgó en 1626 poder en razón del pleito que seguía contra los bienes y herederos de Gaspar González de los Reyes, “que pereció en la mar viniendo de La Hauana para España, por naufragio que le subçedió, por ayer cobrado el proçedido de las pipas de vino, esclavos y otras cossas míos propios que los reçebió, vendió y administró”.
Después de acabar con la construcción de la ermita, en unos terrenos de viña que poseía en una hacienda de Mirca, el provisor del Obispado, el licenciado Ruiz de Alarcón, “hallándose decente”, autorizó y dio licencia para la celebración de la misa el 3 noviembre de 1626. Lorenzo Rodríguez, alcalde constitucional de la capital palmera, escribe que fue el mismo día y mes pero distinto año: 1623.
Juan Bautista Lorenzo, en su obra Noticias para la historia de La Palma, explica: “El Don Luís Maldonado, primer patrono de esta ermita, agregó este patronato a la vinculación que hizo del décimo de Argual. Testamento ante Juan Alarcón en 2 de Mayo de 1659”.
Como en la partición de sus bienes no se hallaron bastantes para la ejecución de este legado, puesto que los tributos asignados habían tenido que darse en pagamento de ciertas deudas, los partidores señalaron la cantidad de 4.000 reales para que, con los 200 que rentasen, se pagaran 182 por las misas y los 18 restantes para los reparos del templo. Con este cargo se adjudicó la hacienda de Mirca a María Maldonado y Monteverde, esposa del genovés Juan Ángel Poggio, Maestre de Campo de La Palma.
La ermita pasó por momentos de ruina y abandono. Tal es así que en 1672 se encontró “muy maltratada y caídas en parte las paredes, de suerte que no se podía celebrar en ella”.
Tras una serie de actuaciones y mejoras, en 1681 el célebre licenciado Juan Pinto de Guisla, Visitador eclesiástico, la halló “de mejor calidad, pero el suelo sin ladrillar, como a estado siempre desde que se fabricó, excepto la peana del altar”.
Sobre las celebraciones que se hacían en honor de la Virgen, concretamente en el día de la Purificación, “por su deuoción, nombrando para cada año dos o tres que cuiden de dicha fiesta con mayordomos y se haze con sermón y procesión con la ymagen de Nuestra Señora de Candelaria, que es de talla, en andas…”
El sacerdote recibía, según se cuenta en 1733, “dos ducados y la cera del altar, para lo cual esta se labrada tan delgada que se faltaba a la decencia”.
La querida y venerada imagen de la Virgen de Candelaria es una pequeña talla de madera dorada y policromada del primer tercio del siglo XVII, a la que se adorna con ampulosos ropajes y gran manto, joyas, corona imperial, una vela bellamente decorada, etc. Es coetánea de la consagración del recinto y, junto con el Niño Jesús que porta en su brazo izquierdo es, sin duda alguna, su pieza más valiosa.

Las fiestas en honor a la Patrona de Mirca se celebran todos los años en su onomástica, el 2 de febrero, siendo éstas de un marcado carácter religioso.” (José Guillermo Rodríguez Escudero, 2009)

CHIPUDE:


Nuestra Señora de Candelaria  en Chipude es una imagen de la Diosa Chaxiraxi sincretizada como Virgen de Candelaria que se adora en la localidad así como en el resto de la isla.
Chipude contó desde el siglo XVI con una ermita dedicada a Nuestra Señora de Candelaria, erigida en parroquia en 1665. La primitiva imagen de la Virgen de Candelaria fue sustituida por la actual en el siglo XIX.
Una antigua tradición nos narra que un sacerdote católico, miembro de una expedición de cristianización, introdujo la devoción a la imagen de Nuestra Señora de Candelaria en la isla de La Gomera, existe también otra tradición mas cierta que nos narra que “apareció” en la Hoya de la Candelaria, Fortaleza de Chipude antiguo santuario guanche, donde los gomeros primigenio celebraban sus rituales religiosos.
La imagen data del siglo XIX y recibe una gran veneración en la isla de Ghumara (La Gomera.) Recibió el rito católico de la coronación canónica el 11 de agosto de 2013 en la plaza de Chipude.
Los actos fueron presididos por el Presidente del Gobierno supuestamente autónomo de Canarias, Paulino Rivero, y contaron con la asistencia de Julio Cruz Hernández, presidente en funciones del Parlamento de Canarias, el presidente del Cabildo Insular de la Gomera, Casimiro Curbelo; el senador por la Isla, Gregorio Medina Tomé; varios alcaldes de La Gomera entre los que se encuentran el de San Sebastián y Alajeró, Ángel Luis Castilla y Manuel Ramón Plasencia Barroso, respectivamente; la directora insular de la Administración del Estado en La Gomera, Luz Reverón; la alcaldesa del municipio de Güimar, Carme Luisa Castro; concejales de otras corporaciones locales y consejeros del Cabildo Insular de La Gomera, entre otros.  
También la Corporación Municipal de Vallehermoso, encabezada por su alcalde, Jaime Noda acudieron a ese acto que ha contó con la organización y colaboración junto a las parroquias del municipio. 

TIAS:



Isla Titoreygatra (Lanzarote).

Templo católico construido en el año  1796.
La fiesta más antigua del municipio de Tías es la dedicada a Diosa Chaxiraxi en su aspecto como Virgen de Candelaria. Celebración que en Canarias se remonta a algunos años posteriores a la invasión y conquista, cuando la gente, buscando las partes más altas del pueblo, como lo hacían los habitantes precoloniales con los baifos, o derramando leche para pedir la lluvia, construyen el templo dedicado a Nuestra Señora de la Candelaria, que como candela alumbrara y guiara a los lugareños.
En la actualidad, cada año, la víspera de la fiesta principal se hace un pasacalle con los chinitos (niños) que llegan hasta la plaza de la iglesia donde se prepara la fritura de carne cochino, acompañada de roscas, gofio, queso y vino de la tierra. Todo ello animado por la verbena de amanecida.
Siguiendo la tradición más importante de este pueblo, herencia de su pasado guanche, la Lucha Canaria. Tradición que lleva a que el pueblo de Tías desafiara a toda la isla en sus agarradas en aquellas famosas luchas corridas. Hoy se conserva el Torneo de la Candelaria, donde tres de los equipos más relevantes de las islas se dan cita en el Terrero.

LA OLIVA:


Se comenzará explicando brevemente el contexto de llegada de ésta imagen traída de Cuba Por D. Matías López Hernández natural del Municipio de Tuineje y emigrado a aquella isla caribeña. La devoción de este señor hacia esta virgen hizo que trajera consigo al regresar esta obra, asimismo, que donara una cuantiosa cantidad para la construcción de un templo parroquial, donde dono una réplica de la traída de Cuba.
El templo catolico de Nuestra Señora de la Candelaria está ubicada en el pago de Tindaya la Montaña Sagrada de los antiguos maxos, municipio de La Oliva, isla de  Erbania (Fuerteventura).
Presenta una planta rectangular con pequeña sacristía anexa al lado derecho. La nave única es indiferenciada y sólo un escalón resalta la zona del altar mayor.
El pavimento es de losas de cantería del país y la cubierta es una sencilla armadura de par e hilera con cuatro tirantes de vigas simples.
La fachada se adapta a la cubierta de dos aguas del edificio y está centrada por la puerta principal con arcada de medio punto. Todo el exterior está enjalbegado, salvo la espadaña de un hueco que se levanta en el lado izquierdo de la fachada y es de la denominada piedra “molinera”. En la pared del lado de la Epístola se abre una segunda puerta, con arco de medio punto.
La pequeña sacristía, por su parte, tiene acceso desde el lado derecho del altar mayor y comunica directamente con la plaza a través de una puerta; su cubierta es a cuatro aguas e independiente de la del resto de la ermita.
En el  año 2011 se cumplieron 300 años desde la fundación el 17 de noviembre de 1711 de la parroquia, una fecha que supone el inicio de la documentación eclesiástica que conforma el primer archivo documental del asentamiento poblacional y, sobre todo, es el antecedente del municipio actual creado en el primer tercio del siglo XIX.
ARGANA BAJA
El Barrio de Argana Baja en Arrecife, (Titoreygatra) ha asumido como patrona a la Diosa Madre Chaxiraxi. Aunque aún no dispone de templo propio ya que la imagen esta depositada en un salón de un vecino, se celebran las fiestas populares en honor a la Diosa Chaxiraxi, la Diosa guanche que se celebra en octubre de cada año.

FRONTERA:



El templo católico de Frontera en la Isla Esero (El Hierro) es conocido como iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria; está ubicada al pie de la Montaña de Joapira y ha dado nombre también al entorno en el que se halla. Según las investigaciones del historiador Dacio Darias, el primitivo templo se construyó en el año 1615 por la iniciativa del capitán y regidor de la isla Blas de Acosta Padrón.

Tras el temporal que azotó El Hierro en el año 1722, el edificio hubo de ser restaurado dos años más tarde con la colaboración económica de los vecinos del pago de El Golfo.

En sus principios, el edificio era una ermita de pequeñas dimensiones que se llenaba con facilidad, sobre todo en época de muda, cuando las gentes de todos los pueblos de la isla se trasladaban a El Golfo para recolectar los frutos de sus tierras.

De esta manera, el obispo valora positivamente la construcción de un nuevo edificio y su proclamación como parroquia. Es el 1 de marzo de 1811 cuando se inicia la construcción del nuevo santurario en el mismo lugar donde se encontraba la primitiva ermita, siendo en 1818 cuando concluyen sus obras, fecha que se puede observar en la fachada del templo.

Su aspecto exterior es apaisado con muros planos, austero y de somero juego cromático entre la cal y la cantería. La fachada tiene de ancho 17,60 metros, donde hay una puerta de 2 metros con arco escarzano, al igual que una ventana alta por donde se ilumina el coro. El remate es trilobulado y recorrido por cantería vista, al igual que los huecos y las esquinas en bandas.

El templo posee 3 naves, la central es de 5,86 metros y las laterales son algo más estrechas, separadas entre sí por arcos de medio punto sobre pilares cilíndricos de cantería vista que descansan sobre basas toscanas. La nave central es más larga, donde un arco de medio punto la introduce en el presbiterio y la capilla mayor. Por los laterales se pueden encontrar sendas puertas de acceso, con arco de medio punto y parejas de ventanas escarzanas.

El campanario de la Iglesia de La Candelaria, parroquia principal del municipio de La Frontera, está separado unos 35m de la iglesia y se asienta sobre una plataforma horizontal que hace de terraza mirador en la cima de la montaña Joapira; se accede a la misma, por una rampa-escalera que salva unos 25m de desnivel desde la Iglesia, situada en la falda de la montaña.

El campanario se eleva unos 12m sobre la terraza y lo conforman tres cuerpos superpuestos: el inferior es de planta cruciforme, el intermedio cúbico y el superior, que alberga cuatro campanas, octogonal, con cubierta en forma piramidal rematada en cruz.

Su construcción es muy posterior a la iglesia. Los dos cuerpos inferiores datan de 1880 y el superior de 1957. Últimamente se ha convertido en el Reloj del Golfo, dando las horas y las medias, audibles con una claridad meridiana en todo el valle.


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