IGLESIA
DEL PUEBLO GUANCHE
Apostando Por Los Valores de La Civilización Canaria.
Por la
Regeneración Espiritual, Religiosa, Moral y Material de Nuestra Matria y
el Mundo. La Vida,
la Familia, la Educación, la Dignificación del
Trabajo, la Unidad Histórica, Territorial y Social de la Nación Canaria.
TIGZIRIN
TIKNARIYIN (ISLAS CANARIAS) FAYKANATO N CHINECH
(Estudio de Néstor
Verona y Alfonso García, Universidad de La Laguna)
Una propuesta identitaria canaria
[…] La Iglesia del Pueblo
Guanche, de entre la diversidad religiosa canaria, es quizá el colectivo con
mayor grado de especificidad de todos los analizados en este estudio, y al
mismo tiempo presenta una mayor complejidad que otros grupos 180 a la hora de su ubicación
en el mismo. Nacida en el año 2000, con el inicio del milenio, y fruto del
impulso de un reducido grupo de miembros (en torno a ocho), en palabras de su
máximo representante, no busca crear una nueva religión, sino recuperar una
religión existente: «la memoria espiritual del pueblo aborigen canario, que
está huérfano espiritualmente. Y que, a pesar del sometimiento ejercido por las
distintas religiones de la historia canaria, no ha dejado de profesar la
religión en la Diosa-Madre,
la Chaxiraxi».164
Se trata de un modelo neopagano
que busca asegurar la continuidad de la adoración a la «Diosa-Madre Universal
Chaxiraxi», según ellos, divinidad central del panteón de los aborígenes
canarios antes de la conquista de las islas por los europeos, que finaliza en
Tenerife en 1496. Para ello han rescatado y reconstruido, en lo que se presenta
como una reivindicación identitaria, a través de distintas técnicas,
etnográficas y antropológicas principalmente, y de las más diversas fuentes,
tanto históricas como arqueológicas, una serie de rituales prehispánicos que
entroncan sus creencias con las de aquellos pueblos mediterráneos y del Oriente
Medio de la Antigüedad
que adoraban también a estas Diosas-Madres. Tratan, de esta manera, de evaluar
su propia religiosidad dentro de la perspectiva de la particular idiosincrasia
canaria, en la que dicen que dichas creencias han estado ocultas por varios
siglos, sincretizadas con cultos más modernos como el catolicismo. Así,
entienden la aceptación por parte del pueblo guanche165 de símbolos y ritos
cristianos como una apropiación de significados autóctonos, 166 como las
fiestas de algunos santos, por ejemplo la de San Juan, que se celebra
coincidentemente con el solsticio de verano, y que está vinculada a antiguos
rituales de fertilidad. De igual manera, analizan desde la misma perspectiva
aquellos rituales guanches que han adquirido significados cristianos y que aún
se siguen realizando hoy en día, como la fiesta de «diablos» o «diabletes»,
basándose en el utilitarismo del sincretismo religioso propio de las particulares
circunstancias vividas en Canarias.
Por ello, hasta la fecha, plantean
que no existían sistemas religiosos completos de origen guanche, sino elementos
autóctonos sincretizados con conceptos 164. Ésta es tan sólo una de las maneras
que tiene la comunidad de creyentes de referirse a ella pues, como veremos, la
asocian con otras muchas formas, coma Tara, Tanit, Moneyba, Abora, Diosa
Celeste, Diosa Luz, Divinidad primigenia, etc. 165. A partir de aquí,
utilizaremos la expresión «guanches» para referirnos a las poblaciones prehispánicas
canarias por ser la autodenominación aceptada por la iglesia.
Pero entendemos que la utilización
de este término deja fuera a otras islas, como Gran Canaria, pues es el
gentilicio con el que se conocía a los pobladores exclusivamente de la isla de
Tenerife, lo que plantea un problema para el desarrollo del grupo fuera de esta
isla.166. *
De igual manera, entendemos que el
término «autóctono» posee una carga valorativa, en torno a la que gravitan
cuestiones como la etnicidad y problemas de construcción y reconstrucción de
identidades, en la que no se va a entrar en este estudio, entendiéndose su uso
desde la propia dialéctica utilizada por la Iglesia del Pueblo Guanche.
…cristianos, lo que trata de
suplirse ahora con la creación de la
Iglesia del Pueblo Guanche, que surge como respuesta a lo que
definen como «incertidumbre espiritual del pueblo canario». Por ello, se
postulan a sí mismos como una «comunidad de hombres y mujeres del siglo XXI que
quieren vivir sus vidas espirituales en íntima comunión con la Diosa-Madre Chaxiraxi,
en plenitud con los espíritus de sus ancestros y en armonía y comunión con la
naturaleza», rescatando sus rituales del culto en el que, de manera
sincretizada, ha venido siendo venerada bajo nombres «extranjeros», como el de
Virgen de Candelaria.
Debemos conectar, pues, esta
tradición, con todas aquellas religiones de la Diosa en otros muchos lugares, pero también con
las nuevas espiritualidades, pues se está planteando un modelo neopagano muy próximo
a estas formas religiosas que se tratan en el capítulo correspondiente más
adelante.
De fundamento complejo, por las
dificultades para ordenar el rompecabezas de la información, «en el que la Diosa Universal
ayuda a ello», y sin libros concretos de referencia, la Iglesia del Pueblo Guanche
se centra en la parte espiritual y utiliza como soporte rituales recreados.
Desde este principio, la propia divinidad rompe el esquema de sometimiento de
las demás religiones al fundamentarse en el diálogo de los creyentes
directamente con la Diosa,
al ser como una madre que quiere lo mejor para sus hijos.
Desde la recreación ritual, por su
parte, se aproxima a imágenes de una etnografía clásica, de ritos fabricados como
elemento unificador, pues bajo la idea de atraer los significados de las actividades
desarrolladas por el pueblo aborigen canario anterior a la conquista, se
retrotraen sus dirigentes a un pensamiento mitológico de un pueblo casi ágrafo,
cargado de símbolos, que es reinterpretado.
La Iglesia del Pueblo
Guanche, además, realiza una cantidad profusa de actividades rituales
relacionadas con las actividades de la vida diaria y los momentos importantes
de la misma, tales como los bautizos, bodas y, en un futuro, enterramientos, y
todo ello desde la intención de entender el universo de los guanches, desde una
mirada de «un mundo moderno que ha perdido la capacidad de ver la esencia del
pueblo, de sus creencias y las cosas que aspira a recuperar», según uno de sus
responsables.
El entendimiento de la historia
fragmentada canaria del mundo aborigen se reescribe como un mito, que se
asemeja más a historias inconexas, con poca relación entre ellas, unidas en una
religión que las amalgama, y que anhela reunir un material básico y diverso de
distintas fuentes históricas y antropológicas, con el objetivo último de
«rescatar» incluso la lengua, los enterramientos y la mitología como fuente de
inspiración nueva a los canarios desentrañando lo verdaderamente identitario
del orden social y religioso, que trasciende y está vinculado con la esencia de
la civilización mundial.
Fundamentos y estructura de la Iglesia del Pueblo Guanche
La Iglesia del Pueblo
Guanche, 167 actualmente, se encuentra en trámites para su inscripción en el
Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia español, desde que
en el año 2006 solicita su registro. Para ello, sus miembros levantan acta de
su fundación en ese mismo año, aunque vengan desarrollando sus actividades
desde bastante antes. En esta misma, recogen una serie de fundamentos que han
de regir el funcionamiento y estructura de la institución, además de plantear
las principales líneas de su propia fe.
Los fieles de la IPG reverencian y celebran la
totalidad del universo como una manifestación de la Diosa-Madre Chaxiraxi,
que está en perpetua evolución y no tiene origen ni fin. Creen además en la
existencia, en el ser humano, de dos espíritus, llamados espíritu libre y
espíritu vital, y que al morir el espíritu libre inicia el viaje hacia el seno
de la diosa y el vital se queda en tierra para cuidar a sus parientes y amigos,
así como del entorno en el que se desarrolló en vida. Sus fines son los de
promover, actualizar, realizar y difundir las actividades relacionadas con el
culto y la veneración a la diosa, en todos sus aspectos (sobre todo en su
advocación canaria de Diosa-Madre Chaxiraxi), así como la de otros dioses
mediadores, como Magec o Diosa La
Sol (en femenino), Achuguayu o Dios Luna, Achamán-Akorán- o
Dios de las lluvias, Chayuga o Dios de la Naturaleza, y a los espíritus de los antepasados,
así como la liturgia, ritos devocionales, prácticas y tradiciones de la
ancestral religión de los guanches en lo que consideran la «matria» (en lugar
de «patria») canaria.
A partir de aquí, IPG.
5. TABLA CON EL ESQUEMA ORGANIZATIVO
DE LA IGLESIA DEL
PUEBLO
GUANCHE
Consejo de Amusnaus Guadameñe
Favkanes
Kankus
(sacerdotes)
Maguadas
(sacerdotisas)
Iboibos
(sacerdote para ritos funerarios)
Legados y comisionados
Delegados u observadores
Para ello cuentan con una
estructura organizativa (véase tabla 5) liderada por un guadameñe (que puede
ser un hombre o una mujer), quien actúa por inspiración divina de la diosa y
representa la cabeza del conjunto de faykanes (responsables espirituales y
religiosos que dirigen el culto). Según sus creencias, en el guadameñe radica
el espíritu de la diosa, y éste lo transmite a los faykanes a través de un
ritual de imposición de manos, quienes a su vez los transmiten a los kankus
(sacerdotes), maguadas (sacerdotisas) e iboibos (encargados del culto funerario).
Estos son los encargados, a su vez, de transmitirlo a los fieles a través de
los rituales de bautizo, boda y sepelio.
La oficina del guadameñe, a modo
de consejo administrativo y de junta de gobierno, está asistida por un consejo
de amusnaus escogidos al margen de su situación en el seno de la propia
iglesia, que son consultados en caso necesario, y consta de secretaría de
Estado, de un consejo para asuntos públicos de la iglesia, de las
congregaciones, tagoros de conflictos y otras instituciones. Además, el
guadameñe tiene potestad para nombrar legados y comisionados, quienes pueden
representarle ante otras confesiones o ante la Administración
pública, y a delegados u observadores ante organismos internacionales, que
podrán asistir como representantes de la entidad a conferencias y reuniones en
el extranjero.
Por su parte, el Gran Tagoro de la Diosa-Madre, cuya
cabeza es el guadameñe, y del que forman parte los faykanes dirigidos por el
tagorero mayor, es el encargado de preservar el cuerpo doctrinal de la IPG, teniendo también potestad
para cesar al guadameñe si incurriera en alguna de las faltas graves que
recogen sus estatutos (como la pederastia, entre otras) y de elegir uno nuevo.
Para finalizar, existe en la IPG
un colegio de amusnaus, presidido por un decano y un subdecano, quienes ayudan
colegialmente al guadameñe en su gobierno cotidiano de la iglesia.
Principales ceremonias: bodas,
bautizos, ordenaciones e imposición de manos
Una de las principales maneras de la IPG para mantener vivas sus
tradiciones, es a través de la celebración de una serie de ceremonias y
rituales, generalmente asociados a la vida de los individuos, y que podríamos
englobar dentro de los ritos de paso. Algo común en muchos otros neopaganismos
entroncados con el culto a los antepasados y de las religiones étnicas de
pueblos tan próximos a Canarias, temporal y socialmente, como los del
continente africano y americano, aparece también en esta nueva religión, tan
antigua, tan local, y al tiempo tan universal en los principios que plantea.
Reproducimos a continuación la fórmula utilizada por las maguadas y kankus
durante uno de estos rituales, un bautizo por el rito guanche:
Hermano..., bienvenido al seno de la Diosa-Madre Chaxiraxi
y al encuentro con los espíritus de nuestros antepasados. Que tu vida sea larga
y próspera, guiada por Magek, y tus descendientes tantos como estrellas creó nuestra
Diosa-Madre Chaxiraxi.
La maguada o el kanku, en este
punto, sumergen al neófito en el agua tres veces.
El ritual de la imposición de
nombre o bautismo, para la IPG,
y según nos explica su actual guadameñe, Eduardo García (Guayre Adarguama Anez'
Ram n Yghansen) simboliza que los fieles pasan de la muerte a la vida, «y que
obtienen la vida que proviene de la Diosa-Madre Chaxiraxi».
Para ellos, de la misma manera que el agua limpia el cuerpo, la gracia de la
diosa lava el espíritu del neófito. Se celebran en la naturaleza, en una playa
o en algún barranco donde corra el agua, ya no sólo por la falta de un local
para hacerlo, sino por «el propio sistema de creencias pagano», en sus propios
términos. En la ceremonia, además, que puede ser por inmersión o por aspersión,
se sigue un ritual muy reglado, como todos los observados para este trabajo, en
el que cada individuo, desde los que participan hasta los simples observadores,
tienen un lugar designado.
Un guerrero (recreando la
vestimenta de los antiguos guanches, con pieles de cabra de aspecto
prehispánico) toca el bucio, comenzando así la ceremonia.
Abren la comitiva un niño y una niña
que portan hojas de palma, seguidos por el guadameñe, el kanku y dos maguadas
coronadas con guirnaldas de flores silvestres.
Detrás de ellos, va tocando un
tajaraste169 un grupo de músicos, precediendo la llegada de los neófitos al
lugar de la celebración, quienes deben portar hojas verdes de laurisilva. Tras
el rito bautismal en sí mismo, ante el altar de la diosa, son ungidos con sal,
y luego son sometidos al ritual de imposición de manos, a través del cual
quedarán imbuidos del espíritu de la Diosa-Madre. También
se hacen ofrendas durante el transcurso de la ceremonia, de leche, miel y
gofio, y al final, tras algunas lecturas, una comida comunitaria.
Por tanto, este ritual de
inclusión de nuevos miembros en el grupo se convierte también en ritual de
confraternización, en un evento social presidido por la jerarquía eclesiástica,
quien dirige el acto colectivo de imposición de nombres ancestrales canarios
por el rito reelaborado de la
IPG.
Con respecto a los matrimonios,
desde la perspectiva de su fe, es expresión de la intención de la Diosa-Madre Chaxiraxi,
por ser un instrumento de vida divina o un medio de santidad, fundamentado todo
ello por el rito sagrado puesto en marcha durante la ceremonia. Por ello,
entienden que, siendo una institución natural, la propia iglesia es quien tiene
derecho a legislar sobre un
El bucio es una caracola de mar de gran
tamaño que es soplada, profiriendo un sonido
parecido
al de una bocina de barco, y que sirve como llamada y reclamo para el grupo.
Toque de tambor, acompañado de
chácaras (especie de castañuelas grandes) y a veces de pito (flauta), cuya
danza se cree tiene un origen aborigen, y que se adaptó luego al
folklorecanario. acto que, para ellos, es divino, y no los estados, cuya labor
es meramente administrativa a efecto social. Esto confiere al matrimonio un
lugar muy especial entre los ritos de la
IPG, en el que los cónyuges son los ministros del propio ritual,
y en el que el kanku y la maguada no son más que meros testigos ante la Diosa-Madre. Se
trata, pues, para sus fieles, de un camino de santidad, de la consecución de
una vida sobrenatural que es iniciada con el ritual del bautismo, y no de una
simple institución social.
Como trámite previo, los
contrayentes deben poner en conocimiento del tagorero local su intención de
realizar el ritual, que deberán preparar ellos mismo con ayuda de los
sacerdotes y sacerdotisas. La ceremonia suele celebrarse en un paraje natural,
en el que se crea un atrio semicircular donde, en el centro, arde un fuego de
carácter sagrado al que se arroja sal marina y plantas aromáticas. 170 El
recinto se adorna con ramas del monte y hojas de palma, y se dispone en él un
efeken (altar), orientado hacia la
Sol naciente, en el que se instala la imagen de la Diosa-Madre Chaxiraxi
(a la que se hacen ofrendas). Los novios podrán vestir el traje tradicional
guanche o ataviarse con ropas actuales, pero ella debe llevar una corona de
flores silvestres. Para la celebración del ritual en sí mismo, primero se
suplica al cielo y a la tierra para que proteja el proceso del matrimonio, y se
pide permiso a los cerros, los valles y los barrancos. A continuación se inicia
una oración de petición de permiso a los espíritus de los ancestros y a la Madre Tierra, y se le
hacen a los contrayentes una serie de preguntas. Después son ungidos con sal y
se procede al ritual de imposición de manos, para concluir con una ofrenda de
leche, gofio y miel, que ambos contrayentes deben darse de beber el uno al
otro. Finalmente, para realizar este complejo ritual, la IPG ha redactado una normativa
con respecto a los matrimonios, en la que además se tiene en cuenta la
disolución del mismo. También en esta normativa se contempla la realización de
matrimonios entre personas del mismo sexo, sin ningún tipo de distinción, por
lo que critican las tradiciones que consideran patriarcales y machistas, de
origen judeocristiano.
Otra ceremonia muy característica
de la IPG es la
de la ordenación de alguno de sus miembros como sacerdote o sacerdotisa,
durante la que se procede, como en otras ocasiones, al ritual de imposición de
manos. Este ritual, como hemos visto, es una manera simbólica de hacer que more
en uno el espíritu de la Diosa,
que es transmitido por el guadameñe, quien ha sido escogido para este cargo, según
ellos, por la propia divinidad, tal y como exponen en el acta fundacional de la
entidad: «el Guadameñe de la
Iglesia del Pueblo Guanche, en quien permanece la función que
por Inspiración Divina de la Sagrada Diosa-Madre Universal Chaxiraxi que ha de
transmitirse a sus seguidores, es cabeza del
Según su propia cosmovisión, el
humo de esta fogata eleva las súplicas de los fieles y contrayentes al cielo.
conjunto de los faykanes, servidor
de la Diosa-Madre
y de la Iglesia
del Pueblo Guanche Universal en la tierra.» Durante la ceremonia de ordenación
el aspirante, al que ya se ha impuesto nombre guanche en un ritual bautismal
previo, debe también hacer una ofrenda, en consonancia con la fórmula que
recogemos a continuación:
«Ustedes, espíritus de mi
espíritu, que moran en La Sol,
acepten estos modestos presentes como prueba de que estamos en ustedes, y ustedes
en nosotros. Les rogamos que suplan nuestras flaquezas y en este nuevo año,
continúen cuidando del agua, del aire, de los árboles, de los ganados, del pasto
y de todo aquello con lo que la madre-tierra nos transmite la vida».
En su momento se desarrollará una
casta sacerdotal, que ya existía en el pueblo aborigen, y que aún está por
desarrollar, y que son los iboibos. Éstos se encargarán de los muertos y los
rituales relacionados con ellos. Tienen, de hecho, la idea de conseguir un
cementerio que se adecue a los criterios funerarios de los guanches
prehispánicos, en el que dar sepultura según un ritual propio a sus muertos.
Festividades: del sincretismo
al concepto de «autenticidad»
Según los miembros de la IPG, pese a que en Canarias la
mayoría de la población se considera católica, es mucho menor el porcentaje de
católicos que realmente practican dicha fe, mientras que la mayoría de ellos
visitan a curanderos y santiguadoras, van a los centros de peregrinación de sus
ancestros, atribuyen a objetos como cruces, escapularios y estatuillas poderes
sobrenaturales, y además, celebran fiestas paganas que están ocultas bajo
formas cristianas. Entienden, pues, a la iglesia católica simplemente como un
mero contexto institucional dentro del cual se practica una religión popular,
mucho más próxima a la doctrina de la IPG. En este contexto, las creencias previas a la
llegada de los europeos a Canarias, fueron, según ellos, asimiladas, y los
símbolos y ritos cristianos con significado próximo a la cosmogonía anterior a
la conquista fueron aceptados y conservados. Plantean asimismo que la «quema de
Judas» o del «Haragán», fiestas celebradas aún hoy en algunas localidades de
las islas, son una prueba de esto, y que muestran cómo el sincretismo religioso
funciona como una forma religiosa netamente utilitaria. Por otra parte, según
su propio planteamiento, el catolicismo popular y sus cultos a los santos, más
que a un único dios, encaja bien en las creencias del pueblo guanche, en las
que entienden que existía un monoteísmo enmarcado en un politeísmo. Para ellos,
el lenguaje religioso de la cristiandad europea sólo afloraba en la superficie
de la población, y las pervivencias, sólo había que destaparlas. Por eso,
continúan planteando, resurge la
IPG, que ha venido perviviendo sincretizada en fiestas y romerías
populares, como la Rama
de Agaete, el Poleo de Icod, la romería del Socorro en Güimar, la de la Luz o la de la Virgen de los Pastores
(Diosas Tara-Tanit). De igual manera esto ocurre, según ellos, en las fiestas
de la
Diosa-Madre Chaxiraxi, sincretizada como la Virgen de la Candelaria, o las de la Virgen de Abona (Diosa
Magek) y las de Tajao. Así, el Wesñesmen, fiesta «nacional» guanche dedicada a
Chaxiraxi, se sincretiza con la de la
Virgen de Candelaria, y el año nuevo guanche, con la fiesta
de San Juan. También entienden que el culto a los árboles propio de los
pobladores prehispánicos continúa oculto detrás de otras fiestas y
manifestaciones sincréticas, como en el Pino Santo de Terure (Tara) o Virgen
del Pino en Gran Canaria, el Pino Santo de la isla de la Palma (Virgen de las
Nieves), de la Victoria
y de Vilaflor, además de Cristo del Pino en Arafo.
Si bien la IPG tiene prevista la
adquisición, allí donde sea posible, de algún edificio o local que sirva como
sede social a efectos administrativos, como hemos visto, las ceremonias,
rituales y festividades son celebradas en lo que entienden como el «más
grandioso templo que podemos ofrecer a la Diosa-Madre, el de su
propia obra, es decir, la naturaleza». Por el nombre de almogaren o mogaren,
conocen, así, al recinto natural y al aire libre, generalmente abrigado en la
roca, especialmente dedicado a espacio de oración, y que suele situarse en colinas,
atalayas o en las cimas de montañas. Otro importante lugar para la celebración
de ceremonias son las cuevas, en las que se cree que los aborígenes canarios
realizaban muchas prácticas de carácter religioso, como la visita a losoráculos.
Hasta tiempo reciente, plantean,
habían visto vetada la posibilidad de realizar públicamente sus cultos,
ceremonias y rituales, por lo que debían vivir su espiritualidad a través de
cultos sincretizados. Esto ocurre en el transcurso de varios siglos. Ellos, por
el contrario, según aseguran, reconocen «la libertad religiosa de todos los
seres humanos para expresar y celebrar sus creencias, como individuos o en
grupos, en cualquier ritual, símbolo o vocabulario que no cause daño y que sea
significativo para ellos».
Para la IPG, según el calendario
lunar, el año nuevo comienza con el Achu n Magek, coincidiendo con el
solsticio de verano, el 21 de junio. Esa noche se celebra una importante
ceremonia en la que las maguadas uncen a los asistentes con un ungüento
sagrado, se encienden hogueras y se hacen plegarias y ofrendas a La Sol. Pero organizan
otras muchas celebraciones, como los Encuentros Culturales Raíces
Guanches, las Jornadas de Confraternización, y las ya mencionadas ceremonias
de imposición de nombres guanches, bodas y ordenación de sacerdotes.
Siempre teniendo en cuenta los
parámetros de enculturación aplicados por la propia IPG.
Sitúan en la Montañeta, en Moya, en
la isla de Gran Canaria, por ejemplo, uno de estos oráculos.
Integración y visibilización:
el juego de identidades
Por lo que hemos podido observar
durante nuestro trabajo de campo con el grupo, existen tensiones entre lo que
podríamos denominar la IPG
del siglo XXI y la tendencia a la reconstrucción «fidedigna», más o menos
verosímil, de los rituales guanches, desde el punto de vista de la
escenificación etnográfica, que pone de manifiesto un problema que gira en
torno a los conceptos de identidad y de etnicidad guanche. De esta manera, la
última boda celebrada siguiendo esta tradición, en marzo de 2008, no tenemos
claro que se celebrara según el ritual de la IPG o por un ritual guanche, sin más, a modo de
reconstrucción etnográfica que busca acercarse a reproducir cómo acontecían las
mismas hace más de 500 años. Este hecho se debió, desde nuestra óptica de meros
observadores, a la presencia de gran cantidad de medios de comunicación, que
asistieron a la convocatoria hecha pública en internet. A tenor de la
repercusión mediática que tendría la ceremonia, un numeroso grupo de integrantes
de la iglesia decide, por votación, celebrar una ceremonia lo más fiel posible
a lo que se supone, debía ser una boda guanche. Para ello, retiran el altar
levantado a la Diosa-Madre
Chaxiraxi por no adecuarse a los criterios de autenticidad
planteados, pues estaba cubierto por un mantel bordado, al igual que aquellos
elementos considerados anacrónicos, como los boles en los que se hacen las
ofrendas.
Con este acto simbólico vaciaron a
la ceremonia de contenido para la
IPG, y la convirtieron simplemente en una reconstrucción de
un ritual más o menos inventada, semejante a las realizadas por asociaciones
culturales, cual escenificaciones folkloristas.
La postura mantenida por el
guadameñe era la de hacer un ritual de la iglesia del siglo XXI, y no quedarse
en la superficie de una recreación etnográfica, por lo que se retiró y no
participó en ningún momento del ceremonial.
Esta cuestión, pone de relieve un
proceso de construcción actual de identidades étnicas muy peculiar, que gravita
inevitablemente sobre la propia entidad, en el que entran en juego diversos
factores de igual importancia, como la estrecha vinculación de muchos de sus
miembros con movimientos políticos nacionalistas en sus más diversos grados.
De hecho, entendemos el fenómeno como
un proceso de construcción de
identidades en el que la indumentaria y las acciones puestas en marcha marcan
el transcurso de reconfiguración de los espacios y de identificación con el
pasado y presente del grupo.
Así, en la búsqueda de diacríticos
culturales comunes, incluyen y recrean, mediante una especie de etnografía
experimental, los modos y costumbres guanches como si éstos constituyeran su
propia esencia, sirviéndose de actividades tan variadas y diversas como el uso
del palo y el garrote, el salto del pastor, etc. (deportes denominados
«autóctonos canarios», cuya enseñanza subvenciona el gobierno autónomo y los
cabildos, y que son exhibidos durante las celebraciones del día de Canarias).
La iglesia, por otra parte,
realiza una prolija labor de publicación de textos en plataformas digitales
asociadas o vinculadas de alguna manera con la entidad, 173 la mayoría de la
veces firmados por el guadameñe Guayre Adarguma Anez' Ram n Yghasen, y sus
ceremonias, rituales y encuentros son publicitados a través de una intrincada
red de colectivos, generalmente mediante páginas de internet y cadenas de
correos electrónicos. De igual manera, acostumbran a vincular ficheros a estos
mismos enlaces y a otros en los que cuelgan fotografías y textos alusivos a los
eventos que se han desarrollado. Esto muestra, además, una extraordinaria
diversificación en la mayor o menor vinculación con la IPG de sus miembros y
seguidores, que va desde el desempeño de algún cargo (unas 5 o 6 personas), a
los que se les ha impuesto un nombre guanche (en torno a la treintena), y un
amplio número de simpatizantes que según el guadameñe se encuentran en torno a
los 300. A
la fecha del Acta Fundacional de la institución, en 2006, la junta de gobierno
de la misma contaba con seis fieles que desempeñaban cargos de guadameñe,
maguada, kanku y amusnaus, y en la entrevista realizada para este estudio nos
decían haber comenzado con 21 fieles.
De igual manera, aunque matizan
que lo esencial de la memoria de la religión guanche se ha mantenido y que
ellos no son más que los que lo sacan ahora a la luz, las ceremonias regladas
se vienen realizando desde el año 2000- 2001. De hecho comienzan su calendario
contando desde la primera celebración del Achu n Magek de la Nueva Era Guanche, por
lo que en 2007 sería en el 7º año de esta nueva era. Este nuevo calendario
redivivo, por otra parte, forma parte de la estrategia de mayor calado,
consistente en una reelaboración del idioma guanche, por lo que todas las
fechas utilizadas en sus escritos adoptan esta nueva forma.
Se trata, como vemos, de una
propuesta muy estructurada de neopaganismo, cuya fuerza radica en la
particularidad canaria ya expuesta anteriormente y en la cercanía en el tiempo
de los modelos religiosos previos a la europeización y a la cristianización en
las islas.
Véase
http://www.canariastelecom.com/personales/benchomo/benchomo
religionguanche.htm, o
http://elguanche.net.
174. Para una imposición de nombres,
por ejemplo, véase
http://canariastelecom.com/personales/benchomo/imposicionnombres2004.htm, para
una ordenación de maguada (sacerdotisa) http://www.canariastelecom.
com/personales/benchomo/ordenacionmaguada.htm, para la primera boda por el
ritual guanche después de la conquista http://elguanche.net/
bodaacerinarukaden.htm, para la celebración del año nuevo guanche http://www. canariastelecom.com/personales/elguanche/anonuevoguanche2003.htm.
175. Véase a este respecto
http://elguanche.net/Ficheros2/primerasjornadas
confraternizacion.htm;
http://elguanche.net/ficheros2/bautizoguanche16dic07.htm;
http://www.guanche.org/guanche/080316_ boda_guanche/.
*Los autores
del estudio no entienden ( o no quieren
entender) que el término guanche se aplica por extensión a todos los habitantes
del Archipiélago en la misma manera que se emplea el de canarios, pues
realmente canarios o canarii serían los naturales de Gran Canaria y, por
extensión se denomina canarios a todos los naturales de las islas..
Los
gentilicios de los naturales de las diferentes islas serían:
Awuaras-Gomeros-Maxos-Canarii-Guanches-Bimbaches-Maxos o Majos.
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