Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen
Un achano (año) más, los fieles de la Iglesia del Pueblo Guanche
nos disponemos a celebrar el año nuevo guanche, tal como lo venimos haciendo
desde hace más de 5800 años. En esta oportunidad los actos litúrgicos tendrán
lugar en la tarde noche-noche del día 21 del mes de Wanzar=wanrad (junio) fecha
de comienzo del año guanche.
El
21 de junio celebra la Iglesia del Pueblo Guanche
el Achu n Magek, o fiesta del Achano Año Nuevo, que como sabemos coincide en el hemisferio norte con el día más largo
del año, celebración esta del solsticio
de verano, que es tan antigua como la misma humanidad. También es el momento justo para pedir por la
fecundidad de la madre tierra y de los mismos hombres, y entrar en comunión con
los espíritus nobles de nuestros ancestros.
Es también el comienzo del calendario litúrgico
de nuestra Iglesia. Desde tiempos
inmemoriales celebramos la llegada del
año nuevo encendiendo fogatas en las cimas de las montañas, organizando
procesiones con antorchas y echando a
rodar ruedas ardiendo colinas abajo y a través de las laderas. También
prendiendo el Fuego Sagrado a lo largo de los riachuelos, barrancos, eres,
fuentes y nacientes, o a la orilla de la mar.
Ya
en tiempos coloniales se hacen también
en la mitad de las calles y plazas.
Se
baila y salta alrededor del Fuego Sagrado para purificarnos y protegernos de la
influencias de Guayota-Gabiot y rendir culto a la Diosa Magek , -la
madre de todo-, aspecto visible de la Diosa-Madre Chaxiraxi
que venimos venerando hace más 5 mil
años, en su aspecto astral como La
Sol.
Al
respecto creemos interesante reproducir algunos párrafos de un
extraordinario trabajo del eminente
científico don Ignacio Reyes García, quien nos ofrece una traducción de los
nombres de la Divinidad
y de algunos de sus paredros:
“…Sin
embargo, Chaxiraxi (o Ta-ghir_agh, ‘la que carga el firmamento’) y
Atmayceguayaxiraxi (At_may-ès wayya_aghir_agh, ‘he aquí la madre del
espíritu que sostiene el mundo’) revelan con claridad esa ‘estrella matriz’ que
habría generado el universo, la bóveda celeste o su representación divina,
Aqqoran (o A-hghur-an, ‘el Celestial’).
Una
noción de maternidad astral que, por cierto, parece haber alcanzado también a
los seres humanos. La estrella solar, es decir, Magec (o magheq o magegh,
‘se ilumina, prende, alumbra o aparece’) comparte trama lexemática con los
entes espirituales, almas, ‘encantados’, ‘aparecidos’ o maxios y con su
manifestación mortal o personal, el mago (‘persona’)…”
Nuestros
ancestros celebraban a La Sol en su máximo esplendor del
solsticio. Posteriormente, con la llegada del judéo-cristianismo los católicos
sincretizando como tienen por costumbre el rito de los antiguos canarios nos
impusieron una festividad de su santoral denominada de san Juan, rechazando y
reprimiendo nuestro rito ancestral.
Son
innumerables los lugares de nuestras islas que estuvieron poblados por nuestros
antepasados y donde posteriormente se asentaron los colonos europeos, y que en
la actualidad tienen un templo de la secta católica dedicado a San Juan, deidad
menor católica con la cual han suplantado a la Diosa Magek. En estos
lugares como es natural las fiestas populares giran en torno al Fuego Sagrado,
aunque sincretizados los ritos y ceremonias ancestrales por una liturgia foránea.
En
el exacto momento en que La Sol ilumina el amanecer del
día 22, las aguas de fuentes y arroyos están dotadas de poderes especiales para
curar y brindar protección a la gente. Meterse desnudo y de espaldas la mar,
mirando al Dios Luna, Achuguayu, permitirá a quien lo haga obrar ciertos
prodigios espirituales.
El
baño de las cabras en la mar es uno de los rituales de la Achu n Magek. Ha pervivido
hasta hoy en el Puerto Mequínez (Puerto de la Cruz), aunque también se recuerda en otros
enclaves de nuestras islas. Ritual dispensado por el inolvidable Kanku Benahuya
(Chucho Dorta) hasta los albores del siglo XXI.
Si
bien en la actualidad por sincretización del catolicismo se celebran alrededor
de las nueve de la mañana del 24 de junio, en el pasado se realizaba el día 22
antes de salir La Sol. Un
momento éste en el que también se desarrollan otras prácticas como el baño de
las personas en el mar, salpicar las casas y sus dependencias con el agua
(recogida al atardecer el día de la víspera).
Las
sociedades tradicionales de nuestro continente África
practicamos numerosos rituales de origen antiguo y profunda
funcionalidad cultural. La fiesta no es específica de localidades concretas
naciones, o continentes, sino que se extiende por toda África, Europa, Asia y América con diversas
variantes. Por ejemplo, la tradición de enramar el primer día del achano las
fuentes está relacionada con la prosperidad, la abundancia y la fecundidad.
El
agua es vida y va unida al fuego. Ahora los que estamos en las proximidades de
la mar, barranco, charco o fuente
podremos meternos en el agua y zambullirnos o mojarnos la cabeza como símbolo
de renacimiento.
Uno
de los aspectos más importantes en la liturgia de la Iglesia del Pueblo Guanche
en la ceremonia del Achu n Magek es el Rito del Fuego Sagrado, es el gran
protagonista de la noche, cuyo fin no sólo es rendir tributo a la Diosa-Madre Chaxiraxi
en su aspecto como la
Diosa Magek, y a los espíritus nobles de nuestros antepasados
sino también purificar las imperfecciones morales de los seres humanos mediante
el ungüento sagrado guanche.
El
Fuego Sagrado es reflejado, entonces,
como el lugar dentro del ser humano donde se encuentra lo divino, lo más puro y
perfecto, que infunde respeto y veneración. Aunque el centro mismo de cada
átomo del cuerpo humano puede ser considerado con estas características, pues
posibilitan la vida, la energía creadora es la que mejor las encarna.
El
Fuego Sagrado es un elemento purificador, liberador y regenerador, desde
antiguo apelamos a él para librarnos de
numerosos males, desde los espíritus maléficos
pasando por las plagas sobre las cosechas, hasta los contratiempos y
vicisitudes negativas en nuestra vida profesional.
Una
de nuestras tradiciones consiste en asar en las fogata papas o batatas, que luego se ofrecen a los
asistentes para así asegurarles alimento suficiente durante todo el año
venidero. En la actualidad la celebración es acompañada con bailes, comidas y
bebidas aportadas por los asistentes y compartida en franca hermandad. Siempre
al final hacemos una pequeña oración por la paz en el mundo, o si el ritual es
colectivo que cada uno exprese íntimamente un deseo de mejora para la
humanidad.
A
pesar de los ingentes esfuerzos desarrollados durante siglos por la iglesia
católica para erradicar nuestras ancestrales creencias, en muchos lugares de
nuestras islas aún pervive el rito del Fuego Sagrado, aunque sincretizado y
manipulado por los poderes dominantes, este es el caso del municipio de Ycod en
Chinech (Tenerife) lugar de asentamiento de un importante grupo de alzados
guanches, los cuales se han resistido durante centurias a renunciar al rito,
por ello, en la actualidad lo desarrollan de la siguiente manera: “La tradición
de los “Hachitos”, antiguamente confeccionados de tea y utilizados para
alumbrarse en la noche, data de la época aborigen. Son tres los barrios
icodenses que viven con más intensidad esta fecha, el Amparo, Centinela - la Playa y Las Canales. Si bien
los “hachitos” de El Amparo son los más tradicionales, los de Las Canales
asombran también año a año a las miles de personas, vecinos y visitantes, que
son testigo cada año de un espectáculo tan vistoso como sobrecogedor.
Los
“Hachitos” de Las Canales son pendones de madera que pueden llegar hasta los
tres metros de altura, con tres brazos en lo alto sobre los que se colocan
cacharros de fuel.
La
estructura se enrama y engalana con flores y ramas de castaño configurando
dibujos y figuras, confeccionadas con semillas coloreadas, de gran belleza y
colorido. La música del “tajaraste” se mezcla con el júbilo y la alegría de los
vecinos. Los “candelabros”, como popularmente también se le conocen por su
similitud con éstos, salen de la
Plaza apagados. Es cuando llegan a la zona del Sabuguero, al
anochecer, cuando los “hachos” se iluminan dando vida a la noche. El ascenso a
la montaña, peregrinar de cientos de llamas, sobrecoge a aquellos que lo
contemplan en la distancia. Tras rodear el Lomo de la Vega, descienden por la parte
de atrás de la colina hacia La
Caldera, continuando su devenir hasta desembocar en la Plaza. En ocasiones se
han llegado a congregar más de 200 “hachitos”, un récord que intenta superarse
cada año.
En
Los Canales, la celebración se alza al cielo descendiendo por la colina grandes
bolas de fuego en alto a través de rieles representando el descenso de la lava
volcánica. Decenas de dibujos de fuego visten la montaña en un vistoso juego de
luces y sombras único en la
Isla.
En
la playa de San Marcos se acaban concentrando también cientos de antorchas que
descienden al atardecer desde Las Charnecas hasta el mar, donde se introducen
en ofrenda. En esta parte del municipio, los “hachitos” cuentan con un único
brazo.”
Vamos
a recibir un gran regalo esa noche en el ritual de Magek así que siempre es
bueno compartirlo con el resto de nuestros compañeros de camino.
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