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sábado, 19 de octubre de 2013

LA DIOSA MADRE EN LAS ISLAS CANARIAS-XXII-I





Volumen V

CAPITULO XXII-I


PETROGLIFOS Y OBJETOS DE CULTO EN LA RELIGIÓN GUANCHE


“Para ver las cosas adecuadas se requiere los instrumentos adecuados.
Para ver las lejanas galaxias se necesita el telescopio. Para ver a los
Dioses hacen falta hombres adecuadamente preparados para ello.
Las galaxias no desaparecen cuando desaparecen los telescopios.
Los dioses no desaparecen cuando los hombres pierden la facultad de entrar
en contacto con ellos.”

(P.K. Feyerabend. Diálogo sobre el método. 1989:97.
en Pablo Atoche Peña et al.1997)

Eduardo Pedro García Rodríguez


Hasta aquí hemos tratado algunos de los signos representativos de la Diosa-Madre, en las páginas siguientes vamos a ver varias de la manifestaciones rupestres de la Diosa Tanit en sus diversas representaciones localizadas en diferentes yacimientos de las Islas.

TANIT POZO SAN MARCIAL, LANZAROTE:



Todas estas manifestaciones que en un principio fueron despreciadas por la ciencia oficial inmovilista, en las últimas décadas algunos profesionales de mente más abierta han decidido “cambiarse el chip” y han iniciado el estudio de estos vestigios de nuestro pasado ancestral desde una óptica más amplia, desechando viejos condicionamientos sostenidos durante centurias en torno a criterios políticos y no científicos. Estos estudios científicos, en los que intervienen diferentes disciplinas vienen demostrando que tanto la tamusni, como los planteamientos expuestos por diversos estudiosos europeos, llevan razón en cuanto a la existencia de una ancestral cultura guanche, en contraposición con las tesis largamente sostenidas por el sistema cultural colonial interesado en hacer creer que los antiguos canarios nos encontrábamos en un estadio neolítico en el momento de la invasión y conquista de las islas por parte de los europeos. Con ello, tal como hemos expuesto en otro lugar, han pretendido justificar la destrucción de una cultura como la canaria varias veces milenaria, así como el saqueó, esclavización y posesión de nuestra nación africana.

En exposición que precede vamos a seguir en lo posible a la prestigiosa arqueóloga Dña. María del  Carmen del Arco Aguilar como guía en cuanto a los fundamentos arqueológicos de las diversas estaciones por ella estudiadas. Desde éstas páginas y creyendo expresar el sentir de muchísimos canarios, queremos expresarle nuestra gratitud y reconocimiento por la extraordinaria y meritoria labor que viene desarrollando en pro de la ancestral cultura del pueblo canario, y no dudamos que nos sorprenderá con nuevas y ricas aportaciones como en ella es habitual.

En Lanzarote poseemos una tardía e interesante representación de la Diosa púnica Tanit, con sus caracteres típicos bien marcados, y la condición de estar realizada sobre uno de los bloques constructivos del Pozo de la Cruz, en San Marcial del Rubicón, esta representación de la Diosa está asociada a signos neopúnicos. Es probable que los bloques pétreos empleados en la construcción del pozo por los invasores normandos, fuesen extraídos de otra construcción más antigua de origen maho.

            En opinión de algunos expertos: “la presencia de esta imagen de Tanit, en compañía de podomorfos de grafía guanche, es manifestación a las claras del arraigo de una figura y un culto de origen púnico en los pobladores de Lanzarote, hasta el punto de su pervivencia  a las puertas de la edad moderna”. (R. González Antón et al, 1995:33)

            “Pichler recoge en su Hábeas varias inscripciones de la isla de Fuerteventura en las que Muñoz reconoce y traduce por primera vez en Canarias distintas inscripciones bilingües: púnico y líbico. Las transcripciones y traducciones son las siguientes: ‘t’ dnmn (hata adon amon) este es el dios amón; ‘t’ dnms (hata adon em us) esta es la madre de us (dios) y h ‘dny’(ha adon yah) este es el Dios Yah (weh).” (R. González Antón, et al.1995:34)

            Se pudiera creer que el nombre del dios Yah (weh) pudiera tener connotaciones con la religión judeo-cristiana, pero es el propio Rafael Muñoz quien nos aclara que no es así: “Hemos de decir que el nombre de este dios preexiste a la llegada de los musulmanes a África.”

            “La cultura musulmana no  inventa; solamente transforma hechos culturales anteriores.

            En época de al-Bakri el dios de que hablamos es el Alláh islámico. Pero el nombre se ha tomado de estadios anteriores.” Y continúan: “En el siglo VI antes de Cristo aparece el vocablo Ya´us en una estela. Es una carta encontrada en Tell al-Duwayr, de la que ofrecemos el texto en grafía fenicia, seguido de la correspondiente trascripción al hebreo:

                                             A mi señor Ya’us: que Yahweh haga oir

                                            Mi señor noticias de paz en mismo día.
                                            ¿Qué es tu servidor, un perro, para que mi señor
                                             se haya acordado de su servidor.
                                            Que Yahweh se oponga a los que dicen que yo no           
                                             haya sabido













                                                                        

                 Hay que notar que la vocalización bíblica de Yahweh no es segura, pues es probable que la verdadera fuera Yahuh, con el mismo molde morfológico que Ya’us: un imperfectivo de tercera persona. Indico esto por las repercusiones que tendrá, como luego indicaré. La raíz es la misma que la de yes, un verbo de existencia, como la raíz Yahweh.”  (Rafael Muñoz, 1994:266-7).

            “Es conocido que el modelo de Cartago (Fantar, 1990) de sacrificios infantiles (tofet) y, por consiguiente, el culto a Tanit y Baal-Hammón, se repite a lo largo del Mediterráneo occidental, tanto en el Norte de África como en las islas adyacentes. Este ritual funerario lo hemos encontrado igualmente desarrollado en el yacimiento de El Portichuelo (Telde. Gran Canaria) y claros vestigios en otras islas (Fuerteventura y Tenerife), (Cuenca et al. 1996: González et al. 1999), donde aún es recogido por las fuentes históricas cercanas a la conquista lo que nos habla de su amplio arraigo y perduración. (María del C. del Arco, et al.2000:44-5)

            Bethencourt Alfonso nos habla de que en los alrededores del Charco del Bautisterio en el Barranco del Boxo en Arico, se encontraron cinco ánforas conteniendo cada una el esqueleto de un niño, también nos dice que en la época mítica muchos años antes de la colonización en determinada fecha del año, los habitantes del menceyato de Anaga se desplazaban hasta la Punta de la Rasca en Arona, donde sacrificaban un niño al mar.

            Según la Doctora M.C. del Arco: “La presencia conjunta o por separado de Baal Hammón y Tanit, podemos atestiguarla en diferentes islas aunque con distinta intensidad ya que la diosa, como veremos, lo hace con mayor frecuencia. Para ambos dioses, las muestras pueden ser representaciones primarias (mano abierta, soliforme, triángulo con barra y círculo, etc.,), o secundarias (palmera, ídolo botella, peces, escaleras, cruces, etc.,), lo que unido a otras actividades culturales nos reflejan su existencia. Veamos las distintas representaciones.” M. C. del Arco Aguilar, et al. 2000:45)

            TRIÁNGULOS: 



            Es el signo más conocido de la Diosa, aparte del ya reseñado del pozo de San Marcial del Rubicón, en la isla de Lanzarote. También está representada con similares características en una de las cuevas situadas en la parte trasera del yacimiento de Cuatro Puertas (Telde, Gran Canaria), y según M.C. del Arco “ Es reconocible como escultura en una figura catalogada como Antropomorfo esquemático (Jiménez & del Arco, 1984:67,fig. 4) en el que se aprecia, según Jiménez Sánchez restos del tronco, brazos y cabeza con especificación de cabellera en la parte trasera... Sus dimensiones son 54 cm de alto x 39 de ancho en la base, con espesor medio de 12,5 cm.” (M.C. del Arco Aguilar, 2000:45).

            Esta imagen descrita por M.C. del Arco. Tiene un claro paralelismo con otra similar de origen cartaginés como veremos en otro lugar.

Desde el neolítico y posiblemente antes, el hombre sintió necesidad de plasmar mediante símbolos sus sentimientos e inquietudes, para ello usó preferentemente como soporte a la piedra. Este arte es conocido como petroglifos, gliptografías o grabados rupestres.

Estos petroglifos se encuentran en todos los continentes. Se encuentran en las rocas del neolítico en Galicia, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Grecia, Siria, Egipto, Islas Canarias, en los Tuareg, y en todo el noroeste de África, en las inscripciones rúnicas de los países del norte de Europa, en Cuzco, Perú, en la Islas de Pascua, Brasil, Argentina, Cuba y en general toda Sur y Centro América, así como en Norteamérica.

En Canarias la mayoría de los petroglifos se orientan hacia el este u oeste, bordean lugares cercanos a barrancos o quebradas, en ocasiones próximo a fuentes de agua, aunque mayoritariamente los encontramos en las cimas de montañas, o en cuevas según delaten que están asociados a cultos atmosféricos o acuáticos. Estas gliptografías se hallan hoy día mayoritariamente en lugares retirados, escondidos y de difícil acceso, sin embargo estos fueron lugares densamente poblados en épocas precoloniales. La mayoría de los dibujos se adaptan a las funciones primitivas y forman parte de las creencias, ritos, funciones astrales, religión y escritura de la ancestral cultura del pueblo guanche. El hallazgo de fragmentos de alfarería y de tabonas en las cercanías de la mayoría de los yacimientos prueba el uso frecuente y ritual de los mismos, habiendo semejanzas entre los símbolos esculpidos y los motivos de muchas de las piezas de alfarería encontradas. Esto presenta dos posibilidades: indica que los alfareros pudieron ser los mismos autores, o que los alfareros no fueron los autores, sino que encontraron estas piedras ya grabadas por una oleada migratoria anterior, copiaron los motivos y los asumieron como propios convirtiéndolos en algunos casos en objeto de culto.

La poca atención prestada por los primeros cronistas de la conquista a los fundamentos de la cultura guanche y la natural introversión de éstos con los colonizadores, hizo que se perdiera el significado de estos petroglifos, a pesar de los esfuerzos realizados en las últimas décadas por algunos científicos la mayor parte de los mensajes contenidos en las rocas continúan siendo un misterio para la ciencia y por consiguiente para la sociedad.

A pesar de la ausencia masiva de herramientas metálicas, es de admirar la destreza con que los antiguos canarios manejaban los utensilios de basalto, obsidiana,  cuernos y huesos de animales.

La mayoría de los grabados rupestres son relativamente poco profundos; la capa exterior de las piedras expuestas a la intemperie no suele ser excesivamente dura; las herramientas empleadas por los artesanos eran de basalto, traquita en alguna isla, obsidiana etc., materiales muy resistentes y adecuados para el trabajo de las piedras. El surco lineal en los petroglifos es constante es decir, conservan la misma anchura y profundidad en todas sus partes del trazado, característica que indica el empleo de instrumentos idénticos. Los grabados suelen tener diferentes anchos y profundidad dependiendo de la dureza de la roca.

En ciertos lugares donde se han encontrado petroglifos en gran variedad y complejidad de inscripciones, no se han encontrado herramientas especificas que pudieran ser empleadas para la realización de los grabados ni fragmentos de herramientas rotas, que con seguridad se debieron dar, por la gran cantidad de trabajo que se tuvo que llevar a cabo al ejecutar los diseños.

Se ha intentado experimentar con instrumentos modernos, el grabar superficies de rocas similares de las mismas áreas. Como resultado, se produce generalmente fraccionamiento y rotura de la piedra en pedazos irregulares, en vez de producirse el grabado. Por otra parte, los petroglifos se encuentran por lo general como “indicando” los lugares adecuados para el asentamiento de poblaciones, en áreas que son volcánicas, donde hay tierras fértiles y las energías telúricas son intensas; también se encuentran cerca de barrancos o manantiales, o tal vez marcando la ruta hacia estos lugares.

En cuanto a la tipología, como hemos indicado además de la espiral y el triángulo, se repite constantemente el signo de la cruz, mejor dicho de dos rayas cruzadas, en forma de gamadas, inscritas en círculos etc., esta constante se da en todos los petroglifos del mundo, hecho que se comprueba en todas las naciones del denominado Nuevo Mundo, desde Canadá a la Patagonia, así como en los continentes africano y asiático. Este símbolo es tan profuso, que no existe pueblo en el mundo que no lo haya utilizado,  adoptado o tenido como algo simbólico o sagrado. Tan arcaica y primitiva es la veneración a esta cruz, que su origen se pierde en los orígenes de la humanidad siendo imposible determinar la época y lugar de su aparición. Con frecuencia las cruces de los petroglifos se orientan de Este-Oeste.

   La espiral es otro símbolo que abunda en los petroglifos tanto en las Islas Canarias como en el resto del mundo. No son frecuentes las gliptografías sin algunas espirales sencillas o complicadas, en giro hacia la izquierda o hacia la derecha. Algunos autores entre los que cabe destacar a la arqueoastronoma Francisca Martín-Cano Abreu las consideran entre otros símbolos de la fecundidad, del nacimiento y de la vida después de la muerte.


           En formas abstractas. A veces están aislados, otras formando conjuntos muy complejos.

a)      Geométricos: círculos con radios inscritos, triángulos, rectángulos, cruz en cuadrado o cruz inscrita en círculo, en forma de soles,

b)      Cazoletas, /cazocetas/ coviñas/ fooettes, cruciformes, rayas cruzadas /reticulados /ajedrtezados /cuadriculas, en aspa, en espiral, en esvástica, meandros, grecas, laberinto, roseta, rueda, círculo con radio inscrito en otro círculo a veces con otros círculos alrededor, o círculo con radio solos o múltiples...

c)      Figurativos: Antropomorfos, zoomorfos entre los que destacan los de  caballos, huellas de uno dos o conjunto de píes.

d)      De objetos: escudos, ruedas, flores, rosetas, barcos, árboles etc.

e)      Significado: Hasta el momento no hay ninguna explicación que sea aceptada por la comunidad científica sobre su significado (exceptuando los alfabetiformes que han podido ser traducidos). Aunque la mayoría fueron realizados por un pueblo ganadero y agricultor (cabe la posibilidad de que algunos fuesen realizados por navegantes fenicios o cartagineses) la explicación más aceptada y siempre la más socorrida es que eran señales dirigidas a las divinidades. En Canarias está debidamente documentado algunos casos como hemos indicado que en estos lugares se realizaban ceremonias sagradas con carácter mágico junto a los glifos y cazoletas por las Harimaguadas o Maguadas (Sacerdotisas) lo que pone de manifiesto que estaban asociadas a la Diosa Solar Suprema, a la que se intentaba propiciar para que enviara la fertilidad (embarazo o la lluvia para que germinara los campos), ya que a las cazoletas se les asignaba el simbolismo del Seno Divino y consideradas con propiedades mágicas y asociadas a la fertilidad y a la Resurrección, al lugar donde la semilla renace.

f)        Por otra parte, autores europeos como Martín-Cano, Reiche, Rappenglueck, Luz Antequera, Tomé Martinez, Paul Kosok apuntan una teoría que ya venía siendo expuesta por algunos investigadores canarios referentes al uso de algunos de estos yacimientos de grabados rupestres, así, refiere que los diferentes glifos en algunos casos representarían constelaciones, animadas por divinidades, a las que se le enviaba mensaje: cuando las constelaciones X, Y, Z,... esté en determinada situación, época que estadísticamente coincide con la venida de las lluvias o con los vientos suaves o con la llegada del calor o con... Diosa-Madre naturaleza, envíanos las lluvias o los vientos suaves o calor..., necesario para que la semilla germine en vegetación, la tierra se airee o podamos viajar por mar con vientos apacibles o el calor haga madurar los frutos, etc. (Martín-Cano, 2001:1-6)

h) La relativa abundancia de petroglifos en la Islas Canarias, son de una riqueza arqueológica inestimable, lamentablemente, las autoridades coloniales no han sido lo suficientemente sensibles ante los innumerables yacimientos de grabados rupestres existentes en nuestro país, salvo honrosas y contadas excepciones, se viene permitiendo que continuamente las palas mecánicas arrasen yacimientos de petroglifos que contaban miles de años de antigüedad, a pesar de que existe una ley que protege en teoría el patrimonio arqueológico canario, pero por lo visto no conviene que esta ley sea totalmente desarrollada, ni que los instrumentos necesarios para su debida aplicación sean debidamente dotados para conseguir una más efectiva aplicación de la misma. Por ello la ley en cuestión, es básicamente,  más un instrumento represivo contra aquellos agentes sociales que realmente se preocupan por la conservación de nuestro ancestral patrimonio arqueológico y histórico, que un eficaz garante.

i) Por otra parte, nos queda la sensación a juzgar por las actuaciones desarrolladas en el campo de protección del patrimonio en Canarias, que los organismos coloniales encargados del mismo, entienden que el patrimonio arqueológico y cultural del pueblo canario, es única y exclusivamente el compuesto por los templos o ermitas y conventos de la religión pagana católica implantada en nuestro país, a la que se dedican ingentes cantidades de dinero de los presupuestos públicos para restauraciones y mantenimiento, mientras que el verdadero patrimonio del pueblo canario, es olímpicamente despreciado, salvo por contadas y precarias actuaciones llevadas a cabo en un aparente intento de protección del mismo, que sólo sirven a los organismos responsables como auto justificación ante sus propias leyes, no realizándose actuaciones de verdadera y eficaz protección del patrimonio arqueológico canario, salvo en aquellos casos en que estas puedan ser rentables económicamente para las arcas públicas o privadas.

  ISLA TAMARANT  (GRAN CANARIA): Los yacimientos de grabados rupestres tanto en cuevas y abrigos como al aire, son numerosos en toda la geografía insular, abarcando la más diversa tipología y temática.

BARRANCO DE BALOS: La Zona Arqueológica del barranco de Balos, conocida como los Letreros, se localiza en el término municipal de Agüimes, a una cota de unos 200 m sobre el nivel del mar, próximo al límite municipal de Santa Lucía, a partir de la confluencia de los barrancos de Temisas-Las Pilas, que desde este tramo y hasta la desembocadura se denomina de Balos. Se trata de una formación basáltica en forma de Roque, de más de 600 m de longitud, unos 10 m más o menos de alto y unos 20 de ancho, que aflora de modo muy evidente en medio de los depósitos sedimentarios del ancho cauce del barranco.
Los Letreros de Balos constituye una de las estaciones de grabados rupestres más espectaculares de Gran Canaria, tanto por el elevado número de paneles que acoge como por que reúne prácticamente la totalidad de la tipología de grabados documentados hasta el momento en Canarias, con la excepción de los espiraliformes, y laberínticos de la isla de La Palma. Conocido desde finales del s. XIX, cuando R. Verneau los publica en 1874, sin prestarles demasiada atención salvo en el caso de los grabados alfabéticos, ha sido objeto de varios trabajos que han ayudado a poner de relieve el extraordinario interés científico-patrimonial que encierra este milenario conjunto rupestre.
En términos generales, según  la propuesta de diversos investigadores los motivos representados pueden clasificarse en tres grupos: 1- alfabetiformes o signos de escritura, 2- figurativos o pictogramas, 3- signos geométricos o ideogramas.
En el primer caso, los alfabetiformes, son bastante numerosos y corresponden a caracteres propios del líbico-bereber norteafricano o alfabeto Tifinagh. En su mayoría aparecen formando líneas verticales y como sucede en el continente se relaciona con una escritura silábica, si bien por el momento se desconoce cual podría ser su significado.
El segundo grupo, figurativos o pictogramas, lo integran las representaciones antropomorfas y zoomorfas. Por lo que se refiere a las figuras humanas, en una proporción importante se plasman con cierto naturalismo (insinuación de los dedos, los órganos genitales, esbozo de tocados y vestimenta, etc.), entre estos la inmensa mayoría corresponde a individuos masculinos con el falo exageradamente indicado, pero también se trazan otras figuras de carácter esquemático. En cuanto a los motivos zoomorfos han de considerarse por una parte, las representaciones de lacértidos creados a partir de un trazo principal que figura el tronco, al que cortan perpendicularmente dos o tres líneas a modo de extremidades, mientras que en otro término se encontrarían las representaciones de équidos y jinetes que se pueden organizar en dos grupos diferenciados según el estilo y los convencionalismos que representan. El hecho de que en las islas no hubiera caballos durante la etapa precolonial ha llevado a interpretar que se trata de grabados posteriores a la conquista castellana, aunque también se apunta la posibilidad de que corresponda a la plasmación de un recuerdo que los primeros habitantes de las islas traerían consigo desde sus lugares de origen, en todo caso son muy similares a otros localizados en la Alta Nubia egipcia, los cuales están datados en unos 3.880 años a.d.n.e., como hemos indicado en otro lugar de este trabajo. En cualquier caso, la marcada diferencia de estilos entre ambos grupos hace pensar en distintos autores para cada conjunto.
En tercer lugar se encontraría la categoría de los geométricos, referidos a representaciones abstractas, cuyo significado por el momento los científicos no pueden  explicar.
Los motivos son muy variados, aunque algunos se repiten con cierta frecuencia, destacan entre ellos los círculos, semicírculos, óvalos, serpentiformes, cuadriláteros, puntos, líneas rectas, ángulos, cruciformes, triángulos, de los que muchos de ellos están considerados universalmente como representaciones de la Gran Diosa-Madre.
Los tres grupos pueden darse de forma aislada o conjuntamente en un mismo panel. En cuanto a las técnicas de ejecución la más frecuente es el picado, continuo o discontinuo. En ocasiones algunos de los surcos son posteriormente abrasionados con la intención de dar un aspecto más regular al grabado. Además, aunque en menor medida, también se documentan la incisión y el raspado.
En el estado actual de los conocimientos es sumamente complicado ofrecer una interpretación exacta de este conjunto arqueológico, si bien la opinión más generalizada lo relaciona con el ámbito de las prácticas mágico-religiosas, orientadas a propiciar la fecundidad, de ahí la presencia de figuras humanas masculinas con los atributos sexuales tan netamente destacados así como los triángulos símbolos de la fecundidad femenina y de la Diosa Tanit.
Como sucede en muchas estaciones de grabados rupestres a los motivos originales se superponen otras inscripciones de distintas cronologías, algunas muy modernas obra de desaprensivos junto a otras de mayor antigüedad.
No hay duda que la Zona Arqueológica del Barranco de Balos constituye un ejemplo excepcional en el panorama arqueológico de la isla y del Archipiélago. Su singularidad, elevado número de paneles grabados, y diversidad de motivos representados, le confieren un elevado interés científico-patrimonial.
Los criterios utilizados para la delimitación del yacimiento de la Zona Arqueológica del Barranco de Balos responden a la concepción integrada de la realidad arqueológica que define a este enclave, constituido por un gran afloramiento basáltico, en cuyas superficies se ha realizado un volumen muy importante de grabados, constituidos, a su vez, por un elevado número de motivos. En este sentido, la delimitación del yacimiento está determinada por la unidad de acogida que se utiliza como soporte para los grabados, cuyas características geomorfológicas les confieren una especial entidad, representando un elemento netamente individualizado en el paisaje.
Además, en este caso, el territorio donde se inserta el conjunto adquiere un relevante protagonismo, constituyendo asimismo un destacado elemento definidor del propio carácter del conjunto arqueológico.
“...Al ir desvelando esa trama escondida entre las nieblas que envuelven el origen y la naturaleza de las más antiguas civilizaciones, nos adentramos con una nueva luz en el oscuro pasado, que nos va conduciendo irremediablemente a una pregunta que es a un tiempo lógica y sorprendente, ésta: ¿La existencia de mitos y símbolos universales indica que en un pasado remoto hubo alguna cultura o civilización de amplio desarrollo, con capacidad para influir prácticamente en todo el ámbito planetario?. Y si existió, ¿dónde se ubicó?, ¿porqué desapareció?

Los mismos mitos nos proporcionan, curiosamente, versiones también coincidentes para responder a estas cuestiones: según ellos existió esa cultura y su desaparición se debió a algún tipo de catástrofe natural.
¿Fue la dispersión, subsiguiente a esa gran destrucción, de elementos culturales y de individuos supervivientes, la causa que ha dado lugar a que ciertas huellas enigmáticas, de similar apariencia y significado, aparezcan diseminadas por doquier, sin conexión aparente, en los lugares más dispares y lejanos de nuestro planeta?
A esta especie de herencia común de la humanidad, se le ha dado en determinados círculos esotéricos el nombre de "Tradición Primordial". Y lo cierto es que un conocimiento trascendental está contenido en esa Tradición, el cual ha llegado hasta nosotros inserto y en muchas ocasiones fundido en el ropaje de los mitos y los símbolos que los acompañan.
En este sentido, el patrimonio rupestre de la isla de La Palma parece ser un extraordinario muestrario de algunos de los símbolos más añejos y universales de la humanidad, por lo que sospechamos, en buena lógica, que de alguna forma en el pasado las Islas Canarias, en general, y la Isla de La Palma, en particular, estuvieron conectadas a la corriente medular de la historia universal de nuestro mundo, aunque por ahora no podamos determinar fehacientemente si aquí llegó de primera mano o a través de sucesivas y espaciadas en el tiempo oleadas culturales portadoras de un conjunto de enseñanzas al que habían accedido por caminos indeterminados, apenas fragmentos de la sabiduría nuclear de aquellas fuentes originales, en muchos casos diluidos y deformados por el transcurrir del tiempo.” (Oscar M. García Rodríguez).

ISLA  BENAHUARE (LA PALMA):

ESPIRALIFORMES DE BENAHUARE



La casi totalidad de los grabados rupestres que hasta la fecha han sido localizados y estudiados fueron ejecutados mediante la técnica del picado, si bien con posterioridad el surco pudo ser sometido a algún tipo de tratamiento con vistas a regularizar su trazado. Este es el caso detectado por ejemplo en algunos paneles de la monumental estación de La Zarza, donde ciertos motivos fueron abrasionados con algún útil o material abrasivo para eliminar las huellas dejadas por el picado. Sin embargo, lo habitual en el común de las estaciones palmeras es que tales huellas aún sean perceptibles. En función de la distancia que exista entre las huellas dejadas por la percusión podemos hablar de picado continuo o discontinuo y que en ambos casos puede ser profundo o superficial. El primero, siempre forma surcos que varían según la dureza del soporte, lo mismo que los puntos de percusión. En cambio, el picado discontinuo (también llamado puntillado) carece de surco.







La interpretación de los grabados rupestres palmeros es tan antigua como su descubrimiento. Ya en 1752, cuando se localizaron los petroglifos de Belmaco, se determinó que no eran más que “puros garabatos, juegos de la casualidad o de la fantasía de los antiguos bárbaros...”.
No serían pocos los que llegan a dudar de su adscripción precolonial; otros los comparan con algún tipo de escritura jeroglífica, y no faltan los que atribuyen su autoría a los fenicios. (Francisco Herrera García)
La Cueva de Belmaco está situada dentro del término municipal de Mazo. Las primeras noticias que se conocen de este hallazgo arqueológico datan del año 1752, a través de la comunicación ofrecida por el investigador palmero Domingo van de Walle de Cervellón.
Actualmente conforma un parque arqueológico que guarda en su recinto los primeros petroglifos encontrados en las Islas Canarias, de cuyos grabados rupestres geométricos, surgen las primeras teorías sobre el origen africano de los primeros habitantes de Canarias. Posteriormente, han sido halladas otras espirales similares a las de Belmaco propias de la cultura megalítica, en las costas atlántica. Esta teoría se mantuvo hasta la década de los años 70 del siglo XIX, momento desde el que comienza a tomar cuerpo en el ámbito científico internacional el que los antepasados palmeros provienen del Noroeste de África, puesto que se han encontrado en Argelia, el Sahara y Marruecos grabados de espirales similares.
La historia dice que la cueva de Belmaco era la residencia de verano de los jefes Juguiro y Garehagua del cantón de Tigalate. Su importancia no radica tan sólo en que cuente con una estación con cuatro paneles de grabados de tipo geométrico sino que, además, esta gigantesca cavidad cuenta con más de cuatro metros de espesor de potencia estratigráfica. Ello indica que la cueva de Belmaco fue ocupada por los primeros benahoritas hasta que su cultura fue en parte erradicada con la conquista y colonización de la Isla de manos del mercenario español, Alonso Fernández de Lugo en el año 1492.
En las páginas siguientes vamos a dar un somero repaso a algunos de los yacimientos de grabados rupestres que hasta la fecha han sido catalogados en nuestras islas, algunos de los cuales han sido estudiados por especialistas europeos y a los cuales como es habitual, posteriormente han seguido algunos estudiosos canarios o españoles que de alguna manera están vinculados con la cultura oficial en Canarias.

ESTATUILLA CON GRABADOS LIBICOS-BEREBER EN BENAHUARE:



En un primer sondeo ha aparecido el único grabado que existe en Canarias sobre barro, que se encuentra en el Museo Arqueológico Benahoarita y que procede de Buracas, en Garafía.

Un sistema de escritura que, llegó del norte de África con las poblaciones mazigias que se instalaron en las Islas y que llegaron como es natural con este bagaje cultural de su propia escritura y lenguaje. Una cultura que se extiende desde Canarias, en el límite oeste, hasta Egipto, cogiendo toda la mitad norte de África. Es la escritura que ocupa más superficie en la antigüedad, En La Palma, en estos momentos el único yacimiento que se conoce con este tipo de inscripciones se encuentra en los precipicios de la Caldera de Taburiente, formando parte del Roque y la Cueva de Tajodeque. Los petroglifos se distribuyen por la visera superior y el interior de esta cavidad, situada en las inmediaciones de la fuente homónima.

En ese sentido, se están analizando -además de los conjuntos de Tajodeque, en la Caldera de Taburiente-, El Verde, en el barranco Tenisca, y el barranco de Rodrigo, en La Cancelita, todos en el municipio de El Paso; así como el barranco del Agua Dulce, en Puntagorda.


 ISLA DE GHUMARA (LA GOMERA):









Los grabados rupestres tienen notables similitudes con los de Tenerife, en menor proporción con los de Fuerteventura y Lanzarote, y se asemejan mucho a los de las restantes islas. Pero La Gomera (J.F. Navarro, 1996) existen singularidades como, por ejemplo, que cobran gran desarrollo algunos elementos iconográficos. Esos motivos son muy sencillos: trazos rectilíneos en múltiples composiciones; figuras geométricas  cerradas, como óvalos, círculos, fusiformes; “dameros”; antropomorfos; otros motivos aparentemente figurativos como los ramiformes; escritura líbico-bereber, cruciformes; letras y números ya históricos; pequeños motivos que parecen emulación de escritura; barcos de diversas épocas, etc. La mayoría están ejecutados mediante la incisión, aunque también se emplearon el picado y otras técnicas. Son particularmente abundantes en el Sur de la isla, donde se concentran entre los 500 y los 900 m.s.n.m., es decir la misma franja que la mayoría de los asentamientos humanos. Pero a diferencia de éstos, se eligieron puntos destacados del paisaje, como peñas, pequeños roques, escarpes, diques, etc., que tienen un control visual directo sobre ámbitos económicos elementales, como son las zonas de pastoreo. (J.F. Navarro Mederos, 2001)




Imágenes:

Los dibujos y fotografías de grabados rupestres de Benabuare (La Palma) han sido tomados del trabajo de Ernesto Martín Rodríguez y Jorge Pais Pais “Las Manifestaciones Rupestres de La Palma” en Manifestaciones Rupestres de Canarias. Edición de La Dirección General de Patrimonio. Gobierno de Canarias, 1996. Y del investigador  Francisco Herrera.


El   grabado que J.F. Navarro describe como triángulos gemelos inscritos en un rectángulo, nosotros vemos la representación de la Diosa Tanit, tal como está representada en el Pozo de San Marcial del Rubicón, Lanzarote. Es posible que el bloque que sirve de soporte al glifo se halle desprendido del sitio original volteándose y ofreciendo una figura en posición horizontal.
Los dibujos y fotografías relativas a los grabados rupestres de La Gomera, han sido tomados de J.F. Navarro en: Manifestaciones Rupestres de la Islas Canarias, 1996





























1 comentario:

  1. Por qué pones Ghumara con H y con u si allí estaban los Gomara, seguramente obedeciendo al líbico-amazige, G-M-R. Una H, una B, una L, una I.., no son baladies en el amazige pues eran consonantes y B es padre o T, lo femenino, etc. Uma/Ba-ma, hermandad, padre madre... Atentamente

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